Un hombre Afortunado (5)

Hola amigas, gracias por escribirme, les sigo contando mi historia.

Un Hombre Afortunado 5

El domingo me levante un poco tarde y me dirigí a desayunar a el área de los mercados de mi ciudad, "Las Fondas", era un lugar muy popular donde se come comida típica de mi ciudad además de que por estar cerca de uno de los restaurantes que mis padres tuvieron, yo frecuentaba mucho de joven.

Ya estaba muy cambiada la zona, mas limpia e higiénica, ya que en mis años mozos era un poco lúgubre ese lugar, me dirigí a "Las delicias de Oaxaca", ahí me encontré con la dueña, ahora una viejita de unos 70 años, cuando me vio...

Muchacho, dichosos los ojos que te ven, cuantos años sin verte¡¡¡

Hola Doña Amparo usted siempre tan guapa...

Pásale hijo que te sirvo?

Un champurrado (Atole) y una Pancita (guisado típico en los domingos en México, también conocido como Menudo)...

De verdad era rico, estar comiendo esas delicias, que hacia años no probaba, viendo como Doña Amparo se desvivía en atenderme, además de moverse mas alegremente, por el día y la hora era muy concurrido el lugar, apure mi almuerzo y sacando la cartera pregunte, Cuanto le debo Doña Amparo?...

Nada muchacho, esta vez y por que no te visto en mucho tiempo, es gratis, a ver si pasas a verme una tarde que este menos ocupada, para platicar... me dijo con una mirada muy coqueta...

En estos días que ando por aquí, le doy una visitada Doña Amparo, muchas gracias.

Salí de lugar y me dirigí a la plaza principal de la ciudad, donde lustran los zapatos los boleros, en el camino iba mirando las construcciones aledañas a las calles y recordaba mi infancia y juventud en aquellos lugares, llegue a la plaza principal y el bolero me ofreció un periódico local, el cual abrí, pero no estaba leyendo, sino mi mente empezó a recordar esos momentos gratos en esos lugares...

Recordé como jugando con la palomilla que hacíamos, El gallo, los cuates, el mantecas, el japo, el tierra y a mi me decían el balo, correteábamos jugando a las guerritas o al destoquin por aquellos callejones y casonas viejas del lugar y descubrimos muchas cosas...

Doña Inés, la nuecera tenia 6 hijas ya todas grandes, la menor era como de 20 años y todas eran re-ponedoras, siempre estaban en las tardes-noches fajando y cachondenadose con sus novios, que por lo que recuerdo se casaron con ellos mismos, les levantaban los vestidos y les magreban las nalgas, nosotros de chamacos nos deleitábamos, con esas escenas y le decíamos el "cinito", infinidad de infidelidades como cuando cacharon a la mama de los cuates...

Era una señora descuidada como de 45 años, pero bajo sus enaguas tenia un cuerpazo, su esposo era trabajador de una de las empresas del lugar y ella tenia un localito en el mercado donde hacia memelas, una noche, estaba con los cuates y su papas, el señor le dijo:

Oye vieja esta noche me toca trabajar, ahí cierras y te vas para el cantón (casa), agarrando su lonche se despidió, nosotros nos subimos a un tapanco (segundo piso interno que tenia el local) a jugar a la nave espacial, en eso estábamos cuando oí que decía la mama de los cuates...

Ahí te encargo comadre el puesto voy a arreglar la bodega atrás, se metió en el primer piso y nosotros guardamos silencio, ella abrió la puerta de atrás y dejo entrar a un hombre que conocíamos como el policía del barrio, y se empezaron a besar y a cachondear, nosotros a través de varios agujeros que tenían las tablas del piso veíamos todo...

Mamacita estas re buena, que pendejo es tu marido que te deja solita...

Ya cállate y apúrate, que ando bien caliente y no tenemos mucho tiempo, a la ves que se bajaba los calzones y se ponía de rodillas a bajarle el cierre del pantalón al policía sacándole una vergota prieta y cabezona...

Que rico mamas la verga...pinche puta, te encanta cabrona... y ella se daba una atascada humm, hugg, que buena pistola tienes cabron y también jugaba con una mano la macana que el policía llevaba de cargo.

