Un loco día

Sorpresassssss, descubrelo tu.

EL PROBADOR

Eran las 10 de la mañana Noelia había ido a unos grandes almacenes a comprarse unos pantalones vaqueros que le habían encantado, llegó y estuvo echando un vistazo por toda la tienda, cogió unos cuantos y pasó al probador. Mientras estaba eligiéndolos la vió un chico de unos 10 años más joven que él que había conocido hacía poco.

Patricia era una mujer de 42 años, morena pelo suelto por encima de los hombros, ojos negros, labios carnosos y sensuales, era una mujer con una cara bastante bonita, su cuerpo era más bien delgado pero muy bien cuidado y las carnes bien prietas, unos pechos medios no caídos y con unos pezones pequeños con una aureola de color canela, un culo pequeño, duro y bastante respingón, el conejito peludito pero arreglado y unas piernas bien torneadas.

El joven tenía unos 32 años, moreno, 1,82 m., ojos verdes, nariz aguileña, cara que denotaba más juventud de la que realmente tenía, labios carnosos, un cuerpo fibroso, sin apenas vello y una polla más bien larga y gordita.

Vió a la mujer entrar en los probadores con ese andar que tanto le gustaba balanceando el culo ligeramente, él se dirigió detrás de ella y cuando iba a entrar, él la empujó dentro provocando al principio en ella un poco de miedo pero sin darse cuenta él la puso contra la pared y la besó apasionadamente con fuerza pero sin violencia, no dejándola moverse, mientras sus manos la acariciaban y dibujaban su cuerpo, su lengua jugaba con la de ella mientras ella le desnudaba bruscamente hasta dejarle solamente vestido con el bóxer pegado a ese cuerpo que ella deseaba como la manzana prohibida, él la quitó el top de repente y sus pechos saltaron al aire atrayendo la vista y la boca de él que empezó a besar los pechos haciendo circulos y mordiendo los pezones succionándolos y pasándoles mientras la lengua por ellos haciendo que se endureciesen de la excitación, ella se bajó los pantalones para facilitarle la tarea y luego él le arrancó las bragas de un golpe dejándola desnuda, mientras ella empezaba a deslizarse hacia abajo con la lengua y labios lamiéndole entero llegando a ese objeto que tanto le gustaba que era la polla de él que ya estaba bastante animada cogiendola ella con la mano y metiendosela en la boca dándola pequeños lametones para luego metersela toda en la boca mientras con sus manos, una apretaba sus huevos y con otra empezaba a jugar con el agujerito del culo de él apretándolo y soltando para en un momento dado aprovechando un lametón en la polla le metió el dedo hasta dentro lo que hizo que él emitiese un pequeño gemido, la polla estaba ya muy tiesa.

Ella se levantó y él aprovechó para sentarse en una silla mientras ella se ponía frente a él que la cogió y acariciándola la cintura con mucha suavidad que él sabía que a ella le encantaba mientras empezaba a lamerla el coño acariciando con los dedos las ingles bajando con la lengua hasta la entrada del coño con los dedos acariciaba los labios mientras los entreabría y pasaba la lengua por él llegando al clítoris y succionándolo con los labios mientras con la mano acariciaba sus nalgas y las apretaba dándola la vuelta con la lengua seguía lamiéndola llegando al ano.

Con sus manos la abría las nalgas para dejar el culo abierto y abriendo el agujerito con la lengua suavemente que hacía que ella jadease suavemente ya que no les podían oír.

Quédate quieto—le dijo ella.

Patricia se acercó y dándole la espalda se fue sentando sobre su culo encima de la polla quedando como suspendida encima de ella, él con fuerza agarrandola de las ingles la empujó hacia debajo de un golpe y clavándosela entera que hizo que ella tuviese que taparse la boca para no chillar quedándose así un poco quietos.

Juan que así se llamaba el joven empuñando sus pechos como si de un trofeo se tratara empezó a elevarla y a hacerla botar sobre su polla con una mano le pellizcaba los pezones y con la otra masturbaba su clítoris con fuerza, estaban los dos muy excitados.

Patricia cada vez más a causa de la excitación abría las piernas lo que hacía que contrajese los músculos del ano que hacían que apretase la polla de él consiguiendo que se pusiese más tiesa, como una barra de hierro caliente.

La hizo levantar y darse la vuelta para sentarse otra vez en la polla pero esta vez frente a él y mientras se la iba clavando, sus labios estaban unidos y sus lenguas jugaban para que cuando el capullo hubo entrado en el coño de ella dejarse caer hasta notar el golpe de los huevos de él en sus muslos iniciando un suave bote con movimientos circulares besándose apasionadamente como si fuese la última vez que lo iban a hacer, él todo el rato la trataba con fuerza.

Eran como un perro y una perra en celo, lo deseaban y lo estaban haciendo, él se puso a lamerle los pechos como un can para acto seguido cogerle los pezones con la boca y apretándoselos mordisquearlos de manera suave al principio y luego más fuerte.

Seguidamente la empuñaba las nalgas abriéndoselas y se las cerraba para que ella oyese el sonido de su vulva y de todo su coño completamente mojado como chasqueaba, Patricia se dejaba caer hacia detrás consiguiendo una penetración más profunda e iniciando un galope desenfrenado.

Cuando notó que la polla se estremecía y que Juan estaba cercano a eyacular, se levantó y se arrodilló delante suyo comenzando a mamarsela y a masturbarle hasta que él se corrió en su cara y sus pechos dándole ella el semen de sus pechos a él para que lo tomase con su boca y lo compartiesen en un último y dulce beso.

Juan y Patricia compraron el jean y se dirigieron en coche a la casa de ella a terminar lo comenzado en tan caliente probador.

Todo este relato es imaginario, si alguien quiere escribir o hacer algún comentario será bien recibido.

Picante100@hotmail.com