Un giro a mi vida. Parte 4
Relato remasterizado y mejor escrito del Un giro a mi vida. Historia real de una joven madrileña
Desperté, y me dolía todo, tenía agujetas como si hubiese hecho horas de deporte, la noche con Wilmer había pasado factura, una polla así te deja agotada y más después de toda una noche follando, y follando duro.
Esa misma tarde había quedado con Gabriel, y sinceramente me apetecía más bien poco, pero llevaba sin verle toda la semana y desde mi decisión de no irme a vivir con él estaba muy enfadado. Apagué los datos del móvil por miedo a que me escribiesen Fran o Wilmer estando con Gabriel, la vida me había cambiado tanto que ahora Gabriel no podía coger mi móvil bajo ningún concepto porque me podía escribir cualquier tío, antes de aquello el podría haber cogido mi móvil sin ningún problema porque no habría encontrado nada más que mensajes de trabajo, familia y alguna amiga.
La tarde con Gabriel fue mi fría, en la línea de lo que había sido el verano tras lo de Fran, y a las 10 de la noche me dejó en casa.
Según llegué encendí los datos del móvil, y empecé a curiosear sobre alguna aplicación para ligar, no se si es que me estaba volviendo loca o es que me gustaba ser infiel por naturaleza, o simplemente era una adicción al sexo. Me metí en una de las apps de ligue más conocidas que hay, y allí me saltaron una manada de salidos queriendo follar, me abrumaban más de una decena de tios. Pero la curiosidad y las ganas que volvía a tener de follar con alguien hicieron que me fijase en un chico bastante guapo de unos 30 años alto, moreno y con pinta de malote y que decía que vivía por mi barrio. Empezamos a hablar, y la conversación se fue calentando hasta tal punto, que le dije que viniese a casa. Aproximadamente a las 11 de la noche llegó, le recibí con un camisón rojo bastante atrevido que marcaba mucho mis pechos. Era un chico bastante simpático, que se llama David, aunque no demasiado culto, por ello creo que no hablamos demasiado, y nos pusimos rápido a lo que nos ocupaba. Enseguida me metió mano y me le llevé a mi habitación, allí empezamos a besarnos apasionadamente mientras nos tocábamos el uno al otro con mucha pasión, de repente en un momento donde nos ibamos a quitar la ropa para empezar con lo importante, empezaron a aporrear la puerta, en silencio y empujándole metí al chico
debajo de la cama de la de mis padres, (no se muy bien porque, y no debajo de la mía, los nervios supongo) tirándole toda su ropa, mientras seguía sonando el timbre, y aporreaban la puerta. Cerré la puerta de la habitación de mis padres y me fui hacia la puerta, miré por la mirilla pasándolo fatal en el tramo de la habitación de mis padres a la puerta y pensando en quien podria ser a las 23:30de la noche . Pensé en mis padres, en algún vecino, o En Gabriel!!! y efectivamente era Gabriel... Quité el candado la puerta y abrí despacio haciéndome la dormida:
"¿Que pasa Gabriel?" (bostezando)
"¿Por que no me abrías?"
"Estaba durmiendo, ¿Que haces aquí?"
"Te noto rara Sara, apenas nos vemos, cuando lo hacemos estás ausente, no has querido irte a vivir conmigo cuando ya lo teníamos hablado y para colmo no follamos nunca, quiero saber que es lo que te pasa"
Al momento entró dentro del piso. Para mi era un momento incómodo no solo por la conversación con Gabriel, si no porque David estaba debajo de la cama de mis padres. Le insistí mucho a Gabriel para que se fuese y lo habláramos al día siguiente, pero era imposible, estaba mal y necesitaba una explicación. Me costó mucho, pero le expliqué entre lagrimas que no era feliz con él, que llevaba todo el verano así, pero le dije que no había otra persona, el insistió mucho en eso. Le dije que lo mejor era dejarlo o al menos darnos un tiempo. El aceptó, entre lagrimas y pasada una hora se marchó.
