Un fin de semana en Burgos (2)
Vete delante de mi, por todos los pasillos, a pasos cortos y para cuando yo te ordene-Amo
-Vete delante de mi, por todos los pasillos, a pasos cortos y para cuando yo te ordene-Amo
Si señor, yo solo obedecía
Amo-muevete como una puta que eres
Yo empecé a moverme muy sensual, para que el disfrutara, pero mi sexo se iba mojando poco a poco.
-Amo- párate, dame esa botella de aceite-
Yo me agache, pues la botella estaba en la estantería mas baja, y mi amo aprovecho para meter la mano debajo de mi falda y comprobar mi humedad
Amo- veo que estas cachonda putita, hoy lo vamos a pasar muy bien.
Si señor- dije con firmeza, con la mirada baja, mientras metía el aceite en el agua.
Amo-Bueno ya terminé con la compra, nos vamos.
Yo fui detrás, con la mirada fija en el suelo y moviéndome como el me había ordenado.
Al llegar a casa, me señaló la jaula donde tenía que entrar, yo sin protesta ninguna me desvestí, dejando toda mi ropa encima de una silla, ordenada y metiéndome en la jaula.
Amo- si te portas bien, te daré un premio, pero no quiero ni una sola queja.
Si señor, gracias señor, dije con la mirada baja, mis pezones erectos y mi sexo mojado.
Me quedé dormida, al esperar ordenes de mi amo, debe de haber dormido siete u ocho horas, ya qu era de noche cuando me despertó.
Amo- Toma, come esto, lo vas a necesitar, y luego sal de la jaula y ponte a cuatro patas.
Si señor, gracias señor, le dije sin mirarlo, yo baje la cara y empecé a comer la carne de un cuenco negro, que mi amo había hecho, comiéndola con la lengua a cuatro patas y bebiendo el agua de otro cuenco granate, con la lengua.
Amo-muy bien perrita, así me gusta.
Al terminar, salí de la jaula y me a puse a cuatro patas hasta nueva orden.
Al rato mi amo, que estaba observando, me hizo una señal, indicando que valla a la cama, era de cuatro patas, con sábanas rojas de raso, y tenia forjado negro al cabecero y pies de esta.
Amo-ponte en ella boca arriba y piernas y brazos abiertos, él sin perder el tiempo me ató al forjado y me introdujo un plug en el ano, duérmete así, putita, quiero que se te abra bien el culito, luego vamos a pasarlo bien.
Se acercó, empezó a deslizar sus manos mi cuerpo desnudo, y luego a meterme dedos en mi sexo.
Amo-¿Te gusta putita?
Si señor, conteste con continuos gemidos. Me encanta señor.
Amo- muy bien zorrita
Paró de repente y desnudo se puso encima de mi, dejando su polla a la altura de mi boca.
Amo- Chupala Zorrita que se que te gusta, cogiéndome del pelo y levantando mi cabeza, aprovechó para poner unos cojines debajo de esta para no tener que sujetarla, y yo la chupe hasta el fondo, con vicio, con ganas, estaba disfrutando, solo con ver la cara de mi amo, verlo disfrutar.
Amo- chupa el ano puta, que se que te gusta.
No contesté, solo me limité a obedecer sus ordenes, saqué la lengua, chupando el agujero del ano de mi amo.
Amo-mmmm sigue putita, lo estás haciendo muy bien.
Se volvió a voltear, y metió la polla en mi boca, y me la folló con firmeza y constancia.
Amo- Así putita, me gusta aaaaaa.
Yo seguí lamiendo su polla con vicio, quería verlo, como disfrutaba del placer que yo lo producía con la polla en mi boca.
Amo- Me voy a correr, putita, comete todo.
Yo seguí, con movimientos mas rápidos y firmes, succionando su polla, rica, sabrosa, empezó a correrse, y lamí todo el semen que hecho, lo tragué y luego le limpié toda su erección con la lengua, quería mas, necesitaba mas, deseaba mas, la cara de mi amo tb lo pedía.
Amo- Putita, ya veo que disfrutaste, pero eso no es nada, la noche acaba de empezar.
Sakira sakira....
Señor, no está sonando su móvil? Le pegunté
Amo- si quédate ahí quieta que vuelvo ya.
Salió de la habitación a habar por el móvil, no puse escuchar lo que decía, osea que no sabia nada de lo que iba a pasar esa noche.
Amo-muy bien putita, dentro de quince minutos va a llegar tu regalito.
Mi amo empezó a comprobar mi ano, al ver que estaba bien abierto me quitó el plug que me había puesto y luego me empezó a lamer mi sexo introduciendo la lengua dentro y a la vez me masturbaba con un dedo en mi clítoris.
Yo me arqueé la espalda de placer entre gemido y gemido.
Amo-Me estás poniendo a mil putita, con una sonrisa en los labios, diciendo, hoy lo voy a pasar muy bien, va a ser una buena despedida.
Descubrí al mirar al techo, unas cadenas, mi amo se percató al ver que yo me quedé fijamente mirándolas, con cara de deseo, de vicio.
Amo- ya veo que las viste, y tu cara me dice que te ate a ellas, y desatándome las manos de la cama, me ató a las cadenas, dejándome de pie, luego abrió todas las ventanas y subió todas las persianas, para que todo el mundo que pudiera y quisiera verme, me viera disfrutar de aquella noche.
Ding dong
Amo- bueno putita, llegó la visita, me lo dijo subiéndose a la cama y tapándome los ojos.
Abrió la puerta y dejó entrar a la visita, que esta no hablo, lo cual no sabía si era hombre o mujer, si eran uno o varios, no sabia nada, eso me provocó humedad en mi sexo, aunque al rato algo frío se deslizo por este.