Un juego
Todo empezó como un juego de miradas con mi cuñado, poco a poco la tensión se elevo cada vez mas...
Todo comenzó como un juego, pero para entender los pondré en contexto.
Soy blanca, pelo castaño, mido 1.68, más o menos rellenita pero con cinturita y debo agradecer a la maternidad pues ahora tengo un culo y tetas envidiables. Desde que quede embarazada me fui a vivir con mi novio en casa de sus abuelitos y debo decir que la casa es bastante grande dividida en tres partes; la primera donde viven sus abuelitos, la segunda donde vive mi suegro con su mujer y sus dos hijos (Daniel y José), y la tercera donde hasta hace un año vivíamos mi novio, hija y yo.
Por distintos motivos mi novio ahora esposo se mudó a vivir y trabajar a USA, y nosotras quedamos viviendo siempre en casa de sus abuelitos, siempre he sido sexualmente activa pues soy demasiado caliente y el sexo con mi esposo siempre fue TOP, claramente su partida me pego duro pues ya no tenía sexo como antes y eso me frustraba.
Aquí en casa tenemos una piscina en la parte más baja del patio que está rodeada de árboles por lo que es muy sombroso y fresco. Casi todas las tardes llevo a mi hija pasar el rato y a jugar, pero no fue sino hace un par de meses que cuando llegamos a la piscina encontré a uno de mis cuñados (José) nadando, solo con un short pequeñito. Ya otras veces lo había visto sin camisa pero no sé qué paso ese día que lo vi diferente, me sentí excitada y atraída por él. Platicamos, nos reímos y el jugo con la niña pues la quieren mucho, la tarde transcurrió con aparente normalidad.
José es joven tiene apenas 19 años, blanco, no hace mucho ejercicio es delgado pero tiene buenos músculos, una espalda maravillosa y es bastante alto. Mi marido en más de una ocasión me menciono que se gastaba buena polla, no sé si lo hacía para provocarme o para alardear de los dotes de sus hermanos. El caso es que a partir de ese día no pude sacármelo de la cabeza, cada vez que me lo encontraba en la casa sentía que me ponía a mil y me mojaba toda. Buscaba cada excusa para hablar con él o estar cerca.
Normalmente por las mañanas camino solo con camisas de tirantes finos y sin brasear mas que todo por comodidad, empezó a encontrármelo en las mañanas y note que él me veía los senos pues siempre ando con los pezones duros y se notan demasiado sin brasear, también me ponía shorts pequeños y entraba en la parte de la casa de ellos con alguna excusa y notaba que también me comía el culo con la mirada, así que empezó a jugar con él.
Cada vez q limpiaba la piscina me ofrecía a ayudarle, me agachaba para q viera mis senos o le rozaba ¨accidentalmente¨ con mi culo. Luego de eso, empezó a saludarme diferente; me giñaba un ojo, se ofrecía a llevarme y traerme a casa cada que salía. Me empezó a dar clases de manejo y me tocaba las piernas o las manos cada vez que podía. Así transcurrieron un par de meses, la situación se empezaba a poner más caliente entre los dos y aposte por más.
El día del cumpleaños de mi otro cuñado (el mayor) nos pusimos a tomar en casa ``festejando´´, compramos dos botellas de ron y una cajilla de cervezas y empezamos con los tragos. El ambiente se ponía cada vez más alegre, ya para media noche la mayoría de primos estaban ebrios y se fueron a sus respectivas casas y solo quedamos mis dos cuñados y yo, Daniel el cumpleañero estaba totalmente ebrio y hablaba solo locuras, mientras que José y yo estábamos alegres pero no ebrios.
Hablábamos de cosas sin sentido, de un tema a otro hasta que José empezó a hacer preguntas más íntimas y calientes, yo no pude evitarlo me empezó a evitar, mis pezones se pusieron duros y se notaban con mi vestido de tirantes ya que no llevaba brasear. Yo les hacia las mismas preguntas que ellos a mí, como:
-Con qué frecuencia cogía con mi marido? Como hacíamos para coger ahora que teníamos a la niña? Qué tipo de protección usábamos? Que si me gustaba el sexo rudo? Posición favorita?... Y así cada vez más comprometedoras las preguntas.
Daniel por estar tan ebrio ni cuenta se daba que la tensión sexual entre José y yo se había vuelto jodidamente notable, y que este había empezado a tocarme la pierna y acariciaba mis pies de forma sensual, su mirada había cambiado, ya no era mi cuñado con el q hablábamos de cosas sin sentido y riéndonos sin parar, ahora era mas esa mirada de malicia, esa mirada que te calienta y te devora sin parar, esa mirada que te dice TE QUIERO COGER INMEDITAMENTE´´ y obviamente mi mirada era igual, de seducción, excitación, me mordía el labio viéndole directamente, haciendo
bromas´´ sexuales.