Una vez que tenia el pito bien parado el policía, ella se volteo, levantándose las enaguas, dejando al aire unas nalgas grandes aunque un poco caídas, órale...llégale a tu vicio le dijo muy cachonda...

El policía con mucho entusiasmo, se la acomodo en la verija y se la dejo ir de un sopetón, ella apretaba los dientes y pujaba pero no muy alto y empezó a bombearla rápidamente, ella con una mano libre le seguía agarrando la macana, así estuvieron un rato, donde ella tubo varios orgasmos, ya que vimos como la verga del policía salia mas brillosa cada ves...

De pronto se abrió la puerta de enfrente violentamente...

Así los quería agarrar hijos de la chingada... era el marido de la mama de los cuates, que, después supimos, ya se había dado cuenta que sus mujer le ponía los cuernos...

El policía, medio se subió los pantalones y salió corriendo por la puerta trasera, dejando ahí tirada la macana...

Comadre alcahueta, le grito a la señora de afuera, lárguese o a usted también le rompo la madre, grito encolerizado el señor y cerro la cortina del local, suerte que no había en esos momentos clientes y se regreso a la bodega...

Vas a ver pinche puta, lo que te va a pasar...

No viejito, no me peques... el me obligo, decía la mama de los cuates, tratando de encontrar sus calzones...

Quieres verga, pues vas a ver hija de tu pinche madre... le dio varios golpes a puño cerrado hasta dejarla medio aturdida y tirada boca abajo en el piso, tomando la macana y levantándole las enaguas, puso una rodilla en la cintura de la mujer y primero le dio varios macanazos en las nalgonas y después se la empezó a meter por el culo...

Vieja zorra, te voy a enseñar a respetarme...

Ayy, ayy, ayy me matas, me matas, perdóname viejito, perdóname, pero el señor con los ojos vidriosos del coraje, se la metía hasta la empuñadura y la sacaba toda embarrada de caca...

Ahora si desgraciada, vas a quedar bien satisfecha con la macana de tu pinche amante, puta le gritaba, ella se quejaba, pero poco a poco se iba calmando y como que le gustaba, por que en ocasiones hasta reculaba un poco, como queriendo sentir toda la macana...

Le metió varias veces mas la macana y dejándosela adentro, se levanto y le pego una patada por las costillas y se salió furioso...

Pasaron unos momentos y ella sola, se trato de levantar, pero la macana en su culo se lo impedía, así que la tomo ella misma y se la quería sacar, pero en un movimiento rápido ella misma se la metió otra vez al mismo tiempo que veíamos como se orinaba y sonreía, pasaron unos minutos y sacándose la macana, se limpio y la guardo, saliendo de la bodega se fue a levantar su puesto, nosotros quedamos impresionados con toda la escena, pero al levantarnos, nos descubrimos que estábamos bien mojados de los pantalones, nos habíamos venido solitos viendo lo que había pasado, también salimos de la bodega por la puerta trasera y nos despedimos, acordando que no le íbamos a decir nada a nadie de lo que habíamos visto.

Regresando de mis recuerdos y el bolero no terminaba su trabajo, recordé una tarde que le lleve un recado de mis padres a Doña Amparo, para que ella les pagara un dinero que le habían prestado y al llegar a su fonda vi que estaba la puerta entreabierta y tocando bajito llamaba...

Doña Amparo...señito, Doña Amparo... y me iba metiendo, vi el saloncito principal sin gente y me dirigía hacia la cocina no viendo a nadie, opte por retirarme, pero un quejido me hizo volver la cabeza hacia un patio trasero y vi al señor que repartía el gas (las bombonas), de espaldas, me subí a una mesita y desde una ventana que servia de ventila pude ver a Doña Amparo que se abría las nalgas, donde entraba un pito grandote por su culo...

Así párteme el culo indio, le decía ella, déjamelo bien abierto, hasta el fondo, ahumm, ahumm, se veía que a Doña Amparo le gustaba que se la culiaran, ya que se tragaba todo el camote sin mucho reparo, el le saco la verga y le ordeno que se volteara, la acomodo sobre unas cajas de sodas y la abrió bien de piernas, dejando a la vista un biscocho bien peludo y se la empezó a meter pero por el culo y Doña Amparo se jugaba el clítoris, con los ojos cerrados, en esos momentos abrió los ojos y llego a verme, su primer impulso fue de levantarse, pero el Señor del gas, se le fue mas encima diciéndole...

