Un espectaculo para mi suegra... (2)

Despues de mostrarle lo que podía hacerle, solo fué buscar la oportunidad.

Pues así fue como goce de una follada fenomenal con una espectadora mas que deseada, Carmen se fue sigilosa a su habitación y yo lleve a Carmencita a la cama, fui al baño y al volver ella se terminaba de sacar las corbatas y se dispuso a higienizarse luego de dispensarme unos besos de agradecimiento.

Esa noche dormí satisfecho pero no sin antes pensar en buscar la manera de hacer lo mismo con mi querida suegra, no era fácil, ya que mi trabajo consumía demasiado tiempo, y cuando estaba en casa también lo estaba mi mujer, dado que ella solo trabaja media jornada; mi suegra estaría solo una semana, y era mi intención gozarla mas de una vez, como para llegar a satisfacer todas las ganas acumuladas durante esos ocho largos años de deseo reprimido.

Por la mañana al levantarme estaban en la cocina ambas preparando el desayuno, le di un beso a cada una y pregunte como había dormido a mi suegra, a lo que ella contesto que muy bien, y agrego que tuvo como un sueño que le había encantado, mi esposa le pregunto por el, a lo que Carmen le dijo que no quería contarlo para que se hiciese realidad, aunque agrego, -lo único que les voy a decir que en el sueño había una mujer, y que lo que ella quería era ser esa mujer.

Comprenderán que esas palabras fueron una confirmación más que evidente de que lo único que necesitaba para follar a mi suegrita y hacer de ella lo que quisiera era buscar la manera de quedar a solas con ella.

Fui a trabajar con una empalmada casi constante que duro todo el día, y ya en el trabajo me decidí a hablar con un medico amigo de la época del instituto, necesitaba que me diera unos días de baja, por el motivo que fuera le conté una verdad a medias, le dije que tenia una tía a la que podía tirarme durante unos días y que me hacia falta tener las mañanas libres, me extendió un certificado por lesión leve en el nervio ciática y me dio tres días de reposo absoluto, los cuales pensaba reposar en el cuerpo de Carmen.

Con la satisfacción propia de un chaval que espera el regalo de los Reyes magos, y que sabe tendrá cuando llegue la mañana, esa tarde fui a casa, pase la tarde atendido a cuerpo de Rey por mi mujer y mi suegra, a las que obviamente les dije con seriedad lo de mis dolores, y mientras por la noche mi mujer se fue a bañar volví a las andadas de querer restregarle la polla al culo de esa hembra que pronto seria mía. Esta vez se mostró esquiva, y al yo preguntar que le pasaba me dijo que había pensado mucho en la situación y que no le parecía justo, ya que estaríamos engañando a su hijita.

Volví a mi sillón en silencio y pensativo, pensé en el asunto y aunque sabía que mi suegra tenía razón, la calentura por poseerla era mayor de lo que estaba capacitado y dispuesto a aceptar.

Así que decidí dejar que llegara la mañana y luego veríamos que pasos seguir, dormí muy poco y los ratos en que conciliaba el sueño, eran pronto interrumpidos por la imagen de mi suegra, ahora mamandome la verga, ahora en cuatro patas y con el capullo entre las nalgas, ahora montada encima mío con el largo pelo rubio saltando frente a mi de cómo me cabalgaba etc. etc. y todos los etc. que puedan imaginar.

A la otra mañana desperté cuando mi mujer me llamo para desayunar, ya que se iba a trabajar, me pregunto como estaba de los dolores, a lo que le dije que un poco mejor, y me dijo se quería bajar a desayunar, le dije que prefería hacerlo en la cama, pero que esperaría un rato hasta que se me pasara la modorra de recién despertado, ella dijo tranquilo que le digo a mama que te lo suba en 20 minutos, -te parece. A lo que yo le conteste que me parecía bien ya que la espalda estaba un poco mejor y no la quería fastidiar.

Sabia que mi suegra subiría, ya que cuando por la noche quise jugar con ella no alcancé a decirle que los dolores llevaban su nombre, por lo tanto no dudaría en traer el desayuno de su yerno enfermo, también sabia que de allí no bajaría sin haberse llevado la follada de su vida, me apresure a ir a mear, y quitarme el calzoncillo, de regreso a la cama cogi las corbatas del amor, por las dudas que ella necesitara un poco de persuasión y me acosté desnudo y apenas tapado por la sabana.

