Un hecho que cambió mi vida (11)
Después de 20 hrs de viaje, llego nuevamente al lugar que me vio nacer, aprendí y pude encontar por fin mi destino.
Después de más de 20 hrs de viaje en avión, llego al aeropuerto que me había visto salir en mi aventura.
Me setía comoda, aunque aun con las molestias propias de la cirugía, pero me sentí satisfecha. Quería llegar al departamente y contarle a Renata y a Jessica todo lo que me había sucedido, de los cambios en mi cuerpo y los cambios que esperaba en mi vida. Así que tomé un taxi que me llevó a ese lugar donde mi vida cambió completamente.
Al llegar veo que no hay grandes cambios en el edificio. Antes de entrar me tope con mis antiguos amigos y no me reconocieron, algunos me chiflaron, otros me dijeron piropos y los mas atrevidos me tocarn mis grandes nalgas. Es que iba con una minifalda que apenas me tapaba las nalgas y sin llevar ropa interior, pues quería sentir que el aire circulara libremente en mi nuevo sexo.
Llego al departamento de Renata y abro tranquilamente con la llave que tenía y mi sopresa fue que nadie contestó mis llamados, todo estaba en orden y limpio, en la cocina no había platos sucios ni restos de comida, las bolsas de basura sin basura. Todo bien. No había ninguna nota explicatoria de donde estaban así que me puse a guardar mis cosas en mi pequeño cuarto, sacando todo lo que traía en la maleta, la ropa que había comprado los conjuntos sexys de ropa interior, todo el material de curación y mis apreciados dilatadores que tenía que usarlo tres veces al día. Después de acomodar todo en mi closet decidí ir al baño para tomar una ducha y poder hacerme las dilataciones vaginales para que no se cerrara.
Cuando salí de la ducha me puse únicamente una bata tan transparente que parecía que no traía nada, de color blanco. Me acoste en la cama y abrí mis piernas, después de haber doblado mis rodillas y decidí hacerme las dilataciones. Estaba con los ojos cerrados tratando de poder sentir como se dilataba mi nueva panocha, pochita, vagina, chango o como quieran llamarle, para mi era mi nueva panochita.
Escucho ruidos y al abrir mis ojos cuál no sería mi sorpresa qe estaba Renata, Jessica y Goyo aun lado de mi cama mirandome estasiados, todos me dijeron que buen trabajo me habían hecho, que era perfecta mi panochita. Luego me dijeron que si le permitía verla más de cerca y tocarla. Yo les dije que no por mi podían ver todo lo que quisieran pero no tocarla porque todavía estaba inflamada y aun doloía un poco. Jessica y Renata se quedaron pasmadas, no sabían que decir. Cuando me vovieron hablar me dijeron que estaba perfecta, que se veía casi igual que las de las pornostar que se habían operado, que no le faltaba nada, que hasta un pequeño clítoris de tenía.
Goyo se retiro y nada mas dijo, espero que sea el primero de estrenar esa pochita, que se veía muy linda. Le dije que como me explicaron no esra elástica y que no podía recbir vergas mayores a 71/2 pulgadas y después que las heridas hubieran sanado quizá una de 8 pulgadas, asi que el se tendría que conformar con que se la mamara o me la metiera por el culito. Entonces se acerca a mi y me levanta con una facilidad pasmosas y me deja mi culito al aire para ver que no había perdido sus caraterísticas: rosadito y con las arrugas bien formadas. Me contesta bueno pues tendré que conformarme que me la mames y te comas toda mi lechita hasta la última gota.
Jessica, se pone en guardia y le dice mira Goyo ya habías quedado que a mi hermanita no la ibas a tocar, menos que te la mame o le metas esa vergota cabezona en su culito. Si quieres algo aquí estoy yo que te puede hacer feliz y si en algo estimas esa verga de concurso no la toques porque te la corto y se la doy de comer a los cerdos.
Más tarde, ya nos encontrabamos todos sentados en la mesa cenando lo que había preparado Renata, ya tenía ganas de comer sus guisos, así que me serví varias veces. Platicamos muy agusto, pues Goyo con la regañada que le había dado Jessica se fue. Platicamos como platica una hermana que se había ido de viaje y había llegado a su casa con su mamá y hermana. Nos acostamos de madrugada porque la plática no terminaba.
Por la mañana me levante, me duché, y me puse una tanga de hilo dental, con apenas un triangulito enfrente que apenas me tapaba mi nuevo sexo, un sosten sin copas, para que mis tetas se sintieran más libres y un vestido amarillos con un escote discreto, unas sandalias de plataforma tambien amarilla, vestida así me fuí decidida al departamente de mi madre.
Cuando llgo enfrente, toqué la puerta y al abrisree no me gusto lo que veía, mi madre estaba únicamente cubierta con una bata transparente y si ropa interior. En el sofá se encontraba mi tio sentado y con los pantalones hasta los tobillos y con tremendo garrote al aire que desde ahí se veía que se lo habían estado mamando. Mi mamá se sorprendio, pues estaba esperando a mi papá y creyó que era él. Se asustó y mi tío quiso subirse los paltalones, pero con tanto barullo nos podía. Mi madre me pregunta que quien era yo y le dije, así a boca de jarro, que era su nueva hija, que ya no había hijo. A grandes razgos le dije lo que había hecho y ella sorprendidad y con llanto en los ojos me dijo que si eso era lo que quería pues podía hacer lo que quisiera. Pero que había llegdo en mal momento, porque estaba ocupada con mi tío. Este me lanzaba unas miradas lujuriosas como dicéndome que me desnudara. En eso llega mi padre y mi madre le explica a grandes razgos lo que había hecho. Se sorpendió, pero al momentorecupero la aparente cordura y dije continuemos lo que estabamos haciendo y sin decir más se quita los pantalones y la camisa quedando en ropa interior de mujer ycon unas preciosas pantimedias. Hay que decirlo mi padre se veía bastante bien, pues no tenía nada de grasa, e su cuerpo, y se le veían unos pecho relativamente grandes y un culo precioso.
