Un encuentro casual… después de la Boda

Comencé, tras dejar caer la toalla a mis pies mostré mi cuerpo desnudo, comenzando por ponerme como única prenda interior un minúsculo tanguita de color blanco, girándome hacia el armario le di la espalda mostrándole la desnudes de mis nalgas.

Un encuentro casual… después de la Boda (2º. Disfrutando del marido de mí amiga

Hola, me llamo Susana, ante todo gracias a todos los que me habéis leído, sobre todo aun más agradecida a aquellos que me habéis escrito. Agradezco de corazón, que os haya gustado e incluso que os haya sido tan placentero, como a mí relatárosla.

Ante todo me debo disculpar, pues no siempre puedo responder a todos los que me habéis mandado vuestro email, pero os aseguro que los leo con el mayor de las satisfacciones y os contestare, en la manera de lo posible. También me debo disculpar, por todos aquellos que me quieren poner en contacto conmigo, sobre todo cuanto enciendo el Messenger, pero os comento que me es imposible contestar a todos, aun más cuando aumentan el número de pestañas elevándose.

Bueno me presentare soy una ardiente Sevillana, para todos aquellos o aquellas que queréis saber mis rasgos, para que os hagáis una idea a la hora de masturbaros. Os diré que mis medidas son aproximadamente 90/59/88 aprox., mido 1.75m, tanto mis ojos como mis cabellos son castaños. Soy de compresión delgada (normalita), pues suelo cuidarme… hago mucho "ejercicio", tengo unos pechos firmes (los cuales mis amigos dicen que son preciosos) y unas nalgas duras y firmes (según mis amigas de admiración y de envidia), me considero una mujer súper morbosa, aunque esto ultimo lo a vuestra opinión. Me considero una chica activa, tozuda, desconfiada, responsable, simpática, abierta (a veces demasiado…), extrovertida, atractiva e inteligente, sincera y normalmente no me ando con rodeos… en otras palabras una sin vergüenza integral, aunque eso si muy buena gente y bastante loca... vamos una chica con la que se puede pasar un buen rato (joder, pido algo más de 15 minutos…). Me gusta conocer gente, descubrir cosas nuevas, divertirme, lo típico de una chica de mi edad (tengo una manera especial de ver la vida). Me gusta salir, hacer locuras, aunque me sea difícil de reconocer que me gusta beber demasiado (joder, no soy alcohólica… pero debería controlarme).

Os debo comentar, que mis experiencias son producto de mis fantasías, las cuales las intento hacer realidad en la manera de lo posible, sin importarme a veces el resultado y ni tan siquiera me paro a pensar en las posibles consecuencias, pues pienso que podría alterar el resultado final, llegando a no ser tan satisfactoria (aunque a veces algunos resultados los lamenten en mi propia piel). Como os he dicho, me considero una mujer muy morbosa y caliente, me gusta probar cosas nuevas y sobre todo provocar a los hombres (obviamente se que soy deseable… no solo por que lo dice mi chico). Os admito que me gusta vestir provocativa sobre todo con faldas, pues al andar me gusta sentir el roce de mis muslos desnudos. Aunque no me considero fetichista, pero siento una gran devoción por las medias de ligas (me vuelven loca y me excitan).

Hola me habéis pedido de forma reiterada, que continúe a ser posible contaros mi relación con mi pareja de amigos, siempre que hubiera segunda parte, en efecto hubo una segunda y hasta me pese hasta hubo una tercera parte. En esta ocasión os voy a confesar lo que me ocurrió en esa vez, no era mi intención y aun menos lo busque, todo fue por un encuentro fortuito. Como os comente en mí anterior confesión, algo tuvo que olerse Mami pues desde ese día, nuestra amistad está casi deteriorada por no deciros rota. No era de extrañar que ha cambiado desde su boda, pero para notarlo hasta los de alrededor ya me diréis, la verdad no se que pensar pero me huele que debe de saber algo, Papuchí me promete que de su boca no ha salido palabra alguna, pero… quizás en sueño nos ha delatado. Continúo, mi relación con Miguel el chico con el cual salía y que me acompaño a la boda de Mami y Papuchí fue a su fin, en fin nuestra relación finalizo pues como os comente se trataba de un hombre casado y según el en tramite de separación. La cuestión es que hace algunas semanas, recibió una llamada de su mujer comentándole que iba a ser padre (se perfectamente que eso es incierto), eso le hizo mucha ilusión hasta creo que ni le importaba que no fuera suyo, que hasta ha vuelto con ella.

