Un juego nuevo (1)
Paúl y su novia Palo aprovechan el deseo de sus amigos hacia miembros de otras parejas del grupo para organizar una sesión de intercambio.
UN NUEVO JUEGO I:
Cuando comencé a salir con Tati, no solo encontré a la mujer de mi vida sino que me introduje en un grupo en el que desde el principio cuaje muy bien .Aquel grupo lo componían casi todo amistades de la infancia gente con la que había crecido Tati y alguna persona que como yo había llegado de la mano de alguien.
Fue pasando el tiempo algunos nos casamos otros seguían su noviazgo, lo que si continuaba era esa profunda amistad entre nosotros. Lo curioso de aquella situación era aquella compenetración entre nosotros.
Aquella historia surgió un día en casa de Paúl. El era un chico liberal, su relación con Palo su novia siempre nos había extrañado por la independencia de ambos .El siempre nos contaba con pelos y señales sus relaciones intimas con Palo, que lejos de mosquearse en el fondo le gustaba que lo supiéramos. Aquel día comenzamos a beber mientras jugábamos nuestra partida de cartas semanal. El principal tema de conversación era la tradicional quedada (como lo llamábamos nosotros) que hacíamos cada año. Aquel año era mejor que nunca, Luis a través de la agencia inmobiliaria en donde trabajaba había conseguido un chalet de lujo para aquel fin de semana .Tenia sala de juegos, piscina, cancha de tenis y una zona con sauna y un gran jacuzzi.
Todos estábamos muy contentos, pero ese día Paúl introdujo en nosotros una semilla que fue madurando. Como en todas aquellas reuniones surgió el tema sexual. Parecía un día como otro cualquiera pero no fue así, Paúl dejo caer una pregunta ¿qué pensáis de los intercambios? Suscito un debate con diversos puntos de vista, pero el fondo que era lo que a Paúl le interesaba, no había ninguno totalmente en contra.
Pasaron unos días y aprovechando otra pequeña reunión nuestro amigo fue directo al grano. Nos pregunto directamente si practicaríamos el intercambio de parejas. En un principio las respuestas fueron negativas, porque quizás nadie daba el paso adelante. Pero tras unas copas todo cambió. Manuel siempre había sido muy celoso pero desde que se había casado su actitud había cambiado por completo. Era quizás junto a Paúl el más interesado en probar .Yo me mantenía a la expectativa. Al siguiente en atacar fue a Luis, también era muy celoso y posesivo, así que le ataco al punto débil que el tenía. No era otro que Palo la novia de Paúl en numerosas ocasiones me había comentado la atracción que sentía hacia ella y eso el lo sabía .Cuando me toco a mi diplomáticamente asentí con la mayoría. Una reflexión elimino por completo aquel pensamiento, las chicas nunca accederían. Ante aquella afirmación vi. Dibujarse una sonrisa en la cara de Paúl. Que no entendí hasta días más adelante.
Llego el fin de semana de la quedada. Aquel año había coincidido todo muy bien, no hubo problema con los trabajos y todos pudimos asistir incluso coincidió con un puente lo que aumento aquellas mini vacaciones un día más.
Cuando llegamos y vimos la casa no nos defraudo nada en absoluto. Aprovechando que aun eran las cinco decidimos usar la piscina.
Todo trascurrió como siempre por la noche tras una copiosa cena nos emborrachamos y disfrutamos de una fiesta que se alargo hasta altas horas de la madrugada .Al día siguiente me desperté con la gran luminosidad del día que sobrepasaba las puertas y persianas. Fui uno de los primeros en levantarme. En la cocina estaban desayunando Luis y Manu, ambos charlaban de las anécdotas del día anterior. Decidimos ir a jugar al tenis .Mientras lo hacíamos comenzamos a hablar de lo que Paúl nos dijo. Estaba claro que en nosotros aquella semilla ya había dado sus frutos, pero era algo imposible porque nuestras chicas nunca accederían.
