Un gris sexy

De cuando el arte y los negocios se juntan resultando un deseo salvajemente gris.

Enigma Gris

Despierto por los rayos de sol que se cuelan por la ventana, odio que pase eso, busco con mi mano el control que hace que se cierren automáticamente y no lo encuentro,-¡maldición!-reprimo para mis adentros, olvidaba que estoy en un hotel; varias imágenes de lo que pasó anoche me hacen recordarlo, salí de esa estúpida y pretenciosa “fiesta de beneficencia” de la mano de una chica rubia y detrás de nosotras un grupo de conocidos, no recuerdo su nombre ni su voz, simplemente recuerdo los tragos bajando por mi garganta y los movimientos de mi cuerpo mientras bailábamos, unos cuantos besos y un auto esperándonos afuera del club para ir al hotel. Me río para mis adentros y busco con mi mirada a esa mujer, al parecer aun con el gran porcentaje de alcohol en mi sangre seguí lo usual: disfrutar de darle placer a alguien más, sin que me toquen, esa es la única regla. Pensarán que soy una mujeriega, pero no es así, rara vez hago esto, solo es que lo necesitaba, necesitaba un poco de adrenalina por mis venas, por cierto, me llamo Victoria Harp. Escucho la puerta y me paro a abrir no sin antes ponerme una bata de baño, abro y me sorprende que fuera Rodrigo, quien es mi mejor amigo, nos conocimos gracias a la fantástica intervención de Margaret, mi madre adoptiva, sí, soy adoptada, mis padres me maltrataban física y verbalmente hasta que Margaret y su esposo Robert decidieron “comprarme” y lo digo así puesto que así fue, mis amorosos padres biológicos al ver que el matrimonio tenía dinero decidieron venderme por $1,000dls.

Rodrigo y yo nos conocimos gracias a que Margaret, con su afán de quitarme la “enfermedad” de la soltería buscara a muchachitos de buenas familias para que yo sentara cabeza y comenzara una familia, lo que ella no sabía era que Rodri es más princesa que yo, es el único que puede hacerme bajar mis defensas y comportarme como una chica normal.

-Hola vika, ¿cómo amaneciste en este precioso día?

-Hola Rodrigo, con un poco de malestar ¿y tú? ¿Qué haces aquí, no se suponía que estabas en el fashion week de Milán o algo por el estilo?

-No querida, eso ya pasó, vengo solamente de visita, por cierto, ayer te vi saliendo con una preciosura, no sé qué haces que las atrapas, o ¿es que tus lady parts son mágicas?

-Don´t be rude ya bitch!Te conozco¿qué favor necesitas?

-Aaaaay my love, qué intuitiva eres…. Pues verás, mi nuevo sugar daddy necesita que tú seas la encargada de dar el discurso para los graduados del Instituto de businesss & finance y que les des reconocimiento a los graduados con honores y excelencia

-Mmmm ¿y yo por qué?-Esto me fastidia en verdad, es mi mejor amigo pero no me gusta que la prensa ni la gente interactúe o sepa más de lo que yo quiero que sepan.

-Te parece poco ser la portada de la revista FORBES, siendo tú la mujer más joven en hacer una fortuna en los negocios y….

-A ver, a ver, ya cállate, sabes que no me interesan esas cosas, me da igual y lo sabes…¿Qué gano yo con asistir?

-Darles a esos jovencitos palabras inspiradoras y qué se yo, por favor, además es por una buena causa, ¿olvidas que muchas de las becas que ahí frecen llevan tu nombre y los fondos de V&BEnterprise?

-Oh, es verdad, lo haré entonces, pero tú vas a tener que acompañarme y nada de prensa por favor, desvía la atención-Sé que esto no es una buena idea pero qué más da,él me ha apoyado en varias ocasiones.

Tocan la puerta y es mi desayuno, siempre a tiempo, odio esperar, ordeno al servicio que lo pongan en la mesa que se encuentra en la habitación y sigo atenta a lo que dice Rodrigo.

-Sí jefa, de verdad gracias por este favor-Se acerca a abrazarme, lo recibo con un poco de mala gana, no me gusta que me toquen

-Encárgatede ello y nos vemos el sábado a las 8am en el lobby del instituto.

Desayunamos juntos y parto sola hacia mi apartamento, un loft con grandes ventanales, diseño modernista y un buen estudio, bocinas bose por doquier y diseñado por una de las mejores arquitectas de interiores del mundo.

Me pongo a revisar el mail, varios balances y avances de proyectos, nada fuera de lo común, continúo así hasta pasadas las 10pm así que decido dormir no sin antes leer y haber pedido al cheff residente que preparara mi cena.

En mi sueño es lo mismo una y otra vez, despierto empapada en sudor y con los puños blancos de estarlos aprisionando tanto tiempo…¿Cuándo se irán?

Después de haber cambiado mi pijama y las sábanas me recuesto por unos minutos pero no consigo conciliar el sueño, siempre es lo mismo; decido ponerme mi ropa deportiva y salir a correr, que es lo único que me calma, sentir el aire frío pegar en mi rostro y yo sin rumbo alguno vaciar mi cabeza de esos pensamientos y recuerdos.

Regreso, me ducho y elijo mi atuendo, un blazer, blusa, falda y mis amados Jimmy choo.