Ahí te van mis mocos, cabresta, putona, ella al sentir el chorro de leche, solo me vio y me cerro un ojito mordiéndose los labios.

Recuerdo que salí hecho la mocha (rápido), pero también ese día se me mojaron los pantalones, el fin de semana fui a desayunar con mi papa a su fonda y cuando mi papa se dirigió a los baños, ella se me acerco y me dijo, luego hablamos tu yo mijito heemm...

Otra que recordé fue Yolanda una mujer menudita, pero con un cuerpecito muy bien delineado, buenas piernas y un culito bien levantado y sus chichitas en proporción a su cuerpo, muy caliente, esposa de un carnicero del mismo mercado y con su propia fonda, a ella le encantaba coger con los inspectores del ayuntamiento, para que le facilitaran las licencias de funcionamiento, un día en el bautizo de uno de sus hijos, mis padres fueron invitados y fuimos a su casa donde pude observar, como ya por la tarde cuando hubo licor a raudales, en un bañito que tenían hasta el fondo de la casa, se turnaban los inspectores para cogérsela, de esa fiesta salió panzona y no supo ni de quien.

En eso me regreso a la realidad el bolero...

Sale licenciado, listo...

Le pregunte como sabes que soy licenciado, mi buen...

Es que hoy cualquier guey es licenciado... me dijo riéndose... yo por su ocurrencia le deje una buena propina y me aleje caminando rumbo al paseo Matamoros, un parque muy bonito donde se puede caminar tranquilamente, ahí salió de una casa que conocía de un antiguo administrador de la oficina de Hacienda, su esposa Sandra, ya los años habían hecho su trabajo con ella y dejaba ver solo un poco la gran hembra que fue algún día.

Caballona, alta y con unas piernas y culo interminable, ya muy barrigona y muy maltratada, pero que bonito le dio vuelo a la hilacha cuando estaba en sus tiempos, su marido como siempre era invitado de honor a las fiestas se ponía unas guarapetas, que a veces hasta de avioncito lo llevaban a su casa, en una ocasión que los ayude a llevarlo a su casa, ella, me dijo...

Lalito, ayúdame a poner a este canijo, en mi recamara. Ella lo llevaba del cuerpo y yo ayudaba con los pies, lo acomodamos en su cama y con la fuerza que lo depositamos, me resbale y le agarre sus caderotas a Sandra y ella volteo la cara y me dijo...

Te gusta lo que estas agarrando?

Le dije si Sra. Pues ahorita vas a conocer a una mujer caliente y como también ya estaba medio borracha, me dio un besote que me metió su lengua hasta el fondo, yo pensé, con el pinche aliento hasta me emborracho a mi, a ver a que horas me da la botana y me empezó a desnudar y a sofocarse...

Ayy, cabron contigo me voy a desquitar de lo caliente que vengo, al verla desnuda, con su poderoso cuerpo, sentí un poco de escalofríos y pensé, si a esta vieja no le cumplo, chance y hasta me madrea, así que hice mi mejor esfuerzo con ella.

Papito... que verga tan buena y grandota tienes, me vas hacer hasta llorar, su manota me jalaba terriblemente del pito, se acostó junto a su marido y hasta le puso una piernota encima, enseñándome un enorme biscocho peludo y desarreglado, ya bien lubricado...

Yo me fui directo a mamárselo y con mis manos le magreaba sus nalgotas y ella hasta resoplaba de gusto...

Cabron chamaco mamador, que rico me la chupas, donde aprendiste?, yo hacia hasta gárgaras con los líquidos que emanaban de tan tremendo panochon y de ves en cuando le metía un dedo por el culo, cosa que le fascinaba...

Clávame, tu estaca joven clávamela que ya no aguanto esta calentura...

