Un encuentro inesperado (03: De celebración)

Despues de contarle a mi compañero la experiencia que habia tenido vamos a celebrarlo a un local... donde tenemos otra sesion de sexo...

Un encuentro inesperado (03: De celebración)

Por fin llegue a casa, agotado de la semana tan ajetreada que había tenido... sexualmente hablando.

Después del encuentro con aquella jovencita, me encontré con el compañero de trabajo con el que había quedado y, después de haberle contado mi aventura, el se puso muy caliente y esa noche, después de cenar, nos fuimos a un puticlub a celebrarlo. Me dijo mi compañero que le encantaría haber estado en mi piel y estar con esa diosa de 16 años, y le dije que ya se la presentaría para que pudiera estar con ella. La verdad que allí las mujeres eran muy calientes... ya había tenido ocasión de probar con una jovencita y ahora llegaría el turno de probar con toda una mujer.

Entramos, nos sentamos en una barra y las chicas empezaron a merodear cerca de nosotros provocándonos. En un principio no hicimos caso, nos tomamos nuestra copa y observamos a las muchachitas que bailaban encima de aquel escenario ayudándose de una barra. Me excitaban mientras subían y bajaban por aquella barra, y mientras bailaban al son de la música que sonaba se contorneaban, se movían poniendo caras lujuriosas... Se daban la vuelta y se desabrochaban esos mini sujetadores que apenas llegaban a tapar sus pezones.

Mi compañero ya estaba caliente de sobra, ya que empezaba a meter billetitos y tocar a algunas de las chicas que se paseaban cerca de nosotros. Enseguida le cogió una preciosa pelirroja por la mano y se lo llevo a un cuarto, supongo que le habría pagado alguna suma de dinero para que en aquella sala privada le hiciera un baile erótico personalizado, de esos en los que la chica se va desnudando para ti exclusivamente y en el que ella puede tocarte a ti pero tu a ella no.

Yo me senté en una mesa que había cerca del escenario, ya que un chico, también joven, había salido a anunciar que en breves minutos habría el gran espectáculo de la noche. Supongo que me acerque por curiosidad.

Al cabo de unos minutos salio una pareja al escenario, con poca ropa: el chico solo estaba con un slip y la chica en sujetador y tanga. El chico se sentó en una silla que habían colocado y la mujer empezó a moverse cuando sonó la música, se acerco a el con encanto y ato al chico las manos y los pies con una cuerda que habían dejado debajo de la silla para que no pudiera moverse. La muchacha se sentó encima de el, siguiendo moviendo sus caderas, rozando su sexo con el del compañero.

Seguramente la polla del chico estaba ya dura y empalmada, así pude comprobarlo cuando ella se levanto. El sujetador le quedaba a la altura de su boca, así que estiro del cordón que ataba aquel trozo de tela por encima de sus pechos para desabrocharlo y que pudieran quedar al descubierto. Se dio la vuelta la rubia para que así esta vez lo que quedara enfrente de su cara fueran sus pechos. Saco la lengua y lamió los pezones de la mujer débilmente, casi rozándolos.

Se levanto y siguió moviéndose al compás de la música que sonaba, agachándose y mostrándonos su culo perfecto, pellizcándose los pechos, tocando sus muslos, y... de repente a la chica le callo desde el techo de la sala agua, litros de agua que mojaron su cuerpo, haciendo que este resplandeciera y aun haciéndolo mas sensual y provocativo si cabía. Se volvió a acercar al pobre muchacho, que a esas alturas estaría... Se acerco la chica al publico lo suficiente para que un hombre, ya algo entrado en años, agarrara su diminuto tanga de uno de sus lados y lo arrancara de un solo golpe, dejando ver el cuerpo totalmente desnudo de la chica. Su belleza podía compararse al de una rosa. Agarro unas tijeras que estaban junto a la cuerda (debajo de la silla) y corto sus calzoncillos para poder quitárselos sin que el tuviera que moverse y así desatarse. Su polla nada mas descubierta apunto al techo, como si se tratara de un muelle. Ella se volvió a sentar encima de él de espaldas esta vez, y agarrando el sexo de su compañero de escenario la guió hasta su pequeño agujerito, introduciéndosela poco a poco.

Empezó el rito sensual de los movimientos pélvicos, de arriba abajo, mientras el chico mordisqueaba su espalda y le besaba por donde podía. Pronto los gemidos de los dos inundaron el local, y me fije que algunos de los espectadores allí presentes empezaban a deslizar sus manos por entre sus pantalones para sacarse sus ya enormes pollas y masturbarse.