Aunque reconozco que solemos vernos algunas ocasiones... mas cuando el me llama, pues desde que es oficialmente un hombre casado y encima padre tiene menos tiempo. Me comenta que su mujer apenas le hace caso, aun menos ahora embarazada la verdad esta un poco desaprovechado, recuerdo la primera vez que lo hicimos, me hizo alcanzar dos inmenso orgasmo tales que me dejaron casi sin respiración. Bueno continúo, meses después comencé a salir con otro chico, bueno chico digamos que tiene sus años, con solo deciros que comentan que podría ser mi padre, pero nos compenetramos bastante bien. Lo cierto es que lo que más me llamo la atención, era su nombre pues me hizo recordar a un profesor que tuve en el instituto. Nos contamos nuestra vida, al menos por encima, os diré que el no tiene problemas familiares pues es viudo, pero eso si con cargas emocionales pues sus hijos no veían con bueno ojos lo nuestro. Pero bueno a medida que vaya comentando veré o no si os comento en como quedo lo nuestro. Desde que comencé a salir, con Octavio no he tenido problema alguno, la cierta verdad es que ignora lo sucedido entre Papuchí y yo.

Bueno vamos a lo que vamos, la cierta verdad es que tampoco le quise dar más importancia, por lo que continué con mi vida y con mis mensajitos a Papuchí aunque cada vez más subido de tono. Lo que voy a contar me ocurrió aproximadamente a mediados de agosto, fui invitada a una despedida de soltera por una amiga y compañera de trabajo. Esta me comento que la iba a celebrar el sábado, donde nos iba a recoger un autobús dirigiéndonos al restaurante San Marcos, más tarde a un local de boy´s, para acabar la noche por una serie de bares de copas. Nada más comunicármelo se lo consulte a Octavio, el cual no me puso obstáculo alguno, sino más bien todo lo contrario me animo a ir, la cierta verdad es que con Octavio no tengo problema alguno, pues el se fía plenamente de mi (que cielo…). Días antes como es habitual en mi me fui de compras, pero a modo de limar posibles asperezas, invite a mi amiga Mami a que me acompañara, aunque rechazo mi invitación inicial, pero después de mi insistencia al final accedió. Mami me confeso su enfado hacia mi, me comento que esa noche que debía de ser tan especial, fue diferente e intruso extraña… esa noche noto algo raro en Papuchí, no supo que era pero lo percibía algo distinto en el, incluso sus ropas olían distintas, llegando e incluso a sospechar de mi… más por que en sueños, Papuchí algunas veces te llamaba.

Mi amiga me comento, que antes de hablar conmigo quiso hablar con Octavio, aunque el solo llevaba poco tiempo conmigo quizás supiera algo que ella ignoraba, pero Octavio no solo la calmo con sus palabras sino que incluso le comento algunas cosas relacionadas con los hombres, cosas que a Mami le tranquilizo. Bueno continuo, después de una conversación tranquilizadora y limando asperezas entramos en varias tiendas, entre ellas la tienda H&M, la cual elegí una serie de prendas dirigiéndonos ambas a los probadores, tras despojarme de algunas de mis ropas hasta quedarme en ropa interior. Comencé a probadme prenda tras prenda, hasta ponerme un pantalón blanco el cual era de lycra y ceñido… tanto que mi amiga Mami, nada mas vérmelo puesto me aconsejo que debía de ponerme un tanga, pues se me notaba las costuras de mis braguitas, por lo que a sus palabras me quite el pantalón e hice lo propio con mis braguitas, colocándome de nuevo el pantalón pero esta vez sin braguitas, colocándome delante del espejo a modo de verme, observado lo bien que este me quedaba… muy sexy. Me di cuenta como estos pantalones eran tan ceñidos, que ya no marcaban mis braguitas por que no las tuviera, sino que marcaban mis zonas erógenas de mi cuerpo, marcándose visiblemente mis labios vaginales y mis nalgas.

