Un encuentro imprevisible... (2)

Tu represalia y otra vuelta de tuerca a un juego de roles poco convencional.

Han pasado cinco días desde mi salida apresurada de la habitación del hotel. Mi teléfono móvil, no da señales de vida, al menos de la tuya. He pasado de un estado de euforia, a sentir una extraña mezcla entre desasosiego, incertidumbre, temor, y excitación. Otra barrera más caída. Sé que lo ocurrido en aquella habitación, no será causa de tu alejamiento, es más, estimulará aún más tu mente, tus ganas de dominarme, pero también soy consciente, que

A cada paso, cada desafío por mi parte, significa una mayor represalia , a través de tus juegos, cada vez más perversos ….y cada vez más deseados

Siempre hacia delante, pero deseando avanzar, necesitando siempre de esa sensación de estar al borde del abismo, ese latir descontrolado del corazón

Son las cinco de la tarde de un jueves, y me dirijo a mi oficina. Tengo una entrevista con uno de mis mejores clientes, es el dueño de una cadena de 7 perfumerías establecidas en los barrios más selectos de la ciudad. Pese a ello, estoy tranquila. Tenemos ya cierta confianza y siempre es un placer tratar con él.

Visto falda larga negra de punto, una camiseta de algodón ceñida con gran escote, y mis botas negras de tacón. Sencilla pero sensual … Mi pelo recogido en una coleta y esos mechones desordenados que caen sobre mi rostro.

Entro en edificio y la recepcionista me anuncia su llegada, está en mi despacho esperando. Tomo aire y abro la puerta, ésta se cierra tras de mi. La imagen que se brinda ante mi , golpea mi cabeza y me deja totalmente bloqueada …..

_ Buenas tardes Sue, esos son los modales que tanto me he esforzado en enseñarte?

Estás aquí, delante de mi, sentado en mi silla, detrás de mi mesa, con ese gesto inamovible pero con una media sonrisa de victoria. Frente a ti, mi cliente, despojado de toda vergüenza, repasando mis curvas con una mirada lasciva. Ahora empiezo a comprender. Eres realmente un cabrón, jamás pensé fueras capaz de llevarme al abismo de este modo.

Todo mi mundo se viene abajo. Por primera vez necesito confiar ciegamente en ti. No hay forma alguna de salir victoriosa de esta dantesca situación. Tan incómoda, tan irreal, que me entrego completamente, delegando mi alma y mi voluntad, dejándome caer en tus manos ….

En cuatro pasos, tengo a Carlos a mi derecha, le miro de reojo y por primera vez me percato de su atractivo, mis rodillas empiezan a flaquear, bajo sumisamente la mirada, y caigo arrodillada ante ti, al otro lado de la mesa.

_ Recuerdas lo que te dije? Que su castigo no era nada comparado con lo que ibas a tener que tragar, putita’??

Merecías un castigo ejemplar, y a veces, para ello, hay que echar mano de las influencias y mi buen amigo Carlos, ante mi ofrecimiento, se mostró sumamente encantado en colaborar..

Te incorporas, rodeas la mesa y te apoyas contra ésta a escasos centímetros de mí. Mi cuerpo tiembla, avergonzada, mi moral totalmente hundida, pero al mismo tiempo ese escalofrío recorriendo mi columna y adueñándose de mi sexo, ese mismo que tan sólo aparece, cada vez que siento tu dominio en mi. De repente un calor en el hombro, el calor de tu mano apoyada en mi, tu mano sujetando mi barbilla, alzando mi vista por primera y única vez, hasta alcanzar tu mirada . Un gesto tan sutil pero capaz de apaciguar considerablemente mi alma; una vez más, lo tienes todo bajo control, has calculado hasta el más mínimo detalle.

Vuelves a empujar mi cabeza hacia abajo, mis ojos frente a tu bragueta, tu mano hurgando en el interior …..

