Un giro a mi vida. Parte 18

La playa y yo. Sara, jovencita madrileña

Ya era 20 de Agosto, y yo partía para la playa, me iba a la costa de Cádiz 8 días, yo sola como os dije antes, tenía ganas de una desconexión total, siempre había ido con Gabriel o con mi familia de vacaciones, pero quería sentir como era ir sola, evidentemente allí para estar bien y feliz tendría que conocer gente y follar, pero con paciencia sabía que llegaría. Reservé en un hotel bastante bueno en la zona. Ya al llegar ese Lunes, el recepcionista que me atendió, un chico de unos 35 años, moreno, alto y bastante atractivo, se extrañó de que fuese allí sola, mientras me cogía los datos para darme la llave de la habitación:

  • "¿Y que te trae por aquí sola?" dijo

  • "Pues nada, a disfrutar y a desconectar"

  • "Pues si quieres que te recomiende algún sitio, aquí estoy disponible para ti"

Él intentaba ligar, pero lo hacía con disimulo, puesto que detrás de mi, había más gente esperando a que le diesen la llave.

Subí a mi habitación y me encantó, aparte de ser grande y acogedora, tenía una cama inmensa, un baño con jacuzzi, y unas vistas increíbles al mar. Lo primero que hice fue dejar todo sin colocar, y coger de mi bolso el bikini y una toalla que llevaba preparada, y me bajé a la playa. Estaba muy relajada allí leyendo, tomando el sol y bañándome de vez en cuando. Pero es cierto que no podía dejar de pensar en tener sexo. El tener una situación tan propicia con una habitación así, y estar de vacaciones, sin nada que hacer, y sin compromiso con nadie me hacían pensar una y otra vez en pollas. Me iba poniendo cada vez más cachonda, miraba a mi alrededor, y de repente se acercó a mi un chico que por el acento deducí que era italiano. Comenzamos a charlar y me dijo que estaba por allí de vacaciones, se llama Vicenzo. Había ido con un grupo de amigos que estaban a unos metros en otra toalla y le extrañó verme sola. El chico y sus amigos parecían sacados de un anuncio de colonias, eran altos, morenos y todos estaban definidos.

Tras un rato hablando sobre las típicas chorradas que hablas al principio para conocer a alguien, me invitó a ponerme con ellos en su toalla, los amigos eran muy simpáticos aunque había muchas cosas que no les entendía, puesto que hablaban en italiano. Vicenzo sabía español aunque había algunas palabras que conjugaba mal, había estado trabajando en Barcelona cerca de un año me contó.

Entre risas pasó la tarde y en los baños me cogía y me hacía bromas, y en una de las veces jugando con las olas, me hizo una aguadilla, y al levantarme me abrazó con mucha pasión y me besó, yo le seguí, no me importaba demasiado que le acabase de conocer. Recuerdo que nos tiramos cerca de un minuto besando apasionadamente con lengua, mientras las olas nos bañaban. Al acabar le dije que porque no nos íbamos a mi hotel. Posiblemente era de ser muy lanzada, pero no había tiempo que perder.

Él se alojaba en otro hotel de la zona, y se despidió de sus amigos, mientras ellos nos ovacionaban entre risas mientras toda la playa nos miraba.

Llegamos a la habitación entre besos en el ascensor y magreos a mi culo y mis tetas, yo también le había tocado el bulto del pantalón por fuera. Apenas entramos en la habitación y ya estaba de rodillas chupándole la polla y los huevos con mucha pasión.

No entiendo muy bien que ocurrió, pero cuando no llevaba ni un minuto con su polla en la boca de repente me atraganté con su leche. ¡Se había corrido ya! Pero como es posible me dije a mi misma. Tras limpiarme su corrida salí del baño y me estaba diciendo que no entendía que le había pasado, que el no se corría tan rápido etc.. Y yo pensé a mi esto no me lo puedes hacer. Pero esperé y nada eso no se levantaba, casi una hora después de emplearme a fondo, chupándosela, restregándome y besándole desistí. La situación fue incómoda, me dijo que por favor le llamase, y le dije que si, curiosamente no me había dado su teléfono pensé al rato. Pero me daba igual. Menuda decepción.. Al final de la tarde se fue.

Me bajé a darme un baño a la piscina antes de ir a cenar. Como tenía media pensión iba a cenar en el hotel, y comer comería cualquier cosa por la playa o el paseo marítimo. Esa noche como había madrugado tanto, decidí irme pronto a la cama y no salir.

A la mañana siguiente me desperté, desayuné, y me fui a correr por el paseo marítimo, no soy una chica que esté gorda, pero si tengo tendencia a engordar, y además no es que sea delgada, por eso procuro cuidarme y hacer algo de deporte. Hice cinco kilómetros, y volví al hotel. Me duché y me fui a la playa. Era Martes, y se me acercó una pareja que había visto anteriormente en el hotel. Se llamaban Nacho y Vanessa, tenían 29 y 27 años y eran de Córdoba, el era rubio, bastante bajito no mediría más de 1,65, pero estaba cuadrado, hacía crossfit, y tenía un torso increíble y muy atractivo, ella era morena más alta que él, como de 1,70, tenía buenos pechos, no tanto como yo, pero si tendría una 95, y como era delgada la destacaban aún más.