Tras salir de la tienda con mi pantalón comprado, nos dirigimos en busca de comprar alguna prenda más (una blusa o una camiseta), tras deambular por alguna tienda entramos al final en Kiabi, donde tras fijarme en varias prendas las cuales fui cogiendo y ante no saber cual escoger, nos dirigimos a los probadores. Una vez en el interior, mi amiga Mami me aconsejo que esta vez, o me desnudara completamente quedándome en braguitas o para adelantar me pusiera los pantalones blancos, para ver como me quedaría la prenda, por lo que le hice caso a lo segundo. Tras probarme una serie de prendas le comente a mami que me aconsejara, esta me comento que para su gusto ella elegiría la camiseta anudada al cuello, por ser mas cómoda llevar y fresca. Os detallo como es, son de esas que se anudan al cuello por detrás, cuando fui a colocármela Mami me aconsejo nuevamente, que esta me la pusiera sin sujetador. Por lo que de nuevo le hice caso, me puse delante del espejo a ver el resultado, dejando a mi amiga colocarse detrás de mí, tras comentarme lo guapa que estaba y la envidia que iba a transmitir a las demás chicas (por no hablar de las miradas de sus chicos).

Recuerdo que hizo un gesto que me sorprendió dejándome helada, más por no saber que hacer y aun menos como actuar, pues conociéndola como la conozco sus cambios de humor son como el tiempo… imprevisible. Os comento… como os he comentado previamente, ella se había colocado detrás mía, me ayudo a anudarme la camiseta al cuello, pero continuo cogiendo mis cabellos con sus manos posándolos sobre mis hombros (reconozco que me veía radiante). Me comento que faltaba un detalle muy importante, por lo que descendió sus manos desde mis hombros hasta mis pechos, colocándolas por debajo comenzando a frotármelos, me fue transmitiendo una extraña sensación sumada a un calor corporal. Continuo por dirigir las yemas de sus dedos hacía mis pezones, presionándolos y pellizcándolos con suavidad (joder, que ella no es bisexual… además le repugna la idea de dos tías juntas), se me erizo los vellos y me hizo sentir un escalofrió con la consecuencia de notar como se me endurecieron mis pezones, tanto que al verme reflejada en el cristal era visible como estaban de duros, pero lo peor no era la visible mancha humedecida de mi ingle… de mis labios vaginales.

Le comente sus actos continuando esta entre risas, eso si un poco enrojecida que observara el espejo y que opinara, comentándome entre burlas y risas lo tentadora que estaría esa noche, siendo más deseada que intruso la misma novia. Continuo, para abreviar sigo con el esperado sábado, el día lo inicie levantándome tarde y un buen desayuno… de vagueo total. Cuando me fui preparando para irme, no me había dado cuenta que Octavio se había dirigido al dormitorio, pues una vez salí del baño con solo una toalla reliada al cuerpo, lo vi sentado dispuesto a disfrutar de cambio de vestuario, mientras entre sus manos tenia su erguido miembro. Tras soltarle una sonrisa picara comencé, tras dejar caer la toalla a mis pies mostré mi cuerpo desnudo, comenzando por ponerme como única prenda interior un minúsculo tanguita de color blanco, girándome hacia el armario le di la espalda mostrándole la desnudes de mis nalgas, saque del interior del armario el pantalón blanco que me compre el otro día.

Recuerdo que Octavio me comento, que según había escuchado que este tipo de pantalones, son de esos que no solo resalta la figura sino más bien son para llamar la atención y al tiempo que se levanta dirigiéndose hacia donde yo estaba, acabo por comentarme que si encima me ponía el tanga, hace mi trasero de lo más sexy... en otras palabras que más parece que mi intención es la de provocar, mientras posa sus manos en mis glúteos amasándolos. Continúo cogi una camiseta floreada una de esas que se anudan en el cuello (pero os digo, que me sienta aun mejor gracias al pequeño elástico que tiene en la parte trasera, la cual se me ajusta). Octavio me comento que sino me ponía sujetador al ver mi negación, solo me comento que antes de marcharme debía de hacerle un pequeño favor, mientras me señalaba su erecto miembro el cual tenia pajeándose en la mano, lo cierto es que se lo debía aun mas cuando esa noche se quedaría a dos velas. Me dirigí hacia Octavio, arrodillándome entre sus piernas cogiendo con una de mis manos su miembro y con la otra sus testículos, mientras me inclinaba fui dirigiéndolos hacia mi boca.