Puntual como mi mujer había dicho estaba mi suegra entrando en el dormitorio, me incorpore un poco en la cama y al hacerlo mientras ella subía las cortinas, destape mi polla que estaba en todo su esplendor de tanto esperarla, ella al verme me miro fijo y directo a los ojos y dijo por favor no, yo me incorpore de la cama y le tape la salida, cogi las corbatas y le dije: -por las buenas o por las malas - pero que se ha creído -lo que es suegrita, es usted una puta, mas puta que su propia hija y yo le voy a dar lo que quiere, si su conciencia no se lo permite no importa con un poco de fuerza bien utilizada yo le voy a echar una mano a sus deseos.

Ella se encamino a la puerta en posición de alerta y como esperando que por milagro yo me apartara, lo cual me éxito aun mas, pensé por una fracción de segundo en acercarme, cogerla en mis brazos y que mi cuerpo desnudo y mis caricias hicieran de llave a sus deseos, pero la posibilidad de follarla a lo bestia, sin contemplaciones y a mi gusto pudieron mas, ya que de todas formas sabia que ella igual caería en un goce que le resultaría inevitable; llevaba 6 años separada y por tener una hija de ahora 12 años, sabia yo que muy difícilmente hubiera tenido macho.

Eso fue todo, no espere, me abalancé sobre ella. La tire boca abajo en la cama, le ate ambas manos a la espalda, la cogi por los pelos le levante como pude el vestido, le aparte las bragas a un costado, me eche saliva en la cabeza de la verga, y apoyándosela en la entrada del coño, le dije: -si quiere gritar hágalo que hoy no hay nadie que nos escuche. Dicho esto le envaine toda la polla con el empujón mas fuerte y profundo que yo recuerde haber dado a nadie, los 23 CMS parecieron partir a mi suegra en dos y el grito que ella dio debió sentirse en el chalet de al lado, pero su coño estaba mas lubricado de lo que supuse y mis embestidas sacando casi por completo mi verga y volviéndola a enterrar hicieron muy pronto que mi suegra se corriera de gusto, con el coño echando jugos le jugué al mete y saca un poco mas y con la polla lubricada de su propia corrida se la saque y me dispuse a encularla, ella enseguida lo advirtió y me dijo –por favor por ahí no que nunca lo e hecho lo cual solo hizo que mi lujuria aumentara y si estaba ya a punto de desatarla la deje así y le conteste. –le gusto la follada que le hice, pues esto le gustara mas, y acuérdese que es una puta, mi puta, y las putas hacen lo que les dicen. –no yerno por favor déme que se la mamo y me tomo todo pero por el culo no. –tranquila que terminara pidiendo mas.

Cogi la crema que uso con mi mujer y me unte un poco la polla, pero algo en mi me dijo que esta vez no fuera tan generoso con la crema, que podía hacerme sentir mas que de costumbre, y que al fin escucharía antes de los gemidos de placer, verdaderos gritos de dolor, le puse el inflamado glande en el aro del culo sin siquiera habérselo dilatado con el dedo, ver eso tan grande en un orificio tan estrecho me hizo dudar que fuera a entrar, pero como estaba tan dura no me fue difícil mantener la presión hasta que sus esfínteres se tragaron la cabeza, ella dejo escapar ahogados gritos de dolor, se la deje ahí con la cabeza clavada y le pregunte si le dolía, ella dijo que mucho que por favor se la saque, a lo que yo respondí con un empujón seco que alojaron otros 5 o 6 CMS dentro de ese virginal culo, esta vez su grito fue ahogado por el llanto y comenzó a decirme hijo de puta, carbón, etc. a lo que cuando pareció calmarse le enterré todo, pero todo lo que quedaba, y enseguida se la empecé a sacar y meter casi con todo el largo de la polla, hasta que sus improperios se transformaron en gemidos de placer, lo que fue suficiente para saber que seria mía para siempre, con lo que sin poder resistir me le vacié en lo profundo de sus intestinos.