Como tomando impulso, me aleje y con una mano le dirigí mi pito bien parado en medio de esas poderosas piernas y aromático chumino, se la deje ir completa y ella me araño con fuerza la espalda, así mi rey cógeme, déjame bien cogida, a este péndejo le gusta remover el atole por las mañanas, échame tus mocos, que ya me vengo también, se vino varias veces y como a los 15 minutos, le adelante...

Ahí te voy pinche Sandra...

Échamelos papito, échamelos todos adentro...

Empecé a soltarle cantidades de semen y a cada chisguete ella se emocionaba mas...

Leche...leche...cuanta leche me estas aventando cabron...me vengo otra ves...aahhah...ahhh.ahh. que bárbaro, como coges cabronnnnn...

Le saque el pito chorreando todavía de mi leche y di unos pasos hacia atrás y me senté en un sillón que tenían a un lado de la cama, ella prendió un cigarro del tocador de junto y me decía...

Que buen palo eres Lalito, ya me habían comentado, pero tenia que comprobarlo, mira que yo puedo darte muchas cosas y...

Espérese Sra. Yo no ando buscando nada, solo me gustaría de ves en cuando darle su entrego y tan tan, se acabo, no quiero compromisos ni nada solo cogerte de ves en cuando, vale?... y ven para acá que quiero que me la mames, bien mamada, que también yo he oído de ti y me dicen que eres estupenda para mamar vergas.

Ayych...que chismosa le gente, me dijo sonriéndose y acercándose a mi, volví a impresionarme con su tamaño, al ver que se me acercaba, pero sacando fuerzas , le dije...

De rodillas vieja putona, le dije tratando de hacer mas profunda mi voz y tomar el control de la situación, ella me dijo, oye no me trates así, que soy una señora...

Yo no soy violento ni mucho menos, pero no quería que esa mujer se me subiera a las barbas y después no me la pudiera quitar de encima, por su tamaño ella tenia esa famita...

Chassss... un cacheta don le puse con la mano bien abierta en la cara...a mi no me andes con chingaderas, yo te voy a culear cuando yo quiera y punto, esta claro y cuando le iba a acomodar la segunda, que se me inca y como perrita, mas bien perrota, vino hacia mi y me empezó a mamar la verga y en cada sacada que le daba, me decía...si papito, lo que tu quieras, tu eres mi hombre, mi macho, etc.

Apenas y me la podía creer, pero ya la tenia de gane, le agarraba su pelo frondoso negro y la jalaba para que me siguiera mamando...

Párate, putona y ponte en cuatro en el sillón que te voy a encular...

No papito... por ahí no que soy señorita, nunca me han dado por ahí, te suplico, no,no...

Pinche vieja además de puta, mentirosa, si se ve que por ahí te a entrado hasta un tren...

No te creas, con todo y mi cuerpezote, mi marido solo me a dado puntazos, pero yo nunca he querido...

Pues yo no soy tu marido y a mi si me vas a dar el culo...

Jalándola del pelo, la lleve hasta el sofá y le di una nalgada, bien sonora...

Plassss...ayyy

No te estoy pidiendo permiso, te estoy diciendo que te voy a culiar, pendeja, esta bien...le dije al oído y agarrándola del pelo por la nuca...

Bueno pero despacito y échale salivita...

No hizo falta, la saliva, embadurne la cabeza de mi verga, en su empapado chocho y se la presente en el ojo del culo, ella antes de metérsela ya estaba chillando...

Aayyy, no,no ayyy.

Palsss... otra nalgada, cállate puta, Plasss...otra y le di varias hasta que sus nalgas blancas, se enrojecieron, aprovechando el dolor de las nalgadas, se la fui metiendo, poco a poco, para cuando ella se vino a dar cuenta ya tenia media verga adentro...

Falta mucho? Me duele a horrores, sácamelaaaa, ayyy...

Agarrándola del pelo y de un hombro a paso firme se la deje ir toda, como dicen los españoles, hasta donde limo el herrero...

Ayyy.ayyy....aayyy. ya me desgraciaste toda, cabrooon, me duele muchísimo ayyy...

Ya no grites mamona, si quieres te la saco y me largo...

No ya para que, ya la tengo hasta la garganta, nada mas dale despacito que, en verdad me duele un chingo...

