Un finde en mi casa de playa
Decidí darme una escapda para la casa en la playita, y allí, busqué al chico Wilder... aquel joven que limpia la maleza y ensucia divinamente mis agujeros !!
Un fin de semana, decidí irme solita a mi casa de playa, mi esposo estaría muy ocupado así que me di mi escapadita. Al llega, revisé la casa, busqué gente para hacer unas reparaciones, pagué los ervicios, en fin, puse todo a tono excepto el monte que eataba crecido. Inmediatamente recordé a Wilker, el chico moreno con quien tuve una aventura hacía ya un tiempo. Me decidí a ubicarle, rogando aún estuviese en el pueblo, pregunté y pregunté hasta que llegué a su hogar. Allí salió el chico, se sorprendió gratamente al verme y yo igual. Sin embargo, ambos sabíamos que había que conservar apariencias.... le dije que si estaba disponible para ir a cortar el monte en mi casa, a lo que me dijo que si. Lo invité a subirse a mi camioneta y enrumbamos hacia la casita playera:
-Caramba señora, qué bueno verla de nuevo, hacía más de un año desde la vez que estuve por su casa y, usted sabe....
-Jajaja, si nene, había venido en otras oportunidades pero siempre con mi esposo, amigos, etc. Por ello no te había buscado antes, pero ya ves, acá estamos....
-Guaoo sip, me siento feliz de verla, y está usted muy bella, muy hermosa!
-Aaayy, qué lindo mi amor, ven, un besito.... - Se aproximó y le di un beso rapidito de lengua al joven.
-Uff mi señora, qué divino beso, ya se me puso como piedra mi pene.... recordé lo vivido con usted, uuu, qué rico!
-Siii? ayy dioss, pero qué bien.. a ver, muéstarme qué tan parado está tu pene!
El moreno sacó su verga mientras yo conducía, recordé cuando la tuve para mí en aquella ocasión.... detuve la marcha y me aproximé a su verga tiesa con mis labios, dándole un besito sobre su ya mojadito glande, el cual se mostraba generoso tras retirar el prepucio. El chico contrajo su vientre, emitió un quejido de calentura, y quiso que se la mamara allí mismo, pero le dije que era riesgoso y que esperara hasta llegar a la casa. Una vez allí, bajamos y le enseñé lo alto del monte, me dijo que se pondría de inmediato a cortarlo pero lo interrumpí:
-Hey, traquilo papacito, ya tendrás tiempo, pero ahora entremos y terminemos algo que deseamos que haga esta loba hambrienta, jajaja.
-Jajaja, usted y sus cosas.... Bien, pasemos que yo estoy que acabo ya!
-Qué edad tiene ya, Wilker? te conocí de 17, mmm....
-Eeeh, tengo 18 y pico mi bella damisela. Los cumplí hace dos meses!
-Aahhh, entonces te debo tu regalooo, jajaja!
Apenas entramos y cerramos la puerta, el muchacho se desvistió como un rayo. me dio un poco de risa eso, pero al verlo empelotado pues la temperatura me subió a mil grados. Le dije que se sentase en el sofá, que no se tocara el miembro para nada pues sabía que estaba de a toque por chorrearse. Empecé a desnudarme haciéndole un stripper muy sensual, el chamaco se desesperaba, sus ojos se desorbitaban y me pedía me acercase a él, poco a poco y con movimientos seductores llegué al sofá, le di la espalda y con mis nalgas me aproximé a su verga dura, se la froté con mis pompas y para mi sorpresa, Wilker se vino descargando en mis posaderas y muslos su leche hirviente. Me dio algo de rabia su pronta acabada, pero sabía que por su vigor y juventud pronto se repondría, además, era lógico que se viniese rapidito, producto del morbo y excitación extrema. Bañada de leche, me senté sobre sus piernas, nos acariciamos y magreamos mucho, beso y chupó mis tetas con devosión, lo que me provocó mi primer orgasmo, mmmm. Me acosté en el mueble mientras el chamaco se delitaba viéndo mi figura, luego me recorrió todita a punta de besos, de mordisquitos.... Llegó a mis pies los cuales besó y lamió, causándome placer y cosquillitas divinas, ya estaba hecha un mar de sensaciones, así que le pedí me chupara también la vagina. Así lo hizo, recorrió mis contornos, mis labios vaginales, yo me retorcía de gusto.... Puso sus labios de negro, gruesos y algo quemados por el sol sobre mi clítoris y me lo succionó hasta hacerme explotar en un ultra orgasmo de película. Se acostó sobre mí para frotarnos cuerpo con cuerpo como dos piedas buscando encender el fuego de la pasión, allí le pedí que se diese vuelta para entonces ser yo quien recorriese su delgada y fibrosa anatomía a punta de besitos y succionadas.... Su pene estaba otra vez erguido, imponente, así que me llegué con las manitas y boca hasta él para prodigarle mi mejor y más audaz repertorio. Lo olfateaba, lo envolvía como chupeta con mis labios y lengua, le daba apretoncitos a sus testículos hasta empezar a chupárselo con total entrega, como hago yo con un rico y exquisito palo:
-Mmmggghh, mmmghh, papi extrañaba chupártelooo, mmggh.... qué rico es, aún recordaba su sabor, su durezaaa, me excita tenerlo en mi boquitaaa, mmggh, mmghhhh....