_ Muy bien, así me gusta zorrita …. Ahora, inclínate hacia delante y súbete la falda, espero que no se te haya ocurrido ponerte ropa interior ….. Hmmmmmm si, así me gusta perrita … Ábrete las nalgas, muéstrale a Carlos tu culo y tu coñito… ¿Soñaste alguna vez mostrarte así de abierta delante de un cliente??? O… quizás, seas más lista de lo que creo y ya lo hayas hecho. … verdad Sue??

Siento mi cara enrojecer, está siendo un duro golpe a mi psico, trago saliva y continúo con la mirada al suelo.

Mientras tu polla aparece ante mi cara, gruesa, hinchada, su calor me envuelve, me abruma

.... Siento como mi sexo empieza a humedecerse sin control, y soy consciente de que Carlos, no pierde detalle, su mirada verde intensa directamente a mi entrepierna

_ Estás caliente putita....Y vas a comprobarlo por ti misma..... Quiero que aspires tu olor a perra en celo, que pruebes tu sabor.....

Carlos se acerca por detrás, avanza su mano, aún sin tocarme empiezo a notar su calor en mi sexo que pide urgentemente una caricia que calme mi clítoris excesivamente hinchado, pero éste tiene otros planes, siento sus dedos deslizándose lentos pero seguros a lo largo de mi hendidura, desde el clítoris , separándose a lo largo de mis labios, y volviéndolos a unir justo en el comienzo de mi ano. Estoy tan húmeda que se deslizan con facilidad, no puedo evitar un leve gemido, cierro los ojos, y cuando los abro de nuevo, veo los dedos brillantes por mi flujo de Carlos, a un paso de mi boca. Me hace un gesto afirmativo con la cabeza, abro la boca, y dejo que se pierdan en ella. Los lamo con delectación, intentando abarcarlos por completo, éstos entran y salen de mi boca cada vez más rápidamente...

_ Bien, hmmmm muy bien niña.... Ahora quiero que endereces tu espalda, lleves las manos hacia atrás, y me ofrezcas tus pechos.... Tengo un regalo para ti , pero antes, sé buena, abre la boca y saca esa lengua de perra que tienes

Un escalofrío recorre de nuevo mi cuerpo, acabando en una punzada en mi vientre. Con la mirada fija en tu sexo, abro ligeramente la boca, y saco la lengua. No debe parecerte correcta la posición, pues Carlos, sujetando mi barbilla, me hace levantar más la cabeza, lo hace con suma dulzura, gesto que me resulta especialmente tierno, incluso paternal, aunque tremendamente contradictorio dada la situación

_ Saca más la lengua Sue, si no quieres que empiece a castigarte esos pezones tan sensibles que tanto me gusta retorcer!!

Tu voz firme corta el silencio de la estancia. No estás bromeando. Me apresuro a sacar la lengua lo máximo posible. Es una posición tremendamente forzada, y aún más humillante cuando agarras tu polla con firmeza con una mano y empiezas a pasarla por mi lengua. Siento como vibra, su calor me quema, y me deshago en deseo, mi mirada febril, turbia, y todo mi cuerpo ardiendo y sacudido por pequeños espasmos, todas mis defensas caídas … sabes como doblegar mi voluntad y sabes que mantenerme en este estado es el mejor camino.

Carlos desaparece por mi espalda, aprovechas para pellizcar mis pezones por encima de la fina tela... En pocos segundos carlos vuelve a estar a mi lado, con la mirada clavada en el suelo, y ofreciéndote una cajita roja que alza en sus manos. Aún no le has dirigido la palabra, y sin embargo se adelanta a tus deseos y le veo como el aprendiz del Maestro de Ceremonias... Siempre a expensas de ti....

¿qué está ocurriendo??, me niego a creer las conclusiones que saca mi mente, un juego demasiado retorcido..... Pero demasiado para ti??

Sabía de vuestra amistad, de hecho, tú me pusiste en contacto con él, pero ahora, la situación que se desplegaba delante de mi, me mostraba la otra cara de vuestra relación.

Abre la caja con suma delicadeza.... Hay algo metálico y brillante dentro de ella...

