Un libro especial para Berta

Berta no podía imaginarse la erótica aventura que iba a vivir cuando empezó a leer aquel extraño libro...

Un libro especial para Berta

Aquella tarde Berta estaba sola en casa, sus padres estaban trabajando y no volverían hasta la noche.

Así que tenía toda la tarde para ella sola.

Después de comer se puso a repasar sus apuntes de aquel día de la universidad hasta que se aburrió y decidió leer un poco. Una compañera le había hablado de un libro erótico que se había leído, le dijo que era muy excitante leerlo que a ella a veces le había pasado que había tenido que dejar de leerlo para tocarse un poco porque aquel libro la ponía muy caliente .La chica se ofreció a prestárselo pero eso sí, su amiga le dijo que aquel libro tenía que ir con vuelta, que era su libro preferido, que lo necesitaba, que solo se lo prestaba a ella porque eran muy amigas.

Berta , intrigada, le pidió a su amiga que cuando lo terminase se lo prestara. Su amiga ya se lo había acabado y aquella misma mañana se lo dejó a Berta "ya me contarás" le dijo su amiga con un guiño.

Así que Berta apartó los apuntes a un lado y sacando el libro de la mochila decidió ponerse cómoda a leer un rato, a ver si era verdad lo que su amiga le había dicho o se trataba de una exageración suya.

Se sentó en el sofá con las piernas estiradas sobre una mesita y comenzó la lectura.

Ya desde el primer capítulo presentaban a un personaje que haría las delicias de cualquier mujer, se llamaba Hugo ,tenía el pelo larguito por los hombros, castaño oscuro y unos profundos ojos azules y poseía unas anchas espaldas, piel bronceada, culo prieto y redondo y un sexo de proporciones considerables .Hugo era el protagonista de la novela. Se trataba de una novela extraña porque el protagonista se dirigía directamente al lector, como si supiera que su vida estaba siendo leída por alguien. De esta manera quien leyese el libro se sentía muy implicado. Llegó un momento en el que, en uno de los capítulos Hugo se sentía muy caliente y empezaba a tocarse su miembro y le preguntaba a Berta,( sí , sí , a Berta que se sentía completamente implicada en aquella historia) le preguntaba si el hecho de imaginarle masturbándose la ponía caliente.

Berta subconscientemente contestó que sí y en el siguiente párrafo Héctor la instaba a que se tocase ella. Para entonces Berta ya estaba muy cachonda y excitada, llevaba todo el rato imaginándose como sería tener a un maromo como Hugo entre sus sábanas.

Así que , mientras sostenía el libro con una mano con la otra comenzó a acariciarse lentamente, primero por la cara y luego bajó hasta el cuello. llevaba una chaquetilla con cremallera sobre la piel desnuda, así que bajó la cremallera sin dejar de leer dejando ver un sujetador negro, en el libro Hugo la instaba a sacar sus pechos de la tela que los aprisionaba y comenzar a acariciárselos y ella , obedientemente lo hizo así. Sus pezones estaban erectos y duros por la excitación que sentía y comenzó a pellizcárselos como él le pedía. Berta se sentía extraña, estaba dejándose llevar por aquella fantasía, cumpliendo las órdenes de un libro, pero estaba gozando tanto que no podía parar, comenzó a gemir mientras apretaba con dos de sus dedos cada pezón, para entonces , en el libro, Hugo le decía que quería que se desnudase como él, que iba a hacerla gozar como nunca había gozado, a ella le dio la risa,¿Él la iba a hacer gozar? Sería en sentido figurado, es decir, la que se procuraría ese gozo sería ella, con sus manos....

Pronto se daría cuenta de que estaba muy equivocada.

Desde el libro Hugo la provocaba con palabras obscenas y diciendo que la deseaba, que se moría por comer de su coñito caliente, por devorarlo entero y beberse sus flujos, que la masturbaría con su lengua hasta que ella gimiera de gozo y luego le metería su enorme polla para que la disfrutara bien, que el ya se sentía servido con verla desnuda que todo lo haría para que ella gozase.

Berta no sabía que creer, pero sin parar de leer aquel libro tan extraño, le siguió el juego a Hugo. Sujetando el libro con una mano se liberó del sujetador con la otra y luego del pantalón elástico y de las braguitas Una vez desnuda sintiéndose mas sexy que nunca (jamás había estado desnuda sobre el sofá del salón de sus padres y aquello le parecía muy erótico) Berta se tumbó bocarriba ,cerró los ojos y apartó el libro a un lado sin cerrarlo tal y como Hugo le había pedido desde sus páginas.

