Un día en la Alberca
Su esposo prefiere ir al clásico de futbol que con su esposa, la cual es manoseada por los salvavidas.
Un día en la Alberca Hace tiempo, aquí en Monterrey, jugaron el clásico los equipos de fútbol local, tigres y rayados. Yo había quedado con mi esposo en días anteriores de llevar a mis sobrinos (hijos de una hermana de él) a una alberca publica. Desde el viernes se quedaron nuestros sobrinos en casa, para que a primera hora partiéramos hacia la alberca. Esa noche al acostar a los niños hicimos el amor (nada mas los viernes y sábados es cuando hacemos el sexo, por eso siempre ando muy excitada entre semana), esa noche mi esposo andaba muy caliente porque me pidió que hiciera cosas que nunca me pide... Empezamos normal, como siempre, él en trusa y yo con mi bata de dormir, nos empezamos a besar y abrazar muy fuerte, me encanta sentir como se para su pene y me lo pega en las piernas y el vientre, después se metió una de mis bubis en su boquita y empezó a jugar con mi pezón, sentía riquísimo. Por lo regular dura un ratito así y después se pasa a lamer mi cuquita hasta que tengo un orgasmo, después me la mete y se mueve fuerte hasta que se viene... Si tengo suerte de que tarde un poquito mas, alcanzo otro orgasmo... pero la mayoría de las veces no. Pero les decía que esta vez estaba inspirado... tardo mas tiempo con mis bubis (así les digo a mis chiches de cariño, jaja), después se paso a mi cuello y sentía muchas cosquillas y excitación al mismo tiempo, después me volteo boca abajo y me empezó a besar desde la nuca y fue bajando poco a poco, cuando bajó a mis pompis y me beso mi colita, sentí la llegada de mi primer orgasmo, mordí la almohada para no gritar (yo hago mucho ruido cuando me vengo, grito, pataleo, etc.) y que no oyeran los niños. Desde que nos casamos nunca me había metido su lengua en mi colita y sentí riquísimo. Después me dio vuelta y me empezó a lamer mi cuquita, me estaba sintiendo en el cielo, ver su cara entre mis muslos, lamiendo con desesperación, como queriéndose meter en mis entrañas, que rico sentía, como a los dos minutos tuve otro hermoso orgasmo. El se tomó todos mis jugos, tenia toda la boca empapada y brilloza, y continuo mamando mi chochito, de pronto sentí como una descarga eléctrica, cuando metió su lengua en mi hoyito trasero, y después alternando, un rato me lamía adelante y después atrás. Después metió uno de sus dedos en mi colita, estaba a punto de venirme de nuevo, él lo sabía, me metió dos de sus dedos atrás, me dolió un poco, pero estaba demasiado excitada para reprochárselo, lo agarre con fuerza de los cabellos, arqueé mi cuerpo, quería meterme su cabeza dentro de mí vagina, mordí con fuerza la almohada y gruñí furiosa cuando me llego el orgasmo, estremeciéndome por varios minutos, mientras él me metía la lengua hasta el fondo de mi cuevita y metía y sacaba sus dedos con fuerza de mi adolorida colita. Me dio vuelta nuevamente y coloco su pene entre mis nalgas, lo tenia duro y caliente, como me gusta, se recostó arriba de mí y me beso la nuca y la espalda, sus manos amasaron mis bubis y empezó a moverse lentamente sentía como poco a poco quería introducirse su pene en mi colita, yo pensaba que al fin se animaría a metermelo por detrás... Pero no, me voltio y puso su pene a la altura de mi cara, se lo bese con todo mi amor y agradecimiento por darme tan bellos momentos, me encantaba ver como se balanceaba imponente ante mis ojos ese pedazo de carne llena de hermosas venas que lo hacían ver poderoso, pero a la vez suave como la piel de un niño y caliente como un volcán. Me lo metí a la boca y se lo mame con gusto, saboreando cada centímetro de su piel, me lo metí todo en la boca, con mis manos masajee sus peludos huevos, me la saque de la boca y me metí sus bolas en la boca, me dijo que estaba a punto de venirse y me apartó con delicadeza, me abrió las piernas y me la metió despacio, se movía cadenciosamente, de pronto paraba y se quedaba quieto, me decía que no aguantaría mucho, yo quería que me cogiera por horas, o al menos hasta tener otro orgasmo (muy pocas veces he tenido un orgasmo cuando me esta cogiendo, porque dura muy poco el pobre, es que se calienta demasiado), realizo otros cuantos movimientos y cuando vio que no podía continuar, me puso su pene en medio de mis bubis, las agarro con sus manos y abrazó con ellas su caliente y suave pene, y hizo lo que nunca había hecho, se movía como si estuviera haciendo el sexo por mi vagina pero con mis bubis, su orgasmo fue tan abundante que hasta lo desconocí, jaja... me lleno de esperma el pecho, el cuello y me llagaron hasta mis mejillas. Uf! Fue sensacional, jaja. Pero eso no es lo que quería contarles... Después de esa estupenda noche llena de sexo, jaja, como comprenderán quedamos rendidos y al día siguiente nos levantamos muy tarde. El sábado, después de almorzar, empecé a preparar todo lo que iba a llevar, en eso llega un amigo de mi esposo, y le dice que tiene dos boletos para el clásico de fútbol, que si lo acompañaba. Y el muy Ca... nijo de mi esposo que le dice que si... Me dijo que mejor íbamos a la alberca el domingo, yo me enoje mucho con él y discutimos un rato... hasta que le dije que iría yo sola con los niños a la Alberca y que el se fuera al fútbol, que no me iba a enojar, etc. Pero con la mirada le decía que mandara a la fregada a su amigo y que se fuera con nosotros... Pero el muy tonto no capto nada y se fue con su amigo, así que me