Un escalador entró en mi...(1)

Primera entrega. Apareció por la ventana el ser mas lascivo y le casqué una mamada de órdago. Sólo fue el comienzo...

UN ESCALADOR ENTRÓ EN MI...

Primera entrega

1

...Después de dilatarle poco a poco, ya le había introducido cuatro dedos en el recto mientras el otro hombre le estaba dando una mamada de campeonato. Era un 69 muy cerdo y yo me estaba poniendo a cien....

...Oía ruidos...como golpes...hasta que me di cuenta que procedían de la ventana. Miré y me encontré con un hombre que me hacía gestos. Me dio un susto de muerte. Me quité los auriculares.

¡¿Qué?!...Qué pasa?...

Perdona...Me puedes dar un poco de agua?

Volví de pronto a la realidad.

Estaban revocando las fachadas de la casa y habían contratado un servicio de trabajos en vertical y los trabajadores se mantenían en el aire con unos arneses. Uno de ellos estaba en mi ventana.

Estaba a contraluz y no le veía bien.

Si claro...claro...pasa...- y entró en la habitación.

Yo estaba sentado en mi mesa de trabajo. Con el susto se me había bajado la erección pero algo emburrado debía estar. Me levanté -Perdona no te había oído.

-No pasa nada .

-Espera un momento.

Fui a la cocina y volví con su vaso de agua. Cuando entré vi que estaba mirando el ordenador... - Aquí tienes- le dije un poco cortante. Cuando se incorporó y me miró me dio un mareo. Como se suele decir me privé. Era lo mas guapo que había visto en mi vida...no se si lo más guapo pero tenía todos los ingredientes de mis fantasías sexuales.

No era alto, moreno, pelo algo rizado y fosco, barba de días, camiseta de tirantes desgastada y algo rota que dejaba entrever su boscoso pecho, pantalones cortos de trabajo con bolsillos laterales, cinturón con bolsones de cuero que le apretaba en el bajo vientre,  mientras que el arnés le ceñía los cojones. Piernas desnudas tapizadas con vello oscuro que terminaban en unas botas de trabajo por las que se entreveían unos calcetines rojos que caían desarmados. En la mano, el casco de seguridad. Y todo eso aderezado con una sonrisa maravillosa de dientes perfectos.

Me apoyé en la mesa y el se acercó para sujetarme.

-Te pasa algo...te encuentras bien...?

-No...Si...estoy bien, solo ha sido un mareo...

-Toma, bebe tu...casi que lo necesitas más que yo.

-No, está bien..estoy bien...

Vale...seguro.

Seguro.

Aquél elemento bebió el vaso de agua hasta el final. (Os habéis fijado cuando alguien bebe y tu estás enfrente que los labios, los diente y la lengua aumentan) pues eso. No digo más.

La nuez subía y bajaba por ese cuello oscuro y velludo. Aquello era demasiado para mi. Mi polla rompía mis bermudas ( y yo sin calzoncillos). No me di ni cuenta, solo lo miraba con devoción.

Acabó el agua y me devolvió el vaso...-Toma- me dijo. -Qué?- le contesté. -Toma...el vaso...-¡Ah!- lo cogí.

-¿Eres gay?.

-...

-¿Que si eres gay?

-¿Porqué

-Por esto- Señalando la pantalla del vídeo que todavía seguía la película porno gay XXXX, que no había cerrado.

-Esto...si...algo...

Se echó a reir - ¿Algo?..

-Bueno...si ...soy gay...y?...

-Que yo también...estás tonto?

-Si...un poco, la verdad... es que me has dejado un poco out. Lo siento... es que estás buenísimo...

-Si, verdad...

Y sin mediar palabra me dio un morreo bestial. Me abrió la boca con la fuerza de sus mandíbulas, aquella dentadura blanca me mordía los labios y la  barbilla, su lengua entraba sin permiso (mentira) en mi boca en busca de la mía, que la encontraba más que disponible para corresponder sus lamidas.

Con su boca sobre la mía me dijo -Chico- no tengo mucho tiempo...me haces una mamada y luego quedamos?...

Sin mediar palabra bajé hacia el pantalón, le desabroché el cinturón laboral y  luego su pantalón,bajó unos centímetros, los suficientes para ver el vello que se acumulaba en la cintura del calzoncillo, y presa de mi gula, le bajé todo, pantalón y bóxer dejando ante mi su hermoso regalo. Una polla preciosa, no muy grande, pero bien parecida, piel morena, un capullo rosa, que se adivinaba entre los pliegues oscuros de su pellejo, huevos apretados entre sus cachas cubiertos de vello oscuro, corto pero tupido.

Me tiré como una perra a su polla, le bajé el prepucio dejando aquel fruto húmedo al aire y me lo metí en la boca golosamente, para saborearlo, lamerlo y sobarlo, sobar el tronco y los huevos, mientras mamaba y mamaba.

No dejaba de gemir de placer y susurraba -Así....si...me gusta...chupa más...mas...eres una zorra...más por favor...eres lo más...más...¡Oh...dios!...me voy a correr....niño...me corro....me corro...

Noté que se tensaba y el capullo aumentaba, le dio un primer espasmo, anuncio de su próxima corrida. Saqué la polla de mi boca y me regó con trallazos de su lefa que impactaron en mi cara y mi boca...una..dos...hasta cinco...blanca, espesa. Caía lentamente por mi cara, mientras se calmaba.

Yo le miraba el hueco del glande, seguía saliendo leche, pero ya con poca intensidad. Le seguía pajeando lentamente para ordeñarlo del todo.

Me levantó y me besó, me lamió todo el semen que se deslizaba por mi cara y cuello. Luego me volvió a morrear a lo bestia. Se calzó el bóxer y el pantalón, se abrochó el cinturón y cuando estuvo listo, me dijo – Esta noche estoy de guardia en la obra. Me esperas y seguimos?

-Por supuesto. De aquí no me muevo- Me besó ligeramente los labios y salió por la ventana como un Peter Pan pornográfico.