Un día de trabajo

Nunca pensé encontrarme en una situación a si y menos con un cliente.

Después de ser una asidua lectora de relatos eróticos, y de imaginarme cada escena que leía, me decidí a escribir una de mis historias, pues que mejor que recordar lo que uno vive y volver a sentir las emociones de esos momentos intensos que he vivido.

En aquel tiempo las cosas eran difíciles, necesitaba ganar algo de dinero para mantener a mis hijos, así que pues me dedique a dar placer por dinero. Aunque no fue mucho tiempo lo dedique a esta profesión, si me dio una de las experiencias que nunca olvidare y la cual les contare:

Aquella mañana el me contacto vía Internet, después marco a mi celular, como de costumbre, me pidió precio del servicio oral, vaginal y anal. Como verán el costo del anal era el que mas caro cobraba debido al significado que tiene para algunos de los hombres y que, aunque en lo personal llegue a disfrutarlo, no deja de ser un tanto doloroso. Debo describir en esta parte como es mi físico, mido 1.65, de tez morena clara, en ese tiempo tenia el pelo teñido de color rojizo y a los hombros, tengo un complexión regular, tengo un busto mediano talla 34 copa B y unas caderas bastantes pronunciadas llegando a los 98 cm.

Así acepto las condiciones del servicio y nos quedamos de ver, alrededor de las 2 de la tarde en la parte posterior de un teatro de la ciudad. Yo vestía sexy, pues llevaba un pantalón ajustado y a la cadera, una blusa azul con un liguero escote, brassiere color blanco de encaje así como un bikini pero de color blanco.

Él llegó en un pointer color rojo, vestía de traje pues venía de su trabajo. Si era atractivo más no tan guapo. Era alto y en si era del tipo de un ejecutivo. Así se acerco a mí pregunto mi nombre el me dijo el suyo y subí a su auto. Casi no cruzamos palabra hasta llegar al motel. Ya en el cuarto me pregunto si quería algo de tomar, yo dije que si y el pidió un par de cervezas. Las llevaron y mientras las tomábamos platicábamos de todo menos de lo que pasaría, casi al terminar las cervezas me dijo que comenzáramos y así nos dispusimos a desvestirnos cada cual por su lado.

Ya desvestidos se acerco a mi e intento besarme, como sabrán la gente que nos dedicamos a esto casi no besamos el cliente, así que gire mi rostro hacia abajo para evitarlo y fue entonces cuando me percate del tamaño de trabajo que me había encargado. El tipo tenia un miembro grande y además algo grueso. Yo imagina de que tamaño sería "eso" cuando estuviera en su máxima erección. Lo que no les había dicho es que había pedido oral y que lo que mas pensaba era en lo que sentiría cuando tuviera ese tamaño dentro de mi...sabía que tendría dolor pero quedaba saber si sentiría placer...

Entonces comencé con la primera parte de mi trabajo, que era sexo oral, en ese instante tenía mas curiosidad por ver como se ponía ese pene en su máxima expresión, así que lo tome con mis dos manos y como si fuera una gran paleta lo empecé a lamer de abajo para arriba, poco a poco. Entonces ese miembro empezó a tomar forma, más grueso, mas largo y lo que nunca me había pasado con mis clientes...ya quería sentirlo dentro de mi vagina....

Continué lamiendo con mas velocidad y de pronto chupaba solo la cabeza, así seguí hasta que el me pidió que me levantará para poner un condón...Ya tenía cierta ansia por el sentir el primer golpe, ese que duele mas que sentir placer pero que es la llave a una sensación de pequeños choques eléctricos que corren por el cuerpo...

Empezamos entonces con la posición normal de misionero, lo primero que mencione al sentirlo dentro de mí fue: "Aaaah!". Así el empezó con movimientos leves para no molestarme mucho, poco a poco como fui lubricando fue aumentando la velocidad hasta que me pidió montarme en él, es decir en esta posición sentí la inmensidad de su virilidad y por tanto lubrique mas si llegar a tener un orgasmo.

Después me pidió me pusiera en cuatro puntos o "de a perrito", y siguió moviendo a veces rápido a veces lento pero yo disfrutaba cada estocada dentro de mi...en ocasiones sentía como si los ojos se me salieran. Continuo hasta que se vino por primera vez yo ya me había venido para entonces pero no lo había hecho notar. Pensaba entonces que me había librado del servicio anal, pero para mi sorpresa el solo se cambio el condón pues seguía erecto.

Me volvió a pedir me pusiera "de a perrito", se dirigió hacia mi "oyito" y lo ensalivo un poco, Yo sólo l mencione que lo metiera poquito a poquito. Y así fue. Yo sentía que me partía hasta llegue a gritar un poco pues era intenso el dolor.

Ya cuando lo tenía todo adentro, poco a poco se fue moviendo, entonces el dolor empezó convertirse en pequeños escalofríos, a sentirse muy rico, al grado de yo empujar mis nalgas hacia la cadera de él. Intentamos distintas posiciones, yo encima de él, el encima de mi pero yo boca abajo, de lado, yo encima de él pero ahora dándole la espalda. Así estuvo dándome por detrás como 20 minutos hasta que se vino en un gran grito. Yo quede un poco aturdida, veía pequeñas luces de color y como mi ano punzaba. No lo podía contraer.

EL se levanto, me dio un beso en las nalgas y dejo el dinero encima de un buró. Se vistió rápidamente sin ponerse la corbata. Yo me quede a bañarme. Tenía como la mente en blanco, pues creo que era unos de mis orgasmos anales (si se le puede llamar así).

La verdad no volvía a tener una experiencia así con un cliente. En las últimas ocasiones que tuve contactos, esperaba encontrarme un tamaño así y por lo tanto una satisfacción igual, hasta que llego un día diferente...pero esa será otra historia.