Un extraño ta, ta, ta

UN EXTRAÑO TA" TA" TA"

Ya estaba oscuro, cuando de repente un extraño movimiento llamo mi atención, uno de las camas se movía muy rápido y a la vez muy suave, como si estuviera temblando, pero era imposible que temblara una sola cama, habíamos juntado las dos camas sencillas para que yo pudiera dormir en la mitad, pues éramos tres chicas en la habitación, claro que yo estaba un poco incomoda, pues el borde de las camas juntas marcaban mi espalda, eso me daba motivo para bajarme a dormir al piso de la habitación, cuando ya entraba la noche y nadie me veía. El piso era amplio y fresco apenas para esas calurosas noches.

Lo que iba a descubrir esa noche fue lo que me llevo a tener mas adelante un acercamiento mas allá de lo normal.

Esa noche como todas las anteriores, esperaba a que se durmieran para poder bajarme al piso, pero un " ta " ta " ta me hizo asustar, algo estaba moviendo, era una de las camas, muy cautelosa y callada voltee mi cuerpo hacia el rincón, pues era de esa cama de la pared de donde salía el movimiento.

Su cuerpo titiritaba como de frío, en la oscuridad solo podía distinguir su espalda y sus manos. Su cuerpo acurrucado y tembloroso empezó a preocuparme, sus manos apretaban fuertemente su pubis, parecía estar a punto de estallar, así que estire mi brazo para preguntarle si tenia cólico o estaba teniendo una pesadilla, pero antes de que mi mano pudiera alcanzarla, su cuerpo se estremeció muy fuerte y se estiro, sus manos cayeron tendidas en la cama y su cabeza reposo suavemente sobre la almohada. Oculte mi mano pues note que estaba despierta y que no le dolía nada, esa noche ella iba a dormir muy relajada y yo ya no podría bajarme al piso, así que cerré mis ojos sonriendo.

Noches después, cuando tan solo ella y yo dormíamos en el cuarto un extraño " tac "tac " tac" nuevamente llamaba mi atención, lo que nunca me imagine es que no sería lo único que llamaría esa noche mi atención.

Mientras la cama se estremecía suavemente empeze a sentir una suaves caricias en mi hombro, ella suponía que yo estaba dormida, así que decidí quedarme muy quieta para saber hasta donde llegaría. Sus manos empezaron a acelerarse juntamente con mi excitación, una de ellas reposaba en su pubis y la otra en mi abdomen. Mi respiración ya no era acorde a la de alguien dormido, pues su mano había puesto mis pezones duros y mi cuquita empezaba a humedecerse justo cuando poso sus dedos sobre mi panty.

En contra de mis fuerzas y mi pudor pues era la primera mujer que me tocaba, decidí responder a sus caricias y descubrí con asombro su desnudes; inmediatamente apretó fuertemente su mano con la mía empujándola hacia su clictoris, todo estaba en silencio, ella parecía estar a punto de tener su orgasmo y yo tan solo estaba empezando así que decidí sacar mi mano y montarla a ella encima mio.

Parecía como si lo hubiera hecho mil veces antes, todo fluía por si solo, apreté sus tiernos senos mientras ella me masturbaba con sus dedos.

Nuestros cuerpos totalmente desnudos y excitados se fundían uno entre otro, su delgados labios apretaban suavemente los míos y esa noche descubrí que tan excitantes pueden llegar a ser los besos de otra mujer. Nuestras lenguas se enlazaban al igual que nuestras piernas…… era pasión .. deseo .. excitación lo que emanaban nuestros cuerpos.

Sorpresivamente me habrio las piernas y fuertemente me mordisquio mi clictoris que estaba a un instante de estallar, así que me sentó de frente y ella acostada entrelazo sus piernas con las mías, y como una tijera filuda cortamos el poco aire que quedaba en la habitación.

¡Su clictoris con el mío!, nunca antes había sentido tal excitación, su cabeza se estremecia fuertemente contra la sabana mientras sus manos se aferraban contra mis caderas, de repente un gran corrientaso recorrió todo mi cuerpo llevandose mi ultimo aliento, nuestros clictoris empapados se estaban apoyando uno al otro y toda mi fuerza se desvanecia al tener el mejor orgasmo que haya tenido en mis 23 años

Espero que hayas podido disfrutar tanto como yo esta experiencia.

La Dulce Afrodita