Comencé a cabalgar con mi cabeza sobre su miembro al tiempo que salía de mi boca una y otra vez, me la saque para pasarle la lengua a todo lo largo de su tronco para engullírmelo de nuevo, saboree su prepucio una y otra vez, mientras lo escuchaba suspirar y oír como me llamaba su dulce putita, su nena. Recuerdo que escuche las campanadas del reloj del salón, por lo que comencé a acelerar las atragantadas, moviendo mi mano rápidamente marcando su trozo de carne, continúe de esta manera un rato mientras lo miraba a los ojos, sabiendo bien como estaba disfrutando. Tras sacármela de la boca continúe por darle pequeños bocaditos, desde su cabezota enrojecida hasta la base de su genitales, para continuar por ascender pasándole la lengua hasta llegar de nuevo a su cabezota y volvérmela a tragar. No quisiera enrollarme más de lo habitual, pero ya no solo estaba el disfrutando solo sino hasta yo disfrutaba de tal mamada, me la sacaba una vez más de manera que pudiera no solo tragarme sus genitales sino hasta lamérselo, para volver a chupar su cabezota como si fuera un polo o mejor dicho un fresón.

Octavio no dejaba de gemir mientras esperaba que se corriera enseguida, pero lo cierto es que disfrutaba con su polla, tras un buen rato del cual Octavio me sugerido el poder penetrarme. Tras comenzar como pude por desabrocharme el pantalón, comencé a notar como las venas de su tronco comenzaba a hincharse señal que se iba a venir, le di tal atraganta que note como su primer chorro chocaba contra mis amigadlas, tragándomela como pude el resto, tras finalizar me levante dirigiéndome al aseo a lavarme la boca, no sin antes darme un maravilloso beso. Mientras me enjuagaba la boca, pensaba que sabía desde un principio que una despedida de soltera, acabaría posiblemente en la cama con alguno, no soy tonta y si se me pone algún chico bueno a tiro, pienso aprovechar mi oportunidad. Me sentía extrañamente nerviosa e intruso excitada como mi primera vez, como si esperara que me ocurriera algo o como si tuviera la premonición de eso mismo, recuerdo que sacándome de esa sensación me sonó el móvil a modo de toque, era la esperadísima hora en la cual un puntualísimo microbús se detuvo en la puerta ce casa y tras despedirme de Octavio con un tierno beso, me marche.

Una vez montada en el autobús, este nos llevo a nuestra primera parada el restaurante San Marcos tras la cena, donde le regalamos una serie de utensilios y demás cosas. Más tarde nos dirigimos a un local de boy´s, donde teníamos concertada la visita y que no solo la futura novia se deleito la vista, sino también el gusto y el tacto por no deciros estos de ella, donde prepare un pequeño estriptis para nosotras en un reservado, imagínate el resto… Tras esto decidimos recorrernos una serie de bares de copas de Sevilla, Aduana, Bilindo, Chile, etc. Con la idea de no sólo buscar un rollo para acabar la noche, pues sí no había suerte nos apañamos perfectamente entre nosotras. Bueno estábamos en el Bilindo, cuando reconocí entre algunos chicos de al fondo a Papuchí el marido de mi amiga Mami, me hice la loca pues la cierta verdad que no deseaba que el me viera, no quería mas líos pero creo que fue demasiado tarde, pues desde donde el se encontraba comenzó primero a llamar mi atención para más tarde llamarme a voces, ante las atenciones de mis amigas sobre Papuchí, no me quedó más remedio que acercarme y averiguar sus llamamientos.

