Un hijo aprovechado IV
Sigue la acción entre madre e hijo
Nada más entrar, madre e hijo supusieron lo que querían, pero esta vez, Ángel se les adelantó.
Ángel: ¿Quiero proponeros algo?
Encapuchado 1: Adelante – dijo sonriente.
Ángel: Quiero ofreceros un espectáculo especial.
Encapuchado 1: ¿Cuál? – dijo burlón.
Ángel: Voy a follarme a mi madre, por todos los agujeros, voy a reventarla a pollazos.
Encapuchado 1: ¿En serio? – dijo sopesándolo.
Ángel: Sí, con el aliciente de que mi madre estará atada y no podrá – dijo serio.
Encapuchado 1: ¿Cómo la atamos? – dijo fingiendo inocencia.
Ángel: ¿No me digas que no habéis traído nada para atarnos? – dijo burlón.
Encapuchado 1: Me gusta cómo piensas – dijo riendo - ¡Chicos, atad a esta perra!
Los delincuentes obedecieron a su cabecilla y ataron de pies y manos a Eva, encima de la mesa, quedando con las piernas colgando y sus agujeros expuestos y con la cabeza colgando para que se la follaran.
Ángel: ¿Listo?
Encapuchado 1: Adelante, demuestra de qué eres capaz – dijo burlón.
Ángel se colocó al lado de su madre y comenzó a tocarla, lascivo, aprovechado. Eva se dejaba encantada, gimiendo al notar las manos de su hijo, hábiles y seguras, tocándole cada centímetro de su cuerpo, deteniéndose en sus tetas, en sus labios, en su culo, en sus piernas.
Ángel: ¿Estás lista para saber el significado de la palabra placer?
Eva: Sí - gimió.
Ángel comenzó a tocar a su madre en el coño, pero de pasada, pasando de una pierna a otra y estaba empapada. Ángel, con decisión, comenzó a pellizcarle las tetas a su madre, y Eva se dejaba gimiendo de deseo. Eva, se dejaba hacer, dócil. Ángel, besó con lujuria y pasión a su madre, mientras le acariciaba sus tetas. Ángel pasó a lamer suavemente el cuello sin dejar de acariciar las tetas de su madre, su abdomen y su culo suavemente, arrancando gemidos de placer a Eva.
Ángel: ¡Cómeme la polla, puta, pónmela bien dura!
Ángel se colocó delante de la cara de su madre y esta abrió la boca para que su hijo le metiera la polla, aún morcillona en la boca, obedeciendo encantada a su hijo, empezando a engullirla entera y succionando con pasión y gula. Ángel seguía comiéndole las tetas a su madre mientras esta vez le metía mano en su coño, masturbándola.
Ángel: ¡Oh sí, puta! ¡Cómo comes polla, así, sí, pónmela dura que quiero follarte esa boquita de perra hambrienta, oh sí!
Eva: ¡Mmmmmmmmmm!
Ángel, cuando notó que su polla estaba bien dura, agarró la cabeza de su madre con una mano y le clavó la polla hasta el fondo de su garganta, produciéndole arcadas a su madre que aguantó estoicamente. Ángel empezó una follada de boca bestial, mucho más salvaje que la anterior, llegando más a fondo. Eva se dejaba hacer cachonda perdida. Ángel le sacó la polla y le dio pollazos por toda la cara.
Ángel: ¿Te gusta tu tratamiento, puta? ¿Quieres más? Solo tienes que pedirlo – dijo dándole pollazos en su cara.
Eva: ¡Oh sí, mi amor, quiero más, quiero tu deliciosa polla en mi garganta, fóllame la boca! – le suplicó completamente cachonda.
Ángel le hizo caso a su madre y volvió a incrustarle su polla en el fondo de su garganta y volviendo a follársela más salvaje, si es que se podía. Los delincuentes no se perdían detalle y más de uno ya estaban cachondos perdidos viendo tremendo espectáculo.
Ángel: ¡Eres una puta viciosa, guarra! ¡Toma la polla de tu hijo, mira como te folla y hace contigo lo que quiere, perra, toma polla, oh sí, que buena come pollas!