Abajo me espera el chofer y un auto de la empresa, nos dirigimos a V&B House, abren la puerta y bajo, camino con paso firme, mirada fría, la gente al verme se desplaza rápidamente abriéndome paso, llego al elevador y una chica, que estaba por presionar el botón del piso al que se dirigía sale a toda prisa de él pidiéndome perdón por casi haberme quitado el ascensor, eso me saca una media sonrisa maliciosa, me encanta sentir el respeto y miedo que tienen hacia mí.

Se abren las puertas y al momento de dar el primer paso para entrar ya tengo a mi asistente recibiéndome con un café colombiano, un fólder y un sinfín de datos, reuniones y cosas que debo de hacer.

La misma rutina de siempre hasta el viernes, cuando ya pasadas las 8pm y yo todavía en la oficina me llega un mensaje de Rodrigo:

Rodrigo B: Vic, vamos a tomarnos una copa te parece? Lo necesito, ya sé que mañana nos tenemos que despertar temprano para ir a la ceremonia de graduados, pero apuesto $100 dls a que ya tienes hecho tu discurso y ya pensaste en el outfit

Vic: ¡Bruja! Sabes que no me gusta hacer nada a lo idiota, así que si, ya tengo todo; pasa por mí en media hora.

-Por fin tendré un poco de paz y alcohol- eso pienso mientras voy acercándome a la puerta del otro lado de la oficina que al abrirla es una sala con vestidor y tocador privado.

Cambio mi outfit por algo un poco más casual; pantalón Slim fit negro con una camisa de seda blanca y stilettos negros.

30 exactos minutos después se encuentra Rodrigo esperándome fuera del enorme edificio, el portero me da las buenas noches y yo solo asiento.

Me abre la puerta y yo subo al auto, nos dirigimos a una zona de pubs y bares, no muy de mi agrado pero ya estoy aquí, en el camino hablamos banalidades de la semana y cosas por el estilo.

Rodrigo se baja a abrirme la puerta, eligió un bar sofisticado y solitario, justo como me gusta, le sonrío de medio lado y tomo su mano; al entrar al lugar el ambiente es relajado, suena un Deep house que me encanta, rápidamente nos ofrecen ir a la parte de arriba del lugar, pide su usual whisky y yo pido un hypnotic en las rocas, el tiempo se pasa entre más tragos, conversaciones típicas de mejores amigos y uno que otro coqueteo con alguna chica. Un grupo de 4 chicos, tres mujeres y un hombre se nos acerca a hacernos la plática ofreciéndonos copas de champagne y shots de colores hipnotizantes, decido tomar uno y eso me prende un poco, saco a la castaña a bailar, la muevo a mi manera, la recorro suavemente, beso su hombro y hago que me mire, me mira con ojos pícaros y con una mezcla de miedo y vergüenza, justo como me gusta, me acerco a ella y piensa que voy a besarle ¡Que ilusa! Beso su cuello y le digo que vayamos a un lugar más privado, ella toma sus cosas mientras yo pido un auto y nos vamos rápido del lugar, solo alcanzo a lanzarle un guiño y un beso a Rodrigo quien está entretenido hablando y bromeando con los chicos.

Salimos del lugar y le abro la puerta de atrás, casi por subir escucho la voz de una mujer muy muy ebria pedir ayuda, rápidamente toco la ventana del conductor y hago que baje conmigo para ir a donde vienen los gritos, mi acompañante se molesta un poco, pero eso no me importa. El chofer y seguridad me acompaña y me hierve la sangre al ver a un hombre de unos 30 aprisionando a una chica, ordeno que lo detengan y liberen a la chica, el seguridad va y de un solo golpe noquea el tipejo, me mira para pedir mi aprobación de si seguir pegándole o no y yo solo hago una seña de que no y mejor me ayude con la chica.

Voy hacia ella quien está de rodillas llorando, le doy la mano y ella la toma, ayudo a levantarla, con mi dedo índice le levanto la cara y veo que es hermosa, tiene unos ojos grises que me hacen perderme en ellos por varios segundos hasta que ella agacha rápidamente la cabeza y devuelve el estómago justo en mis zapatos.

-¡Mierda!-Reprimo el grito de rabia y solo consigo detenerle el cabello,

El seguridad se queda viendo la escena y noto en él una sonrisa burlona y su cara a punto de estallar en una risotada, lo fulmino con la mirada y hago que él se haga cargo de ella mientras yo me quito los stilettos con mucho asco, busco un pañuelo en mi bolso izquierdo y ahí está, quito los residuos en mis pies y me acerco descalza al auto.

-Gracias, gracias y perdón-Apenas puede hablar y sostenerse

La castaña con asco me hace una mirada de interrogación y le digo me disculpe, que es una vieja amiga de la universidad, a lo que yo misma me desconcierto, pues jamás pongo a alguien delante de una buena noche y menos a una desconocida, se va hecha una furia devuelta al bar y yo solo giro mi mirada a la extraña.

-¿Cómo te llamas?

