Un lluvioso atardecer

Pusiste tu mano sobre mi pecho comenzando a acariarlo, recorriste mi piel con tus labios...

UN LLUVIOSO ATARDECER.

Un día como hoy tú me distes mucho amor, me tomaste como nunca, me hiciste sentir una mujer completa, me acariciaste con cariño y dulzura, me poseíste con gran pasión que jamás olvidare esa noche de amor pleno, aun siento tus manos recorrer toda mi piel y tus labios besar mis pechos, parece que apenas fue ayer en que me diste ese gran placer, tus labios besando mi boca recorriendo lo mas intimo de mi, como besabas mi vientre, mis piernas, aun siento tu legua recorrer todo mi sexo, como besabas mi botón, me volvías loca de placer.

Si hoy fuera ayer, quisiera estar en el mismo lugar, sentirte dentro de mí con la pasión desenfrenada, sentir como recorre tu miembro hasta lo más profundo, gemir nuevamente de placer y deseo.

Pero como hoy no es ayer, solo me queda el sabor de ti metido en todo los poros de mi piel, solo me queda el recuerdo de cómo llegaste a mi vida y de como partiste cuando mas te quería.

Recuerdas como nos conocimos, fue ese día que el destino nos tenía marcado, iba por la calle, había salido de trabajar, estaba lloviendo, la tarde comenzaba a caer, me pare en la esquina para cruzar la calle, cuando paso un vehiculo levantando agua mojándome toda, en ese momento no supe que hacer, fue cuando llegaste y me preguntaste, ¿esta usted bien? Voltee a verte muy enojada, casi te grite

Como voy a estar bien, que no ve que estoy empapada y comencé a llorar… No llores, dijiste, si gustas vivo cercas, vamos a mi casa para que se seque, me tomaste de la mano y comenzamos a caminar, llegamos a tu casa y me invitaste a pasar, en ese momento reaccione y te dije, no gracias, no te conozco… No tengas temor, no te va a pasar nada, es solo para que seques tu ropa, entramos, fuimos a la sala y fuiste a tu cuarto, sacaste una toalla y una camiseta, me dijiste, quita tu ropa para ponerla en la lavadora en poco tiempo sale limpia y seca y te me quedaste viendo, voy a preparar algo caliente pasa que bebas, como que te gusta, un café solo atine a decir, en lo que te fuiste comencé a desvestirme secando mi cuerpo, tu camisa me quedaba lo suficientemente grande para cubrirme toda y lleve toda mi ropa a la lavadora, sentándome en el sillón de la sala, saliste y me diste el café, prendiste la televisión en un programa cómico para hacerme reír, parecíamos dos grandes conocidos en la sala tomado café con una camisa que era tuya y debajo de ella mi piel completamente desnuda, te di las gracias solamente sonreíste y comenzamos a platicar de las cosas tribales de la vida, en un momento pusiste tu mano sobre mi pierna y te me quede viendo, perdón, dijiste, retirándola rápidamente poniéndote rojo como un tomate, al ver como te habías apenado solo sonreí, me acerque y te di un beso en la mejilla y seguimos platicando, en ese momento se escucho el sonido de la lavadora anunciando que ya había terminado, me levante para sacar la ropa y cambiarla de lugar, la camisa se me levanto un poco y te me quedaste viendo y luego te volteaste, cuando regrese a sentarme la camisa se me subió de más, me volteaste a ver, me acerque y te di un beso al cual correspondiste, tu mano se puso en mi pierna y comenzaste a acariciarla. Puse mi mano sobre la tuya y quisiste quitarla, tan solo la sostuve y empecé a pasearla por mi pierna hasta que fue subiendo, la retiraste, me abrazaste más fuerte, fuiste metiendo la mano hasta llegar a mi pecho, comenzaste a acariciarlo, la blusa se subió aun más dejando al descubierto mi pubis hasta mi vientre.

Me moví hacia atrás, sacaste tu mano, agarraste la camisa y me la quitaste, estaba completamente desnuda a tu lado, me viste por unos minutos como si no creyeses lo que estabas viendo, pusiste tu mano sobre mi pecho jugando con el, luego pusiste tu boca comenzando a besar mi pezón, eras muy dulce en tu trato, fuiste besando todo mi cuerpo, mi espalda, mi vientre, bajaste hasta mi sexo y le diste un beso, mientras que jugaba con tu pelo, comenzaste a besar mi clítoris, tu lengua jugaba con el, estaba empezando a gemir porque tu lengua entraba en mi sexo muy suavecito, me estaba excitando bastante, metiste tu dedo y lance un leve gemido, comenzaste a meterlo y sacarlo, mi mano se dirigió a tu pene y empecé a acariciarlo, te levantaste y quitaste tu pantalón, agarre tu pene y lo lleve a mi boca, lo fui metiendo mientras que mi lengua jugaba con tu cabeza, comencé a chuparlo, nos acomodamos para que siguieras besando mi sexo, sentía tu lengua recorrerlo hasta llegar a mi ano comenzando a besarlo, estábamos gimiendo, fuiste metiendo un dedo en el, respingue un poco pero sentía rico, tu dedo fue entrando, mientras tu lengua seguía entrando en mi sexo, tomamos todo el tiempo para hacer el amor, fuimos llegando al momento sublime solté tu pene diciéndote, ya, mételo hasta el fondo, soy toda tuya, penétrame toda, te fuiste acomodando, besabas mis labios, tu cabeza quedo en la entrada de mi vagina, levante mis piernas entrelazándolas en tu cintura y te empecé a jalar hacia mi, tu pene empezaba su recorrido hacia mi interior, levantando mi cadera para que entrara más y más, diste el empujón metiéndola toda, comenzamos a gemir comenzando a movernos, así, si, así, mi vagina estaba gozándote, gozando ese rico bombeó que le estabas proporcionando, empecé a mojarme toda, si, así, te decía, estaba terminando, te sentía hasta el fondo, sacabas tu pene y lo volvías a meter hasta el fondo, cada vez mas fuerte, besabas mis pechos, me tenias al borde de la locura, te diste la vuelta quedando boca arriba y me dijiste, cabalga chiquita, cabalga, me subí tomé tu pene y lo puse en la entrada de mi vagina comenzando a sentarme en ella, fue entrando suavecito hasta llegar al fondo de mi interior, estando toda adentro comencé a cabalgarte, guau, me estaba volviendo a correr, voy a terminar dijiste, me bajé de ti y tome tu pene llevándolo a mi boca comenzando a chuparlo, sentí como te empezaste a erguir comenzando a darme tu leche en mi boca recibiéndola toda, seguí chupando tu pene hasta que quedo bien limpio, me recosté en tu pecho besándote.

Tu ropa esta seca dijiste, sonreí y fui por ella comenzando a vestirme, te llevo a tu casa, dijiste, esta bien conteste, y salimos, en el camino solo dijiste, estuviste genial, solo te sonreí, me quede a una cuadra de mi casa, nos despedimos.

Nunca supe como te llamabas, nunca supiste como me llamaba, lo único que supimos fue que ese día nos dimos placer mutuo. Un placer muy hermoso, y no volví a saber más de ti.

Con el tiempo pasé por tu casa, vi a una joven como de mi edad, te mire abrazarla, pero lo que más me impacto fue que te dijo papá, seguí mi camino.

Por eso hoy recuerdo el día del ayer, suspiro y me digo, fue solo un bello y lluvioso atardecer.

Este es mi primer relato que escribo, y fue algo para mi muy especial, espero les guste y nos veremos en el próximo relato.