Un dia que nunca olvidaré
Me dejo hacerle cosas que al novio no le hubiera dejado nunca, fui el primero en follar con ella, y ya llevamos 7 años juntos.
Un día que nunca olvidaré
Me dejo hacerle cosas que al novio no le hubiera dejado nunca, fui el primero en follar con ella, y ya llevamos 7 años juntos.
Hace ya bastante tiempo, teníamos los dos 14 años, a mi me acababan de comprar una moto, era el único que tenía medio de transporte, bueno en el grupo había una pareja, con él, Antonio, me llevaba fatal y más de una vez hemos llegado a las manos, pero con la novia me llevaba muy bien, Maite vive muy lejos del resto del grupo, pues una noche cogi y me ofrecí a llevarla en la moto a su casa, Antonio al escucharme se mosqueo un montón, pero a mi me dio igual, Maite estaba muy desarrollada para su edad, tenía unas tetas impresionantes, además siempre iba con ropa muy provocativa, esa noche llevaba un escote de infarto y yo no había dejado en toda la noche de mirarle las tetas.
Llevándola para su casa se había agarrado muy fuerte y yo me había excitado, cuando llegamos a su casa me baje de la moto para despedirme pero no me había dado cuenta que con los pantalones que llevaba se me notaba que estaba empalmado, ella se dio cuenta y quiso reírse de mi un poco, y me dio un abrazo y me dio un pico, yo siempre he sido muy avispado y no iba a consentir que me dejara así, entonces la abrace también y empezamos a besarnos yo no desaproveche la oportunidad y empecé a cogerle el culo, y después me fui para las tetas que creía que no me iba a dejar hacer nada, porque al novio no le deja que se las coja, pero me dejo, ya llevaba un rato sobandole las tetas, pues quería aprovechar que me dejaba tocar que le desabroche el botón de los pantalones para meterle la mano y tocarle el chochito, seguía dejándome tocar, ella también había empezado a tocarme la polla por encima de los pantalones, entonces le dije que entráramos en la casa para seguir, y ella acepto.
Yo ya estaba que iba a reventar los pantalones, ella estaba sola en su casa, la primera vez que se quedaba sola, entonces me senté en el sillón y ella se sentó encima, seguimos comiéndonos la boca, yo seguí cogiendole las tetas, pero esta vez como el que no quiere la cosa le deje las tetas al aire, ella al verlo se dio cuenta que ya no hacia falta el top que llevaba puesto y se lo quito, ella me quito la camiseta, era la primera vez que tenía en mis cara unas tetas, entonces como inexperto que era pues empecé a chuparle con mucho miedo los pezones, pero perdí rápido el miedo y la timidez, Maite quiso también chupar, se bajo de encima mía, y me desabrocho los pantalones, y ella no sabía como empezar, claro era la primera vez, pero aprendió rápido, tenía que perfeccionar un poco la técnica pero bueno, hoy en día ya es una experta, estuvo un ratito chupándomela, yo me iba a correr, la avise y siguió cascandomela pero quito la boca, cuando me corrí volvió a metérsela en la boca.
Pero yo pensé que si era la primera vez tenía que ser como siempre lo había imaginado, y yo había leído bastantes libros de la prehistoria donde contaban como iniciaban a las mujeres en el sexo, y parecía muy bonito, entonces hice que se incorporara, me quite los pantalones y la cogi en brazos, y la lleve a su cama, ella seguía con los pantalones puestos, empecé a besarla, pero me fui rápido a las orejas y el cuello, ya empezó a excitarse, después baje a los pechos y empecé a besarle y a hacer círculos con mi lengua en los pezones, ella se estaba excitando mucho mas, empecé a quitarle los pantalones y el tanga, y comencé a besarle la barriga, y después le abrí las piernas y empecé a chuparle el chochito, ya estaba muy mojada, con mucha delicadeza le metí un dedo, la primera vez que lo hacia y la primera vez que conseguía un orgasmo de una mujer, estaba muy contento, entonces le cogi las manos y se las dirigí a mi miembro, empezó otra vez a pajearme y a chupármela, de mientras sacaba un preservativo de mi cartera, pero ella me dijo que no hacia falta porque ella tomaba la píldora para que la primera vez fuera a pelo, al decirme eso pues yo no quería esperar mas, entonces me puse entre sus piernas y muy despacito empecé a metérsela, en un principio gritaba de dolor pero al momento empezó a gemir, como me daba un poco de miedo pues cuando me iba a correr la saque y me corrí en su barriga, ella fue a limpiarse y cuando volvió había bajado al sillón y estaba sentado en el sillón empalmado otra vez al haber estado recordando todo lo sucedido, ella al ver mi polla otra vez dura se sentó encima, mirándonos y muy despacito se la metió en el chochito, yo pensaba que aquello era un sueño, que maravilla como se movía la niña, y menos mal que era la primera vez, ella aumentaba y disminuía la velocidad como quería, de mientras que yo me centraba en sus pechos, ya no aguantaba más, después de tanto rato, aunque a mi me pareció muy poco tiempo, me corrí.