Un favor para mama
Mi madre me pide un "pequeño" favor
Mi madre es una mujer muy pervertida. Voy a contar algo que me pasó cuando tenía 18 años y todavía vivía en casa de mis padres. Mamá estaba saliendo de la ducha y pude ver que se estaba examinando a sí misma con la toalla alrededor de sus pechos. La toalla tenía la suficiente longitud como para cubrir la mitad superior de su culo y no pude evitar quedar mirándola. No podía creer que ese culo fuese el de mi madre. Mi polla se endureció en cuestión de segundos, dirigí mi mano a ella y empecé a acariciarmela.
Justo en ese momento, mi madre se volvió y me vio. Mi corazón se congeló y yo, con la mayor indiferencia posible, hice como que estaba de paso por delante de la puerta del baño. Fui a mi habitación y cerré la puerta, me sentí como un idiota. Esperé unos cinco minutos para estar seguro de que ella se hubiera ido de la planta baja para empezar a masturbarme en memoria del dulce culo de mi madre. Acabé escupiendo una enorme carga en un pañuelo desechable cuando oí que llamaban a mi puerta.
- ¿Antonio? Cariño ¿Estás ahí?
¡Joder! Pensé mientras que me arrancaba los pantalones, tiré mi camisa en el suelo y el pañuelo a la basura. Agarré una toalla y la puse alrededor de mi cintura.
- Uh, sí, sólo un segundo, mamá! - Chillé mientras trataba de ignorar el hecho de que estaba a punto de hablar con la persona que acababa de imaginar que estaba follándomela.
Abrí la puerta y mamá llevaba una pequeña bata que apena le llegaba a las rodillas. Ella es una ex-bailarina de ballet y ahora enseña aeróbic en un gimnasio. Tiene un cuerpo mejor a sus 40 que algunas chicas con 25. Le pregunté qué podía hacer por ella y ella pidió que la acompañase a su habitación. Se sentó en la cama y dio unas palmaditas en el colchón, haciendo un gesto para que me sentara también.
- Antonio, ¿alguna vez has tenido relaciones sexuales?" -preguntó ella de improviso, sin ninguna duda o vergüenza.
Uh ..." Balbuceé. Esto se estaba convirtiendo en algo tan surrealista que pensé que podría estar alucinando, - "En realidad, sí, unas cuantas veces. ¿Por qué?"
Sólo quería saber si estabas familiarizado con el cuerpo de una mujer. Quiero pedirte un favor.
- ¿Un favor? ¿Qué tiene eso que ver con que haya tenido relaciones sexuales? - le respondí, preguntándome si mamá tenía la misma cosa en su mente que yo.
Mamá miró hacia abajo y tartamudeó y balbuceó antes de volver a mirar a los ojos.
- Si te pidiera que me hicieses el amor, ¿lo harías?" dijo.
No lo podía creer. Mi propia madre, que era una de las mujeres más bonitas que había visto me preguntaba si quería follármela. Yo no sabía cómo responder.
- No se si estaría bien, te amo con todo mi corazón, pero ¿qué diría papá?
La idea me atraía, pero mi conciencia tenía que abordar al menos esto. Traté de sonar lo más convincente posible pero mi pene era como una roca debajo de la toalla y las miradas de mamá a mi entrepierna dejó en claro que ella también lo sabía.
- El nunca lo sabría. Desde luego, no se lo diré y creo que tu tampoco lo harías.
- Por supuesto que no , Le contesté. - Entonces, ¿qué es lo que quieres que haga?" Le pregunté.
- A tu padre no le gusta hacer determinadas cosas y no quiero hacerlo con ningún extraño y me pregunté si querías probar algunas cosas que apuesto a que nunca has hecho, dijo con una leve sonrisa.
Yo estaba petrificado, literalmente, mi madre empezó a acariciarme el pecho y me besó en los labios.
- Pídeme lo que quieras, - balbuceé.
Procedió a deslizarse hacia abajo de la cama y tomando mi toalla me la arrancó. Mi polla surgió como un ariete. Mi madre la tomó en su mano y comenzó a acariciarla.
- Mmmmm, tiene el tamaño perfecto. Susurró.
Eso fue un alivio. La boca de mamá envolvió mi polla y su cabeza se balanceaba arriba y abajo en ella como un pistón. Yo nunca había recibido una mamada de una mujer con experiencia antes y aquello era una muestra de lo que verdaderamente era una buena mamada . Pasé los dedos por sus cabellos de color oscuro y cerré los ojos. Esto era tan jodidamente increíble que pensé que iba a morir allí mismo. Los sonidos de succión resonaban en el cuarto. La mano de mamá empezó a jugar con mis bolas y de repente sentí como uno de sus dedos sondeó suavemente mi ano. Aquello no me lo esperaba, era tan delicioso. Ella seguía lamiendo mis bolas y mi polla, no podía creer que esa mujer fuese mi madre.
- Oooh sí, chupar una buena polla eso si que me gusta. Ahhh, sí.