Y así sus gritos se fueron transformando, en gemidos de placer, cuando le dije ahora súbete tu, me senté en el sillón y ella de espaldas se me dejaba caer, pensé... ahora el que va a gritar soy yo, pero no ella se acomodo de una forma que puso sus manos sobre sus rodillas y se dejaba caer, dándonos un placer inmenso...

Ya, Sandra... ya ahí te van mis mocos, le dije atenazando las caderotas de ella...

Échamelos papi, échame los primeros mocos en mis entrañas, ahí, ahí, ahí, decía, como loca, a la vez que se orinaba de lo caliente que estaba, nos fuimos calmando, ella quedo sentadita a un lado del sillón, en lo que yo me levante, vistiéndome lentamente a la ves que le decía...

Mira Sandra, tu no te ocupes de mi, sigue tu vida y linguele, linguele yo cuando quiera te busco y así estamos, esta bien?

Como tu quieras papito, pero voy a ser solo tuya...

No mames pendeja, si andas cogiendo con, Juan de las pitas (Cualquiera), no te tienes que justificar conmigo, tu sigue tu vida, cuando halla un chance, pues ya sabes le damos gusto al cuerpo, vale?

Órale, pues, pero ten me dijo, buscando la cartera en el pantalón de su borracho marido, sacando varios miles de pesos (de ese entonces), cómprate algo, lo que te guste, no me desprecies...

Como no queriendo, tome el fajo de billetes y me los embolse y salí muy contento de su casa, la misma donde estaba yo parado enfrente ahora 23 años después de ese suceso.

Eventualmente, le daba sus visitadas a Sandra y le encantaba que fuera su bateador emergente.

Seguí caminando por el Paseo Matamoros, donde al final hay una casona enorme en ruinas, ahora esta circundada con una malla ciclónica pero antes no tenia nada. que no se por que nunca la han arreglado o si tiene o tubo dueños, cuando éramos chiquillos, jugábamos entre sus viejos paredones, con las leyendas de que ahí espantaban, una noche que estábamos, el gallo, el mantecas, el tierra y yo, jugando ahí, escuchamos como un par de sujetos metían a rastras a una mujer, mas bien jovencita y un tercero, jalaba del pelo a un hombre joven...

No le hagan nada¡¡¡ decía el joven, no le hagan nada, gritaba desesperado, el hombre que lo sujetaba, le dio un golpe y lo noqueo, lo sentó en una esquina de un cuartucho donde había un viejo colchón y ahí empezaron a desnudar a la joven casi arrancándole la ropa, la joven gritaba, pero le habían puesto una tela en la boca que amortiguaba sus gritos, nosotros lo veíamos todo desde un segundo piso donde nos escondimos atrás de unos gruesos barandales.

Ahora si mamacita, te vamos a quitar lo caliente, para que no andes cachondeando con tu noviecito en lo obscuro del parque...

Eran tres hombres rudos, uno era chaparro y bigoton al que le decían el morsa, el otro era un grandote corpulento que le decían el burro y el otro un poco mas delgado le decían el cilantro y eran unos vigilantes de una finca de los Romero, una familia rica que vivía del otro lado el mismo paseo Matamoros, los conocíamos por que siempre nos ponchaban las pelotas cuando se nos volaban a esa propiedad.

El morsa era el mas libidinoso y le agarraba las manos, diciendo... órale pinche cilantro, ponla al tiro para que se vaya acostumbrando a lo que le vamos a hacer...

El cilantro, le arranco las pantaletas rosaditas que llevaba la joven y apurado se saco un pito de regulares dimensiones y se le acomodo no fácilmente, entre sus piernas...

La muchacha gritaba, que no le hicieran nada por que era señorita y ellos se reían, diciendo que en ese momento le iban a quitar ese defecto, el cilantro se acomodo y de un jalón se la dejo ir, a lo que la joven gritaba, muy fuerte, pero los gritos se amortiguaban con el trapo que tenia en la boca...

Mamacita que rica estas, bien cerradita, pero ahorita te lo agrandamos mi vida, decía el cilantro, moviéndose rápidamente y a los pocos minutos, sacaba su pito bien mojado y con sangre, en la esquina empezó a despertar el novio de la muchacha y también empezó a gritar pero su gritos también no se escuchaban mucho por que también le habían amarrado la boca con una tela y lo habían amarrado de pies y manos, solo se retorcía de la impotencia y se azotaba...