  • "¿Estás en el hotel? Dijo ella, como pregunta un poco absurda para entablar conversación

  • "Si"

  • "Y ¿Has venido sola?"

  • "Si, tenía muchas ganas de desconectar, y relajarme"

  • "Pues bien que has hecho" dijo Nacho.

Entablamos conversación durante toda la mañana, hicimos muy buenas migas, y su forma de ser me encantaba, incluso Nacho se fue a por unos tintos de verano al chiringuito que había a unos metros, mientras nosotras nos quedamos tomando el sol y charlando. Después nos fuimos a comer.

Cuando llegué a mi habitación esa tarde, después de haber estado con ellos todo el día, mi pensamiento era claro, ojalá quieran un trio conmigo, porque el físico de ambos me encantaba, pero claro no todo el mundo es como yo, pensé, y además en ningún momento ellos me habían dado pie a pensar eso, ni tampoco había salido el tema de sexo ni nada de eso, ellos se notaba que querían hacer migas con alguien, y que eran gente muy sociable.

Cené con ellos en el hotel, y allí salíó el tema de que yo me iba a ir a correr todas la mañanas, para intentar no coger mucho peso.

  • "Pues yo también salgo a correr todas las mañanas" dijo Nacho

  • "Pero seguro que tu vas más rápido que yo" dije de manera que no pareciese que me quería ir a hacer deporte con el chico para que Vanessa no pensase mal.

  • "No te creas, yo en el gimnasio si, pero para correr soy un paquete. ¿Sobre que hora te vas?"

  • "Sobre las 8 porque luego hace mucho calor" respondí un poco cortada porque pensé que a Vanessa la podía molestar

  • "Joder pues vete con ella, que es la hora que te sueles ir tu, a mi déjame en paz en la cama y no hagas ruido al levantarte" dijo Vanesa entre risas

  • "Venga pues mañana te espero en la recepción a las 8" dijo Nacho

Cenamos, y me despedí de ellos que se iban al espectáculo de animación del hotel, y yo me fui a dar un paseo por el paseo marítimo. Tenía una sensación rara con ellos, por un lado me parecían gente genial con la que entablar una buena amistad, pero en mi cabeza el sexo siempre estaba presente. Mi vida había dado un giro de tales proporciones que en ningún aspecto de la vida podía estar sin sexo o sin pensar en ello. Me tomé un helado en una terraza frente al mar, y me fui a acostar.

Me desperté y bajé a recepción, allí estaba Nacho, con un pantalón corto de correr, que apenas le tapaba como si fuese un calzoncillo, y sin camiseta, con un brazalete para llevar el móvil, y unas deportivas de running. Estaba bastante bueno como dije antes, y la verdad es que no paraba de mirarle el torso. Yo llevaba un sujetador deportivo, que me marcaba mucho las tetas puesto que las tengo muy grandes, y una malla deportiva corta. Nos fuimos a correr, yo marcaba el ritmo, y el aguantaba bien, se notaba que el iba por debajo de su ritmo. Hicimos unos tres kilómetros y llegamos al puerto, allí descansamos un rato mientras estirábamos.

  • "Pues aguantas bien y tienes buen ritmo Sara"

  • "Si, la verdad es que cada vez me noto mejor, cuando empecé a correr no hacia ni 500 metros"

  • "Todo es ponerse" me sorprendió como lo dijo mientras me miraba descaradamente el pecho

  • "Pues si"

  • "¿Y como que estás soltera?" Nacho se iba animando, esta pregunta evidentemente delante de Vanessa nunca la hubiese hecho pensé

  • "Pues mira, tuve novio mucho tiempo, y estaba muy cansada, y ahora soy mucho más feliz soltera sin nada serio" no me corté al responderle

  • "Yo por un lado te envidio, porque poder hacer lo que quieras y quedar con quien te apetezca es muy tentador, pero por otro lado al final necesito una mujer a mi lado"

  • "Yo antes pensaba así, que necesitaba alguien a mi lado todo el rato, pero durante este año que llevo soltera, me he dado cuenta de que no"

  • "A mi me cuesta mucho ser fiel, me gustáis mucho las tias" dijo riéndose

  • "Claro que cuesta ser fiel, yo a día de hoy no creo que lo pudiese ser" yo seguía sin cortarme en mis respuestas y cada vez estaba más cachonda.

  • "¿Y tu Sara aquí no has venido con idea de conocer a algún tío o algo"

  • "Yo siempre estoy abierta a todo"

  • "Me estoy poniendo un poco cachondo, para que te voy a engañar"

  • "Pues tampoco te he dicho nada para eso eh" Le contesté riéndome

  • "Mañana en vez de correr, porque no quedamos en tu habitación?" Me quedé alucinada con que me dijese esto

  • "Y Vanessa?"