Tras los oportunos besos en la mejilla, donde los suyos fueron más cerca de mis labios que los míos, me pregunto sobre Miguel y sobre mi actual pareja Octavio, aparte de comentarme donde nos habíamos metido este tiempo, me comento para estar más cómodo el poder sentarnos y charlar, aunque la idea no me agrado cedí sentándonos al final de la barra. Mis amigas acercándose a nosotros me comentaron que se marchaba, no sin antes comentarme que a lo visto yo ya tenía plan (por más que lo niegue). Recuerdo que como es costumbre en mi, pedí al camarero un Legendario con Cola Cola mientras Papuchí pidió un simple refresco, no me dejaba de recordar lo que ocurrió entre nosotros en su boda, e incluso me dio a entender que quería volverlo a repetir, le comente que eso no debía de haber ocurrido (no digo que no hubiera disfrutado, sino que quería volver a engañar a mi actual pareja Octavio), intentaba convérseme con palabras dulces y sugerentes, me recordaba lo que disfrutamos en ese aseo ambos, como follábamos hasta quedar ambos extenuados (joder, como su polla entraba y salía de mi, mientras yo le rogaba que continuara), la cierta verdad es que sus palabras me estaban calentando por no deciros, sus manos las cuales no dejaban de recorrer mis muslos.

La cierta verdad es que me sentía mareada, no sé si se trataba por el ambiente cargado de humo, la música o posiblemente el alcohol o sus manos las cuales hacia rato que me había transmitido sus intenciones. Pero recuerdo que aunque apartaba sus manos más de una vez, estas se encontraban acariciándome por la parte interior de mis muslos, sintiendo en más de una ocasión en chocar de sus dedos en mi entre pierna. Comenzó a comentarme más por halagarme, lo bien que me sentaba tanto mi camiseta anudada al cuello, la cual se aprecia que debía de ser tan cómoda como fresca, muy apropiada para el verano, la cual daba la sensación que no debía de llevar nada mas debajo. Continuo sobre mi pantalón blanco ceñido y ajustado, el cual me hacía muy deseable... preguntándome si llevaba ropa interior, quizás fuera por el alcohol al contestarle a Papuchí, que sujetador no llevaba pero si llevaba un tanga debajo del pantalón. Me comentaba que se sentía feliz y aun más afortunado, de ser mi acompañante esa noche más por las miradas celosas de los tíos del bar.

En un momento me pidió que me acercara a él, pues me iba a contar en plan confidente una cosa, tonta de mi pues lo reconozco que me deje engañar pues nada mas inclinarme, le deje ver mis pechos desnudos y este aprovecho para posar una de sus manos en mi nuca, a modo de poder unir nuestros labios y con su otra mano, ascendía desde mi muslo hacia mis nalga. Me dio tal beso que ni lo esperaba, quise apartarme pero su mano en mi nuca no me dejo, después de varios minutos deje de resistirme, entregando no solo mi lengua sino hasta mi voluntad. Mientras una de sus manos la había deslizado desde mis muslos hacia mi espalda, e introduciéndose lentamente por dentro de mi pantalón a pesar de la estreches de este, algo molesta fui notando como esta llegaba a mis nalgas, las cuales comenzó a magrear como podía, e incluso sentí sus dedos introducirse en la unión de mis glúteos. Papuchí fue apartándose de mi, mientras sus labios se separaban de los míos, para buscar y dirigirse a mi oído donde no solo me los beso, sino que me comento (o mejor me lo ordeno) que me dirigiera al aseo situado en la planta inferior. Una vez que el haya bajado, debía de esperar al menos 10 minutos, y sin que nadie me viera entrara dentro, dicho y echo, baje las escaleras hasta llegar a la entrada a los aseos, espere esos eternos diez minutos.