Poco antes de que se corrieran (lo digo porque ninguno llego a gemir tan rápido ni tan alto, y sin embargo seguían gritando y moviéndose) ella se volvió a levantar, se agacho, corto las cuerdas que privaban al chaval de movimientos. Se levanto, la agarro de la cintura y la atrajo hasta si, dándole seguidamente un beso, metiéndole la lengua lo mas que podía.

Subió una cama de repente en medio del escenario, con un par de esposas en la cabecera (donde tenían que ir las muñecas) y otras dos a los pies de la cama, donde irían los tobillos. El chico tiro literalmente a la chica sobre la cama, le sujeto las muñecas y los tobillos con las esposas que allí estaban colocadas. El fue quien esta vez subió encima de ella, haciéndole gemir como puta que era, magreandole los pechos, mordiéndole los pezones hasta casi sacarle sangre. Rápidamente se levanto, acerco la polla palpitante a la abierta boca de la chica y esta engullo aquel trozo de carne que en breve escupió todos los jugos que tenia dentro, para que ella se los bebiera.

La cabecera y los pies de la cama tenia unos barrotes muy característicos, que permitían que la persona que estuviera allí esposada pudiera cambiarse de boca arriba a boca abajo sin necesidad de desatar y atar de nuevo al que allí estuviera. Dio la vuelta a la chica, le desato los tobillos y después de azotar el culo de la muchacha la agarro por las caderas y le levanto la pelvis. Se arrodillo detrás de ella y con una sola embestida clavo toda su polla dentro de ella. Los gemidos de ella fueron apaciguados cuando el introdujo un par de dedos en la boca de ella, que chupaba con esmero. De vez en cuando golpeaba de nuevo sus nalgas, coloreándolas de un tono rojizo.

Esta vez ella se corrió antes que el y cuando el noto esta descarga de fluidos, saco su sexo y lo introdujo en su reducido culito para disfrutar mas de aquella sesión de sexo. Los gemidos de el se intensificaron y en seguida cayo exhausto encima de ella. El se levanto y dirigiéndose al publico invito a algunos hombres y mujeres a subir allá arriba para seguir haciendo disfrutar a aquella mujer, apelando a que el estaba ya demasiado cansado.

Tres hombres y una mujer subieron al escenario, y el muchacho que hasta hacia unos minutos estaba disfrutando del cuerpo de la rubia, le entrego las llaves de las esposas a uno de los hombres; después de esto, se retiro. El muchacho ahora con el poder de la mujer la desato y en su lugar se tumbo uno de los hombres. Con un empujón la chica se sentó encima de la polla semierecta del hombre tumbado, se coloco otro hombre de pie detrás de la mujer y le introdujo con no mucho cuidado su estaca en su agujerito anal. Los dos hombres empezaron a follar simultáneamente a la muchacha mientras sus pechos se movían al compás de los movimientos de sus compañeros. La otra mujer, se "sentó" encima de la cara del hombre que estaba tumbado, para que este pudiera lamer, chupar y morder su coño jugoso.

Esta última se puse de espaldas a la mujer que estaba disfrutando una doble penetración, para que ella pudiera meterle un par de dedos por culo también. El ultimo hombre se puse delante de esta ultima chica, para que ella le practicara la mejor felación de su vida, podría asegurar. En unos minutos, aquella escena estaba digna de ser pintada, tres mujeres y dos hombres unidos por el sexo en una cadena de dar y recibir placer. Varios observadores habían tomado ejemplo y se habían puesto a follar en el primer lugar que habían encontrado: encima de la mesa, en el suelo, en la barra,... En unos veinte minutos las cinco personas se habían corrido alguna que otra vez y volvieron cada uno a donde estaban: los cuatros espectadores a sus respectivas sillas y la chica dentro a descansar.

Yo finalmente también acabe masturbándome y cuando ya me hube corrido un par de veces, mi amigo salio de la sala junto a la preciosa pelirroja. Menos mal que no salio antes y no vio el espectáculo que aquel local acababa de ofrecerme, sino la velada iba a alargarse hasta altas horas de la mañana. Con una sonrisa y un guiño cómplice de él, me levante y nos fuimos a nuestro hotel a descansar, al día siguiente tenia previsto tener un día "muy cansado"...

Espero que me escribáis al correo para contarme vuestras experiencias, vuestros comentarios y hacerme recomendaciones sobre como queréis que el relato siga.