Un giro a mi vida. Parte 3
Sigue la historia de mi vida :-)
Acabó el verano y seguía con Gabriel, curiosamente desde que pasó lo que ya he contado con Fran, no volvimos a vernos más aunque si seguimos en contacto por Whatsapp, y las conversaciones con él eran muy morbosas, pero no volvió a ir más a casa de su padre y su madrastra en la sierra. Y aunque ambos vivíamos en Madrid no se dió la circunstancia de quedar. Antes había hablado con Mar y la confesé todo lo que había pasado con el hijo de su marido, ella nada sorprendida puesto que se lo imaginaba por las circunstancias que habían ocurrido me habló del pasado de Fran y me dijo que era un golfo de mucho cuidado y que su padre y ella, le habían sacado de más de un problema con novios de varias chicas con las que había tenido relaciones esporádicas y le descubrieron. La realidad es que Fran era un hombre bastante atractivo, como dije tenía entradas y pelo pobre pero tenía un torso definido y sobre todo era la típica persona que con mucha labia sabía ganarse a las tías, y por tanto follaba mucho, pero tenía una gran dependencia de María su novia y aunque no terminaba de ser feliz con ella ni se planteaba el dejarla.
El verano con Gabriel en el ámbito sexual había sido bastante pobre, desde lo que pasó con Fran solo habíamos follado una vez, y durante todo ese polvo con él, yo no dejaba de pensar en Fran, no se si estaba enamorada o encaprichada, pero la realidad era esa.
En septiembre y al dejar la casa donde habíamos pasado los fines de semana y posteriormente las vacaciones durante el verano me plantee mi nueva vida, aun no vivía con Gabriel pero antes de verano habíamos pensado en hacerlo para después de las vacaciones. Él en ese momento vivía en un piso compartido con dos compañeros más y yo con mis padres. Le dije que de momento no quería irme a vivir con él, que el tiempo diría más adelante, pero que ahora no era el momento. A el no le sentó nada bien, pero tras lo que había pasado en verano necesitaba libertad y plantearme mi vida, es cierto que no me estaba portando bien con él, pero tras cinco años y llevando desde los 18 con él no podía acabar con todo de la noche a la mañana. Era difícil.
Las conversaciones por Whatsapp habían ido a menos con Fran, pero yo sabía que necesitaba algo más en mi vida. Antes de verano cualquier hombre que intentaba ligar conmigo lo tenía imposible, pero ahora todo eso había cambiado. Necesitaba morbo en mi vida.
Aunque tenía solo 23 años llevaba desde los 19 trabajando como contable en una oficina para una conocida empresa de reparación de viviendas y reformas, en ella había muchos hombres, y para mi el más atractivo era Wilmer, él no trabajaba en la oficina, el era técnico, Wilmer tenía 34 años (Los mismos que Fran curiosamente) , era un negro dominicano de 1,90 aproximadamente y que se cuidaba bastante bien, tenía torso atlético y era musculoso, tenía el pelo corto y rizado. Él tenía una novia española llamada Miriam con la que llevaba muchos años y a la que curiosamente yo conocía porque en su momento iba a mi mismo instituto aunque era más mayor que yo. El era uno de los que en su día intentaba ligar conmigo. Cuando venia a la oficina siempre intentaba rozarse conmigo y me piropeaba mucho y me hacía bromas, aunque yo pasaba bastante, pero ahora todo iba a cambiar..
Desde el primer momento después de las vacaciones Wilmer me notó más receptiva, y aunque delante de todos los compañeros de oficina intentaba guardar las formas tenía mi whatsapp y me empezó a escribir bastante cada día, su carácter era muy parecido al de Fran, desenfadado y con mucha escuela, pero con ese punto dominicano que hacía que las conversaciones con el fuesen divertidas al principio, y poco a poco se fuesen convirtiendo en morbosas pero no llegaron a las fotos, ni tampoco a los limites que llegué con Fran.
Aproximadamente dos semanas después de empezar a hablar con él, quedamos una noche de Viernes para cenar. Mi relación con Gabriel estaba bastante aparcada y el tampoco tenía reparo en quedar conmigo aun estando con Miriam, me invitó a cenar a un sitio dominicano por el centro en el que conocía al dueño que era paisano suyo. Después de probar comida que no me convenció mucho por su recomendación, me dijo que tenía una sorpresa, me vendó los ojos en el restaurante y me fue guiando hasta el coche y fui con los ojos vendados en el coche mientras le preguntaba que donde me llevaba, él entre risas me decía que ya quedaba menos.