Os admito que la situación era de lo mas morbosa, pues mientras esperaba sentada en la barra del bar el tiempo justo que me ha pedido Papuchí, se me acercaron varios chicos a pedirme plan, sentía las miradas con deseo del centenar de chicos sobre mí me hicieron hasta sentir desnuda tuve que dirigirme toda nerviosa hacia las escaleras. Me levante dirigiéndome hacia las escalera situada estas tras la barra del bar, baje estas mirando tras de mi una vez tras otra cerciorándome que nadie me seguía, que estaba sola deteniéndome en las puertas de los servicios haciendo tiempo. Recuerdo que en esos momentos me entraron dudas, pues iba a engañar a Octavio y nuevamente con el marido de mi amiga Mami… Papuchí, para tras coger aire me decidí a entrar en los servicios de caballeros. Tras abrir la puerta de los servicios observe que estos se encontraban vacíos, os debo de admitir que estaba intrigada… pero tras escuchar un silbido el cual salía de uno de los habitáculos, supe que Papuchí no estaba muy lejos. Camine paralelos a ellos en busca de Papuchí, tras caminar por delante de ellos los cuales estaban abiertos… menos uno el cual estaba entornado, me dirigí hacia este decidida sujete el pomo y tras girarlo al tiempo que empujaba la puerta, pude observar como Papuchí estaba orinando.

Recuerdo que tras verme en vez de invitarme a entrar, me tomo del brazo bruscamente y con fuerza hacia el, al tiempo que cerraba la puerta tras de mí, mientras pude ver como le colgaba su erecto miembro. Me mostré dubitativa y nerviosa queriéndome ir, pero Papuchí sujetándome del brazo me lo impidió, le comente que era una mujer casada… a que horas. Mientras que con una de sus manos me sujetaba por el brazo, con la otra comenzó a acariciarme posando su mano sobre mi vientre, ascendiendo con suavidad hacia mi cuello, deteniéndose en mis senos los cuales comenzó a acariciarlos, magreándolos a su antojo por encima de mi blusa, dándose cuenta de la falta del sujetador. Alabo nuevamente el gusto por mi blusa, mientras tiraba la costura hacia mis pechos, soltando y dejando esta entre el canalillo de mis pechos. Tras ver mi seno desnudo pude notar su vista lujuriosa que hasta babeaba, seguidamente dirigió su rostro hacia mi pecho, comenzando a chuparlo, lamerlo y besarlo e incluso mis pezones. Bajando su brazo de modo que dirigió su mano hacia mi entre pierna, posándola sobre mi bragueta y comenzar a pasar varios de sus dedos a lo largo de mi pubis, para acabar por frotar mi vagina, comentando lo mojada que debía de estar y lo deseosa de follar que tenía.

Ante mi conducta Papuchí dejo de sujetarme, dirigiendo su mano hacia mi blusa sujetando esta por el otro lado y repitiendo la misma acción, dejándola entre mis pechos medio reliada, mientras me decía obscenidades y contándome los sueños tan pervertidos que había tenido siendo yo la protagonista principal. Dirigiendo nuevamente su boca a mis pechos devorándolos, dejo mis senos enrojecidos y hasta algo doloridos dirigiendo ahora sus labios en busca de mis labios. Mientras nos besábamos, sus manos no se estaban quietas pues una de ellas tras posarse sobre mi bragueta, comenzó a bajar mi bragueta y desabrochar el botón del pantalón, continuando por tirar de mi estrecho pantalón hacia abajo. A veces escuchábamos como entraban en los aseos, risas y comentarios de algunos chicos sobre algunas anécdotas ocurridas en el bar e incluso algunas hacia mi persona. En esos momentos Papuchí me comentaba que no hiciera ruido alguno, que no pasaba nada a no ser que quisiera estar con más de un tío esa noche. Me cogió mi mano dirigiéndola hacia su miembro, comentándome si la recordaba y si la habría echado de menos, tras posar mi mano casi forzada sobre su trozo de carne la sentí caliente y vibrante, sin decirme palabra alguna Papuchí alargué mi mano a lo largo de su miembro para comenzar a pajeársela.

Mientras Papuchí se echaba sobre mí, de manera que sus labios chocaran con mi cuello, comenzando a besar a lo largo de mi cuello, hasta llegar a mis orejas introduciendo la punta de su lengua en el interior de mi oreja, lamiendo mi lóbulo… haciéndome estremecer, continuando por recorrerla suavemente y por la parte posterior de la oreja, besándomela y lamiéndomela con la consecuencia que me estaba poniendo cada vez peor… me estaba poniendo a 100 (joder, tenia la entre pierna de mi pantalón humedecido). No me dejaba de decir obscenidades, de acariciar mis pechos ya bastantes endurecidos, mientras Papuchí besaba mi oreja me comento que si no deseaba meterme la polla en la boca, sin que me lo pidiera dos veces me fui arrodillando hasta tener su miembro a la altura de mi rostro. Tras cogersela por la base de su tronco por debajo de sus genitales, fui introduciéndomela en la boca poco a poco, mostrándole a Papuchí lo buena (y puta) que soy en esto, pues me gusta chupar una buena polla, dirigí mi otra mano hacia sus muslos de modo de poderme sujetar, mientras se la chupaba entrando y saliendo de mi boca, mi mano dejo de sujetar su miembro para masajear sus genitales como canicas.