Mi tío ya en confianza se desnuda y empieza la fiesta. Mi madre se sienta de tal forma que mi tio la sostiene por las nalgas y su vagina le queda en la cara por lo que empieza a darle tremenda mamada a mi madre. Mi padre se prende del tremendo trozo de carne y lo empieza a mamar. Con la mano me hace una seña para que me una al juego, pero no soporto más me retiro, pero antes de salir miro hacia atras y veo a mi papá sentado, encajandose la verga de mi tio en un culo peludo. No aguante más y me fuí corriendo a la casa de Renata.
Le explique a Renata todo lo que había visto y me reconforto diciendome que ellos era mi familiar. Esperé a Jessica y nos fuimos de compras, así como al teatro donde presentaba mi expectáculo. Todo salió bien, el dueño al verme desnuda decidió recontartarme y me dijo que si en la publicidad podía decir que era una postop. Le dije que no había problema que hacía la gente vendria a verme en mayor cantidad, por el morbo.
Llegamos al departamento y el sólo pensar lo que había visto me daban ganas de irme de ahí. Así que e lo propuse a Renata y le dije que como ahora iba a ganar más pues podíamos rentar una casa y después, tal vez, comprarla.
Así, transcurrieron los meses, hasta que económicamente estuvimos bien conseguimos una cas retirada de los departamentos y cerca del teatro donde trabajaba.Nos cambiamos en una semana.
El expectáculo del teatro tuvo más éxito, asi que mejoró, aun más, nuestra situación económica y entonces decidimos comprar la casa: Renata con sus clases para nuevos transexuales, Jessica con sus películas porno y yo en el teatro podiamos pagar los plazos.
Lo que no mejoraba eran las sensaciones en mi nueva panochita, por más que hacía la lucha no llegaba a tener un orgamos. Pero no todo dura 100 años, así que uno de los bailarines de mi expectáculo era bisexual, y a mi me gustaba mucho, nos hicimos novios. Y en una de tanta que estabamos esnayando en el teatro, comencé a sentir que en la entrepierna tenía un buen paquete y por más que trataba de disimularlo más se le notaba una preciosa verga. Al terminar el ensayo lo invité a la casa y acepto.
En la casa, fuimos directamente a mi recamara y ahí me desnude, me bañé y me puso los más sexy que tenía, liguero con medias negras con una pantimedia rosa arriba y un sosten sn copa, me maquille y asi me presente ante Juan, que así se llamaba. Se quedó con la boca abierta. Se me fue encima y me besó todo el cuerpo, me quito la ropa que traía y me quedé desnuda y el se sorpendio y me pregunto que ¿si era cierto lo dela cirugía? Le dije que si y le abro las piernas y le enseño mi panochita y me doy vuelta y le enseño mi culito rosado abriendose y cerrandose en forma coqueta. El me toma en sus brazo y me deposita en la cama y me continúa besando todo el cuerpo y me empieza a mamar mi panocha, con tal maestría que empiezó a sentir, poco a poco, sensaciones muy agradables. Me voltea y me mama mi culito metiendome su lengua hasta lo más profundo de mi recto. Eso me hizo que me calentara al borde de incendiarme.
Despues de eso me puso su verga en mi boca, yo se la mamé como la experta que soy, hasta casi hacerlo que se viniera. Me detuvo y me dijo que eso era para después. Me continuó mamando mi culito, el cuál pedía a gritos que lo perforaran, udando la saliva como lubricante me empezó a meter una verga preciosa, como para almanaque. Me empezó a meter primero la punta, luego parte de cilindro de carne hasta que después pude sentir su pubis lampiño, que así lo usaba. Me la metíp. la verga, al principio mu lentamente para despues tomar un ritmo tan rápido, que nada más se escuchaba los choques de pubis con nalgas. Me la saca y se la lava muy bien y en cuatro patas me mete su verga por mi nueba vagina, a estrenar se ha dicho, bien lubricada con gel, y empieza a meterla delicadamente hasta que sentí que sus huevos golpeaban el espacio entre mi panochita y el culo, poco a poco va aaumentando la velocidad, sacando casi completamente su verga y luego para volverla a meter hasta los huevos. Así estuvo por un tiempo, a mi con cada metida de verga ib sintiendo cada vez más rico, hasta que ya después de unos minutos con estos movimientos de meter y sacar sentí por primera vez un orgasmo, que al principio fue leve pero después me hizo gritar de placer y fue tan prolongado como nunca antes lo había sentido. Juan, continuó metiendomela por un rato más y logro tener otro orgasmo, menos placentero que el anterior, pero más prologado.
Al sacar su verga de mi vagina, la dirige directamente a mi boca donde la tomo y continua con la mamada que me había interrumpido hasta hacerlos que se venga y me llene mi boca de leche hasta casi ahogarme. Los dos tuvimos unos orgasmos maravillosos.
Despues de terminar platicamos lo maravilloso que había sido y el me pide matrimonio. Yo aun embriagada por ese nuevo plaver le dije que sí.
A la semana nos estabamos casando, nos quedamos a vivir con Renata, mi nueva mamá, y Jessica. mi nueva hemana. Olvidándome de mi anterior familia.
Seguimos con el espectáculo en el teatro, crecimos y nos fuimos a la capital del país, donde fuimos un éxito. Así que hasta ahora somos felices: Juan, Renata y Jessica