A los 25 minutos aproximadamente me quitó la venda y estábamos en un garaje que tenía una escalera de caracol, deducí que era un hotel privado, de esos a los que se lleva a los amantes, y no me equivoqué, al subir había una habitación con un jacuzzi y una cama enorme, la habitación estaba llena de espejos por las paredes y el techo, y había dos botellas de cava. Entre brindis encima de la cama nos las bebimos y empezamos poco a poco a besarnos, nos quitamos la ropa, cuando al quitarse el calzoncillo observé lo que guardaba Wilmer entre las piernas me quedé asustada, era la polla mas grande, gorda y larga que había visto jamás y encima era negra, y presumiblemente aun no estaba en su máximo esplendor, pero era descomunal. Después de eso nos metimos al jacuzzi y allí entre besos le empecé a pajear, mi mano no se hacía con semejante rabo, acabé frotando su polla con las dos manos, y cuando bucee para chupársela me di cuenta de que no me entraba en la boquita, se la chupe como pude sacando mas la lengua que otra cosa y a los diez minutos cuando me cansé de chupar esa polla descomunal, salimos del jacuzzi y nos fuimos directos a la cama. Allí me correspondió comiéndome el coño, lo hacía muy bien y con mucha pasión y ademas me miraba a los ojos mientras lo hacía. Al acabar me dijo que si se ponía un condón, curiosamente las tres veces con Fran fueron a pelo, y con Gabriel siendo mi novio lo solía hacer con condón, pero con lo cachonda que estaba le dije que no hacía falta. Al tener una polla de semejante tamaño decidí ponerme yo debajo primero, y cuando empezó a metérmela en el coño no entraba entera, la mitad de la polla más o menos hacía tope, al ser yo tan pequeña, sentía la polla hasta donde nadie había llegado nunca, el placer era inmenso pero no podía metérmela toda, era imposible, después intenté ponerme encima suya pero el dolor que me producía iba a mas, parecía que me íba a salir la polla por la boca, ni intenté ponerme a cuatro patas, después acabó follándome de lado por la espalda y la sacó justo antes de correrse, me llenó el coño de leche por fuera, se tiró cerca de medio minuto soltando leche, la polla no era para menos.
Cuando acabamos de follar le dije que no me quería ir muy tarde, pero me insistió en quedarnos hasta la mañana siguiente, yo a Gabriel le había dicho que me iba a quedar en casa y como no estábamos muy bien tampoco habíamos hablado mucho, y la novia de Wilmer estaba de viaje, por tanto accedí. Entre risas y polvos me fui haciendo a su polla, y finalmente en el último polvo antes de dormirnos conseguí follarle desde arriba, y que me follará a cuatro patas, a el le encantaba mi culo, no es que tenga un culo de diez, pero es bastante gordito y redondo, lo que llaman un culazo, y ya se sabe como le gustan a los tíos estos culos para follar a cuatro. Eran cerca de las 5 de la madrugada y acabamos reventados de follar y nos quedamos dormidos. A las 11 de la mañana me despertó con besos en el cuello, había que dejar el hotel a las 12:30 y el quería un polvo de despedida, después de esos besos lamió mi coño y sin darme opción a chuparle la polla me empezó a follar desde arriba, después me levantó en vilo y me folló a un ritmo frenético, el placer era inmenso, tras varios minutos de repente la sacó y me puso de rodillas frente a la cama, me metió la polla en la boca y después de una mamada de cerca de un minuto sacó la polla y se corrió en mi cara, dejándome toda la cara y el pelo lleno de leche, me tuve que duchar entera porque estaba asquerosa después de follar tanto y de semejante corrida. Al salir del hotel me dejó en mi casa y no volvimos a hablar mas en todo el fin de semana..
Al llegar a casa pensé en todo lo que había pasado con Wilmer, y era increíble lo guarra que me había vuelto desde mis encuentros con Fran. Antes de estar con Gabriel solo había follado con un tio, y fue bastante mediocre, el típico polvo para perder la virginidad y poco más..