Lentamente sacaba de la boca su miembro mientras le miraba a los ojos, sin soltársela pasaba la punta de la lengua por su grande, continuando por dejar escapar una gota de saliva sobre su miembro y sin acto seguido tragármela de un golpe, hasta sentirla golpear mis amígdalas e incluso sintiendo arcadas. Mientras escuchaba como gemía y mascullaba Papuchí de satisfacción, me comentaba lo hacía bien que lo hacia, mientras colocaba una de sus manos sobre mi nuca, no solo acariciando mis cabellos sino marcaba la pauta a llevar, e intruso se inclinaba levemente a modo de poder coger mis pechos y magrearlos. Creí que se iba a venir en mi boca, cuando entre gemidos me comento: que no deseaba corredse aun. Bruscamente me separo de el haciéndome levantar, seguidamente me giro de manera que quede frente a la pared y de espalda a el, al tiempo que note como su miembro golpeaba mis nalgas en cada uno de sus movimientos, e incluso en un momento me hizo sentir la presión de su polla sobre mis nalgas (Dios, como echaba eso de menos… no significa que Octavio no la tuviera bien).

Me comento que antes de nada iba a despojarme de mis pantalones blancos pues seria bastante delatores, de esta manera evitaríamos posibles sospechas, o quien sabe malos "entendidos". Al arrodillarse ante mi coloco sus manos, una a cada lado de mis muslos tras sujetar mi pantalón tiro de ellos, al tiempo que poso sus labios sobre mi tanguita comenzando a besarlo, sentía como arrastraba mi pantalón hasta sacármelo por mis pies. Tras pasar varias veces su lengua por mi pubis, sentía de nuevos sus manos ascender por mis muslos denudas hasta mi cintura hasta toparse con la tira de mi tanga. Tras incorporarse colocándose de nuevo tras de mi, paso varias veces su mano por mi entre pierna… por mis orificios sin importarle e incluso sin molestarle la tira de mi tanga, humedeciéndolos para continuar por pasarme su polla por ellos, hasta notar como presionaba ambos orificios sin llegar a introducírmela, mientras me comentaba que no sabia donde metérmela pues deseaba esa noche mi culito. Decidiéndose al final por mi orificio vaginal, tras sentir su grande presionar mi orificio vaginal fui sintiendo como me iba introduciendo, me fui sintiendo llena a medida que eso me entraba… muy lentamente, tuve que soltar un pequeño gemido de placer que gracias a la música nadie pudo escuchar.

Comenzó a penetrarme sintiendo la dureza de su miembro, como me entraba y salía de mi en cada una de sus embestidas acelerando poco a poco, sentía una de sus manos coger con fuerza mis pechos mientras su otra mano la veía apoyada en los azulejos. Mientras era siendo penetrada llegue a sentir en un momento su cuerpo sobre el mío al tiempo que ya ambas manos se apoyaban sobre la pared, penetrándome de este modo con más fuerza, sintiéndola más profunda en cada una de sus embestidas, tal era la presión que mi cuerpo no solo chocaba contra los fríos azulejos blancos de ese aseo sino que me tenia aplastada. En un acto de machito, Papuchí me la sacaba de mi coño una y otra vez, para volvérmela a introducir de un solo golpe sintiéndola golpear en el fondo de mi, sin que mi orificio pusiera impedimento alguno, al tiempo que me besaba el cuello y sentía no solo las gotas de su sudor caer sobre mi espalda sino sus babas, mientras restregaba su frente en mi. Entre gemido y jadeos me comento que deseaba penetrarme por mi culo, que desde que se lo comente la ultima vez, se quedo con las ganas de probarlo y deseaba penetrarme, cuando sin esperar contestación alguna por mi parte, sentí como su polla abandonaba mi orificio vaginal notar la presión de su grande en mi orificio anal, dando un pequeño sobresalto más por no esperarlo.

