Un enorme instrumento

Una despedida de Buenas Noches la llevara a vivir una excitante experiencia sexual con su yerno.

Un enorme instrumento.

El hombre con el que había estado casada durante más de veinte años, inesperadamente se divorciaba de mí para irse a vivir con una mujer mucho mas joven hace cuatro años. Mi única hija al ver que su madre, una mujer de 54 años se quedaba sola decidió que me fuera a vivir a su casa con ella, mi pequeña nieta y su marido.

Ahora tengo cuatro años de vivir en casa de mi hija, lo que estoy por relatar sucedió hace aproximadamente un mes, cuando por razones de una pequeña operación mi hija debió ser hospitalizada durante algunos días, por lo que tuve que hacerme cargo de la casa, de atender a mi pequeña nieta y a mi yerno.

Con mi yerno siempre había mantenido una relación muy cordial, este era un hombre de 27 años muy respetuoso y cortes, durante los días que mi hija estuvo en el hospital me encargue de que nada faltase en la casa, la comida esta preparada cuando mi yerno regresaba del trabajo y de visitar a mi hija, su ropa estaba limpia y acomodada, atendía también a mi pequeña nieta de 4 años y medio, me sentía muy bien siendo de utilidad para la familia de mi hija, hasta que

Una noche después de haber cenado con mi nieta y mi yerno y haber platicado sobre la salud de mi hija, mi yerno se dirigió a su habitación a descansar mientras yo me encargaba de acostar a mi nieta y limpiar la cocina.

Una hora después cuando subía las escaleras rumbo a mi habitación, pude notar como la luz dentro de la habitación de mi yerno estaba encendida, lo pude notar porque la puerta se encontraba entreabierta.

Entonces caminando hasta esta, yo tocaba suavemente la puerta para desearle Buenas noches a mi yerno, la puerta se abrió ligeramente.

Ahí sobre la cama, se encontraba mi yerno, con la mano envuelta alrededor del pene más grande que pude haber imaginado jamás, bajo este colgaban un par de pelotas que se notaban hinchadas por la cantidad de semen que debían tener dentro.

"Oh mierda" grito mi yerno, levantándose rápidamente hasta cerrar la puerta.

"Oh discúlpeme señora, estoy muy avergonzado, que pena, por favor perdóneme señora" decía este desde el otro lado de la puerta.

"No se preocupe fue mi culpa" respondí a través de la puerta.

Estaba completamente impresionada, hacia mucho tiempo no veía un hombre desnudo y menos en aquella comprometedora acción, de pronto sentí una corriente eléctrica recorrer mi cuerpo, la imagen de lo que había visto asombro.

Llenándome del valor que pude acumular, abrí de nuevo la puerta y entre en la habitación.

"Yerno, usted tiene un pene magnifico, puedo mirarlo masturbarse?" Pregunte nerviosa y excitada

Podía sentir como mis pezones empezaban a endurecer contra el material de mi sostén, llevando mis manos hasta mis senos, empecé a acariciarlos sobre mi vestido, sentí como mi vagina empezaba a humedecerse, levantando mi falda con una mano empecé a acariciar mi raja.

Los ojos de mi yerno estaban fijos en mí, mientras con una mano acariciaba mis senos con la otra jugada con mi empapada raja. Entonces la verga de mi yerno empezó de nuevo a levantarse, poniéndose completamente firme, aquella columna de carne que colgaba entre las piernas de yerno se irguió firme e imponente, tomándola en su mano, empezó de nuevo a masturbarse, rápidamente frotaba su mano arriba y abajo sobre su enorme y viril miembro. Después de algunos minutos gimió "Oh suegra, estoy a punto de regarme!"

"NO aun no por favor," gemí, y entonces impulsada por el deseo me arrodillaba frente a El, tomando su enorme verga en mi mano, empezaba a chupar la hinchada cabeza de esta, mientras la bombeaba con mi mano. Yo abría mi boca ampliamente para meterla dentro, pero en ese momento mi yerno se venia, disparando un potente y grueso chorro de esperma en mi cara y cuello.

La cantidad de esperma me asombro, "OH yerno, usted siempre se riega tanto?" gemí muy excitada

"Si suegra, siempre me riego bastante" gimió mi yerno mientras sonreía

Antes de que pudiera darme cuenta, estaba en la cama completamente desnuda suplicándole que fuera cuidadoso al metérmela. Yo nunca hubiese pensado que pudiera existir un hombre con una verga tan grande.

"No se preocupe suegra, se la meteré tan cuidadosamente como usted lo quiera" respondió mi yerno.

Cuando empezó a metérmela, lo único que deseaba era poder sentir completamente su enorme y gruesa verga dentro en mi raja, como sabía la desearía sentir en muchas ocasiones de ahora en adelante.

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