Un giro a mi vida. Parte 22

Un golpe de realidad a Fran

Entramos en Octubre de ese año. Un mes sin saber nada de Fran. Al menos por él, porque Rober y su madrastra Mar, me habían contado que estaba en una situación muy jodida.  Apenas salía de casa para trabajar, se había quitado toda red social y contacto con el mundo. Tenía ya móvil, se hizo un duplicado pero no tenía Whatsapp.

Una mañana cuando salí a desayunar fuera de la oficina, me decidí a llamarle. Imaginé que estaría trabajando y así no corría ningún peligro de que estuviese con María. Fran trabajaba de comercial, le pegaba mucho ese puesto. Le llamé pero no me lo cogía. Imaginé que no querría hablar conmigo, pero aproximadamente a los cinco minutos me llamó. Estaba muy serio y no parecía él, me contó que estaba viviendo un infierno y que María lo machacaba a diario. Yo le recomendé dejarlo. Pero el tenía mucho miedo a eso, llevaba mucho tiempo con ella, alrededor de 15 años, y eso le hacía tener mucho apego a ella. Aún en esa situación, la conversación con él acabó más animada e incluso me dijo que intentaría algun día venir a verme.

Recuerdo que una noche entre semana en aquel Octubre mientras dormía acompañada de Wilmer en mi piso, y después de haber follado con la dureza que me follaba Wilmer que yo caía reventada de cansancio, aproximadamente a la 1 de la mañana sonó el teléfono fijo de mi piso, porque el móvil lo tenía en silencio. Me levanté a cogerlo rápidamente, mientras Wilmer se despertaba del susto. Era Fran...

  • "Sara"

  • "Dime Fran, que susto!!"

  • "Perdona, te estaba llamando al móvil pero no lo cogías, tengo un problema, Maria me acaba de echar de casa, estoy en la calle con lo puesto, se ha puesto muy nerviosa e incluso ha llamado a sus padres y les ha contado todo, y les ha faltado echarme a palos, no he podido ni recoger mis cosas. ¿Te importaría que me fuese a dormir a tu casa?

  • "Pues mira Fran estoy acompañada, lo siento"

Me llené de orgullo, la verdad es que en parte por enterarme de que iba a visitar constantemente a Claudia a Salamanca, me había dolido mucho. Me dieron ganas de decirle vete a Salamanca, pero no quisé hurgar en la herida. Le podría haber dicho que viniese, porque Wilmer no es mi novio ni nada, y a Wilmer le da igual lo que hago en mi vida privada, igual que a mi lo que hace él.

  • "Nada no te preocupes pues llamaré a Rober o me subo a la sierra a casa de mi padre" dijo Fran

  • "Lo siento de verdad, mañana te llamo y me cuentas bien"

  • "Vale venga Chao"

Y colgamos. Me costó dormirme la verdad. Eran casi las 3 y no dejaba de pensar en él, ya he contado durante esta historia que no me conseguía enamorar de nadie, ni de Martín, ni de Wilmer que actualmente era con los que quedaba habitualmente. Pero con Fran había algo especial. Que me sacase de esa vida de monotonía que tenía, y esos primeros polvos con él, follándome el culo o echándome la leche en la cara, lo cual eran cosas que yo ni había pensado en hacer en la vida me habían marcado. Por supuesto todo eso llevó a ser quien soy ahora, a ser una chica liberal que ha probado decenas de pollas de todos los tipos e incluso tenido alguna relación con otras mujeres..

Al día siguiente le llamé, y me dijo que había dormido en casa de Rober, aún viviendo Rober con su novia y siendo amiga de María le habían dejado dormir allí. Y que María le había llamado esa misma mañana para que avisase a sus padres para recoger sus cosas de la casa. Fran y María vivían por la zona norte de Madrid cerca del Santiago Bernabeu en un piso del tío de María. Estaba claro que al que le tocaba largarse era a Fran. Esa misma tarde la madre de Fran que vivía en Toledo, y el padre que estaban divorciados tuvieron que ir a dar la cara y recoger sus cosas del piso. Según me contó Fran, los padres de María y un hermano de ella casi agreden incluso a los padres de Fran de la rabía que tenía contenida contra él. Me estaba sintiendo mal por Fran. Yo había sido participe de todo ese juego, aunque en realidad no tenía nada de culpa.

Ese día al estar mucho en contacto con él y sintiéndome mal le dije que viniese a mi casa, y que incluso si quería pasar unos días allí hasta que se buscase algo no me importaba. Y así fue. Esa noche recuerdo que bajamos a cenar a un restaurante, y al subir se metió al baño a duchar. Ni cinco minutos habían pasado y me abordaron mis ganas de follármelo, y no me lo pensé, como habitualmente ya os he contado que no pensaba nada. Entré en la ducha y estaba de espaldas, le agarre la polla desde atrás y le empecé a besar la espalda mientras se la maneaba fuerte mientras se iba poniendo dura . Después se dió la vuelta y nos fundimos en un abrazo apasionado mientras nos besábamos con lengua y mucha pasión cayéndonos el agua de la ducha por encima, después me puse de rodillas y le chupé la polla. Cuando la tenía muy dura, me levanté y estaba cachondísimo, me levantó en brazos y me la metió hasta el fondo. Noté su leche muy caliente dentro de mi.