Parece una cadena de plata, la coges con cuidado, y la sostienes con ambas manos delante de mis ojos…. Una doble cadena que a mitad de recorrido se bifurca acabando en dos terminales, en los que hay unas pequeñas pinzas metálicas. En el otro extremo, cuelga un pequeño gancho. Se balancea formando una Y.

_ Debes de sentirte muy orgullosa Sue, yo mismo mandé a hacer esta joya para ti. Aunque te diré que el saber llevarla dignamente, precisará un aprendizaje, en el que espero, pongas todo tu empeño y hagas que ese proceso acabe lo antes posible….

Estoy cansado perrita, cansado de tus quejas, de tus súplicas, de tu poca resistencia al dolor, de ser tan transigente y comprensivo contigo. Creo que por ello, te muestras siempre tan altiva, tan orgullosa y tan rebelde. Eso se va a acabar. Tus pezones aprenderán a soportar el mordisco de estas pinzas, hasta tal punto, que serás capaz de llevar esta joya que tu Amo te ha regalado, en cualquier momento del día, incluso en tus largas jornadas laborales

Quiero que aprendas de una vez, quien pertenece a quien, ¿entiendes zorrita?? Y conseguiré que te olvides de montarme escenitas como la del otro día. No te convienen mi niña, no conmigo.

Me estremezco, mis pezones son muy sensibles para acostumbrarlos a esto, empiezo a alterarme, mi corazón se dispara . Comienza el juego. Sujetas mi pelo con fuerza, acercas tu rostro al mío, tu mirada me impone, me siento desarmada, pero me niego a darme por vencida, siempre fui luchadora.. Atraes violentamente mi boca hacia a ti, y la muerdes, la besas con fuerza, la penetras con tu lengua... yo me revuelvo, intento zafarme de tu abrazo, te separas apenas unos centímetros, y zas! De repente un calor intenso en mi mejilla, producto de una bofetada fuerte y sonora. Esto lejos de tranquilizarme, me hace sacar parte de mi agresividad y empezar una lucha de antemano perdida; sin duda, tu fuerza y destreza me inmovilizan de inmediato …. Carlos sujeta mis hombros desde atrás, y en ese mismo momento aprovechas, ahora sí, para abofetearme a tu antojo

Gotas de sudor recorren mi espalda, mi pecho. Vencido todo amago de rebeldía, sujetas mi cabeza con ambas manos, y me metes toda tu polla de una vez, en la boca. Te mueves lentamente, saboreando cada centímetro del recorrido, llegando hasta el fondo, lento pero seguro e imparable. Tu verga se hincha, y a cada nueva entrada, profundizas un poco más. Mi nariz toca tu vientre. Mis lágrimas asoman, y ruedan por mis mejillas mezclándose con mi saliva, pero paradójicamente, vuelve a inundarme la humedad entre las piernas, imposible evitarlo.

Fuera de mi boca de nuevo, aprovecho para tomar aire, mi respiración es muy agitada

_ hmmmm…. Muy bien pequeña, ¿ves como tengo razón, como tu sitio es este? Venga, abre más la boquita y continúa….

Continúo con la tarea, mis rodillas empiezan a doler, mi musculatura tremendamente tensa, todo mi cuerpo entumecido deseando enderezarse, pero me obligo a no moverme lo más mínimo.

Concentrada, en mantener la postura, y acompasar la respiración, siento unas manos hurgar entre mis muslos, y un pequeño tirón en mi labio mayor. Casi había olvidado su presencia. Carlos ha enganchado un terminal de la cadena en mi anillo y comprueba que esté bien sujeto tirando firmemente de él. Me cuesta aún más acoger tu polla en mi boca. Demasiados estímulos.

Te retiras y me ayudas a incorporarme

_ Mejor así, no quiero perderme detalle de tu cara….

Me bajas la falda, y me subes a la mesa, tan sólo vestida con las botas, mis medias negras y la camiseta que en breve Carlos se apresura en hacer desaparecer, pasándola por la cabeza, dejando libres mis pequeños pezones totalmente erguidos. Mis glúteos se contraen al contacto con la madera.

