Un giro a mi vida. Parte 14
Continuación de la vida de Sara, una joven madrileña
A Gabriel hacía casi un año que no lo veía, le había borrado de todas las redes sociales, incluso le había bloqueado de Whatsapp, y la verdad es que apenas me acordaba de él, salvo para comparar mi vida con la que tenía con él.
Hacía un año pensaba que era el hombre de mi vida, con quien me iba a casar, e iba a tener una vida monótona y aburrida como la que tiene todo el mundo. Pero el cruzarme con él me dejó bastante pensativa. Gabriel disimuló para no saludarme, y la chica parece que no se dió ni cuenta de que yo era la ex de Gabriel. A saber si la había hablado de mi alguna vez, pensé.
Los días siguientes de mi llegada de Ibiza, al volver al trabajo empecé a mirar las redes sociales de Gabriel, más bien lo que tenía público, y descubrí que efectivamente era su novia, se llamaba Marta, era una chica gordita, bastante alta, morena, con la espalda ancha y poco pecho, pero era atractiva a su manera y bastante guapa. Gabriel estaba mucho más gordo, siempre había sido un poco gordito, pero ahora estaba ya con una barriga bastante más hinchada que hacía un año, y también se le notaba en la papada. Aunque era alto pesaba algo más de 100 kilos. No se porque pero sentí muchas ganas de escribirle y así hice. Como ya he contado antes, desde que cambié de vida no me quedaba nunca con ganas de nada. Me podía arrepentir de cosas que había hecho, pero nunca de cosas que no había hecho.
Le desbloqueé y me contestó en poco tiempo, y rápido se empezó a interesar por mi vida actual. Yo le dije que mi vida había cambiado mucho, pero que no le iba a contar mi vida privada por el Whatsapp, y le insté a quedar un día para comer o cenar. Él me dijo que llevaba unos meses con Marta, y que estaba bastante bien con ella, incluso estaban pensado en irse a vivir juntos. Sinceramente no me apetecía follármelo porque físicamente no me atraía, pero sentía muchas ganas de verle porque fue alguien a quien quise mucho, y reconozco que también influyó mucho el verle con otra chica.
Quedé con el una tarde después del trabajo. Me invitó a tomar algo en una terraza por mi barrio y allí entre cerveza y cerveza me fui sincerando. No le dije evidentemente que le puse los cuernos con Fran, Wilmer y Víctor, pero si que me había follado a Fran al que él conocía y a otros tantos después de dejarlo con él. El al principio reaccionó muy mal e incluso se enfadó. Imagino que habiendo conocido a Fran anteriormente se sintió un poco estúpido y en parte lo entiendo. Pero no mucho después empezó a hacerme preguntas sobre el sexo que había tenido, y a ponerse muy cachondo, le encantaba curiosear, e incluso me hacía preguntas íntimas. A mi me sorprendió bastante, nunca pensé que Gabriel fuese morboso y menos para saber cosas sobre mi porque pensé que le iban a doler.
Gabriel tenía muy buena polla y se le notaba muchísimo la erección en la bermuda que llevaba puesta. La situación era rara pero yo sentí un gran alivio. Porque lo único que me había hecho sentir algo mal durante este tiempo era pensar en que había hecho daño a alguien con toda esta historia. Y ahora le veía con morbo hacia mis relaciones preguntándome, y encima tenía novia.
Gabriel se empezó a acercar a mi, y me besó, yo al principio me quité, pero después me dejé llevar, entre morreo y morreo me susurraba al oido que quería follarme, y que fuésemos a mi casa. Y eso hicimos,
Ya en mi casa tras besarnos aproximadamente durante cinco minutos, me empezó a quitar un vestido veraniego que llevaba y a comerme las tetas, me puso muy cachonda.
Le hice una mamada mientras estaba de pie en el salón, y después echamos un polvo con mucha pasión, Gabriel se seguía moviendo bien pese a que estaba bastante gordito. Mientras cabalgaba encima de él me preguntó:
"Sara en este tiempo ¿Te la han metido por el culo?"
"Pues claro, y varias veces, e incluso he hecho doble penetración"
Creo que al segundo se corrió entero dentro de mi coño, me lo llenó de leche. Noté que le ponía muy cachondo escuchar que me follaran y mis anécdotas sexuales desde mi ruptura con él. Al acabar de follar y ya en la cama desnudos,me dijo que yo me había portado muy mal con él, y que lo había pasado muy mal pero que saber mi vida sexual le había puesto muy cachondo, y me dijo que no se fiaba de lo que le había contado de que nunca le puse los cuernos. Que le dijese la verdad, pidiéndomelo por favor y muy serio.
