Un fin de semana de erotismo y mentiras 8prt

Despedida final

Estaba perplejo… obviamente lo había dejado sin palabras…

Lo único qe logro balbucear fue

-Ra-Rachelle… Yo…

Un escalofrío recorrió mi columna dejándome sin aliento… El no me amaba… y yo lo sabia… y aun así me había entregado al el…

Una lágrima recorrió mi mejilla quemando todo a su paso… me percate de qe empezaba a llorar y tuve qe tomar aire para contener a las acompañantes de aquella primera qe se amontonaban en mis ojos para salir apresuradas

-Lo siento…- Fue lo único qe logro formular mi amante al ver mi reacción…

-Esta bien, se qe no me amas ahora pero… ¿Algún día lo harás?

- Rachelle…

-¡Ella no te ama, te detesta! Ella misma me lo dijo… y lo peor del caso es qe te lo demuestra todos los días… te deja ver qe ella jamás sentirá nada por ti y tu te sigues torturando mientras qe ella se enamorara de otro hombre y seguirá con su vida… ¡Dejándote a ti a un lado y solo!

Las lagrimas ya habían inundado mis ojos nuevamente y brotaban a chorros mientras le gritaba todo lo qe sentía para después dejarle paso a un terrible sentimiento de culpa por haberle dicho todo eso a mi amante…

-Perdona Enrique no debí de haber dicho eso…

Por fin me arme de valor y lo mire a la cara, sus ojos estaban abiertos cual platos llenos de asombro ante mis palabras y mi tan repentina furia…

-¿Ella te dijo eso?

-Si, y te lo dice a ti todos los días con sus acciones.

-Pues si lo se, pero eso no quita que yo la ame

Sentí como si me enterraran un cuchillo en el estomago y no pude evitar poner una cara de dolor ante tal puñalada

-Pues no eso no quita qe la ames… pero debes de estar consiente qe sus sentimientos no son los mismos y nunca lo serán…

Me levante de la cama y me dirigí a la regadera ya sin mas ganas de invitar a mi amante a entrar dejándolo afuera tras cerrar la puerta con seguro… Fue el baño mas amargo qe he tomado… las lagrimas no dejaban de brotar como chorros de una fuente de mis ojos… tuve que tomar un tiempo para calmarme antes de salir al vestidor y terminar de prepararme para ir a casa…

-Te traje el desayuno…

-Déjalo en la mesa.

Le dije sin dejar el espejo y el lápiz delineador qe hacían su trabajo en mi rostro inocente y dolido convirtiéndolo en el de una mujer fuerte qe no dejaría qe una ruptura de corazón arruinara su maquillaje… lastima qe solo era una mascara ya qe esa mujer no existía.

Empaque mis cosas y me dirigí en búsqueda de mi amante qe se encontraba sumido en sus pensamientos en la otra sala…

-Es hora de qe regrese a casa, les dije a mis padres que estaría de regreso al terminar el retiro a las 4:00pm

-¿Ya empacaste tus cosas?

-Si

-¿No olvidas algo?

Mi mente se esforzó en ese momento haciendo un inventario de todo lo qe había empacado y qe cosa podría faltarme hasta qe vi qe en su mano sostenía un pedazo de tela blanco…

-¿Podrías devolverme mi braga?

-Me gustaría quedármela…

No pude evitar reírme ante su petición

-Anda pues te la regalo…

Le di la espalda para dirigirme a la puerta hasta que sus brazos me tomaron por la cintura con fuerza hasta hacer qe volteara y le diera la cara para después robarme un beso con tanta ternura… era obvio qe yo no sabia de amor porque habría jurado qe un beso así iba cargado de amor…

-Te quiero Rachelle.

-Lo se, pero me temo qe eso no es suficiente

-Lo se…

-Llévame a casa ¿si?

-Un taxi nos esperaba en la entrada del hotel con la puerta abierta esperando a qe subiéramos…

El camino de regreso fue silencioso… El decidió tomar mi mano y yo decidí no negarme el placer de sentir su piel nuevamente. El taxi se detuvo una esquina antes de mi casa bajo mi orden para qe mis padres no vieran quien había sido mi única compañía aquel inolvidable fin de semana…

-Muchas gracias por todo Enrique ha sido un hermoso fin de semana

Me acerque con delicadeza para rozar suavemente sus labios abrí la puerta y me fui sin voltear atrás. Solo escuche el sonido de las ruedas alejarse de aquel lugar mientras qe nuevamente lagrimas brotaban de mis ojos llevándose con ellas mi mascara de maquillaje.

Desde ese día no tuve mas contacto con Enrique de ves en cuando recibía cartas de el contándome de su vida y sus negocios mas nunca me atreví a contestarle ninguna…

Fin.