-Sofía

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Lindo nombre, lindos ojos, lindo cabello rubio con detalles castaños; siento una fuerte atracción hacia ella y no puedo evitarlo. Le pregunto su dirección y me la dice entre balbuceos, la subo con mucho cuidado al Cadillac y partimos hacia su casa, recuesta su cabeza sobre mi hombro y con voz medio adormilada, deja salir un susurro-“mamá dijo que no debía subirme a autos de extraños”, sonrío de medio lado y retiro un mechón que cae sobre su piel blanca, miro por la ventana y me doy cuenta de que estamos en una zona típica de apartamentos de universitarios. Josef aparca en frente de un edificio de mediana altura, lindo, con un farol iluminando el asfalto, trato de despertarla con pequeños movimientos pero no lo consigo, así que pido al chofer me alcance unas zapatillas Adidas de color blanco, las cuales siempre llevo en el auto por emergencias, con su ayuda logramos sacar a Sofía del auto, subimos los escalones y nos dirigimos al pequeño cubículo donde supongo se encuentra el portero, al ver a la chica nos hace pasar y nos indica que el apartamento es el 12 del tercer piso, a lo lejos escucho que se comunica con alguien;  hago una seña a Josef que espere afuera, que yo puedo subirla, la tomo entre mis brazos y subo los escalones –gracias a cualquiera de los dioses que se imaginen o crean puedo sostenerla sin dolor, por fin siento que el entrenamiento ha servido de algo, se ve tan linda ebria…me rio muy bajo por mi estúpido pensamiento.

Al llegar al tercer piso veo que se abre una puerta, sí, es el apartamento 12, de él sale una mujer castaña de unos 26 años que al verme se queda impactada y avergonzada.

-Hola, vengo a dejar a la señorita, se le han pasado las copas

-¡Por dios! esta mujercita nunca bebe y se le ha ocurrido justamente el día antes a la graduación ponerse ebria, por favor pasa, recuéstala en el sillón, yo la llevo, no quiero causarte más molestias, ¿gustas un café?

¿Así que mañana se gradúa? Sería interesante verla en la ceremonia, pero dudo que estudie finanzas o economía.

-Muchas gracias, pero debo rechazar el café, es tarde y mañana tengo un compromiso, por cierto, lindo apartamento-Era un pequeño piso lleno de pinturas y fotografías en blanco y negro con una decoración bohemia.

-Cierto, una mujer como tú tiene muchas cosas, no puedo creer que estés aquí

-No es nada del otro mundo, me necesitaba y pasó, por cierto, ten mi tarjeta, si necesitan algo solo llamen, pasa una buena noche.

Me despedí con una mueca, ella esperaba el típico apretón de manos o un beso, pero….no soy así. Bajo rápidamente las escaleras, hago una seña con la mano al portero y salgo del edificio, afuera está Josef esperando con la puerta abierta, subo al auto y le indico que me lleve a mi apartamento, me pierdo en mis pensamientos mientras vamos en camino.

Al llegar bajo rápidamente y agradezco a Josef, le indico que lo espero a las 7:30am para que me lleve al instituto, entro al edificio, saludo al portero y subo al ascensor; al llegar voy directamente a la ducha, salgo y me coloco un pijama Calvin Klein; reviso mi celular y contesto algunos mensajes, entre ellos el de Rodrigo y sin más, me recuesto en la gran cama y se me vienen a la mente esos ojos, grises, profundos y tímidos.

Despierto por el sonido de la alarma, exactamente las 5:30am; me despierto, me visto con ropa deportiva y salgo a correr por las calles de la ciudad, paso por el mismo parque de siempre, ese que me da la sensación de estar en Inglaterra, un clima húmedo y frío, llevo la capucha de la sudadera puesta, así nadie logra reconocerme, mi trote es normal, un poco más rápido de lo normal dado que la música que suena en ese momento es un ElectroHouse, cambio mi lista de reproducción a “Classic” y comienza a sonar Canteloube, Chants d’auvergne, Bailero (Arleen Auger), me relajo y mantengo el ritmo, deshago mis pensamientos y la pesadilla diaria. Regreso al loft, me ducho y al cerrar los ojos vuelvo a recordarla, esos ojos que buscan dentro de mí con tal profundidad que me descoloca, nadie jamás había hecho que yo me sintiera intimidado a lo que pudieran descubrir en mí Trato de convencerme de que tal vez verla de nuevo me ayudará a librarme de esta molesta obsesión por ella que parece he desarrollado, pero la verdad es que no puedo hacer nada por mí -Tengo que verla de nuevo.

Salgo de la ducha y me dirijo al walk-in closet, elijo un traje a base de blazer y una pencil skirt hecho a la medida en color azul naval y una camisa blanca massimo dutti, stilettos del mismo color naval, un poco de maquillaje y los labios de un rojo muy sutil, cabello en un moño alto, rocío un poco de Gucci en mi cuello y muñecas, me encanta oler rico.

Llevo conmigo un clutch donde pongo mi celular y el celular de la empresa, desayuno lo que preparó Alfredo y salgo del edificio, afuera me espera Josef con el auto y partimos al instituto. Mientras nos aproximamos al instituto me concentro en lo que tengo que decir, al llegar me abren la puerta y ayudan a bajar, agradezco y me dirijo al lobby, al parecer Rodrigo hizo un buen trabajo, no hay nada de prensa.

-¡Uuuuuy pero que guapa mi amiga! ¿Vienes a dar un discurso o a encontrar a la futura Sra.Harp?

-Tú también estás muy guapo, si no fueras la reina del confeti y de la manicuraseguro tendríamos algo, por cierto,btw necesito hablar contigo, pero será más tarde.