Al salir de la ducha nos acostamos, y me estuvo contando bien todo lo de María, durante ese mes y poco que convivió con ella desde el chivatazo de Claudia me dijo que María le decía que como podía follar conmigo que yo era muy joven para él, y que era una enana. Y que María le pidió mi teléfono para llamarme. Pero claro él no se lo dió.

Después y aunque al día siguiente teníamos que trabajar, seguimos charlando. Le reproché lo de Claudia, y se excusó diciéndome que es que ella lo estaba pasando mal y que por eso empezó a ir tanto a Salamanca etc.. Acabé confesándole que sentía algo por él. Me sentía estúpida incluso mientras se lo contaba, le dije que me había follado a muchísimos tios, y que me encantaba el sexo, pero que el que era especial. Me quedé liberada a la vez que me sentía estúpida.

Fran me dijo que eso venía por haber sido el tío con el que engañó a Gabriel. Recuerdo que tras decirme eso volvimos a besarnos con mucha pasión, me quitó el camisón que llevaba y bajó a comerme el coño. Como me lo comía!! Qué placer!! Volvimos a follar duro, me destrozó a cuatro y sacó la polla para correrse en mi espalda. Después nos quedamos dormidos.

De repente los días pasaban y empezábamos a convivir como una pareja, pero con mucho sexo. No me molestaba para nada que estuviese en mi casa, de hecho empecé a sentir la necesidad de no quedar con Wilmer ni con Martín. El de vez en cuando me decía que estaba mirando pisos y yo le decía que con tranquilidad y que no tuviese prisa. Estaba muy a gusto con él, hacíamos sexo continuamente, en el salón, en la ducha, en la habitación, y a veces sobre la encimera de la cocina.

Llegó Noviembre, ya llevaba más de tres semanas conmigo viviendo.

Un día me escribió Gabriel. Desde el día que vino a mi casa a ver como me follaba Wilmer no le veía. Con confianza le conté mi situación actual y que Fran vivía conmigo, y él en un ataque morboso me dijo que si quería un día se acercaba a vernos mientras follábamos. Yo no le dije que no, sinceramente me ponía muy cachonda esa situación con Gabriel y me hacía sentir bien, tras estar durante un tiempo pensando que le había hecho mucho daño y cosas así. Si hay algo que me preocupaba tras dejarlo con Gabriel era que él lo pasase mal, aunque me desenamoré de él era una persona que quería mucho. Ahora conociendo esta faceta de morboso, me ponía mucho. Pero claro la situación era curiosa, me iba a ver follar con el tío por el cual le dejé y que me hizo cambiar de vida. Recuerdo que se lo puse en el Whatsapp:

"Pero a ver Gabri, que es Fran, que encima le conoces, no se lo mismo te es incómodo" Y me dijo que no que al revés, que incluso le daba más morbo.

Al llegar esa tarde a casa se lo dije a Fran, y en principio no lo entendió mucho. Se quedó alucinado;

  • "Pero a ver Sara que este tío ha sido tu novio, y yo he cenado con él en casa de mi padre, y ahora que va a venir a pajearse mientras te follo"

  • "No se a el le da placer, y a mi me da morbo la situación, jope que nunca te pido nada"

Finalmente Fran aceptó.

Ese fin de semana me quedaba en casa y Gabriel podía venir. El sábado por la mañana vino. Recuerdo que Fran aun estaba dormido, abrí la puerta y le di dos besos.

"Vente en silencio a la habitación que le voy a despertar con una mamada" le dije a Gabriel.

Y así fue, Gabriel se quedó sentado en la silla frente a la cama donde ya contempló el polvo con Wilmer, yo levanté un poco la persiana para que se viese todo bien. Bajé poco a poco y fui chupando la polla de Fran y despertándole mientras me acariciaba el pelo, de repente se percató de que estaba Gabriel allí ya. Se quedó sorprendio pero no dijo nada. Después con Fran ya despierto y la polla como un roble empecé a cabalgar sobre él, votando mucho para que Gabriel viese la penetración. Después me puso a 4 patas mirando para Gabriel que se sacudía la polla fuertemente mientras nos miraba. Y después me la metió por el culo.

  • "Sara me dejas metértela por el coño, quiero verte con dos pollas" dijo Gabriel mientras Fran me follaba el culo

  • "Venga ven aquí y ponte debajo" le dije yo muy cachonda

Al momento Fran sacó la polla de mi culo y la dirigió hacia mi cara corriéndose en la cara y el pelo, a solo unos centímetros de la cara de Gabriel que estaba debajo mía.

Me quedé follando un poco más a Gabriel que se corrió en mi coño por fuera, mientras Fran se iba a la ducha.

Cuando acabamos ya después de limpiarnos nos fuimos al salón. Allí Fran y Gabriel empezaron a hablar. Y aunque pueda parecer incómodo trataron todo con mucha naturalidad.

  • "A ver Fran, yo a ti no te voy a reprochar nada, tu no eras mi amigo, sinceramente yo hubiese hecho lo mismo que tu"

  • "Me alegro que piensas así tío. Porque yo contra ti no tengo nada, simplemente me gustó tu novia, y me la quería follar" dijo Fran

  • "Normal, es que está buenísima. La pena es que no me dijese a mi que era liberal, pero cuando estábamos juntos era más sosa"

  • "Bueno bueno que tu no eras aquí un portento del sexo eh" le contesté valientemente mientras ellos dos reían.

Al cabo de un rato Gabriel se fue...