Un Hecho que Cambió mi Vida (capitulo 5)

Lo que pasó durante la noche entre Jessica y yo

Durante toda la noche continué mamando y cogiendo con Jessica. Hasta que el cnsancio nos venció y lo último que sentí es qe me quede dormida con su verga dentro de mi recto. Ya no supe duando ella terminó o si la sacó o se salió sola.

Por la mañana despierto con una sensación de inflamación en mi culo, sentí ardor y como que aun palpitaba. Me había salido muy puto este culo pues a pesar de todo lo que le pasaba sentía la necesidad de que lo volvieran a pentrar.

Me levante desnuda y me dí una baño de tina con el aga más caliente que toleré. Cuando salí aun estaba dormida Jessica. Asi que salí de la recamara. En la cocina me estaba esperando Renata con un buen desayuno. Pero antes de iniciar los alimentos Renata se sentó en la mesa y me ofreció su bien dotada entrepierna, donde se veía una verga dura y rigidq como mastil. Así que a pesar de lo adolorido que tenía mi boca le dí una buena mamada hasta que salió abundante leche y empecé el desayuno con una buen cantidad de semen. Despues de esto ya pude tomar mis alimentos.

Me llevó a su recamara doende me dió un masaje con una crema que me hizo sentir mejor.  luego me aplicó otra crema en mi fundillito adolorido y se fue bajando poco a poco la inflamación. Me maquillo, me puso una especie de chaleco con unas tetas, me puso un vestido suelto que me llegaba hasta, poquito, abajo de la nalgas. y Sin ropa interior pues al caminar se levantaba en vestido dejando ver el par de hermosas nalgas que tenía. Me puso unas sandalias con plataforma y me hizo que caminara lo más coqueta que pudiera. Dandome consejos de como debía mover la cadera.

Después, me aplicó dos inyecciones de hormonas femeninas (ese fue el inicio de mi feminización). Luego salimos, como madre e hija, a la calle hacer las compras del día. Renata iba vestida recatadamente, pero yo con mi vestimenta iba causando sensación y maxime que al caminar se me levantaba el vestido por dentras y dejaba ver sin ningun pudor esos enormes globos que eran mis nalgas.

Despues de salir con los bultos de las compras, tomamos un taxi, que lo pague con una mamada al taxista. Casi me vomito pues era un tipo sucio y tosco que olía mal. Y no nada más eso sino que cuando se la estab mamando me metió varios dedos en mi adolorido culito.

Cuando llegamos estaba Jessica arreglada en forma despanpanante, con una blusa color morado, pero transparente, que no dejaba nada a la imaginación y con unas mallas color negro, también transparente, que a pesar de lo transparente y lo ajustado no se lograba ver el paquete que traía en la entrepierna. Me dijo que me preparara porque por la noche habría fiesta porque se acababa la filación y se iban a ir a festejar.

Paso el tiempo rápido y cuando menos pensé ya me estaba arregando para la fiesta. Me puse una blusa, que parecía mi segunda piel, una minifalda lo más corta que encontré y una tanga que no lograba tapar lo de enfrente, se salía por un lado mi verga por lo que me puse unas pantimedias de lycra y encima de ella unas pantimedias de red. Me pus una peluca con cabello largo y Renata de me maquilló. Quedé preciosa.

Llagmos a una casa con un gran jardín y un alberca. Había muchos invitados. Unos mozos musculosos, vestidos únicamente con una tanga, con una especie de canasta por delante donde se veían sus tremendas vergas. Había otros vestidos con trajes, estos eran unas personas mayores y algunos con grande vientres. Además de muchas  mujeres: algunas desnudas nada más con una especie de taparrabo y otras con una mallas trasnparentes que dejaban ver sus hermosas nalgas y por delante una verga con las cabezas dirigidas hacia arriba. Todos platicaba y reían, se veían felices.

Me recibieron los hermosos mozos y lo primero que hicieron fye quitarme la ropa, unicamente me dejaron con las pantymedias. Me sentí incomoda porque todas las mujeres mostraban sus grandes pechos y yo nada más mostraba mis pezones erecto y nada más. Pero aun asi se me acercaron dos de los caballeron con traje y me dijeron que ellos querian ser mis acompañantes por toda la noche.

Empezó la música y Raúl y Luis (así se llamaban esos caballeros) mes sacaron a bailar. Uno se puso delante y el otro atras de mi. Uno me acariciaba los pezones y el otro me acariciaba las nalgas. Entre los descansos me encontre a Jessica, pero me dejo pronto porque se ocupó dandole una tremenda mamada a uno de los invitados y al final quedó desnuda, en la yerba del jardín, haciedno tremendo 69.

