Un goce impresionante
Sin buscarlo, me hicieron gozar como nunca.
Hola amigos, nuevamente estoy con ustedes con una vivencia sexual bárbara. Un domingo a la noche, ya bañado y listo para ir a trabajar al otro día, entro a algunas páginas gay para deleitarme la vista con alguna buena pija y a un chat gay para pasar el tiempo hasta irme a dormir sin pensar en ningún encuentro.
Estuve un rato en el general hasta que se abre una ventana en el monitor donde se presenta y me dice que estamos en la misma ciudad. Intercambiamos lo de siempre, años, fisonomías y sobre todo nuestras tendencias. Cuando le dije que era bi-pasivo me puso en la ventanita "BIEEEEEEEEEN", pues yo soy activo 100 % y estoy muy bien cargado, cosa que me produjo una sensación entre las nalgas que me calentó en el acto.
Me preguntó como venia de atrás y le contesto que eso no lo tenía que decir yo sino él, pero que los que habían estado conmigo me decían que tengo una hermosa cola, a lo que me dijo que el también estaba caliente y que quería conocer mi cola para darme su parecer. Mucho no me gustaba la idea de que viniera a casa pero entre las fotos y los clips que estaba viendo más la conversación con mi amigo del chat cada vez más subidas de tono, estaba recaliente y sin pensarlo dos veces lo invite a que me visitara.
A los quince minutos lo tenía tocando el timbre. Al pasar me preguntó como estaba y si todavía seguía caliente a lo que le contesté que si. A todo esto ya eran como las 23:30 hs. por lo que le dije querés que pasemos a la habitación? Bueno contestó, así conozco tu cola. Te puedo pedir un favor, me dijo, dejame que te desnude, así que se sentó en la cama, yo dándole la espalda, empezó a bajarme el pantalón quedando mi cola al descubierto solamente con una tanguita colaless que el me había dicho que me pusiera si tenía. Hermosa me dijo, como me gustan a mi y haciéndome agachar un poquito para adelante me acarició toda la cola dándome besitos en las nalgas y en la raya hasta llegar al agujero, (yo ya estaba rojo de calentura). Justo para lo que te voy a mostrar ahora; me hizo sentar y el se paró frente a mi y me dijo "sacala" a lo que no me demore y sorpresa, que verga, larga y gruesa, oscura y con una cabeza bien grande y rosada. Chupame tranquilo me dijo, que yo soy de aguantar un montón. A mi juego me llamaron, me la metí toda en la boca y empecé a chuparla de todos lados, lo hice acostar para poder chuparla mejor y que el me acaricie el culo. Que bien que chupas hija de puta, me decía mientras me metía un dedo, donde aprendiste a besarla de esa forma, se la estuve mamando por lo menos media hora y quería más.
Imagínense la calentura mía, chupando esa enorme verga que cada vez me gustaba y disfrutaba más, a tal punto que por ahí me dolía la boca de tenerla tanto tiempo abierta, pero igual seguía chupa que te chupa pues no se encuentran vergas así todos los días.
Necesito que me la metas toda le dije, pero despacito para no lastimarme, le puse un forro, me unté al agujero con crema me le senté arriba y poquito a poquito me la fui enterrando toda. Como siempre al principio dolió un poco pero la calentura y el buen oficio del macho que tenía abajo hizo que a los minutos fuera nada más que goce. Lo cabalgué de frente un buen rato hasta que me pidió hiciéramos perrito así que me puse en cuatro patas, me agarró bien de las caderas y también despacito me la fue metiendo toda. Te gusta me decía, mientras me daba unas palmadas en las nalgas. Claro, dale más fuerte le pedía yo, como se sentía adentro, estaba todo lleno, no había más lugar para nada y entraba y salía suavecita con un bombeo fuerte y rítmico.
La verdad que bien agarrado de mis caderas, en esa hermosa posición y sintiendo entre las nalgas esa hermosa verga, me sentí una verdadera hembra. Se acostó nuevamente y me pidió que lo cabalgara pero dándole la espalda a lo que accedí y nuevamente me la enterré toda pero ya esta vez entraba solita por lo agrandado que tenía el esfínter, mientras de abajo me bombeaba al ritmo inverso del que yo tenía subiendo y bajando.
Que bueno me decía, me encanta ver como te entra y como contrasta mi pija oscura con tus nalgas blancas. No te imaginas como tenes abierto el culo me decía y eso a mi me ponía en las nubes. Me puso en cuatro al borde de la cama, el parado me la puso de golpe y empezó a bombearme firme, gozando y haciéndome gozar de una forma. Hizo que me abriera bien las nalgas, puso un pie sobre la cama, me la metía hasta el fondo y la sacaba, la metía hasta el fondo y la sacaba, estaba enloquecido con la vista que tenía, me decía que hermoso culo abierto, me la sacó y para darme una idea de lo abierto que lo tenía me metió cuatro dedos que no eran de los más finos. A esta altura del partido con todo lo que estaba viviendo y sintiendo, ya no daba más y pedía que me acabara, pero el me decía que todavía tenía para un rato.
Me pidió hacer un 69, madre mía como estaba esa verga, al tope de parada y gorda que casi no me entraba en la boca, pero chupaba descontrolado mientras sentía dedos y lengua en mi argolla bien abierta, que sensación inolvidable. De vez en cuando unos chirlitos que me gustaban en las nalgas mientras me decía sos una hembra, una puta, tenes un agujero sin fondo, un culo bárbaro, me encanta como se aguanta la mía, te lo voy a dejar bien abierto. Yo no daba más, entre los que sentían mis oídos y mi cola, pedía a gritos que me acabara, que lo hiciera como quisiera, pero que me acabara.
Nuevamente me puso en cuatro al borde de la cama, me ensalivó el agujero, su verga estaba más que mojada después de la soberbia mamada que le di, me la apoyó y adentro de una sola vez, atenazado por esas manos oscuras sobre la piel blanca de mis caderas, me cogió como si fuera la última vez de mi vida, entraba y salía con una rapidez que me hacía subir a las nubes y no acababa, ya las sensaciones se me mezclaban, goce con un poquito de dolor, pero igual le pedía más hasta que sentí un bufido y un palpitar en mi agujero que soportó estoicamente aún con un ritmo más rápido las embestidas, hasta que quedamos los dos tendido sobre la cama, él arriba mío sin sacarla. Sacame el forro y chupame para limpiarme me dijo. Se la deje bien limpita, en ese estado de semi erección, pero gorda con la puntita de la cabeza apenas apareciendo, una hermosura de verga.
Como buen macho que quiere hacer gozar a su hembra me dijo si quería terminar que me ayudaría, entonces me puso en posición perrito y empezó a chuparme el culo abierto, creo que su lengua me entraba toda y terminé. Fue una acabada espectacular, creí que nunca terminaría de salir leche. Que cogida.
Quedó más que satisfecho y quedamos en vernos y seguir en contacto vía mail y yo amigos quedé con mi cola súper dilatada, que hasta el otro día cuando me levanté para ir trabajar lo sentía abierto y eso me calentaba. Hacía mucho que no me cogían así y que no me sentía así de bien sabiendo que el que estuvo conmigo se fue más que contento por el goce que le hice sentir. En fin, sentirme bien por lo vivido por los dos.
Y eso que no tenía pensado ese domingo ningún encuentro. Ojalá que todos los domingos sean iguales.
Si les gustó mi vivencia y quieren comunicarse conmigo para vivir otras y experimentarlas si se puede, háganlo a: leny2000@uol.com.ar . Gracias por leerme.