Entramos al auditorio principal donde ya estaban algunos alumnos, docentes y padres de familia, caminé del brazo de Rodrigo hasta el sitio de honor con los demás directivos; sin más, comenzó la ceremonia. Al iniciar presentaron a los rectores, maestros, alumnos y padres de familia, dieron la bienvenida y agradecieron mi presencia; al momento de pararme a recibir el aplauso busqué con la mirada aquellos ojos grises que tanto he estado anhelando encontrar, pero mi búsqueda fue nula –Bueno, por lo menos tiene mi tarjeta-pensé un poco ¿desilusionada?. Siguieron varias palabras de alumnos a los cuales no les presté atención hasta que llamaron mi nombre y era tiempo de que me pusiera al frente con el micrófono, mis palabras fueron simples, directas y sin mucho sentimiento; terminé el discurso y me dirigí a la mesa donde estaban los reconocimientos a los alumnos que se recibirían con honores, mi sorpresa fue al leer en uno de ellos “Se otorga el presente a la alumna Sofía Villalba por haber obtenido mención de honor…” ¿podría ser ella?

Subí la mirada hacia las butacas, busqué entre todos los alumnos y no estaba, hasta que por instinto volteé hacia la entrada, la puerta se estaba cerrando y automáticamente reconocí esa cabellera rubia, no sé cómo lo hice pero la reconocí; una pequeña mueca de satisfacción reinó mi cara. Los diplomas fueron entregados y yo solo ofrecía un “Felicidades” y un apretón de manos a los graduados, ninguna sonrisa, ninguna otra palabra. -Y ahora se darán los reconocimientos a los alumnos de excelencia-Dios, eso fue como música para mis oídos, un sentimiento de querer acelerar las cosas y que justo en el momento que la viera el mundo se detuviera embargó mi ser, odio reconocerlo pero me gusta esta sensación -¿Qué me está pasando contigo?

Dirigí mi mirada hacia las escalerillas y ahí iba subiendo ella, con una toga de color vino y un birrete negro que le quedaba de lo más delicioso, su melena rubia caía en un peinado simple.

Los alumnos recibían de mis manos el reconocimiento correspondiente, solo les felicitaba y mostraba una mueca, pero no a ella, venía con la cabeza gacha y al momento de darle la mano subió su mirada, sus ojos denotaban cansancio y la resaca que seguro estaría taladrando su cabeza.

-SeñoritaVillalba, ¿no durmió usted bien la noche pasada?

-Victoria-Lo dijo casi en un susurro

-Felicidades, espero verla después de la ceremonia-Lo dije con una pequeña sonrisa que salió de lo más profundo de mi ser

Se retiró con cara de espanto, supongo me recuerda o su amiga le dijo lo ocurrido, yo solo quiero que termine esto y hablar con ella. La ceremonia terminó y así, después de despedirme de los rectores y directivos me dirigí al pequeño salón donde estaban dando champagne y aperitivos, algo así como una pequeño brunch.

Sentí un pequeño toque en mi hombro izquierdo lo que me hizo girar en esa dirección.

-¿Podría tomarme una foto con usted señoritaHarp?

-Sí, claro-Lo dije mientras con la mirada buscaba a Rodrigo, quien estaba platicando con una mujer castaña, solo vi su cabellera, pues estaba de espaldas hacia mí; la chica sacó su móvil y tomó una famosa “selfie”. La despedí con una mueca y me dirigí con mi mejor amigo, la sorpresa fue al ver que la rubia se trataba de la compañera de piso deSofía.

-Señorita…

-Paula, Paula Rodriguez, un gusto volver a verla Roxana

-El gusto es mío Paula

-¿Ya se conocían?-Rodrigo nos miraba con cara de interrogación y picardía

-Sí, ayer la señorita Villalba llevó a casa a mi compañera de cuarto que por cierto no sé dónde se encuentra-lo dijo mirando a su alrededor

-Victoria, la señorita Rodríguez habló conmigo para saber si podrías acudir a una sesión de fotos que el instituto te quiere hacer como parte de un pequeño artículo que saldrá solo en el periódico escolar

-Sí, sería un placer, supongo que usted se hace cargo de las fotos ¿no es así?

-Así es señorita Villalba, soy fotógrafa, le agradezco esa oportunidad, no le quitaré mucho tiempo, será muy rápido

-Claro, usted ya tiene mi tarjeta, hábleme lo antes posible

-¿Le parecería bien esta misma tarde?

-Esperaré su llamada, Rodrigo, ya es un poco tarde y debemos de terminar unos asuntos ¿nos vamos?

-Sí, solo me despido del rector y nos vamos

-Te espero en el lobby, hasta luego señorita Rodríguez

Me despedí de ella con un apretón de manos y me dirigí al lobby –Necesito verla-una ráfaga de desesperación recorre mi cuerpo, necesito un poco de agua en mi rostro urgente sino voy a explotar, me dirijo al tocador del instituto y al acercarme noto unos ruidos extraños provenientes del cubículo del fondo, me acerco y tras mirar por la pequeña rendija reconozco esa cabellera rubia, abro sutilmente la puerta y le ayudo a sostener el cabello, dándole pequeños masajes en la espalda.

–Tal parece que no se ha recuperado del todo de la noche de ayer señorita Villalba

La siento desfallecer entre mis brazos –Se ha desmayado- Llamo inmediatamente a Rodrigo, le explico un poco la situación y entra a los pocos minutos al tocador con Josef, me ayudan a levantarla y yo solo consigo limpiarle un poco el rostro, salimos hacia la enfermería del instituto y le digo a Rodrigo que vaya en busca de Paula.

La recuestan en una especie de cama y le revisan los signos vitales, yo solo observo con atención; me acerco a ella y la tomo de la mano, me quedo observándola, pasan los minutos y llega Rodrigo junto con Paula, me miran extrañados, siento un pequeño temblor en la mano de Sofía.