Abres mis muslos ligeramente con tus manos, veo la cadena sujeta a mi anillo, me resulta una imagen muy excitante, coges ambos terminales y la tensas, haciendo que ésta se meta entre mis labios, y presione mi clítoris, provocando pequeñas descargas eléctricas.

Ahora tiras de ella hacia a ti, siento como si fueras a desgarrar mi carne de un momento a otro, pero sabes cual es el límite, y te detienes justo ahí, recreándote en ese instante, observando cada uno de mis gestos

_ Hmmmm……Preciosa….. Bien… ahora, cierra los ojos zorrita..

El raso negro se desliza rozando apenas mis ojos, una presión alrededor de mi cabeza y la oscuridad total alterando mis sentidos.

Un oscuro silencio tan sólo roto por pequeños crujidos de la ropa provocados por vuestros leves movimientos, quizás al desprenderos de ella. Con la noción del tiempo y del espacio perdida , todo mi cuerpo en tensión, todos mis sentidos alerta.

Mi ritmo cardíaco acelerado retumba en mis oídos

Puedo oír como alguien pasa la llave por la cerradura.

Pasos que se acercan…. de nuevo alguien entre mis piernas, y alguien tirando de mis hombros hacia atrás, me siento totalmente expuesta, tumbada con el culo al borde de la mesa. Una lengua recorre mis pezones, lentamente, humedeciendo el camino entre uno y otro, y de nuevo unas manos tirando de la pequeña cadena y extendiéndola sobre mi torso, está fría, me estremezco…. Las caricias en mis pezones no han cesado, pero se tornan más intensas, más duras; pellizcados, mordidos, lamidos, estirados…. hasta sentir dos centros de calor….

De nuevo unas manos me aferran a la mesa, impidiendo cualquier movimiento. Siento el sudor corriendo por mi frente, sé que se avecina lo peor…. Pero eres tan cínico, que vuelves a sostener ese momento saboreando mi inquietud, gozando de mi miedo…. No te veo, pero sé que estás mirándome, siento tu mirada traspasar la fina venda, me inquieto, me siento al borde del abismo….

Un calor que avanza por mi cuerpo…. Unas manos en mi pecho, tus dedos pellizcando un pezón y un frío metálico que se clava como un cuchillo… buffff…. Siento como retiras despacio tus dedos, y por fin la mordedura; es intensa, y la presión parece avanzar a cada segundo

Un sudor frío se hace con cada rincón de mi cuerpo, mis gemidos se suceden de forma continuada, pero pronto una lengua invade mi boca e intenta abnegar mis quejidos….

Pinzas diestramente el segundo…. Ahora ya no es calor sino fuego lo que siento en ellos…. Y frío, mucho frío alrededor

_Así me gusta pequeña, ya pasó lo peor….

Me hablas casi en susurros .Tu voz es como un bálsamo para mis oídos, y para mi alma. Me hace sobreponer al dolor, y esa dulce sensación de la sumisión embargando mis sentidos….

Entre mis piernas, una lengua diestra lamiendo mi coño, lentamente, de arriba abajo, recorriendo cada pliegue, humedeciendo aún más mi sexo, alimentando mi desesperación.

Es todo demasiado intenso, mis pezones empiezan a sufrir intensamente, las manos continúan sujetando mis hombros, imposible escapar, y sólo deseo sentir tu polla abriéndose paso en mi carne, empujando fuerte, sin control, poder liberarme, gritar, resoplar, y por fin desbordarme….

Pero si algo sé de ti, es que las prisas nunca fueron contigo. Te encanta recrearte, llevarme al límite y quedarte un rato a observar, ¿verdad?

Estirar mis emociones hasta casi romperlas, llevándome cada vez más lejos

_Hmmmmmm, me encanta tenerte así perrita. Voy a quitarte la venda, quiero que veas lo bien que te sienta… También te adelanto, que esas pinzas que tanto molestan, voy a quitártelas de un tirón, así que aprovecha el momento, y disfrútalo…….

Cabrón! Como es posible que te desee tanto??

