Un gran cambio en mi vida

Que mi hermano me encontrara masturbandome era una sorpresa, pero el cambio que produciria en mi vida, lo era mucho más.

Un gran cambio en mi vida

Hacia más de dos años que había terminado con mi novio, y la depresión y mala onda se habían apoderado de mí. Claro esta que el deseo sexual seguí corriendo por mis venas y necesitaba desesperadamente que alguien me cogiera. En este ultimo tiempo había complacido los pedidos de mi cuerpo con alguna que otra zanahoria que mi madre compraba en el mercado, o tenia como juguete preferido un taco de pool que mi padre tenia en su sala de juegos, donde se reunía con sus amigos alguna que otra vez, pero ya no eran suficiente. Igualmente esa noche, muy caliente y deseosa de ser penetrada, tras escuchar los gemidos de mi madre al ser poseída por mi papá, baje al cuarto de juego.

Al llegar note un luz prendida pero al no ver a nadie, supuse que mi padre había olvidado apagarla, por lo que tome el taco, me senté sobre la mesa de juego y comencé a tocarme lentamente por debajo de mi vestido, deslice mi bombacha hacia un costado para poder llegar mejor a mi sexo y me baje los tirantes para dejar mi redondos y firmes pechos al descubierto.

Comencé a tocarme cada vez más frenéticamente y cuando ya no pude más tome el taco de pool y me lo introduje todo lo más posible en mi vagina, la cual estaba húmeda y deseosa de ser penetrada. Comencé a mover aquel trozo de madera lo más rápido posible hasta que explote en un orgasmo, el cual no era 100% satisfactorio, pero era mejor que nada. Me recosté sobre la mesa de pool para recuperar el aliento, cuando siento que de la oscuridad de la habitación alguien aplaudía y me felicitaba.

-Muy bien hermanita, no tenia idea de lo puta que podías llegar a ser

Me quede horrorizada al descubrir que mi hermano mayor había estado presente todo ese tiempo y tratando de cubrirme me baje de la mesa para salir corriendo a mi habitación, cuando una mano me tomo de la muñeca y me detuvo en seco.

-No tan rápido putita. ¿Dónde crees que vas?

-Suéltame Marcos!!!

-Nada de eso. Después de haber visto semejante espectáculo crees que te dejare ir así?

Marcos me acerco a el y yo tiesa como una piedra le obedecí. Muerta de vergüenza trataba de taparme de la mirada escudriñadora de mi hermano, pero una sombra en sus ojos y una sonrisa morbosa asomaron en su rostro.

-Creo que deberíamos hacer un trato.

-Dime que quieres Marcos- Conteste algo ofendida y avergonzada.

-Quiero que me la chupes y me dejes cogerte. Algo tienes que hacer para que no le cuente a papá lo que haces con su taco de pool.

-Eres…una basura

-No hermanita, nada de eso. Ahora ven y chúpamela.

Abrió el cierre de su pantalón y dejo salir su miembro, el cual estaba bien duro y erecto. Me tomo de los hombros, me obligo a agacharme entre sus piernas y metió su pene en mi boca.

El primer instinto fue el de rechazarlo, pero al sentir aquel olor tan particular del semen, del cual estaba tan necesitada y deseaba hacia tanto tiempo, comencé a lamerlo despacito. Creí que su pija no podría crecer más, pero al simple contacto con mi lengua se endureció mucho más y le agrando otro poco, no solo de largo, la cual debía de media unos 20 cm.; sino que también de gruesa. Aquella pija era la más grande que había probado y al saber que era de propio hermano, me daba un morbo tan grande que me olvide de todo y comencé a comérmela frenéticamente.

Lamía cada rincón de su pene y bajaba por el tronco hasta llegar a sus testículos y pasarles uno a uno la lengua. Luego volvía a subir y me lo introducía completo en mi boca, a lo cual mi hermano se retorcía de placer. Repetí aquel procedimiento varias veces, hasta note como mi hermano descargaba todo su semen en mi boca, el cual no deje caer y me trague con mucho placer.

Mi hermano se quedo atónito ante aquella reacción mía y cuando me levante me tomo de la cintura, me sentó sobre la mesa de billar y me empujo para que me recostara.

-Hermanita, esa mamada se merece que te la chupe y te de todo el placer que desees.

-No esperaba menos de ti- conteste ya caliente y sin importarme que se tratara de mi propio hermano.

Metió su cabeza entre mis piernas y comenzó a pasar su lengua por mi vagina, la cual estaba húmeda y caliente. Primero lamió todo el contorno de mi depilado coñito, pasaba su lengua por mis labios y me rayita hasta llegar a mi ano, y cuando noto que yo me estaba volviendo loca de placer, se apodero de mi clítoris y comenzó a succionarlo, morderlo y chuparlo como nunca ante lo había hecho nadie. Tuve el mejor de los orgasmos de los últimos meses y cuando estaba allí tendida sobre aquel paño verde, creyendo que todo había acabado, mi hermano de un solo golpe me metió su pene en mi vagina. Pegue un grito de dolor y placer al mismo tiempo y Marcos cubrió mi boca para que mis alaridos no despertaran al resto de los ocupantes de la casa.

Me deje llevar y antes de darme cuenta estábamos cogiendo de lo lindo. Me baje de la mesa, me di vueltas de espalda y le ofrecí todo mi culito a mi hermano, el cual no desaprovecho la oportunidad y me lo penetro sin ningún tipo de dificultad. Comencé a moverme al compás de el y otro orgasmo se apodero de mi, este mucho mas potente y fuerte que el anterior, hicieron que Marcos se excitara de tal manera que enloqueció. Saque si pene de mi ano, me di vuelta, me arrodille frente a el y espere a que me llenara la cara de semen. Así lo hizo y yo comencé a pasármelo por todo mi rostro y mis tetas.

Marcos me ayudo a levantarme del suelo, me tomo de la cintura y me beso en los labios.

-Te a gustado hermana?

-Debo reconocer que si. Quizás dude al principio, pero estas muy bueno Marquitos y me has dado un placer que hacia mucho no sentía.

-Te parece bien que lo repitamos?

-Cuando quieras- conteste.

Nos volvimos a besar y salimos del cuartos de juegos, apagamos las luces y subimos hacia nuestros dormitorios. Marcos me dejo en la puerta del mío y vi como se metió a su habitación. Me duche, me acosté en mi cama y cerré los ojos tratando de conciliar el sueño, no sin antes imaginarme lo que seria mi vida de ahora en adelante, pues me había convertido en la amante de mi hermano.

Si les gusto lo sigo. Agradeceré sus comentarios.