-Victoria-Me mira con esos ojos grises, que denotan cansancio y malestar

Enigma Gris

Despierto por los rayos de sol que se cuelan por la ventana, odio que pase eso, busco con mi mano el control que hace que se cierren automáticamente y no lo encuentro,-¡maldición!-reprimo para mis adentros, olvidaba que estoy en un hotel; varias imágenes de lo que pasó anoche me hacen recordarlo, salí de esa estúpida y pretenciosa “fiesta de beneficencia” de la mano de una chica rubia y detrás de nosotras un grupo de conocidos, no recuerdo su nombre ni su voz, simplemente recuerdo los tragos bajando por mi garganta y los movimientos de mi cuerpo mientras bailábamos, unos cuantos besos y un auto esperándonos afuera del club para ir al hotel. Me río para mis adentros y busco con mi mirada a esa mujer, al parecer aun con el gran porcentaje de alcohol en mi sangre seguí lo usual: disfrutar de darle placer a alguien más, sin que me toquen, esa es la única regla. Pensarán que soy una mujeriega, pero no es así, rara vez hago esto, solo es que lo necesitaba, necesitaba un poco de adrenalina por mis venas, por cierto, me llamo Victoria Harp. Escucho la puerta y me paro a abrir no sin antes ponerme una bata de baño, abro y me sorprende que fuera Rodrigo, quien es mi mejor amigo, nos conocimos gracias a la fantástica intervención de Margaret, mi madre adoptiva, sí, soy adoptada, mis padres me maltrataban física y verbalmente hasta que Margaret y su esposo Robert decidieron “comprarme” y lo digo así puesto que así fue, mis amorosos padres biológicos al ver que el matrimonio tenía dinero decidieron venderme por $1,000dls.

Rodrigo y yo nos conocimos gracias a que Margaret, con su afán de quitarme la “enfermedad” de la soltería buscara a muchachitos de buenas familias para que yo sentara cabeza y comenzara una familia, lo que ella no sabía era que Rodri es más princesa que yo, es el único que puede hacerme bajar mis defensas y comportarme como una chica normal.

-Hola vika, ¿cómo amaneciste en este precioso día?

-Hola Rodrigo, con un poco de malestar ¿y tú? ¿Qué haces aquí, no se suponía que estabas en el fashion week de Milán o algo por el estilo?

-No querida, eso ya pasó, vengo solamente de visita, por cierto, ayer te vi saliendo con una preciosura, no sé qué haces que las atrapas, o ¿es que tus lady parts son mágicas?

-Don´t be rude ya bitch!Te conozco¿qué favor necesitas?

-Aaaaay my love, qué intuitiva eres…. Pues verás, mi nuevo sugar daddy necesita que tú seas la encargada de dar el discurso para los graduados del Instituto de businesss & finance y que les des reconocimiento a los graduados con honores y excelencia

-Mmmm ¿y yo por qué?-Esto me fastidia en verdad, es mi mejor amigo pero no me gusta que la prensa ni la gente interactúe o sepa más de lo que yo quiero que sepan.

-Te parece poco ser la portada de la revista FORBES, siendo tú la mujer más joven en hacer una fortuna en los negocios y….

-A ver, a ver, ya cállate, sabes que no me interesan esas cosas, me da igual y lo sabes…¿Qué gano yo con asistir?

-Darles a esos jovencitos palabras inspiradoras y qué se yo, por favor, además es por una buena causa, ¿olvidas que muchas de las becas que ahí frecen llevan tu nombre y los fondos de V&BEnterprise?

-Oh, es verdad, lo haré entonces, pero tú vas a tener que acompañarme y nada de prensa por favor, desvía la atención-Sé que esto no es una buena idea pero qué más da,él me ha apoyado en varias ocasiones.

Tocan la puerta y es mi desayuno, siempre a tiempo, odio esperar, ordeno al servicio que lo pongan en la mesa que se encuentra en la habitación y sigo atenta a lo que dice Rodrigo.

-Sí jefa, de verdad gracias por este favor-Se acerca a abrazarme, lo recibo con un poco de mala gana, no me gusta que me toquen

-Encárgatede ello y nos vemos el sábado a las 8am en el lobby del instituto.

Desayunamos juntos y parto sola hacia mi apartamento, un loft con grandes ventanales, diseño modernista y un buen estudio, bocinas bose por doquier y diseñado por una de las mejores arquitectas de interiores del mundo.

Me pongo a revisar el mail, varios balances y avances de proyectos, nada fuera de lo común, continúo así hasta pasadas las 10pm así que decido dormir no sin antes leer y haber pedido al cheff residente que preparara mi cena.

En mi sueño es lo mismo una y otra vez, despierto empapada en sudor y con los puños blancos de estarlos aprisionando tanto tiempo…¿Cuándo se irán?

Después de haber cambiado mi pijama y las sábanas me recuesto por unos minutos pero no consigo conciliar el sueño, siempre es lo mismo; decido ponerme mi ropa deportiva y salir a correr, que es lo único que me calma, sentir el aire frío pegar en mi rostro y yo sin rumbo alguno vaciar mi cabeza de esos pensamientos y recuerdos.

Regreso, me ducho y elijo mi atuendo, un blazer, blusa, falda y mis amados Jimmy choo.

Abajo me espera el chofer y un auto de la empresa, nos dirigimos a V&B House, abren la puerta y bajo, camino con paso firme, mirada fría, la gente al verme se desplaza rápidamente abriéndome paso, llego al elevador y una chica, que estaba por presionar el botón del piso al que se dirigía sale a toda prisa de él pidiéndome perdón por casi haberme quitado el ascensor, eso me saca una media sonrisa maliciosa, me encanta sentir el respeto y miedo que tienen hacia mí.