Recuerdo que ante su cabezonería le comente que previamente debía de preparar mi orificio, observaba que de penetración anal como que poquito… le comente que debía al menos dilatar mi orificio sino quería hacerme daño. Tras agacharse nuevamente Papuchí, comenzó primero por juguetear con uno de sus dedos previamente humedecidos sobre orificio, para continuar a presionar e introducírmelo con cuidado, mientras yo me masturbaba para no enfriarme. Una vez dilatada, coloco su miembro sobre mi entrada anal, sintiendo como su grande presionaba mi conducto, notando como al tiempo que tiraba de mis glúteos me iba entrando, sintiendo como en un par de embestidas tuve la mitad dentro de mi, no pude evitar no solo gemir sino hasta emitir sonido de satisfacción (gritos), comenzando Papuchí a embestirme con más fuerza y rapidez. Mientras yo había dejado de abrir mis nalgas, para conducir mis manos una a mi coñito a modo de masturbarme y la otra apoyarla sobre la pared.

Joder sentía como me entraba y salía sin salir completamente de mí, aunque si os debo decir que si la sacaba pero para golpearme con su miembro sobre mis nalgas y de nuevo penetrarme, comentándome si me gustaba entre obscenidades e insultos mi marido. Su ritmo fue acelerando comentándome al oído que se iba a venir, que deseaba esta vez de corredse dentro de mi culo. Sin previo aviso sentir entre espasmo como se corría dentro de mi, como sus manos presionaba mi cuerpo y sus uñas se clavaban en mi piel. Tras sacarla de mi note un pequeño hilillo de semen recorrer mis nalgas, recogida rápidamente por Papuchí con su pañuelo. Una vez acabamos salió Papuchí antes del aseo más por cerciorarse que no había nadie, para dirigirme al de señora y poder arreglarme mejor, no solo algo de maquillaje. Tras salir ambos del bar le comente mi intención de marcharme a casa, dirigiéndome hacia la zona de taxis, pero cuando quise coger uno Papuchí me comento que el mismo me acercaba a mi casa, mas por que el mismo también se iba a recoger. Al principio dude pero la cierta verdad, es que más me agradaba ir en su compañía.

Una vez en el coche, ninguno de los dos dijimos palabra alguna, en mis pensamientos pasaba la idea de haber caído de nuevo en los brazos de Antonio, de haber puesto de nuevo los cuernos y esta vez a mi nueva pareja, lo bajo que había caído por mas que me repita, que no lo volveré hacer. Estaba exhausta esperaba que a mi llegada Octavio no me pidiera guerra, pues no sabría como continuar, una vez llegamos a mi portal detuvo el coche y tras bajarme, nos despedimos con un beso muy ardiente… lleno de pasión, dejándolo me dirigí hacia mi hogar con mi dulce y cariñosa pareja Octavio, que me esperaba dormido en nuestra cama y que no tardo mucho en sentir como me introducía, eso si húmeda de la ducha que me había dado. Papuchí creo que también había echo lo mismo, donde Mami espero que le hubiera esperado con amor. Bueno hasta pronto, no me enrollo más.

Ante todo, debo deciros referente a los comentarios de mi forma de explicaros mis historias. que si mi escritura, no esta bien redactada, que apenas es legible, que tiene dificultad a la hora de leer o incluso que da mal sentido, a la hora de explicar los placeres obtenidos o sentidos. Lo siento enormemente, pero intentare redactaros lo mejor que pueda mis experiencias, me cuesta a veces escribir todos mis sensaciones, pues el plasmarlas creo que es lo mas difícil. Espero que os haya gustado, si queréis que siga contaros me lo comentáis pues me gusta mucho recibir vuestros email. A aquellos que queráis contactar conmigo hacedlo a mí dirección de email susanabix@hotmail.com.

O si queréis pasaros por mi blogs, aunque se que no esta actualizado, si os muestro con varias fotos susanabix-misconfidencias.blogspot.com