Como a la media noche se puso la cosa más cachonda. Ya para entonces lo único que traía puesto eran mis sandalias de plataforma y Raúl y Luis también estaban desnudos. Nos sentamos en un sillón. Luis se entretnía mamandome los pezones y acariciandome mi verga y mis huevos, hasta que me la puso como mastil bien dura y saliendo liquido preseminal que lo mamaba avidamente. Raúl entre tanto se entretenía mamandome y acariciandome las nalgas, en ocasiones me daba leves mordidas y en otras eras unas mordidas que me dolían, pero me excitaban. Después se cambiaron los papeles: Luis se fue sobre mis nalgas y de vez en cuando me mamaba el fundillo y me metía su elngua lo más que podía. Pero Raúl se fue directamente a mamarme la verga. Los dos hacía su trabajo de maravilla. Por lo que empezé a dar gritos de placer.

Fue entonces que, Luis, me sentó en su verga y sin ningun preambulo me la metió hasta los pelos de su pubis. Asi sentada empecé a cabalgar esa verga, de unas buenas dimensiones, haciendo movimientos hacia arriba y hacia abajo: scando casi completamente la verga y volviendome a enterra hasta la empuñadura; y en otras ocasiones mvía mi cadera hacia adelnta y hacía atras. Esto último me daba más placer por lo que empecé a mover mi cadera con movimientos intenso hasta que hice que se vinieran abundantemente la verga de Luis. Pero Raúl no se había quedado quieto, cuando sintió que estaba llegando a su orgasmo, me dió tremenda mamada que hizo que me viniera de una forma intensa y casi convulsionandome. Asi nos quedamos por un buen tiempo.

Después hicieron llegar a los dos mozos más hermosos y les quitaron la tanga haciendo que aparecieran dos inmensos trozos de carne, que con la luz se veían lustros y rematadas con unas inmensas cabezas. Luis Y Raúl se pusieron en cuatro patas, en el sillón, y yo entre los dos. Los mozos como que ya sabía su trabajo pues se pusieron a darles, a cada uno, tremenda mamada de culo. Cuando ya estaban preparados esos culos para recibir unas buenas vergas. Los mozos los empezaron a cabalgar. Por los quejidos de Rául y Luis, supe que les dolía. Entonces me puse a mamarle la verga a uno y al otra lo masturbaba. Me fuí alternando. Supe que ya tenían las vergas adentro por el grito de dolor y después de placer que dieron.

Cuando todo era feliz para los cinco: yo mamandoles su verga y ellos recibiendo esos troncos de carne en sus culitos. Llegó otro mozo y me pone con mis piernas hacia arriba y despues de haberme untado el culo con lubricante, sentí lo que Raúl y Luis: tener una pedazo de carne rigido y a la vez blando, pero con tremenda cabezota tratando de penetrarme. Sentía como luchqaba la cabeza con la oposición de mi culo. Como lograba penetrar parte de la cabeza y como mi culo lo rechazba. Así estuvimos un buen rato pero con un movimiento, hecho con las manos, dirigiendo primero la cabeza hacia arriba y penetrar un poco y despus dirigirla hacia abajo, con lo que sentí que había penetrado la cabeza, apenas en en el inicio del canal rectal. ero con uno pocos empujones logró que epentrara toda la cabeza. Ya el resto fue más facil. Despues de esto sentí una ganas imnesas de evacuar mi intestino pero el movimiento hacia adntro y  hacia fuera lo hiceron desaparecer.

Con cada metida aflojaba el anillo anal y al sacarlo apretaba el anillo con lo que lograba que el mozo tuviera mayor placer y me diera tambien mayor placer. Cuando abrí los ojos estaban Raúl y Luis con sus mozos observando como era enculada. Empecé a mover la cadera y a gritar de placer. Parecía que nunca se iba a venir el que me estaba cabalgando. Tuve varios orgasmos, pero con escasa salida de esperma. Y mientra tanto, esa verga seguía taladrandome mi ojete hasta hacerlo sangrar. Despues se mezcló sangre y esperma que salía abudantemente de mi culo. Me dejó deshecha, me sentía como una muñeca de trapo. Pero aun así, Luis me mamó mi verga y me hizo tener una gran venida de leche que la tragó con mucho gusto.

Así nos quedamos los seis recostados en el sill+on. Mientras la fiesta seguía en su apogeo

Continuará