Se abren las puertas y al momento de dar el primer paso para entrar ya tengo a mi asistente recibiéndome con un café colombiano, un fólder y un sinfín de datos, reuniones y cosas que debo de hacer.

La misma rutina de siempre hasta el viernes, cuando ya pasadas las 8pm y yo todavía en la oficina me llega un mensaje de Rodrigo:

Rodrigo B: Vic, vamos a tomarnos una copa te parece? Lo necesito, ya sé que mañana nos tenemos que despertar temprano para ir a la ceremonia de graduados, pero apuesto $100 dls a que ya tienes hecho tu discurso y ya pensaste en el outfit

Vic: ¡Bruja! Sabes que no me gusta hacer nada a lo idiota, así que si, ya tengo todo; pasa por mí en media hora.

-Por fin tendré un poco de paz y alcohol- eso pienso mientras voy acercándome a la puerta del otro lado de la oficina que al abrirla es una sala con vestidor y tocador privado.

Cambio mi outfit por algo un poco más casual; pantalón Slim fit negro con una camisa de seda blanca y stilettos negros.

30 exactos minutos después se encuentra Rodrigo esperándome fuera del enorme edificio, el portero me da las buenas noches y yo solo asiento.

Me abre la puerta y yo subo al auto, nos dirigimos a una zona de pubs y bares, no muy de mi agrado pero ya estoy aquí, en el camino hablamos banalidades de la semana y cosas por el estilo.

Rodrigo se baja a abrirme la puerta, eligió un bar sofisticado y solitario, justo como me gusta, le sonrío de medio lado y tomo su mano; al entrar al lugar el ambiente es relajado, suena un Deep house que me encanta, rápidamente nos ofrecen ir a la parte de arriba del lugar, pide su usual whisky y yo pido un hypnotic en las rocas, el tiempo se pasa entre más tragos, conversaciones típicas de mejores amigos y uno que otro coqueteo con alguna chica. Un grupo de 4 chicos, tres mujeres y un hombre se nos acerca a hacernos la plática ofreciéndonos copas de champagne y shots de colores hipnotizantes, decido tomar uno y eso me prende un poco, saco a la castaña a bailar, la muevo a mi manera, la recorro suavemente, beso su hombro y hago que me mire, me mira con ojos pícaros y con una mezcla de miedo y vergüenza, justo como me gusta, me acerco a ella y piensa que voy a besarle ¡Que ilusa! Beso su cuello y le digo que vayamos a un lugar más privado, ella toma sus cosas mientras yo pido un auto y nos vamos rápido del lugar, solo alcanzo a lanzarle un guiño y un beso a Rodrigo quien está entretenido hablando y bromeando con los chicos.

Salimos del lugar y le abro la puerta de atrás, casi por subir escucho la voz de una mujer muy muy ebria pedir ayuda, rápidamente toco la ventana del conductor y hago que baje conmigo para ir a donde vienen los gritos, mi acompañante se molesta un poco, pero eso no me importa. El chofer y seguridad me acompaña y me hierve la sangre al ver a un hombre de unos 30 aprisionando a una chica, ordeno que lo detengan y liberen a la chica, el seguridad va y de un solo golpe noquea el tipejo, me mira para pedir mi aprobación de si seguir pegándole o no y yo solo hago una seña de que no y mejor me ayude con la chica.

Voy hacia ella quien está de rodillas llorando, le doy la mano y ella la toma, ayudo a levantarla, con mi dedo índice le levanto la cara y veo que es hermosa, tiene unos ojos grises que me hacen perderme en ellos por varios segundos hasta que ella agacha rápidamente la cabeza y devuelve el estómago justo en mis zapatos.

-¡Mierda!-Reprimo el grito de rabia y solo consigo detenerle el cabello,

El seguridad se queda viendo la escena y noto en él una sonrisa burlona y su cara a punto de estallar en una risotada, lo fulmino con la mirada y hago que él se haga cargo de ella mientras yo me quito los stilettos con mucho asco, busco un pañuelo en mi bolso izquierdo y ahí está, quito los residuos en mis pies y me acerco descalza al auto.

-Gracias, gracias y perdón-Apenas puede hablar y sostenerse

La castaña con asco me hace una mirada de interrogación y le digo me disculpe, que es una vieja amiga de la universidad, a lo que yo misma me desconcierto, pues jamás pongo a alguien delante de una buena noche y menos a una desconocida, se va hecha una furia devuelta al bar y yo solo giro mi mirada a la extraña.

-¿Cómo te llamas?