Esperé un rato a que se fuese y me aseguré mirando por la ventana que se iba en el coche. Después saqué a David de la habitación de mis padres, que había escuchado toda la conversación con Gabriel desde debajo de la cama donde estaba escondido y me dijo que si quería que se fuese lo entendía, pero no, no quería que se fuese quería que me follara como si no hubiese mañana, era lo que me llenaba en ese momento, y así fue, siguió donde lo habíamos dejado, comiéndome el coño mientras me metía un dedo, me puso tan cachonda que quería que me la metiese, y eso que yo no se la había chupado. Me folló desde arriba, después me puse yo encima y acabó follándome a cuatro patas, su polla estaba bastante bien, no era ni parecida a la de Wilmer claro, pero era bastante gorda y de unos 18-20 centímetros de larga, le dije que me avisara cuando se fuera a correr, y así hizo, me avisó, me di la vuelta y me tragué toda su leche. No me había tragado la leche de ningún tío nunca, era la primera vez y estaba bastante mejor de lo que esperaba. Después seguimos en la cama hablando y así durante toda la noche, incluso me folló por el culo, y eso que desde la noche del todoterreno con Fran, nadie lo había vuelto a hacer, fue doloroso pero reconozco que mucho menos. Follamos unas cuatro o cinco veces y es verdad que tras Fran y Wilmer no me gustó demasiado, pero aun así seguiría en contacto con él. Aproximadamente a las 6 de la madrugada se fue.
Me quedé sola, y pensé en el fin de semana que llevaba, me había follado a dos tíos distintos en dos noches, y varias veces, estaba desatada, y lo peor de todo es que no estaba saciada. Necesitaba más, necesitaba que ese fin de semana (el último de Septiembre) fuese todavía más especial. Finalmente me metí en la aplicación de ligue de nuevo. Jamás había pensado en meterme en una aplicación así, y de hecho pensaba que jamás podría quedar con alguien a ciegas. E iba a por la segunda cita en apenas unas horas. Rápido me saltaron varios mensajes de tios que querían conocerme, la mayoría eran bastante normales y muchos tirando a feos, puesto que eran las 6:30de la mañana todos iban a lo que iban, buscaban follar. Entre ellos solo me llamó la atención un hombre bastante maduro, en su perfil decía que tenía 38 años, pero creo que tenía más, físicamente por las fotos era uno de esos maduros que se cuidan mucho, fofisano, torso atlético, moreno y alto de 1,85 aproximadamente, entablé conversación con él, y me confesó además que tenía 45 años y como me dió buena sensación le di mi número para seguir hablando por WhatsApp.
Tras casi una hora hablando y ya amaneciendo, me decidí a quedar con él, me propuso ir a su casa en la zona norte de Madrid y yo vivo en el sur, acepté, cogí el coche y me presenté en su casa. Estaba de los nervios pero lo cachonda que estaba volvía a superar a todo. Me costó mucho aparcar puesto que era una zona con poco aparcamiento, ya cansada de no encontrar sitio para aparcar le llamé y me dijo que fuese a la puerta de su casa que tenía garaje y metíamos el coche allí. Esos metros hasta llegar a su puerta me temblaba todo de los nervios, al llegar allí estaba, era un hombre muy elegante y que se notaba que se cuidaba mucho, pensé tendrá 45 pero se cuida más que muchos de 20. Abrí el seguro y se montó en el asiento del copiloto, era un hombre bastante atractivo pero se le notaba la edad en la cara, me dió dos besos y me dijo que bajase al garaje que el me indicaba, aparcamos en una plaza al lado de otra que también era suya donde tenía su coche, un coche de lujo que no se cual sería la marca pero era un coche muy exclusivo, después cogimos un ascensor privado próximo a la plaza de garaje, subimos, la situación era bastante incómoda, no teníamos nada de que hablar porque no nos conocíamos, según entramos en la casa me lancé y le besé mientras le agarraba el bulto de su polla en el pantalón, el no me paró, yo solo había quedado con él para eso, y el también, me llevó a la habitación, el piso por cierto era enorme, me dió la impresión de que era un alto directivo o algo así, por el coche y el tipo de piso además de la zona donde estaba ubicado, aunque me pegaba poco que estuviese en Tinder donde habitualmente había niñatos y depravados. Le empecé a chupar la polla de rodillas en el suelo, quizás no era muy grande no llegaría a 18 centímetros pero según se la chupaba se iba poniendo dura como una roca y tenía los huevos muy hinchados hablaba y me decía que era muy putita y que le encantaba mi culo mientras yo seguía chupándosela. Le pedí que me comiese el coño y accedió encantado, se notaba la experiencia, pues estaba con un tío que casi me doblaba en edad, después de comérmelo me folló a cuatro patas, y como tenía abierto el culo aún de la follada de David lo notó y me dijo que me la quería meter por el culo, me la metió y no duró mucho, creo que al minuto aproximadamente la sacó y se corrió por fuera de mi culo, eran casi las 9 de la mañana del Domingo, y decidí dar por finalizado mi fin de semana de locura. Me acompañó a sacar el coche del garaje y se despidió con un beso haciéndome prometer que nos volveríamos a ver pronto, yo encantada le dije que si, que hablaríamos por Whatsapp.