-Aahh mi puta preciosa, eres una perra mamadora hermosa, te amooo, aahhh, chupa así, chupaaaa....
Me estuve varios minutos mamándoselo, en ocasiones lo sacaba de mi boca y lo pasaba suavemente por mis senos, lo pajeba con mis manitas, el chico se lo gozaba en extremo, y yo, ya casi para otro orgasmo me deleitaba de verlo disfrutar y de saborear una verga tan exquisita para mí, hasta que su eminente corrida me hizo meterlo hasta el fondo de mi garganta para recibir su nueva descarga de semen. Fue apoteósica su llegada, sentí litros de leche abundantemente espesa bajar por mi esófago, era bebida de diosas, uummmm! Descansamos y fuimos al baño, orinamos allí, juntitos, le sacudí la verga y todo, y él, generosamnete, limpió mi rajita con papel higiénico. Salimos abrazados, me decía cosas lindas, estaba como enamorado, jajaja. Le recordé que soy casada y amo a mi marido, que tan sólo soy su puta para que goce conmigo lo que quiera, pero que no pase el límite.... Algo contrariado al principio, asintió con la cabeza, para animarlo le dije.
-Anda, volvamos a la acción.... en aquella primera vez te prometí algo, y hoy lo voy a cumplir: me cogerás por detrás, por el culito!
-Qué?, sí? por el culo? guaoo, si, si, qué rico.... Eso sería demasiado bueno mi señora!
-Jajaja, uumm, ven, me pondré en cuatro patitas en la habitación y alli me harás tuya de nuevo!
Pasamos raudos al cuarto matrimonial, nos envolvimos en caricias y besos muy seductores, hasta que me puse como perrita en cuatro sobre la cama, para mover la cola y pedirle me cogiese.
-Ven papi, ven a cogerte a tu zorrita por el anitoo, mmmm....
El negrito arrodillado sobre la cama, puerteó mi culo varias veces, eso me ponía maluquita, hasta que empezó a entrar por mi ano pero le aguntaba con mi mano derecha mientras casi sin poder hablar le decía 'despacio amor, despacito'. Wilker tenía la verga como roble, su cabezota inició la exploración anal, yo mordía la almohada y apretaba la cobija y colchón, recibiendo la estocada de mi negro duro que seguía perforando más y más mi culo que diltaba a duras penas.
-Aggghh, ayy Wilker, duele, duele..... agghh, uuyyyyy.....
-Le duele mucho? Se lo sacó? -Preguntó preocupado.
-Si me lo sacas te mato! Sigue, sigue así, ayyyyy.... me gusta el dolor y placer de un falo enorme empalándome el anitooo.... aagghh, agghhhh, diosss qué divinooo!
-Jajaja, pues agunta putita que te voy a dar bien duro por sinvergüenza, yo pensando que te hacía daño.... toma leña perra, toma lo tuyooo!
-Aayyyyy, agghhh, Wilker amor, aaggghh, me gusta, así.... agghh, ayyyyy.... dame duro vamos, hazme tuya, fustígame por puta!
Aquello fue una máquina de meter y sacar, varias veces me fui de boca y él quedaba sobre mí, dándome folladas deliciosas, sabrosas cogidas con su taladro mágico que me hacían gritar mucho, fuerte, si alguien pasaba cerca de la casa imaginaría me estaban matando, pero no me impotaba, estaba en trance, en el clímax del goce absoluto.... Wilker me cogió durante muchos minutos, sentía su fortaleza y aquella macana que rompía y hurgaba mi ano golozo, que de a ratos, lograba apretar el pene que le daba placer como queriendo que no saliera jamás.... así, tuve como dos orgasmos hasta que mi macho de turno se vino, regando mi agujerito trasero de su simiente tan delicioso. Caímos desfallecidos, cansados, bañados por nuestros fluídos, salibas y sudores hasta quedarnos rendidos. Dormimos como 3 horas hasta que sentí al chico levantarse, ir al baño, vestirse y buscar el machete que tenía Fabián en el depósito, para ponerse en su labor de cortar el monte. Yo, me quedé un rato relajadita sobre la cama, estirándome, bien cogida como me encanta. Llamé a mi esposo y le conté que todo estaba bien y que regresaría mañana al mediodía. Así, hice más tarde almuerzo, invité a Wilker, reposó, pegó de nuevo con la limpieza hasta dejar todo Okis. Ya en la noche, luego de un buen baño, otra sesión de sexo apasionado y ardiente tuvo lugar en muchos sitios de la casa, incluso salimos al patio en la oscuridad y, en penumbras, con el miedo y la excitación de ser descubiertos, se la chupé a mi regio amante jovencito....