Cuando ya no pude aguantar más, me levante con la excusa de recoger toda la basura y latas de cervezas, y él se levantó y empezó a ayudarme también, me dirigí a los recipientes de basura que quedaban en una zona lejana y oscura de la casa, depositando toda la basura estaba cuando lo sentí detrás de mí, empezó a tocar mi cuello, solo cerré los ojos y no pude más. No hubo necesidad de palabras, me di la vuelta nos quedamos viendo durante unos segundos que me parecieron eternos y empezamos a besarnos como si el mundo se estuviera acabando en ese momento.
Bajo sus manos hasta mi culo, me pego a la pared y me levanto en el aire. Empezó a besarme el cuello y bajo lentamente hasta que llego a uno de mis pechos y empezó a chupármelo me una manera suave y deliciosa haciendo círculos alrededor del peso para después morderlo sutilmente. Me sentía perdida totalmente, consumida por el deseo.
Me puso de pie, me dio la vuelta y metió sus manos debajo de mi vestido, hizo mi tanga a un lado y empezó a masajear mi clítoris de una manera descomunal, me estaba volviendo loca sentía que iba a acabar en cualquier momento para entonces ya estaba súper mojada, tanto que mis líquidos empezaron a resbalaba por mis piernas y sin previo aviso me penetro con uno de sus dedos, con su otra mano tapaba mi boca para q no se escucharan mis gemidos que yo sola no podía controlar.
Hacia todo a la vez que me restregaba su polla por el culo, la sentía grande, me sentía desesperada por que me penetrara, quería comprobar lo que tanto me había presumido mi marido sobre su hermano. Cuando sentía que ya casi venia mi orgasmo empezó a casi caer pues ya no tenía control sobre mis piernas, él se dio cuenta porque saco su mano, me dio la vuelta, se bajó el short deportivo que andaba, levanto una de mis piernas y empezó a rozar la punta de su polla contra mi clítoris, hacia un movimiento letal de poner su polla en la entrada de mi vagina y presionar pero sin llegar a meterla, era tan excitante el momento que mi corazón iba a mil por hora. Me estaba torturando, quería que le rogara y funciono porque lo bese con fuerza y le dije:
Yo: Métemela yaga!! Dame durooo!!!
J: (con una sonrisa triunfante) Eso quería escuchar!!
Y entonces, por fin me la metió de golpe, me estaba cogiendo mi cuñado de una forma espectacular, sentía en mí una calentura que subía desde mis pies hasta mi cabeza, me estaba taladrando, y aun así le pedía cada vez más duro, no dure ni 10 minutos cuando volví a sentir de nuevo que ya me venía y sin previo así empezó a tener unos de los más increíbles, largo y fuerte orgasmo que había tenido en mi vida, sentía que me desvanecía no tenía fuerza en mis piernas y el me abrazo para que no cayera al suelo, mientras me besaba de forma suave y sutil hasta que logre recomponerme de nuevo.
Él todavía la tenía dura, parecía que le iba a explotar y me dijo q todavía no había terminado, me dio la vuelta contra la pared de nuevo, me quito la tanga por completo se la llevo a la cara y la olio profundamente. Se la guardo en el short y entonces volvió a penetrarme de nuevo desde atrás, yo me apoye fuerte contra la pared mientras él me embestía como un toro, me agarro del pelo y me hizo hacia atrás para poder besarme.
Cuando sentí que su polla se contraía y el empezó a gemir más fuerte sabía que estaba a punto de venirse, le pedí que se viniera adentro quería sentir su semen caliente dentro mí, esto le excito demasiado que logro venirse inmediatamente mientras me abrazaba como queriendo nunca salir de mi.
Cuando ambos logramos recomponernos, nos arreglamos y volvimos a entrar a la casa, ninguno dijo una palabra pero nos mirábamos y sonreíamos como cómplices. Cuando entramos vimos que Daniel estaba profundamente dormido en una silla. Eso nos tranquilizó porque no se dio cuenta de nuestra ausencia.
Logro levantarlo, nos despedimos y se lo llevo al cuarto, ya cuando estaba acostada recibí un mensaje, era el, lo abrí y era una foto de él pasando la lengua por mi tanga. No pude contener mi risa y mi excitación volvió a aparecer.