-Sofía

Lindo nombre, lindos ojos, lindo cabello rubio con detalles castaños, cuerpo delgado con atributos dentro del promedio; siento una fuerte atracción hacia ella y no puedo evitarlo. Le pregunto su dirección y me la dice entre balbuceos, la subo con mucho cuidado al Cadillac y partimos hacia su casa, recuesta su cabeza sobre mi hombro y con voz medio adormilada, deja salir un susurro-“mamá dijo que no debía subirme a autos de extraños”, sonrío de medio lado y retiro un mechón que cae sobre su piel blanca, miro por la ventana y me doy cuenta de que estamos en una zona típica de apartamentos de universitarios. Josef aparca en frente de un edificio de mediana altura, lindo, con un farol iluminando el asfalto, trato de despertarla con pequeños movimientos pero no lo consigo, así que pido al chofer me alcance unas zapatillas Adidas de color blanco, las cuales siempre llevo en el auto por emergencias, con su ayuda logramos sacar a Sofía del auto, subimos los escalones y nos dirigimos al pequeño cubículo donde supongo se encuentra el portero, al ver a la chica nos hace pasar y nos indica que el apartamento es el 12 del tercer piso, a lo lejos escucho que se comunica con alguien;  hago una seña a Josef que espere afuera, que yo puedo subirla, la tomo entre mis brazos y subo los escalones –gracias a cualquiera de los dioses que se imaginen o crean puedo sostenerla sin dolor, por fin siento que el entrenamiento ha servido de algo, se ve tan linda ebria…me rio muy bajo por mi estúpido pensamiento.

Al llegar al tercer piso veo que se abre una puerta, sí, es el apartamento 12, de él sale una mujer castaña de unos 26 años que al verme se queda impactada y avergonzada.

-Hola, vengo a dejar a la señorita, se le han pasado las copas

-¡Por dios! esta mujercita nunca bebe y se le ha ocurrido justamente el día antes a la graduación ponerse ebria, por favor pasa, recuéstala en el sillón, yo la llevo, no quiero causarte más molestias, ¿gustas un café?

¿Así que mañana se gradúa? Sería interesante verla en la ceremonia, pero dudo que estudie finanzas o economía.

-Muchas gracias, pero debo rechazar el café, es tarde y mañana tengo un compromiso, por cierto, lindo apartamento-Era un pequeño piso lleno de pinturas y fotografías en blanco y negro con una decoración bohemia.

-Cierto, una mujer como tú tiene muchas cosas, no puedo creer que estés aquí

-No es nada del otro mundo, me necesitaba y pasó, por cierto, ten mi tarjeta, si necesitan algo solo llamen, pasa una buena noche.

Me despedí con una mueca, ella esperaba el típico apretón de manos o un beso, pero….no soy así. Bajo rápidamente las escaleras, hago una seña con la mano al portero y salgo del edificio, afuera está Josef esperando con la puerta abierta, subo al auto y le indico que me lleve a mi apartamento, me pierdo en mis pensamientos mientras vamos en camino.

Al llegar bajo rápidamente y agradezco a Josef, le indico que lo espero a las 7:30am para que me lleve al instituto, entro al edificio, saludo al portero y subo al ascensor; al llegar voy directamente a la ducha, salgo y me coloco un pijama Calvin Klein; reviso mi celular y contesto algunos mensajes, entre ellos el de Rodrigo y sin más, me recuesto en la gran cama y se me vienen a la mente esos ojos, grises, profundos y tímidos.

Despierto por el sonido de la alarma, exactamente las 5:30am; me despierto, me visto con ropa deportiva y salgo a correr por las calles de la ciudad, paso por el mismo parque de siempre, ese que me da la sensación de estar en Inglaterra, un clima húmedo y frío, llevo la capucha de la sudadera puesta, así nadie logra reconocerme, mi trote es normal, un poco más rápido de lo normal dado que la música que suena en ese momento es un ElectroHouse, cambio mi lista de reproducción a “Classic” y comienza a sonar Canteloube, Chants d’auvergne, Bailero (Arleen Auger), me relajo y mantengo el ritmo, deshago mis pensamientos y la pesadilla diaria. Regreso al loft, me ducho y al cerrar los ojos vuelvo a recordarla, esos ojos que buscan dentro de mí con tal profundidad que me descoloca, nadie jamás había hecho que yo me sintiera intimidado a lo que pudieran descubrir en mí Trato de convencerme de que tal vez verla de nuevo me ayudará a librarme de esta molesta obsesión por ella que parece he desarrollado, pero la verdad es que no puedo hacer nada por mí -Tengo que verla de nuevo.

Salgo de la ducha y me dirijo al walk-in closet, elijo un traje a base de blazer y una pencil skirt hecho a la medida en color azul naval y una camisa blanca massimo dutti, stilettos del mismo color naval, un poco de maquillaje y los labios de un rojo muy sutil, cabello en un moño alto, rocío un poco de Gucci en mi cuello y muñecas, me encanta oler rico.

Llevo conmigo un clutch donde pongo mi celular y el celular de la empresa, desayuno lo que preparó Alfredo y salgo del edificio, afuera me espera Josef con el auto y partimos al instituto. Mientras nos aproximamos al instituto me concentro en lo que tengo que decir, al llegar me abren la puerta y ayudan a bajar, agradezco y me dirijo al lobby, al parecer Rodrigo hizo un buen trabajo, no hay nada de prensa.

-¡Uuuuuy pero que guapa mi amiga! ¿Vienes a dar un discurso o a encontrar a la futura Sra.Harp?

-Tú también estás muy guapo, si no fueras la reina del confeti y de la manicuraseguro tendríamos algo, por cierto,btw necesito hablar contigo, pero será más tarde.