La venda cae de mis ojos, me cuesta un poco recuperar la visión. Continúo tumbada en la mesa, miro hacia atrás, Carlos sujeta mis hombros, y de vez en cuando pasea alguna mano por una cadena tirando un poco del pezón. Miro hacia abajo y lo que veo me turba tanto que apenas puedo aguantar la mirada….. Mi cuerpo atravesado por una fina doble cadena de plata que va del anillo de mi coñito, a uno aro que queda justo sobre mi esternón, donde se bifurca hacia mis dos pezones pinzados por pequeñas pinzas de plata adornadas con dos pequeños brillantes…. Pienso en lo que he de sufrir para lucir algo tan bonito….

Te miro directamente a los ojos, y sonríes, sabes exactamente como me siento….. has tenido mis emociones en tus manos desde el primer momento, y las has deformado, moldeado, y enfrentado. Las has llevado hacia este preciso punto, manteniendo el justo equilibrio; una tarea complicada.

_ Venga niña, lo estás deseando, pídelo. Pídemelo putita_ pronuncias estas palabras mientras das un tirón de la cadena. De nuevo mis pezones y mis labios castigados…. El dolor me invade, necesito urgentemente tu polla, necesito superarlo y sólo será posible cuando la tenga dentro de mí….

_ Por favor fóllame, clávame como una perra!! Lo necesito, lo deseo, no aguanto más…!!!

_ Si, y voy a disfrutar mucho haciéndolo. Prepárate, voy a darte lo que mereces ….

De repente tu polla se clava en mi coño hasta hacerme daño. La siento, tremendamente dura, grande y caliente… arremetes con fuerza, duro, retirándote cada vez un poco más, y profundizando a cada embestida. Si no fuera por Carlos que me sujeta con fuerza, seguramente hubiera salido despedida…. Nos miramos a los ojos, empezamos a sudar, sonríes mientras continúas rasgando mi carne, empujando, empujando, intento por todos los medios no gritar, pero me resulta casi imposible. La lengua de carlos recorre mi boca, me besa, hmmmmmm……. Y lo hace realmente bien…..mientras intenta sujetarme la cabeza para que me mueva lo menos posible

_ Sue! Mírame, mira a tu Amo mientras te inunda de leche…..

No aparto la mirada…. Continúas sonriendo, joder! Que caliente me pones….. sudorosa, jadeando, aguanto tus embestidas, el calor aumenta, estoy apunto de correrme

De repente tus ojos turbios que parecen ausentes…… y tu mano sujetando con fuerza el aro de mi pecho…..

_ Córrete zorra!!

Un fuerte tirón, hace que las dos pinzas salten…. Es un dolor tan punzante y extremo que mezclado con la excitación me lleva a un orgasmo muy intenso y violento, revolviéndome y resoplando como una loca, mientras me alzas las piernas y me la clavas hasta el fondo, quedándote ahí, pegado a mi, mientras siento tu polla hincharse y ceñirse a mis paredes, pequeñas palpitaciones, un ultimo gemido y un calor desbordándose en mi…….

Dejo de tener conciencia de mi cuerpo, que queda muerto sobre la mesa, derrumbado, totalmente laxo

Mi mente me abandona vencida por la tensión física y emocional….

No sé el tiempo que ha transcurrido desde que me he despertado en el pequeño sillón, arropada con mi abrigo.

Hay una rosa roja con espinas junto a mi, y una nota en un post-itt:

Duerme mi niña

Cuando despiertes, recoge la rosa, tu regalo y ve para casa tranquila y sonriente

No sabes cuanto he gozado hoy de ti, siéntete orgullosa de haber sido hoy la vencida

Y Guarda esa rosa …. Quizás la precises algún día

Un beso Sue

Once de la mañana. Ha pasado una semana desde nuestro último encuentro. En esta semana, me he visto obligada a ver a Carlos por motivos de trabajo, aquellos que no tratamos en su momento. Y para mi sorpresa, nuestra entrevista ha sido tan agradable y cordial como siempre, sin hacer mención en ningún momento de lo ocurrido aquella tarde. Mi mundo permanece en su sitio. Sonrío para mis adentros. Eres genial.

Sue_bcn