Eva: ¡Mmmmmmmmmm! ¡Mmmmmmmmmmmm! ¡Mmmmmmmmmmmmmmmm!
Eva se corrió sin tocarse, solo con la follada de boca y garganta que le estaba pegando su hijo. Ángel, cachondo y asombrado, dejó de follarle la boca y le sacó la polla, dando un gemido Eva. Ángel se colocó encima de la cara de su madre, con su polla apuntando a sus tetas.
Ángel: ¡Te voy a follar tus tetazas, perra!
Eva: ¡Oh sí, mi amor, úsalas!
Eva al ver el culo de su hijo encima de su cara, no lo dudo y acercó su lengua a ese culo prieto y duro que tenía su hijo gracias al ejercicio. Ángel, sorprendido por la osadía de su madre, se dejó hacer, pensando que no podía quejarse después de todo lo que le había hecho a su madre. Ángel volvió a lo que estaba haciendo y puso su polla entre las tetas de su madre y comenzó a follárselas.
Ángel: ¡Que buen par de tetas tienes, puta, me encantan y te las voy a follar, por guarra!
Eva: ¡Oh sí, mi amor, fóllamelas, estrújamelas, úsalas!
Eva disfrutaba de la follada de tetas de su hijo y empezó a lamerle el culo a su hijo. Ángel, se dejaba hacer sin dejar de follarle las tetas a su madre, notó que cada vez tenía la polla más dura. Los delincuentes no se perdían detalle mientras empezaban a masturbarse. Ángel se dio cuenta y tras darle un pellizco como aviso a su madre, se levantó y se colocó delante de su madre, entre sus piernas.
Ángel: Te voy a follar a mi antojo – dijo meneándose la polla delante de su madre.
Eva: ¡Lo estoy deseando! – gimió.
Ángel cogió su polla y la dirigió al coño de su madre, pero no la penetró, simplemente se dedicó a pasarle la polla por su coño y su culo, haciendo gemir de desesperación a su entregada madre, que intentó auto penetrarse moviendo las caderas al sentir la polla de su hijo en la entrada de su coño, pero Ángel muy hábilmente se la quitó.
Eva: ¡Por favor, mi amor, no me hagas sufrir más, lo necesito! – gimió.
Ángel: ¿Lo necesitas? – dijo meneándose la polla descaradamente - ¡Pídemelo, puta!
Eva: ¡Méteme tu polla, mi amor, clávamela en el fondo de mi útero, reviéntame a pollazos, oh sí! – gritó al sentir cómo su hijo la penetraba de una estocada hasta el fondo de su coño.
Ángel: ¡Toma polla, puta, disfruta de la polla de tu hijo, perra! ¿Te gusta cómo te reviento el coño a pollazos? – dijo follándosela violentamente con estocadas profundas.
Eva: ¡Oh sí, me encanta, no pares, dame más, te necesito, oh sí, me corro, mi semental, sí, sí, sí, no pares! – gritó.
Ángel siguió follando brutalmente el coño de su madre durante un buen rato mientras los delincuentes se pajeaban mirando. Ángel no dejaba de pellizcar los pezones de su madre violentamente, ni de azotarle las tetas mientras su madre cada vez gritaba más y se corría más.
Eva: ¡Oh sí, dame más polla, dame más duro, eres mi semental, mi salvaje, dame más, no pares, me encanta, me corro, sí, no pares, más, me corro, más, más duro, así, así!
Ángel: ¡Eres una vulgar puta, mamá! ¡Mira como te corres con la polla de tu hijo, perra!
Eva: ¡Oh sí, me encanta correrme con la polla de mi hijo, no pares, dame más, dale más a tu puta, rómpeme el coño a pollazos, oh sí, me corro, mi semental, sí, sí, sí, no pares, dame más, más, sí, sí, me corro!