Sobre el libro surgieron unas chispitas de colores, purpurina flotando ,saliendo del libro ,la purpurina fue tomando una forma, se trataba de una forma humana, y al cabo de unos segundos allí estaba él, Hugo, el protagonista del libro, pero en carne y hueso (y menudas carnes...) Estaba desnudo, como en el libro, y tenía una erección enorme, parecía que su gran polla estuviese a punto de estallar de placer, y por poco lo hace al tener el cuerpo de Berta desnuda y con los ojos cerrados tan solo para él. aquella muchacha era preciosa, mucho mejor que su anterior dueña, se alegraba de tener una nueva ama a la que proporcionar placer y sería delicioso explorar y saborear un cuerpo totalmente nuevo para él

La miró lamiendo sus labios por el deseo y mordiendo su labio inferior para ahogar un suspiro .Despacio se acercó a su cuerpo y separó las piernas de Berta que no sabía aun lo que estaba pasando, ella al notar que alguien la tocaba abrió los ojos alarmada, se quedó muy sorprendida al ver allí a aquel hombre tan hermoso y bien dotado, mirándola , deseándola.

-Mi ama, mirad como me habéis puesto , le dijo él tomando su mano y poniéndola sobre su polla

-Eres??? no puede ser...no puedes ser él, no puedes haber salido del libro!!!

-Así es mi ama , salí del libro para satisfacer sus deseos más ocultos, para darle el mayor placer que pueda imaginar, y ahora abandónese al placer dueña mía.

Berta estaba flipándolo, no podía creerse lo que le estaba sucediendo, pero hizo lo que el le pedía y se dejó llevar .Hugo le separó bien las piernas y empezó a besárselas desde los tobillos hasta loas muslos, que a la vez acariciaba con suavidad Berta, excitadísima alzo su coñito todo lo que pudo, pero él le puso la palma de la mano abierta sobre el coño que ya estaba húmedo y le dijo:

-Aún no mi ama, pero no desesperéis

Berta se moría de ganas así que echó las manos hacía su coñito para aliviarse ella, pero el la paró sujetándole ambos brazos.

-Mi ama, debéis esperar un poco, valdrá la pena, le dijo con un guiño, y a continuación la besó en la boca.

A Berta jamás la habían besado de esa manera tan pasional que la hacía estremecerse, Hugo, sin parar de besarla empezó a pasarle la mano por la tripa hasta llegar a sus pechos, una vez allí los acarició con suavidad y después comenzó a pellizcarle los durísimos pezones, ella gemía de gusto.

-Por favor Hugo ,dijo Berta casi sollozante, deja que me toque el coñito, o tócamelo tu, por favor, no ves que estoy ardiendo?? Necesito que alguien me lo folle con sus deditos, por favor...

Hugo decidió que no podía hacerla sufrir más, así que abrió aquella fruta madura lista para ser probada y en vez de tocarla con sus dedos como ella le había pedido empezó a comer de su coñito caliente y jugoso , Berta se estremecía de placer.

-Más , dame más, te deseo, cómemelo!!!

-Sí mi ama, ,decía él con la boca llena de sus jugos.

Estuvieron así un buen rato, el lamía solícito toda su rajita y cogía su clítoris con los labios chupándolo, sorbiéndolo mientras Berta gemía y se retorcía de placer por el sofá.

Pero de repente él paró. Ella le miró a los ojos inquisitivamente sin comprender porque se había detenido y el le dijo con su voz más dulce:

-Ahora , mi ama, os ofrezco mi polla

Tras aquellas solemnes palabras Berta se incorporó y como si tuviera un resorte en el culo se lanzó a la polla de Hugo, tan jugosa, tan grande , tan apetitosa...

Se la metió entera en la boca como una niña golosa , la chupaba con ahínco y él gemía acariciando su pelo, los labios de Berta avanzaban a lo largo de la polla de Hugo para luego retroceder cada vez más rápido y sus manos acariciaban sus redonditos huevos con cariño .

Berta paró para recuperar la respiración y él le dijo que era suficiente , que lo había hecho muy bien y que iba a ser recompensada por ello .La tumbó con delicadeza en el sofá, abrió mucho sus piernas y se colocó entre ellas dejándose caer luego para clavarle la polla en su hambriento coñito. Berta chillaba de gozo y alegría al sentir aquella enorme y deseada polla follándola con decisión y rapidez, Hugo entraba y salía de su coño como todo un profesional y Berta comenzó a jadear al unísono con el, el orgasmo estaba ya muy cercano y en breve los dos explotaron de placer.

Hugo se echó a un lado después de dejarla bien folladita , la abrazó y la besó con mucha ternura, ella le respondía con cariño y entrega.

-Sois la mejor ama que he tenido, espero que me convoquéis muchas veces.

-Como he de hacerlo? Le dijo ella mientras jugueteaba con su pelo.

-Simplemente tienes que estar sola y leer el libro desde el principio, solo eso.

Ella sonrió y le dijo que lo haría en cuanto volviese a estar sola en casa.

-Ahora debéis cerrar los ojos mi ama, es el momento de que regrese al lugar del que vine.

Berta cerró los ojos y Hugo se desintegró volviéndose purpurina de colores que volvió al libro y se impregnó en él.

Como bien supondréis Berta jamás devolvió el libro a su amiga ;)

FIN

Me gustaría saber que os ha parecido mi relato