El día trascurrió tranquilo. Manu y Paúl se acercaron al pueblo a por bebida .Luis y yo nos decidimos por la siesta. Dormía placidamente cuando una mano me despertó, era Luis, con una seña me dijo que le acompañara, yo aún dormido le pegué una pequeña patada a una maceta con lo que conseguí un gesto de desaprobación seguido de uno de silencio. Nos plantamos en el corredor tras una pared .Abajo estaban todas las chicas. Palo parecía que tomaba la iniciativa, y cual fue nuestro asombro cuando nos dimos cuenta de que hablaban de aquel tema que tanto nos perturbaba. Las chicas a diferencia de nosotros no tenían consenso .Todo quedo así. Luis y yo decidimos hablar con Paúl porque sin duda era el que había trazado aquel plan .Al enterarse Manu de que a la vez Palo hacia lo mismo que su novio, se mosqueo un poco pero enseguida se intereso por la respuesta. Paúl sonriendo nos confirmo que lo había hablado con su chica. También nos dijo que Palo estaba trabajando en ello pero que hasta la noche no sabría nada.
La tarde paso más lenta de lo habitual, lo curioso era la hipocresía que envolvía el ambiente, ya que en vez de ser un tema tratado por cada pareja, salto ese núcleo y se situó en otro más grande en el de los sexos.
Decidimos montar la fiesta fuera, cerca de la piscina ya que el tiempo acompañaba, y mientras trasladábamos los aparatos de música y demás cosas. Las chicas cocinaban. De lo que no éramos conscientes es que las mujeres estaban dando un veredicto. Tras una cena muy amena y divertida, comenzamos a poner música y a beber copas. Parecía que todo trascurría normalmente y que nada ocurriría pero a eso de las dos de la mañana Palo nos hizo sentarnos alrededor de la mesa y expuso claramente el tema. Hizo un claro hincapié en la diferencia entre amor y sexo. Que se trataba de un juego en el que lo único que se buscaba era pasarlo bien en la cama olvidándonos de quien éramos y de nuestros tapujos. Era algo extraño con esas palabra había conseguido que nos sintiéramos individuales. Mis sentimientos eran contradictorios por un lado no me gustaba del todo pensar que se iban a tirar a mi novia pero por otro lado pensaba que yo me acostaría con alguna de las otras.
Tras un asentimiento general, continúo expresando la manera en que se realizaría todo. Estaba claro que aceptaban pero bajo sus condiciones. La primera era la de no entrar en las habitaciones, elegir unos determinados sitios. El segundo era que los encuentros durarían una hora. Sin más dilación introdujeron nuestros nombres en una bolsa y una por una fueron sacándolos. Palo tomo nota en cuatro hojas distintas que doblo cuidadosamente y por último coloco en cada una de ellas nuestros nombres.
Yo solo de aquella sensación de incertidumbre ya notaba mi miembro erecto. Las chicas se fueron a sus respectivos lugares. Nosotros esperaríamos a que fueran las 2:30 y nos iríamos a los lugares que nos indicaban las cartas. Entre bromas nos pusimos una última copa y bromeábamos con los lugares en donde nos había tocado. El más afortunado había sido Luís que le toco la zona del Jacucci. A mi me había tocado la cocina, y pese a que en un principio no me agrado del todo me conforme. Solo faltaba una duda por disipar, quien nos esperaría allí. Cada chica tenía su morbo.
A la hora acordada nos dirigimos a los lugares correspondientes .Todas las luces de la casa estaban apagadas. Tras la puerta de la cocina se vislumbraba una tenue luz. Me arme de valor y abrí la puerta con la duda de quien me esperaba al otro lado. Lo primero que ví era que la intensidad de la luz se había bajado, al fondo de la cocina una silueta que en seguida reconocí, era Natalia la novia de Luis. Era una chica morena de pelo liso de 1:60 de altura con grandes pechos. Tras unos segundos de incertidumbre se acerco a mi y comenzamos a besarnos .Me apoye en la pared de la cocina, mis manos se movían hacia su culo el cual apreté con violencia. Siempre me había gustado tenia las dos premisas que buscaba era grande y con forma. Ella se acercaba a mi cuello y me daba mordisco pequeño que me excitaban cada vez más. Sentía que ella estaba muy activa como si deseara desde hacia tiempo echarme un polvo. Su actitud era cada vez más evidente. Esto me sorprendió ya que era una chica tranquila y en algunos casos hasta demasiado tradicional, pero conmigo se estaba trasformando. Después de despojarme de mí camisa fue bajando hasta ponerse de rodillas frente a mí. Abrió mi pantalón y salio de el mi polla más dura que nunca. Comenzó a chupármela, yo baje mis manos a sus pechos e introduje mi mano por su camisa entre abierta .Su trabajo en mi miembro era increíble, metía mi pene completo en su boca a la vez que con su mano tocaba mis huevos. Llevado por el buen trabajo de Natalia me corrí, ella hizo ademán de quitarse pero yo le sujete la cabeza con fuerza y mi líquido inundo su boca. Ese gesto rozando la violencia marco el devenir del resto del tiempo. Note que ella sintió satisfacción con aquel episodio. Así intente saber hasta donde me dejaría llegar. La eleve del suelo tirándola del pelo y cuando se puso de pie la eleve cogiéndola del culo para luego depositarla en la mesa. Me quite los pantalones del todo quedando desnudo ante ella que no dejaba de mirarme. Estaba sentada en el borde con las piernas colgando, con la camisa desabrochada que dejaba ver un sujetador de encaje .Tras unos segundos me acerque a ella y comencé a tocar aquellos generosos pechos. Los notaba duros, acerque mi boca y empecé a mordisquearlos, sus pechos se salían del sujetador como si este le quedara demasiado justo. Yo con un rápido movimiento quite por completo el sujetador y su camisa dejando al descubierto sus encantos.
