Un fin de semana en Burgos
Las ordenes eran concretas, llevaras falda, sin ropa interior y te sentaras al lado de un chico que te vera todo el coño, puta, lo aras a partir de León. Te iras tocando para que el te vea.
Quedamos en Burgos, me dijo con voz clara
Te espero allí
Las ordenes eran concretas, llevaras falda, sin ropa interior y te sentaras al lado de un chico que te vera todo el coño, puta, lo aras a partir de León. Te iras tocando para que el te vea, pero no te masturbaras. Al chico no lo toqués, hasta qe yo te ordene.
Si te toca, te dejarás como una perra que eres.
Llevaras tb un top o camiseta ajustada sin sujetador, o alguna camisa y la llevarás desabrochada para que se pueda ver tus tetas
Dime que eres- dijo con una seriedad- acuerdate del castigo que tengo para ti
Soy una zorra señor. Dije tímidamente
Dilo con claridad
Soy una zorra señor, le conteste con un poco mas de seguridad, aunque en realidad tenia miedo, estaba excitada y a punto de coger el tren a Burgos.
Cogí el tren dirección Burgos, y saque mi libro del bolso, me puse a leer, así fui hasta llegar a León y asegurarme que no conocía a nadie.
Me fui al baño y me quité toda la roña, con un punto de excitación, sobretodo al recordar las palabras de mi amo.
Me llamó por teléfono cuando estaba llegando y me mando vestirme bien para posarme del tren, y no llamar la atención.
Al llegar el estaba allí me cogió todas mis cosas diciendo, así me gusta perra, que seas obediente.
¿Trajiste mis fotos puta?
Si señor.
Esta muy bien
Me metió en el coche yo ya bien vestida ya que el me había dicho que tengo que llegar con decencia, aunque no le miraba a los ojos, pues me podía regañar, y luego me castigaría.
Me fue dando ordenes mientras íbamos y en todos los semáforos me sobaba y me recordaba lo puta, zorra y perra que soy.
Me dijo, llegarás a casa, te desnudarás por completo, y te meterás en la jaula, si quieres algo me suñlicarás para que te lo de.
Iras de rodillas como una perra, y volverás para la jaula de rodillas otra vez.
Me hizo sentir que no valía para nada, al ver que cuando yo le pedí ir al baño, el me ignoró diciendo, Ya irás perra, y procura no hacerte pis por encima, después de estar mas de una hora suplicando, me dejó ir al baño, el fue detrás de mi haciéndome comprender que no iba a tener ninguna intimidad, me dijo después de hacer pis te aras una lavativa, yo te quiero ver, osea que no intentes tardar, putita, cada vez que me insultaba yo me excitaba, pero el seguía y me miraba para ver como me excitaba, no me quedó mas remedio que hacerle caso y hacer pis, después me metí en la bañera, con miedo, respeto y excitación quité la ducha del cordón y con este lo enfoqué a mi culo y le arrime al agujero, encendí el grifo a presión y cuando ya estaba lleno apagué el grifo salí de la bañera y lo expulsé todo por el ano.
Después de la lavativa me mando volver a la jaula, nada mas decirlo, de inmediato me puse de rodillas y me puso un speculum, y me mandó dormir ya que esa noche me quedaría sin cenar.
A las tres de la mañana me despertó solo por que quería pasarlo bien, yo solo con escucharlo me excitaba, me mando salir y me puso de rodillas en el suelo, me ató las manos con una cuerda a los pies de la cama, luego me empezó a meter los dedos por el coño durante un largo rato hasta que vio que estaba a punto de correrme, en ese momento se paró diciendo "perra inútil, chupame entero, y yo lo hice durante horas, le chupe todo su cuerpo, centímetro a centímetro, no podía estar mas cacunda, pues todo me excitaba, ese miedo de hacer algo mal, y que el me pegara azotes, me daba miedo pero a la vez me producía placer, como con tanto miedo podría llegar a ese punto. Cuando se corrió en mi cara sin permitirme lavarme me estuvo metiendo dedos, hasta que me metió toda la mano en mi vagina, yo ya estaba que no podía mas a punto de tener el orgasmo me quito las esposas y me dijo.
Lárgate, metete en la jaula y duerme, mañana te espera una sorpresa puta.
Ya no podía dormir y me pasé casi toda la noche en vela excitada sin poder masturbarme, el se levanto justo cuando yo me estaba durmiendo, y me mando poner mis pies en los barrotes de la jaula, atándomelos, me mando masturbarme, a él le gustaba como me masturbaba, mientras él se tocaba, aunque ya la tenía muy dura, de repente me dijo, párate, me desato y me mando salir, dándome un azote en el culo, por haberle mirado a los ojos.
Me ordeno que he hiciera correrse en mi cara con la boca, yo obedecí, mientras el me recordaba lo inútil y perra que era, se corrió en mi boca y cara diciéndome que me vistiera que nos íbamos a hacer compras, llevándome a un supermercado compramos comida y él disfrutaba viendo como me miraba e insultaba la gente, llamándome guarra zorra, puta, perra y cerda, marrana, y de todo lo que se puede decir al ver a una chica con una falda que enseñaba el coño y culo por completo y un top que dejaba ver mucho tb.