Un día que fuí sola a la casa de fin de semana

Esta es la historia de una chica que descubre que el filtro solar aveces te da mas calor.

Todo comenzó un día de enero de 2.007 que fui sola a la casa de fin de semana de mi familia. Yo estaba tomando sol en el patio de la casa, ya que es un lugar tranquilo y sin mirones debido a que tiene un muro alto alrededor y un césped muy lindo.

Todo estaba de lo mas tranquilo, yo me pasaba por segunda vez el filtro solar, cuando se acerca mi perro que andaba por ahí, y me da unos lengüetazos en la pierna donde me colocaba el filtro solar.

Noo esto no es para comer Barton.

Fuera, anda para allá.

Anda a echarte en otro lado.

Pero mi perro poco caso me hacia y se me acercaba a lamer de nuevo, hasta que me enfureció y me levante para ir a la cocina a buscar algo para tomar.

De regreso ya no lo vi, así que seguí colocándome filtro solar, acomodé la toalla y me acosté, luego desprendí las tiritas de la bikini, me saque la parte superior y luego la parte inferior tomé unas rodajas de papa y las coloque en mis pezones y luego dos mas para mis ojos y me quede inmóvil como una estatua.

Ya sentía intensamente el calor del sol en mi piel y sentía como corría mi transpiración por el cuerpo. También en lugares como mi pubis recién rasurado al que había colocado abundante filtro por ser una zona más sensible.

Cuando ya casi dormitaba algo me conmocionó terriblemente mi perro comenzó a lamer el filtro solar, pero lo hizo en mi pubis fue algo que me descolocó no sabia que hacer, si correrlo o no. Tenía que correrlo pero estaba sintiendo un extraño placer, como algo que está muy mal pero que no puedes evitar. Como un acto reflejo fui abriendo las piernas y como era de esperar fue bajando hasta llegar a el centro del volcán y que inconteniblemente erupcionó. Mi orgasmo fue muy profundo como aquella primera vez que con el celular vibrando descubrí que no solo servía para hacer llamadas y enviar mensajes.

Por fin reaccioné y me senté pensando estoy desquiciada, necesito un hombre urgentemente. No puedo permitirme hacer estas locuras. Pero Barton insistía con seguir lamiendo esa zona, que al verlo por debajo de su panza me comprendí que ya no era el filtro lo que lo atraía a mi volcán erupcionado. Me levante y me dirigí al interior de la casa era mi última defensa para mi mente que estaba corrupta. Ese pensamiento ya existía en mi mente y no podía borrarlo. La posibilidad de que sucediera era mensurable, pero lo peor era contenerme. Como una adicta que no puede controlarse entré en el living y cerré la puerta para que no me siguiera mi perro. Luego llegué a mi dormitorio y quería sacarme las ganas de alguna manera, así que solo me recosté en la cama y me comencé a tocar. Mi excitación era mucha y mi perro era el objeto de ese incontenible ardor. En mi mente solo estaba la imagen en movimiento de su pene que salía mas de la mitad de su funda y de mi sexo que quería recibirlo, que recordaba aun lo placentero que era cuando todo lubricado entraba y salía el perfume que tanto placer me daba desde pequeña en las noches en mi dormitorio. ¿Sería tan placentero o mejor aún?. Mis dedos no me satisfacían o era solo una negación al placer, para provocar la nulidad de la razón.

Está decidido.

Me dije y salí en busca de mi perro, que sorprendentemente estaba detrás de la puerta de mi habitación. Me sobresalte, pero sin pensar mucho me agache para ver su pene, lo tenia normal, ya no se salía de la funda. Gracias al peluquero que lo dejo casi pelado a mi pobre pastor ingles. Pero cuando estuve abajo el se dirigió directo a mi sexo, cual fuente de agua para un sediento. Me coloque en cuatro patas y separé las rodillas y él se ubicó detrás a lamer mi volcán que estaba activo de nuevo.

Que bien lo hacia. Yo ya no podía más cuando dejo de hacerlo.

Nooo seguí, seguí.

Dije, pero enseguida comprendí cuando vi su pene medio salido de nuevo y Barton que se me trepaba.

Si eso es, quiero que me penetres.

El se aferró a mi muy fuerte, era pesado sostenerlo así, me tuve que apoyar firmemente con las palmas de las manos en el piso. Cuando apenas sentí su pene rozar la entrada de entre mis labios, sentí que como se habría paso cada vez mas profundamente en mis entrañas. Ya no aguante mas y mi orgasmo me hacia perder la poca lucidez que tenía.

El siguió metiendo y sacando su pene, hasta me hacia acomodarme de nuevo con las envestidas que me daba. Él se agitaba y respira por la boca – Hahahaahahh. Tipicamente como lo suelen hacer en estos casos. Ya no me entraba más pero seguía empujando como para que así fuera, cosa que yo ayudaba haciendo fuerza para atrás. Parecía que en verdad lo lograba. Pero no era eso su pene es estaba poniendo mas y mas grande. No sabia si lo aguantaría todo. Cuando ya llegaba al limite de mi tolerancia sentí correr caliente su semen dentro mío. Su pene latía al compás de las contracciones de mi vagina, yo queria que se siga moviendo, pero ya no fue posible. Cuando menos cuenta me dí se cruzo sobre mi quedando ahora pegada a él por medio de su pene.

Bueno sácala ya.

Le dije pensando que al propósito la dejaba dentro, pero no era eso. Yo misma quise pararme y sentí como su pene se trababa dentro mío sin poder salir.

Quedé pegada como perra. Pero ahora como me suelto. Pensé. Mientras Barton comenzó a hacer fuerza para zafarse, pero eso me apretaba en el interior de mi vagina provocándome unas contracciones que terminaron en un grito mío cuando un orgasmo me dejó con la piel de gallina y sin nada de fuerza. Me aflojaba ya no aguantaba más estar en cuatro patas cuando cedió mi vagina y como una sopapa

Floaccc

Se salió. Yo me tiré al piso agotada mientras veía su pene colgar entre sus piernas casi hasta el piso. Sentía como salía líquido de interior mientras latía mi vagina, como dando a entender que algo muy grande estuvo dentro.

Solo me quedé echada en el piso recuperándome, mientras mi perro se lamía su pene hasta hacerlo esconder de nuevo. Después se acerco a lamer los jugos que brotaron de mi. Pero cuando toco con su lengua mi vagina me di cuenta que sentía un poco de dolor.

Así que me levante, y le dije

Por hoy es suficiente...

Mis vacaciones aun siguen, y eso me gusta mucho. Más cuando quedo sola en la casa de la playa.