tuve que ir solita con nuestros sobrinos a nadar. Como comprenderán estaba muy sentida con mi esposo por preferir ir a ver un juego de fútbol que estar con su mujercita. Al llegar al lugar, nos instalamos en una mesa y los niños se cambiaron, yo los estuve cuidando un buen rato, hasta que salieron y comimos, descansamos una hora y media y estaban desesperados por volverse a meter al agua. Yo también quería meterme al agua, así que me quite el pantalón y la blusa (traía el traje de baño debajo de mí ropa) y me fui con ellos a una de las albercas para los niños, ya que yo no sé nadar. Después de un rato de estar ahí, se acerco el salvavidas, era un hombre ya mayor de edad, y me dijo que si quería aprender a nadar, él me enseñaría, le dije que si, y se metió con nosotros en el agua, me estuvo diciendo como estirar los brazos, como mover las piernas etc. Yo notaba que algunos señores me miraban con deseo (como siempre, jiji) ya que traía un bikini blanco y como había partes en que el agua me llegaba abajito de mi conejito, se me notaban los pelitos de mi entrepierna. Así que tenia muchos admiradores alrededor. Después de estar un rato con el salvavidas, y después de dos que tres manoseadas accidentales, me dijo que era mejor ir a una alberca mas onda, para que pudiera flotar bien... le dije que tenia miedo, y me dijo que él me iba ayudar... Total que me fui con él, ya que los niños estaban jugando con otros en el cual estaba su papá cuidándoles, y le dije que si se los encargaba y me dijo que no había problema. Al llegar a la otra alberca, me metí despacito, ya que si tenia miedo de ahogarme, ya que el agua me llegaba hasta el cuello, me dijo que nadara un poco como él me había enseñado, y al hacerlo, me desespere y al querer pararme me resbale y trague agua, me asuste mucho, hasta que él me abrazó y agarrándome de mis pompis me levanto... Yo me sujete de su cuello y estaba tosiendo, el solo me decía tranquila, tranquila, que la tengo bien sujeta y no le va a pasar nada. Y vaya que me tenia bien sujeta el muy canijo, me estaba apretando mis nalgas y cuando me hice el pelo hacia atrás para ver bien, vi que tenia sus ojos fijos en mis bubis y como me tenia cargada casi estaban a la altura de su cara, también sentí como me apretaba hacia su pene que ya estaba muy parado... Yo no dije nada, primero porque sentía rico, jaja... Pero también porque tenia miedo de soltarlo y volver a tragar agua y por ultimo para que se le quitara a mi esposo haberme dejado solita. Él al ver que no decía nada, me abrazó con mas fuerza me separo un poco las piernas y me dijo ponga las piernas así (que lo abrazara con ellas de la cintura) para que no me fuera a caer y ahora si sentí de lleno todo su pene en mi vagina y sus manos en mi trasero. Me dio un poco de vergüenza, pensé que todo mundo nos estaba viendo, pero no, nadie parecía darse cuenta de lo que el señor salvavidas me estaba haciendo, solo un muchacho que estaba sentado enfrente de nosotros, y le dijo: "que esta haciendo don Sebas" "pues aquí, enseñándole a nadar a la señorita" "A poco no sabe? Si es refacil, mire" Y que se viene con nosotros. Después me empezaron a decir: "vamos suéltese y venga hacia mí" Yo en un principio no quería, pero después de un rato le perdí el miedo y me pasaba de unos brazos hacia los otros, y siempre me sujetaba de su cuello con las manos y de sus caderas con mis piernas. Sentía sus cosotas duras y calientes y más las del muchacho, porque también traía bikini y se le marcaba y sentía como si no trajera nada... Después supe que eran amigos, y que los dos eran salvavidas. Me estuvieron enseñando un buen rato, aunque aprovechaban bien el momento, no los crean tan mensos, me agarraban con una mano de mis bubis y con la otra de mi conejito y según ellos me sostenían para que moviera las piernas y las manos y viera como nadaba... Al muchacho varias veces lo sentí poner su nariz en mi nalguitas cuando me sostenía y yo nadaba. Al señor más grande le gustaba agarrarme mis bubis y mis pompas y restregarme su pene en mi vaginita, pero el muchacho era mas atrevido, jugando, jugando, me había besado en medio de mis pechos y mis bubis también, ya me había restregado su enorme pene en mi cuquita y en mi colita (ahí sentí riquísimo). Después me dijo que abriera las piernas, que iba a pasar por en medio de ellas nadando, las abrí y vi como venia nadando, y como pasaba por entre ellas, después me dijo que iba a pasar y a regresar, cuando lo hizo, se hizo el que no aguantó, y agarrándome de mis pompis me puso toda la boca en mi cuquita (o sea me dio un besote), sentí muy rico pero con lo desesperado que lo hizo me levanto y me caí, trague agua, no se como le hice pero corrí hacia los brazos del salvavidas mayor... Me enoje, y les dije que me llevaran a hacia la orilla, porque mis sobrinos debían estar impacientes. Me llevaron, no sin antes darme varios agarrones de bubis y pompis, al salir todos, vi como la tenían superparada los dos, y como se balanceaban cuando caminaban, la tenían hermosa los condenados. Estuvimos un rato mas mis sobrinos y yo jugando en la alberca para niños, con mis admiradores alrededor, de vez en cuando venían nuevamente los salvavidas porque querían seguir enseñándome, pero les dije que no, que mis sobrinos no querían que los dejara solos. Y eso es todo, regresamos a nuestra casa y como si nada hubiera pasado, a seguir con nuestra rutina diaria... espero que les haya gustado. Un besito. Martha.