Los delincuentes miraban lascivos como Eva se dejaba, no solo follar salvajemente por su hijo a su antojo, sino también cómo le suplicaba por más. Ángel no paraba de follarle el coño a su madre, hasta que, luego de unos minutos de intensa follada, le sacó la polla a su madre de su coño y se la ensartó en su culo de una sola estocada suave. Eva gritó por la intrusión, pero en contra de lo que pensaba, le encantó que su hijo se la follara por el culo.
Eva: ¡Oh sí, me encanta que me rompas el culo, oh sí, dame más, mi semental, mi amo, no pares de follarme nunca, oh sí, siento como me partes en dos el culo, me duele, pero no se te ocurra parar, oh sí, me corro, dame más, dame más duro, así, así!
Ángel: ¡Me encanta tu culo, mamá! ¡Te lo voy a reventar a pollazos, guarra!
Eva: ¡Oh sí, rómpemelo, dame más fuerte, no pares, dame más, dale más a tu puta, oh sí, me corro, mi semental, sí, sí, sí, no pares, dame más, más, sí, sí, me corro con tu polla en mi culo, hijo, sí!
Eva no dejaba de mirar a su hijo a los ojos con deseo, con amor, mientras Ángel no dejaba de follarla violentamente por su culo. Eva estaba en la gloria, nunca en su vida se había sentido así, deseada, amada por un hombre y le encantaba que fuera su propio hijo. Los delincuentes se aguantaban las ganas de correrse para seguir contemplando tremendo espectáculo de madre e hijo. Ángel, luego de unos minutos de intensa follada de culo a su madre, le sacó la polla de su culo y se la ensartó en su coño de nuevo, para empezar a follarle a la vez el coño y el culo.
Eva: ¡Oh sí, me encanta como follas a tu puta, oh sí, dame más, mi semental, mi amo, hijo mío, no pares de follarme así, oh sí, me corro, me encanta, no se te ocurra parar, mi amor, oh sí, me corro, dame más, dame más duro, así, así, dame más fuerte, no pares, dame más, dale más a tu puta, oh sí, me corro, mi semental, sí, sí, sí, no pares, dame más, más, sí, sí, me corro con tu polla, hijo, sí!
Ángel: ¡Oh sí, me encanta follarte, mamá! ¡No voy a tardar en correrme! – dijo mirando a su madre con extrema lujuria, deseo y lascivia.
Eva: ¡Oh sí, córrete para tu puta, para tu mami, oh sí, me corro, me corro, sí, sí, sí, quiero tu leche sí, dámela en el fondo de mi útero, préñame!
Ángel se corrió como un animal en el coño de su madre mientras ella se corría como loca sintiendo la leche de su hijo inundándola su coño. Los delincuentes se colocaron raudos alrededor de Eva y se corrieron en su cara y sus tetas, quedando exhaustos sentados en el suelo. Luego de ambos correrse y viendo que los encapuchados aún se reponían de sus tremendos orgasmos, Ángel cogió sus pistolas, hacía un gesto a su madre con rabia y les apuntaba cabreado, rabioso.
Ángel: ¡Dejarnos en paz, hijos de puta, asquerosos! ¡Cómo os mováis os mato uno a uno! – dijo serio y cabreado porque se hayan corrido en su madre - ¡Guardaros vuestras asquerosas pollas y largaos! ¡Ya!
Eva: ¡Ya teníais lo que queríais, hijos de puta, ahora fuera de mi casa! ¡Ya! – dijo apuntándoles con las armas, nerviosa y asqueada.
Encapuchado 1: ¡Sí, ya nos vamos! – dijo asustado mientras sus compinches se guardaban las pollas - ¡Vámonos muchachos!
Ángel: ¡Y no volváis, por qué os mataré!
Los encapuchados se fueron por dónde vinieron, asustados y desarmados. Eva y su hijo guardaron las armas a buen recaudo y Ángel ayudó a su madre, que estaba exhausta a lavarse y vestirse. Él también se aseó y luego ambos se fueron a sus habitaciones el resto del día, comieron un poco, por separado y se fueron a dormir, cada uno con sus pensamientos y deseando que se repita el sexo del día de hoy.