Un dulce sueño (Por Luna y Lobo)
- Son las 3 d la mañana, otra noche con insomnio, otra noche q no puedo dormir. - Son las 3 de la mañana, estoy durmiendo y siento que me rodean el cuello. No sé qué pasa, abro los ojos y te veo delante de mí.
Parte 1: El sueño de Luna
Son las 3 d la mañana, otra noche con insomnio, otra noche q no puedo dormir.
Necesito su abrazo cálido, sus fuertes brazos rodeando mi cuerpo desnudo. Su aliento y sus besos en mi cuello haciéndome estremecer.
En la penumbra veo una figura q conozco...
-¿Lobo?
No puede ser es casi imposible, estoy despierta o dormida? No lo sé. Pero me inunda la felicidad. Se acerca y me habla:
-Hola cielo. Mi dulce Luna...
Me incorporo, me cojo a su cuello, le abrazo y le beso, mientras le ayudo a quitarse la ropa. Se inclina hacia mi sin dejar de besarme hasta estar casi tumbado encima mío...no puede ser un sueño, noto su calor, la dureza d su verga, mis pezones duros rozando su
pecho...
Se recuesta a mi lado, y comienza a acariciar mis pechos, a jugar con mis pezones, acercándose a lamerlos, no puedo evitar suspiros de placer...Baja su mano por mi vientre, buscando mis labios, los aparta y comienza a acariciar suavemente mi clítoris, me hace gemir.
Alargo mi mano para acariciar su verga, tan dura, tan grande, tan deseosa de mí y yo d ella. Oigo sus gemidos...y eso me excita mas...me produce un orgasmo, sus manos son el paraíso...
Se gira y se pone encima mío, dios...como me gusta tenerlo encima mío, que posea mi cuerpo, dejarme a su merced...noto como me penetra lentamente, con el todo es tan suave y
dulce... Me llena y me estremece. Se coloca de rodillas y levanta mis
piernas, penetrándome mas profundamente, me vuelve loca, y gimo al
igual que él, cada vez más fuerte, mas rápido...nos corremos.
Se recuesta en mi pecho, aun palpitante por el orgasmo...me mira a los ojos, me
besa y me dice:
-Te quiero cariño, descansa...
Me despierto sobresaltada al oírme decir:
-Te quiero, ¡quédate conmigo!...
Me miro, estoy desnuda, y parece ser q he tenido un orgasmo... ¿era un sueño? Ojala no, ojala sea real...
Parte 2: El sueño de Lobo
Son las 3 de la mañana, estoy durmiendo y siento que me rodean el cuello. No sé qué pasa, abro los ojos y te veo delante de mí.
¿Qué haces aquí? ¿Cómo has entrado?
Tenía insomnio y me levanté de la cama.
Como me gusta que hayas venido, mi dulce Luna.
Se abraza a mi cuello y me besa, me quita el pijama y me tumba encima de ella con nuestros labios unidos.
¿Pero cómo has entrado cariño?
Calla Osito, este es mi sueño, y quiero convertirte en Lobo.
Me tumbo sobre ella, nuestros cuerpos se unen centímetro a centímetro, haciendo de cada roce saltar chispas de pasión, mi cuerpo ardiente calienta todo tu cuerpo, con mi rostro el suyo, con mi pecho los suyos, con mi verga su monte de Venus.
Me recuesto a su lado y comienzo a acariciar sus pechos, a jugar con sus pezones y a lamerlos. Ella suspira de placer, acaricia mi pelo y lo enreda mientras como la vida de sus pechos. Bajo mi mano por su vientre, buscando sus paraíso, meto los dedos entre su bosque y lo abro explorando su interior. Siento su mano sobre mi verga, dura y grande, deseosa de poseerla. Sus caricias me estremecen, me apasionan, me hacen gemir. La pasión me desborda y me coloco encima de su cuerpo. La beso profundamente y la penetro lentamente, su sexo cálido y suave me enardece, me enloquece, me enerva los nervios y me apasiona la mente y el cerebro. Siento como me posees mientras te penetro. Me coloco de rodillas y levanto sus piernas, quiero penetrarla más profundamente, girando sus piernas en el aire, explorando cada recoveco de su sexo, la oigo estremecerse y gemir. La quiero y me encanta verla disfrutar. La penetro más fuerte, sin pausa, con una erección enorme que solo ella me produce son su amor, sus gemidos y su cuerpo.
Nos corremos y me quedo sobre ella, acostado sobre su cuerpo, cansado, feliz y enamorado.
Me besa de nuevo y me despierto. Oigo como se desvanece en un susurro sus últimas palabras.
- Descansa cariño, mañana te escribo, te quiero mi Lobo...
Ella ha soñado conmigo y me ha poseído, pero su sueño siempre me posee a mí también. Cada noche que me despierto soñando contigo sé que es porque tú me has despertado pensando en mí.