Un intenso olor a orín

Un intenso olor a orín

Tengo 28 años, y acabo d aterrizar en Valencia. Soy de un pueblo de Cuenca y me he trasladado aquí para progresar en mi trabajo. Soy fontanero y acabo de terminar un curso monográfico sobre tuberías de polipropileno, un sistema que por su precio no está al alcance de todos. Me he incorporado a una gran empresa como oficial instalador. Además, como vivo solo y no tengo demasiadas cosas que hacer de momento, estoy haciendo bastantes guardias, pues la empresa donde trabajo también tiene un servicio de emergencias con una operatividad de 24 horas.

Eran las 2 y media de la noche del martes cuando me sonó el móvil del trabajo. Uf, pensé, en 3 semanas que llevo aquí, no había hecho más que un par de salidas por la noche y todavía me sobresaltaba el sonido del teléfono. La operadora me indico la avería, el domicilio y el nº de teléfono del cliente. Mejor dicho clienta. Cuando llegue, me encontré con una señorita de 25 años, con una batita de noche muy sutil, pues hacia mucho calor, que muy angustiada me pidió que la acompañara hasta el baño para ver la avería. Estaba visiblemente nerviosa y no paraba de sudar. Al entrar en el cuarto de baño, un intenso olor a orín me golpeo la nariz. No era desagradable del todo, pero si muy intensa. Entendí entonces la preocupación de la muchacha. Acababa de mear en el baño y al tirar de la cadena se lleno toda la taza pero no tragó ni gota. Estaba a punto de desbordarse la mezcla de agua y orina de la chavala, pero no se derramo todavía. No se le ocurrió otra cosa que llamar al servicio de urgencias. Era la típica niña pija que en vez de ocurrírsele desatascar con un alambre el agujero llama al servicio de urgencias. Yo la mire y vi que estaba muy angustiada por que estuviéramos allí los dos, en un lugar tan íntimo y con ese intenso olor a orín en el aire.

No se muy bien porque, pero aquella situación empezó a divertirme. Primero me apetecía provocar a la niñita pija y agobiarla un poco más. Ya que me había sacado de la cama a esas horas, por lo menos la putearía un poco. Le dije que era un problema muy común, que se lo iba a solucionar pero que me llevaría algo de tiempo. Ella me dijo que no había problema, que mañana no tenia nada que hacer. Maldita niña rica. Pues se iba a enterar. Le dije:

Pero no voy a poder arreglarlo yo solo, me tienes que ayudar.

No hay problema, dígame lo que tengo que hacer y le ayudaré.- Contesto muy voluntariosa.

Estar allí hablando tan tranquilamente, con el calor que hacia y con el olor a chumino de la nena me estaba resultando muy excitante.

Primero le dije que tenía que desatascar el inodoro. Saque un alambre que llevaba en la caja de herramientas y empecé a hurgar en él. Pese al hecho de que hubiera tanta agua que diluía el orín, aquella cerdita debía de tener los riñones fatal porque el olor era impresionante. También perduraba el color amarillo intenso incluso mezclado con varios litros de agua. Al ir moviendo el alambre intentando desatascar salió a flote desde las entrañas del inodoro un tronquito de 6 o 7 centímetros de mierda que rápidamente se puso a flotar graciosamente. Yo casi me descojono, era imposible tener asco de aquello tan perfecto. Era la mierda de una princesita. Me empezó a gustar más al conocerla mejor. Ella por el contrario casi se muere de la vergüenza. De repente se puso roja y empezó a sudar. Estaba a mi lado sujetando un extremo del alambre y podía oler su sudor. Verdaderamente era un festival de olores.

Yo seguí con mi alambre y entonces enganché algo mas contundente y estiré con fuerza. De repente se soltó lo que yo había "pescado" y con la fuerza que estaba haciendo me resbalé y metí las dos manos de golpe en el inodoro salpicando de forma violenta todo el baño. Por supuesto los dos nos chopamos de arriba abajo e incluso tragamos algo de liquido. Casi se muere la reina de chocolate. Empezó a limpiarme y a disculparse casi temblando y atropelladamente me dijo que lo sentía mucho y que estaba muy incomodada. Le dije que no se preocupara, que era parte de mi trabajo.

Pero al ver lo que el alambre había arrancado de la garganta de la taza casi se desmaya. Una compresa empapada de sangre roja (podría ser azul) había sido la causa de todo el atasco.

Yo ya no podía más, estaba mas caliente que la hubiera pegado 2 hostias y le habría metido la cabeza en el agua. Me había puesto muy burro ver todas las vergüenzas de esta princesita sudorosa.

Entonces pasó algo increíble. Al desatascarse el baño, rápidamente se levanto la bata y se bajó unas sucintas braguitas blancas de algodón y se sentó y SE PUSO A MEAR!!

Yo no podía creerlo, y ella me miró y me dijo:

Lo siento mucho, perdone mi atrevimiento, pero es que llevo mas de 8 horas sin poder hacer pis y después de todo lo que ha visto, imagino que esto ya no le impresionará.

Pero que dices cerda- le dije tirándome de la moto- ven aquí y te diré lo que vale un peine.

Le metí la mano por las piernas y empecé a mojármela de orina. Ella miraba extrañada pero se dejaba hacer. Se la puse en la boca y le dije, prueba tu meada reina.

Ni que decir tiene que la muy guarra era una viciosa encuberta de princesa y rápidamente se disparó su otro yo y se levanto meándome entero y gritándome.

Yo estaba alucinando, y rápidamente caímos al suelo y entre mierda, meadas, sudor y sangre hicimos el amor de una manera asilvestrada.

A las 8 de la mañana sonó el móvil y me despedí de ella meándole en la cara cuando todavía dormía.