Entramos al auditorio principal donde ya estaban algunos alumnos, docentes y padres de familia, caminé del brazo de Rodrigo hasta el sitio de honor con los demás directivos; sin más, comenzó la ceremonia. Al iniciar presentaron a los rectores, maestros, alumnos y padres de familia, dieron la bienvenida y agradecieron mi presencia; al momento de pararme a recibir el aplauso busqué con la mirada aquellos ojos grises que tanto he estado anhelando encontrar, pero mi búsqueda fue nula –Bueno, por lo menos tiene mi tarjeta-pensé un poco ¿desilusionada?. Siguieron varias palabras de alumnos a los cuales no les presté atención hasta que llamaron mi nombre y era tiempo de que me pusiera al frente con el micrófono, mis palabras fueron simples, directas y sin mucho sentimiento; terminé el discurso y me dirigí a la mesa donde estaban los reconocimientos a los alumnos que se recibirían con honores, mi sorpresa fue al leer en uno de ellos “Se otorga el presente a la alumna Sofía Villalba por haber obtenido mención de honor…” ¿podría ser ella?

Subí la mirada hacia las butacas, busqué entre todos los alumnos y no estaba, hasta que por instinto volteé hacia la entrada, la puerta se estaba cerrando y automáticamente reconocí esa cabellera rubia, no sé cómo lo hice pero la reconocí; una pequeña mueca de satisfacción reinó mi cara. Los diplomas fueron entregados y yo solo ofrecía un “Felicidades” y un apretón de manos a los graduados, ninguna sonrisa, ninguna otra palabra. -Y ahora se darán los reconocimientos a los alumnos de excelencia-Dios, eso fue como música para mis oídos, un sentimiento de querer acelerar las cosas y que justo en el momento que la viera el mundo se detuviera embargó mi ser, odio reconocerlo pero me gusta esta sensación -¿Qué me está pasando contigo?

Dirigí mi mirada hacia las escalerillas y ahí iba subiendo ella, con una toga de color vino y un birrete negro que le quedaba de lo más delicioso, su melena rubia caía en un peinado simple.

Los alumnos recibían de mis manos el reconocimiento correspondiente, solo les felicitaba y mostraba una mueca, pero no a ella, venía con la cabeza gacha y al momento de darle la mano subió su mirada, sus ojos denotaban cansancio y la resaca que seguro estaría taladrando su cabeza.

-SeñoritaVillalba, ¿no durmió usted bien la noche pasada?

-Victoria-Lo dijo casi en un susurro

-Felicidades, espero verla después de la ceremonia-Lo dije con una pequeña sonrisa que salió de lo más profundo de mi ser

Se retiró con cara de espanto, supongo me recuerda o su amiga le dijo lo ocurrido, yo solo quiero que termine esto y hablar con ella. La ceremonia terminó y así, después de despedirme de los rectores y directivos me dirigí al pequeño salón donde estaban dando champagne y aperitivos, algo así como una pequeño brunch.

Sentí un pequeño toque en mi hombro izquierdo lo que me hizo girar en esa dirección.

-¿Podría tomarme una foto con usted señoritaHarp?

-Sí, claro-Lo dije mientras con la mirada buscaba a Rodrigo, quien estaba platicando con una mujer castaña, solo vi su cabellera, pues estaba de espaldas hacia mí; la chica sacó su móvil y tomó una famosa “selfie”. La despedí con una mueca y me dirigí con mi mejor amigo, la sorpresa fue al ver que la rubia se trataba de la compañera de piso deSofía.

-Señorita…

-Paula, Paula Rodriguez, un gusto volver a verla Roxana

-El gusto es mío Paula

-¿Ya se conocían?-Rodrigo nos miraba con cara de interrogación y picardía

-Sí, ayer la señorita Villalba llevó a casa a mi compañera de cuarto que por cierto no sé dónde se encuentra-lo dijo mirando a su alrededor

-Victoria, la señorita Rodríguez habló conmigo para saber si podrías acudir a una sesión de fotos que el instituto te quiere hacer como parte de un pequeño artículo que saldrá solo en el periódico escolar

-Sí, sería un placer, supongo que usted se hace cargo de las fotos ¿no es así?

-Así es Victoria, soy fotógrafa, le agradezco esa oportunidad, no le quitaré mucho tiempo, será muy rápido

-Claro, usted ya tiene mi tarjeta, hábleme lo antes posible

-¿Le parecería bien esta misma tarde?

-Esperaré su llamada, Rodrigo, ya es un poco tarde y debemos de terminar unos asuntos ¿nos vamos?

-Sí, solo me despido del rector y nos vamos

-Te espero en el lobby, hasta luego señorita Rodríguez

Me despedí de ella con un apretón de manos y me dirigí al lobby –Necesito verla-una ráfaga de desesperación recorre mi cuerpo, necesito un poco de agua en mi rostro urgente sino voy a explotar, me dirijo al tocador del instituto y al acercarme noto unos ruidos extraños provenientes del cubículo del fondo, me acerco y tras mirar por la pequeña rendija reconozco esa cabellera rubia, abro sutilmente la puerta y le ayudo a sostener el cabello, dándole pequeños masajes en la espalda.

–Tal parece que no se ha recuperado del todo de la noche de ayer señorita Villalba

La siento desfallecer entre mis brazos –Se ha desmayado- Llamo inmediatamente a Rodrigo, le explico un poco la situación y entra a los pocos minutos al tocador con Josef, me ayudan a levantarla y yo solo consigo limpiarle un poco el rostro, salimos hacia la enfermería del instituto y le digo a Rodrigo que vaya en busca de Paula.

La recuestan en una especie de cama y le revisan los signos vitales, yo solo observo con atención; me acerco a ella y la tomo de la mano, me quedo observándola, pasan los minutos y llega Rodrigo junto con Paula, me miran extrañados, siento un pequeño temblor en la mano de Sofía.

-Victoria-Me mira con esos ojos grises, que denotan cansancio y malestar