En ese momento me empecé a correr nuevamente, sólo que ésta nunca vio la luz del día. Mi madre se lo tragó todo, me lamió toda la polla y me la dejó bien limpia. Ella me miró y guiñó un ojo.
- ¿No fue genial?" -preguntó con una sonrisa tímida. Asentí con la cabeza y me estremecí. Acabada de tener el mejor orgasmo de mi vida.
- A sido increíble. Me levanté de la cama e hice que mi madre se levantara también. Agarré a mi madre por la cintura, abrazándola.
- ¿Es que a papá no le gusta que se la chupes? No me lo creo.
Mamá miró hacia abajo y acarició suavemente mi pecho. Ella levantó la vista de nuevo y empezó a decir algo, pero se detuvo y me dijo que volvía enseguida. Me senté en la cama y esperé, mamá regresó con una botellita azul en él que ponía “lubricante”. Mis ojos se desorbitaron y en ese momento descubrí lo que a mi padre no le gustaba hacer. Mi pene se puso duro otra vez al instante.
- ¿Sabes para lo que es esto? - Asenti - Quiero tu polla en mi culo. Eso es lo que tu padre no quiere hacer por mí y me encanta tanto el anal tanto, por favor.
Fue increíble darme cuenta de que me estaba pidiendo que me follase el culo más bonito que había visto con un "por favor". Pero yo iba a poner mis condiciones.
- Sólo si puedo follarme tu coño también." , Le contesté.
Mamá asintió y se metió en la cama. Se veía tan feliz y yo estaba aún más feliz. Las cosas no podrían haber ido mejor. Mamá se acostó, entonces creo que incluso se sorprendió un poco cuando mis labios se arrastraron hacia abajo más allá de su vientre a su dulce coño. Ella tenía el coño depilado y el olor de su sexo llenó mis fosas nasales. Separé los labios y me aferré a su clítoris. Mis dedos siguieron y pronto me estaba deslizando mis dedos a través de su labios mientras mi lengua jugueteaba con su clítoris, mientras tanto ella se agitaba frenéticamente.
- Oooh, si! ¡¡¡chupa el coño de mamá, mi niño. Oh, follame el culo y el coño. Ooh dios, que bien lo haces!". Me estaba arañado la espalda y me producía dolor, pero no por eso me detuve.
- OOOOOOH" fue todo Mamá podía manejar mientras su arqueaba su espalda y las piernas casi aplastaron el cráneo. Me puse de pie y miré a mi madre,.Yo estaba orgulloso de mi trabajo. Mamá me miró con una mirada que yo nunca había visto en una mujer antes.
- Fóllame ahora mismo, dijo con los ojos en llamas. Yo estaba casi asustado. Mamá se dio la vuelta y se puso a cuatro patas delante de mí. Me moví por detrás y le dí una palmada en el culo. Mamá gimió y apoyó la cabeza en la cama. Agarré la mamá por las caderas y deslicé mi polla en el coño con un solo golpe.
Mamá dejó escapar un silencioso "ah" cuando la agarré por las caderas y poco a poco empecé a follar. Mamá comenzó a acariciar mis bolas mientras yo cogía el ritmo. Miré hacia abajo y recordé el favor que ella quería que yo la hiciese. Agarré el largo cabello de mamá y saqué la polla de su coño. Se volvió y me miró. Mamá sólo respiró profundamente y dejó escapar un suspiro. Me bajé de la cama y cogí la botella, eché un ben chorro en mi mano y embadurné el ano de mi madre, a continuación embadurne toda mi polla. Ella sonrió y se pasó la lengua por los labios. Sin previo aviso, empujé mi polla en su hambriento culo.
- ¡Dios!, Oooh, Dios mío!" mamá gritaba mientras la penetraba como un animal.
Mi madre frotaba su clítoris con sus dedos mientras yo atacaba su culo salvajemente. Miré hacia abajo para ver la imagen exquisitamente tabú en mi polla entrando y saliendo del culo de mi madre. Después de unos minutos de puro frenesí me corrí, pero apenas salio algo de semen, joder, era mi tercera eyaculación en apenas una hora. Me derrumbe sobre su espalda mientras intentaba recuperar el aliento,. Mi madre tenia hundida su cara en la almohada y también respiraba profundamente. Yo la besaba suavemente en cuello y hombros.
Mi polla se deshinchó rápidamente y se salió ella sola del culo de mama. Me tumbé en la cama y ella hizo lo propio. Nos abrazamos y nos quedamos dormidos sin mediar palabra. Pasadas un par de horas, mi madre me despertó y nos fuimos a duchar juntos. Mi padre llegó a la hora de la cena, como casi siempre y apenas hubo cenado se acostó.
- Hoy estoy bien servida y no me importa que se acueste nada más cenar.
- No te preocupes, mama, que ya estoy yo aquí para cubrir tus necesidades. Y nos besamos apasionadamente.
A partir de ese día, teníamos sexo a la menor oportunidad que nos daba mi padre. Mis padres terminaron divorciándose un año después. Vendieron el chalet donde vivíamos y mi madre y yo terminamos mudándonos a un pequeño apartamento donde podíamos dar rienda suelta a nuestro amor.