Un encuentro inesperado

Esto es un relato real que me paso.

UN ENCUENTRO INESPERADO

Bueno estaba una noche regresando del instituto y pase por la casa de Frescia, mi enamorada, y justo ella estaba por su ventana, ella al mirarme me llamo y me dijo que si podía regresar a las 11 de la noche a su casa que iba a estar sola, yo le dije que no había ningún problema; así regrese a la hora acordada, me hizo pasar y nos sentamos en el mueble grande y nos empezamos a besar inmediatamente, al toque me puse en caliente y comencé a recorrer con mis manos todo su cuerpo ella no me decía nada, entonces, metí una mano por debajo de su blusa y empecé a acariciar sus grandes senos y así la puse también caliente. Así estaba un buen rato tocando esas maravillosas y enormes tetas cuando de un salto se puse de pie y me dijo.

Espera, tranquilo te quiero mostrar algo.

Yo solo la mire y le dije.

No malogres un momento romántico.

Espera, si lo vamos hacer, solo quiero mostrarte algo.

Allí mi cara cambio y le dije.

Esta bien, que me vas a enseñar.

Espérame un instante si –me dijo.

Me quede allí sentado con toda mi angustia que tenía dentro de mí, había pasado algo de 15 minutos y escuche su voz que me decía.

Haber este listo.

Si –le dije.

Cuando la vi, se me salieron los ojos de la vista y mi pene se puso erecto y muy duro en pocos segundos. Ella estaba con una bata celeste transparente, estaba sin brasier y se podía mirar sus grandes senos con toda claridad, a la altura de la cintura tenia un cinturón y se podía mirar su calzoncito blanquito y chiquito. Solo le dije.

Estas riquísima.

Ella solo me miraba con una sonrisa picara.

ven aquí –le dije.

Se acerco y la tome de la cintura y empecé a besarla, la acosté en el mueble grande, con una mano le abrí la parte de arriba de la bata y dejaron al descubierto sus ricos senos que al toque empecé a besarlos primero sus pezones dándole pequeños mordiscos y después el resto de los senos dejándolos marcados en ambos, al rato le dije dulcemente que quería abrir el cinturón para verte bien, ella solo me dijo hazlo.

Desate el nudo del cinturón y abrí totalmente su bata dejando ver todo su cuerpo y su pequeño calzoncito, yo me pare rápidamente y me saque el pantalón y el polo quedándome solo con la truza, me puso encima de ella, que a su vez instintivamente abrió totalmente sus piernas para yo caer y sentir su vagina calientita.

Empecé a besarla, con mis manos tocaba sus senos y a pesar que ella estaba con su calzoncito y yo con mi truza empezamos a sobarnos y podía sentir su conchita que se habría y cerraba con cada movimiento que hacia, así estábamos, ella gemía lentamente, sus piernas se movían a mis movimientos, sus brazos me apretaban mi espalda, después de un rato le dije.

Quiero quitarte tu calzoncito para sentirnos más cómodos.

Ella me miraba fijamente y me dijo.

Si, hazlo ya.

Me levante y con mis dos manos cogi los extremos de su calzoncito y jale ella se levanto su espalda un poco y salio rápidamente y sin problema, después yo de un solo jalon me saque la truza, mi pene estaba grande, duro y se me había puesto rojo de tanto sobarlo en su conchita con su calzoncito.

Me eche rápidamente encina de ella y ella a su vez nuevamente abrió totalmente sus piernas, me acomode bien y empecé a empujar lentamente, ella cerro sus ojos y dando un pequeño quejido se mordía sus labios, le había metido solo una parte de mi pene, después de un momento y de un solo empujón le metí el resto a lo que ella me abrazo fuerte tanto con sus piernas como con sus brazos, paso unos segundos y empecé a moverme lentamente, ella dejo de apretarme con sus piernas y las bajo pero a su vez las abrió totalmente para que la penetración sea total, podía sentir como iban aumentando sus gemidos a la par que yo aumentaba las penetraciones, ella dejo de apretarme con sus brazos y pude besarla y mirarla directamente a los ojos, estábamos mojaditos de sudor.

¿Se siente rico? ¿verdad? –le pregunte.

Riquísimo –me dijo.

¿Sigo amor? –le pregunte.

Sigue, sigue que esta riquísimo, cuando estamos así se siente tan rico mi vida, sigue no te detengas, sigue. –me decía.

Cuando se lo metía todo, ella se estremecía, daba grandes gemidos y sus grandes senos se movían de un lado hacia el otro, podía sentir su conchita calientita, quería que ese momento no terminara nunca.

¿Te gusta amorcito? –le pregunte.

Si, me gusta mucho amor, pero ya me estoy cansando. –me respondió.

Estábamos mojados de sudor, mi cara era agua que caía en su cara y sus pechos, ella me miraba y me dio una sonrisa y me dijo.

¿Tu también estas cansado? ¿verdad?

Si, pero estar dentro de ti es tan rico que no quiero salir de tu conchita, además quiero vaciarme dentro de ti, dejar todo mi semen. –le dije.

¿Te gusta vaciarte dentro de mí? –me pregunto.

Si, eso me gusta mucho, terminarlo dentro. ¿Puedo? –le dije.

Claro, mójame todo lo que tú quieras, déjame todo tu semen amor. –me dijo.

Empecé a darle mas rápido y mas fuerte ella se movía junto conmigo, ya se me venia todo.

Oh ya quiero vaciarme, se me viene todo. –le dije

Si, termínalo, mójame, vacíate, quiero tu semen ya. –me dijo.

Si amor allí te va todo. –le dije.

Que rico sigue, sigue, dame todo de ti. –me dijo.

Allí va todo, le di un ultimo empujón con gran fuerza y me vacíe dentro, ella me volvió a abrazar con sus brazos y piernas con gran fuerza y solo decía: así, que rico dame todo y daba grandes suspiros.

Yo solo quería seguir dentro y dejar hasta la ultima gota de semen, lentamente dejo caer sus brazos y piernas, estábamos agotados y sudando litros.

La quede mirando a los ojos y nos reímos nos dimos un beso y nos sentamos en el mueble que estaba lleno de sudor y otras cosas mas, nos pusimos a conversar diversas cosas, cuando veo que se pone de pie coge un pedazo de papel higiénico y lo lleva a su conchita y me dice.

Oye tu te pasas. –me dijo muy seria.

¿Qué cosa? –le pregunte.

Te has vaciado bastante dentro de mí. –me dijo en tono gracioso.

Jejejeje, estaba con los cantaros llenos, además hace mas de dos meses que no estábamos juntos. –le dije en forma seria.

Si como no, sácame todo tu semen de adentro. –me dijo riéndose.

Lo siento amorcito, además aquí tengo mas semen. –le dije riéndome.

Nos quedamos unos minutos conversando, después me puse mi ropa y me fui.

Espero que les haya gustado mucho este relato y aun tengo más encuentros que les estaré contando.

Escríbanme a mi correo si quieren saber mas de mi.

uzalva@hotmail.com

Soy de Lima - Peru