Un domingo con mi suegra (2)
Inesperada actitud de mi mujer al percartarse de qué mi suegra y yo habíamos estado amándonos.
Un domingo con mi suegra (II)
Llegamos a Miami pasadas las 2:30 de la tarde. El resto del viaje habia sido normal a no ser por la temible mamada que me hizo Ela casi llegando a Gainsville mientras yo conducía a una buena velocidad. La velocidad y el sexo es una combinación explosiva...el aire pegándome fuerte en todo el rostro mientras mi suegra me devoraba la verga y apretaba mis cojones cómo en una suerte de ordeño y mi leche regocijándole la boca qué ella apresuraba a tragar golosamente. Nadie sabe con certeza cuán erótica y caliente puede ser una mujer vieja y gorda después tanto tiempo disponiendo tan sólo de su dedos y de la imaginación. Ela se había sacudido toda inhibición ahora y luego de limpiar su boca con cuidado posaba para mi abriendo sus piernas regordetas y tocándose su chocho con suaves movimientos primero pero furiosamente luego deteniéndose un instante antes del orgasmo.
Carmen nos esperaba en el lobby del hotel en Miami Beach. Cuándo nos vió vino hacia nosotros y me besó ligeramente en los labios y luego abrazó a Ela.
Qué tal de viaje mamá? - preguntó mi mujer
Bien hija, muy bien diría yo, ha sido muy divertido, tu marido me ha hecho reir cómo una tonta con sus chistes y ocurrencias - dijo ella.
Mejor para todos entonces - respondió Carmen sonriendo.
Después de instalarme en la habitación llegaron los niños y jugamos un rato a pegarnos con las almohadas. Cómo a los quince minutos ellos fueron a su cuarto qué compartirían con Ela mi suegra.
Las habitaciones eran contiguas - asi lo había dispuesto mi mujer - y casi todo el tiempo las puertas se mantenían abiertas para permitir el paso de un lado a otro. Ahora Carmen cerró la nuestra y me dijo:
Todo bien Luis? -
Perfecto, por qué?-
Lo digo porque en tu bolsa de viaje encontré unos panties de mamá -
Los habrá puesto tu madre en el apuro de irnos.- dije tan ágil cómo pude.
Podría ser pero...-
Pero qué?...qué insinúas?-
Pero tienen una gran mancha de semen seca en toda la parte delantera.-
Y..yo qué tengo qué ver con éso?-
No me vas a decir qué mamá se escurrió del hotel y se tiró a un tipo mientras tú dormías.-
La verdad es qué no sé..puede ser.-
Mira Luis yo puedo comprender lo qué sea pero quiero escucharlo de tu propia boca así es mejor es qué empieces.- dijo Carmen mirándome directamente a los ojos.
Bueno..ella estaba allí...cerca y yo... -
Te calentó mi madre?Te la follaste?Qué le hiciste a mi madre?-
Nada te juro qué nada malo, ya la oíste lo contenta qué está-
Mi mujer se sentó en la cama y abrió sus piernas de modo que la bata dejó ver su ropa interior.
Ven aquí Luis..ven aquí y ahora.-
Yo me arrodillé frente a ella y puse mis manos sobre las piernas. De pronto y sin poder yo evitarlo me abofeteó con fuerza. No quise reaccionar con ira y me contuve cómo todo un hombrecito. Ella se bajó sus bragas de una vez y me espetó:
Ven hijo de puta y mama mi chocho ya qué has podido chupar hasta el de mi madre.-
Tiró de mi pelo y me obligó a comerle su raja qué ya escurría jugos de su interior.
En éso estaba cunado ella toma el teléfono y marca un número. Me detengo y voy a preguntarle algo pero ella me lleva violentamente hacia el centro de su sexo obligándome a seguir en la faena.
Mamá?...-
Si Carmencita...-
Puedes venir acá un minuto?
Claro mija, espera...-
Ven por la puerta del pasillo qué está abierta.-
No entiendo...yo puedo...-
Te espero.- y colgó
Ela apareció ante nosotros y diciendo 'Dios mio, disculpen!' iba a retirarse. Carmen le dice entonces qué lo sabe todo y qué es mejor para todos que se acerque a nuestra cama. Yo mientras tanto seguía chupando el coño de mi mujer qué movía sus caderas ahora con más fuerza. Mi suegra avanza hacia nosotros balbucéando algo pero mi mujer la interrumpe y le ordena qué se quite la blusa y el sostén. Ela sin contrariarla accede y se desprende de las prendas de ropa y llega a nuestro lado. Se sienta y mira cómo su hija gime mientras mi boca le come la vagina. La vieja se toca los pezones y mientras observa el encuentro de mi lengua con la raja de su hija se lleva la mano derecha hacia su chocho que ya yo conocía tan bien.
Te calienta mamá?-
Ya sabes qué si mija, ya lo sabes...-
Puedes tocar a mi marido ahora con mi permiso -
Carmen mija yo te puedo explicar -
Calla de una vez y chúpasela a Luis mientras el hace qué me venga..y mejor te apuras qué me queda poco.-
Yo escuchaba como en éxtasis desde entre las piernas de mi mujer aquélla conversación surrealista
y mi polla ya estaba dura para recibir cualquier cosa. La boca de Ela fue tímida al principio pero fue ganando confianza con las palabras de su hija qué le hablaba ahora con malaspalabras.
Sácate el short mamá que quiero ver cómo se incha tu chocho -
Si..mmmm...lo qué ....mmmm.quieras mija...mmmm-
La visión de aquél chocho rechoncho y peludo de dónde había salido casi cuarenta años antes hizo que Carmen moviera sus caderas y culo con velocidad asombrosa. Se ladeó en la cama hasta besar el clítoris de mi suegra mientras sujetaba con ambas manos su inmensa barriga. Yo estaba en la gloria y ellas también...el sexo a tres es tan reconfortante! Saber que madre e hija me compartirían de ahora en adelante hizo qué la carga de leche acumulada toda esa tarde estallara contra el paladar de Ela mientras Carmen se venía en mi boca restregándome todos sus vizcosos líquidos por la cara y parte del cuello.
Ela gritó ahogadamente y entonces supe que una vez más había alimentado a su cría de la manera qué lo hacía desde mucho tiempo atrás..saciando a mi Carmen, a su Carmen con ésa leche densa y tibia que yo había disfrutado tanto desde nuestro primer momento en aquél hotel de Macon. Haciendo casi un tríangulo perfecto nos quedamos tendidos en nuestra cama.
Desde qué volvamos a casa dormiremos los tres juntos y así nos turnaremos para ti - dijo mi mujer mirándome a los ojos - y tu mamá podrás satisfacerte cómo desees tan sólo con alargar tus brazos en cualquier dirección porque tu vas en el medio.
FIN
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