Imagino que las cervezas y la confianza en la que estábamos en la cama me llenó de fuerzas y le conté la verdad, desde la primera noche que follé con Fran hasta todo lo que ocurrió después. Me sorprendió su reacción, en vez de enfadarse o echarme todo en cara, me dijo que si hubiese confiado en él, hubiésemos tenido una relación abierta, lo cual me dejó bastante desconcertada. En mi relación con Gabriel nunca se mencionó el tener una relación abierta, ni hacer un trio, ni el incluir a terceras personas. Me pareció que no le conocía, o que estaba fingiendo, pero lo hacía muy bien porque parecía que disfrutaba escuchando mis vivencias sexuales.
Nos despedimos en la puerta con un beso y se fue. Y de repente todos los días posteriores me escribía, e incluso me proponía hacer videos sexuales y mandárselos. Yo no accedía, pero como me resultaba tan pesado interrogándome, un día le quise poner a prueba.
Estábamos a finales de Julio, y en Agosto me iría todo el mes de vacaciones, mi plan era irme una semana a Tailandia con Martín y después me iría al pueblo de Mónica a pasar una semana con ella, y finalmente a la playa yo sola y a la aventura, como os contaré luego. Por tanto iba a quedar con Wilmer para despedirme de él hasta después de las vacaciones, y quería que Gabriel viniese y nos viese mientras follábamos, iba a ser cortante si, pero si tanto deseaba verme follando, que mejor que en persona, y con la polla más grande todas las que me follaba. Además que Wilmer no tenía reparos en ello.
Le conté la situación a Wilmer, y el como era de esperar no tuvo ningún problema, Gabriel accedió a venir casi sin pensarlo aun sin saber a quien me iba a follar delante de él, y allí un Miércoles por la tarde les esperé en mi casa. Primero llegó Wilmer, que según entró ya me quería follar, yo le rechacé hasta que llegase Gabriel, para que nos viese desde le primer momento. Al poco rato llamó Gabriel al telefonillo, subió, y al entrar se quedó bastante sorprendido de ver allí a Wilmer, un tío grande y negro.
Se saludaron dándose la mano fríamente, y cogí de la mano a Wilmer, siguiéndonos Gabriel. Yo llevaba un camisón de verano, y debajo solo el tanga. Tiré a Wilmer sobre la cama, y me puse encima de él, observé de reojo que Gabriel se sentaba en una silla que había frente a la cama. Empecé a restregarme sobre Wilmer y después le quité la camiseta y el pantalón, fui bajando lentamente chupando su pecho, hasta su calzoncillo, le empecé a tocar la polla, por fuera del calzoncillo, poniéndose cada vez más dura y gorda, ya se oía como Gabriel se la machacaba mirando como ese negro se iba a follar a su pequeña e inocente ex novia. Empecé a chuparle la polla lentamente y de cara siempre a Gabriel, su cara era de disfrute máximo. Después tras comerme bien el coño, Wilmer me puso a cuatro patas mirando hacía Gabriel. Sus caras eran de placer máximo, me sorprendía muchísimo que a Gabriel se pusiera eso pero estaba poseido. No me había terminado de follar Wilmer a cuatro patas cuando Gabriel se levantó, y acariciando un poco su polla sobre mi cara me la llenó de leche.
Solo de verme follando con otro se había corrido. Wilmer tampoco tardó mucho y me volvió a echar su leche sobre la leche de Gabriel, recuerdo que apenas veía, ambos me habían soltado una buena ración de leche por toda la cara.
Mientras me duchaba para quitarme toda le leche de la cara y el pelo, Gabriel entró al baño y se despidió de mi. Solo dijo que por favor había que repetir, que me quería volver a ver follando con otro. Wilmer se quedó todo el día follando conmigo sin parar como siempre.
Mi situación era surrealista, había follado con muchísimos tios, pero al margen de eso, me acababa de follar a Wilmer delante de mi ex. A veces pensaba que era una locura, pero a mi me encantaba. Era feliz con mi nueva vida. Y ahora más tras incluir a Gabriel en ella. Siempre he pensado que a todos los tios les da morbo ver a su novia o ex como en este caso, follar con otro.
Por fin habían llegado las vacaciones de agosto, y no iban a defraudar claro..