Órale morsa llégale al biscocho, le dijo el cilantro a su compañero, mientras el burro le agarraba las manos a la joven, el morsa se bajo los pantalones, sacándose una verga corta pero extremadamente gorda...

Hora si mamacita, vas a sentir lo que se siente parir para dentro, y le abrió violentamente las piernas y se lo acomodo dejándoselo ir lentamente, su cuerpo gordo y chaparro le limitaba a moverse mucho, la chica como resignada a sus suerte, solo se quejaba ya mas lento, el morsa, no se dilato nadita, como a las 5 metidas, que empieza a decir que se venia y se la dejo ir hasta el fondo, termino bien sudado de la emoción y se levanto, subiéndose los pantalones...

Burro...le dijo a su compañero ya te dejamos el campo bien abierto para que no batalles, esta si te va a aguantar todo tu camote...

No, ni madres dijo el burro, yo también quiero estrenar, le dijo a sus compañeros, se dirigió al novio de la muchacha y le dio una patada de gratis en las costillas y le dijo, mira lo que se va a tragar tu noviecita por el culo, después de esta, va a poder cagar a gusto toda su perra vida, mostrándole una verga en verdad enorme, que hasta nosotros nos asustamos.

Ya viste que vergota tiene el burro, le dijo el mantecas al tierra, pues si péndejo por eso le dicen el burro le contesto mi compañero, cállense les dije no sea que nos vayan a descubrir y valió madre...sshhh. cállense.

Vimos dirigirse a la joven que estaba volteada sobre el viejo colchón, pero reviraba la cabeza desesperada y pataleando, el burro se hinco y con loas manos le abrió sus nalguitas y metió la mano hasta abajo agarrando los jugos de la panocha recién estrenada y se emparro un poco en su monstruosidad y en el culo de ella y se lo acomodo empezando a empujar, los gritos de la muchacha eran mas fuertes y se retorcía como loca, pero el burro se la dejaba caer toda...

Mamacita, que bonito culo te estoy reventando, le decía...mira péndejo se volteo a decirle al novio de la muchacha, toda le verga que se esta comiendo tu noviecita, a ver si puedes llenarla tu después, jajajaja, se reía burlonamente, el muchacho se veía con la mirada perdida, como alejado ya de la realidad.

Después de estárcela bombeando como 10 minutos le dijo, ahí te van mis mocos culito recíbelos con cariño por que nunca te van a regar hasta donde lo estoy haciendo yo ahorita, la agarro de los hombros y se la jalo hacia el, ella ya parecía un guiñapo sin fuerza, toda desmayada...

Se levanto y con el vestido de ella se limpio la verga de sangre, cagada y mocos y se la aventó en la cara...cuando quieras otra cogida de estas, nada mas vente con tu noviecito al parque y ya veras, le decía mientras se alejaban los tres, riéndose de su hazaña.

Nosotros bajamos en chinga y mis amigos salieron corriendo por otro hoyo que había en una de las paredes de esa vieja casona, yo tenia una pequeña navaja de mano que siempre llevaba por si las dudas, y me acerque al joven y le corte sus amarres que tenia, el seguía con la vista perdida y no decía nada, de salida y de reojo, vi el cuerpo de la muchacha toda despatarrada y con cualquier cantidad de líquidos entre sus piernas y salí corriendo también.

Como a la semana, salió en los diarios locales, que la pareja se había suicidado después de que los curaron en la cruz roja, por que habían sufrido una violación.

En ese momento solo pensé, algún día esos miserables van a pagar todas juntas, por que por lo que se sabia en el pueblo fueron varias parejas a las que violaron en ese lugar.

Seguí caminando por el paseo Matamoros y como ya hacia hambre, me dirigí hacia la estación de el tren, ahí había también un restaurante donde vendían unas ricas clayudas (comida del estado de Oaxaca) y donde la dueña Estela, muchas veces me soltó también las nalgas y que nalgas...

Se los cuento a la próxima.

Su amigo.