Tenía unos pezones con una gran aureola. Tras unos segundos lamiéndolos, con mi mano desabroche la cremallera de su falda y la baje a la vez que sus bragas. Ella intento quitarse los zapatos cosa que impedí, su respuesta fue igual que la anterior tras un momento de resistencia se dejo hacer. Baje mi cabeza hacia su sexo y comencé a lametearlo, en poco tiempo se estaba corriendo. Ya no aguantaba más así que era hora de penetrarla. Me hizo un gesto para que cogiera un condón de los que había en la encimera. Así lo hice y tras ponérmelo en la misma posición en la que estaba abrí sus piernas y de un empujón introduje mi polla. Ella emitió un pequeño gemido y sus manos fueron a mi espalda. Yo quería seguir por aquel camino así que cogí con mi mano izquierda sus muñecas y tumbe su espalda en la mesa. Ella forcejeaba lo que a mi me excitaba más. Yo metía y sacaba mi miembro con más violencia entre los gemidos cada vez más pronunciados. Mi mano derecha recorrió en sentido ascendente el cuerpo desnudo de Natalia hasta llegar a su boca. Ella saco su lengua y comenzó a juguetear con mis dedos a la vez que me enviaba miradas lascivas.
Decidí dar otra vuelta de tuerca y de nuevo usando la fuerza la coloque de espaldas a mí, apoyada en la mesa. Acerque mi pene a su rajita y ante las dificultades que presentaba la posición debido a la diferencia de altura de los dos eleve su pierna derecha con mi brazo, sujetándola tras la rodilla y con la otra mano dirigí mi miembro a su húmedo túnel. Enseguida mi ritmo aumento hasta el punto de que ella tuvo que apoyar sus brazos en la mesa para frenar mis envestidas que movían la mesa hacia delante.
Note como guiada por la excitación ella novia también su pelvis hacia atrás como necesitando más .La excitación llegaba a mayores y entonces tuve que variar el ritmo para evitar la eyaculación, quería disfrutar más ese momento. Me dedique a introducir y sacar por completo mi miembro de una manera lenta. Cada vez que sacaba y metía de nuevo mi pene Natalia emitía gemidos de placer. Yo observaba a través del cristal de la puerta el movimiento de aquellos enormes pechos adelante y atrás. Todo unido provoco un nuevo acelerón progresivo como si de una maquina de vapor se tratase. La agarraba por los hombros a la vez que envestía con fuerza. Note sus convulsiones que se tradujeron en enormes gemidos de placer. Por unos segundos se quedo callada disfrutando de su orgasmo.
Pero cuando reacciono me dijo que pese a llevar condón me corriera fuera. Ella se activo de nuevo y decidió actuar, volviendo a mover sus caderas hacía atrás. Yo me quede inmóvil dejándola hacer a ella. Movía su culo hacía mi con gran velocidad. Sus pechos se movían frenéticos y mi orgasmo ya no lo paraba nadie. Actué como me había pedido y me retire mientras masturbaba mi miembro. Decidí ponerle un toque final a aquel buen polvo y despojándome del preservativo vacié mi esperma en la espalda de Natalia, sin saber si esto le parecería bien. Pero enseguida un gesto suyo emitiendo una sonrisa aprobó mi última actuación.
Ni siquiera nos dio tiempo a decir nada puesto que el plazo dado había expirado. Salí medio vestido y me dirigí a mi habitación .