  • "No se tiene porque enterar"

  • "¿Y si se viene ella también?" Tiré la ficha a ver si caía el trio.

  • "¿Ella? , ¿Que sugieres?, ¿Un trio?

  • "Pues no estaría mal" le dije riéndome

  • "Vanessa en la vida haría algo así, y solo proponérselo me mandaría a la mierda, olvídate, ¿Que pasa que te gustan las tias también?"

  • "Digamos que no me disgustan, aunque soy hetero"

  • "Pues no, olvídate. Vanessa jamás haría algo así, de verdad, la opción es quedar nosotros"

  • "Pero tío, a mi me da corte eso, no es que Vanessa sea mi amiga de toda la vida, pero joder la conozco desde ayer y me ha caído muy bien, y luego la situación con ella seria muy incómoda"

De repente y casi sin acabar la frase me empezó a besar en medio del puerto. Su besó me puso muy cachonda, y le respondí metiéndole la lengua entera, y en un beso con lengua que duró más de un minuto, mientras me agarraba el culo.

  • "Mira son las 9 menos 20, Vanessa se despierta sobre las 10, tenemos unos 20 minutos corriendo al hotel, y podemos estar una hora en tú habitación" dijo Nacho

  • "Venga vale" respondí con el coño empapado

Corrimos todavía más rápido que para ir hasta el puerto. Llegamos al hotel, y nos separamos por miedo a que nos viesen subir juntos o a que incluso Vanessa se despertase antes de lo que solía hacer.

Subí primero y le esperé, a los tres minutos tocó mi puerta. Según le abrí empezamos a besarnos apasionadamente. Me quitó el sujetador deportivo, y dejó mis tetas al aire, no podía dejar de lamerme las tetas, después me quité la malla y las bragas y me quedé completamente desnuda, me tumbé sobre la cama, y empezó a comerme el coño de una forma que me encantó, lamiendo cada parte de él despacio. Después le quité el pantalón corto, y tenía una polla bastante normal de unos 15 centimetros, que después de otras que me he follado a primera vista fue decepcionante. Le besé su torso, a la vez que jugaba con su polla, y después le hice una buena mamada, con cubana incluida ya que le gustaban mucho mis tetas. Después me puso sobre la cama a cuatro y me empezó a dar muy fuerte, mientras me decía que era una zorra y cosas así. Él estaba desatado y gemía muchísimo.

  • "Quiero follarte el culo, Sara" dijo mientras me daba a cuatro

  • "Inténtalo pero despacio"

A día de hoy y habíendome tragado pollas gigantes por el culo, e incluso dobles penetraciones una polla como la de él por el culo no suponía nada.

Me la empezó a meter poco a poco y al final se acabó corriendo dentro de mi culo.

  • "Joder Sara, que polvazo tia" dijo mientras terminaba de correrse

Me fui a duchar mientras él me observaba desde fuera. El no se iba a duchar porque Vanessa sospecharía claro. A las 10 en punto se fue. Quedamos en vernos luego en la playa, aunque para mi la situación sería incomodísima después de haberme follado a Nacho. Un rato después decidí irme a una zona un poco más alejada de donde irían ellos. Aunque luego me los encontraría y les pusiese cualquier excusa, pensé.

Por la tarde me encontré a Vanessa subiendo al hotel desde la playa.

  • "¿Pero donde has ido hoy Sara? que no te hemos visto"

  • "Es que ha venido una amiga que veranea en el pueblo de al lado" me inventé

  • "Ah vale, es que me ha parecido raro, de todas formas me tienes que dar tu teléfono"

  • "Si apunta"

  • "Pues Nacho se ha ido a duchar antes y yo me he quedado un rato más en la piscina del hotel, ¿Que tal el running esta mañana?"

  • "Muy bien, Nacho está en mejor forma que yo" respondí mientras imaginaba a Nacho follandome el culo en mi habitación

  • "Pues nada mañana otra vez, a mi ya le he dicho mientras no me despiertes cuando te vayas" respondió riéndose.

Y yo claro pensando, si tu supieses lo que hacíamos mientras tu dormías.. La verdad es que soy tan zorra que hasta esa situación me ponía cachonda. Son cosas que jamás me imaginé que podría llegar a ser, pero lo soy.

Llegúe a mi habitación y en el teléfono tenía un whatsapp de Fran. Me decía que por favor había que planear una quedada antes de su boda. Decidí no contestarle todavía. A Fran siempre le daba todo hecho, y ahora me quería hacer de rogar un poquito.

Bajé a cenar con Nacho y Vanessa, la verdad es que al principio fue muy incómodo para mi, pero después la situación se fue normalizando. Vanessa era un encanto de chica, y ni se podía imaginar lo que había pasado. Después de cenar, ellos se fueron a tomar unas copas al bar del hotel, volví a quedar con Nacho a las 8 de la mañana en la recepción del hotel para el día siguiente, y yo salí un rato a tomarme algo