Un dia de suerte
Hola amigos y amigas otra vez de regreso para contarles una nueva aventura llena de adrenalina y de mucha suerte diría yo.
Les cuento, hace ya algún tiempo conocí a un perro callejero en ese entonces cachorro uno de color amarillito de ojos claros se ve que es cruza de perro corriente con un perro de raza, ya que no se ve tan corriente y la verdad muy bonito el perro, bueno pues un día mi suegra lo metió a la su casa atrayéndolo con comida y cuando entro le cerró la puerta pero el perro al ver esta acción se puso agresivo y quería mordernos así que no le quedó otra a mi suegra que dejarlo salir y desde entonces ya no intentamos por meterlo, siempre veíamos que el perro pasaba frente a la casa por la calle pero ya no intentábamos nada.
Con el pasar de los meses el perro creció y ya era todo un joven listo para todo jejeje eso me decía a mí misma, un día que andaba por la calle puse afuera de la casa un poco de agua en un traste y unos huesitos de pollo en otro traste y el perro se acercó a comerlos, al otro día hice lo mismo y así lo fui acostumbrando a venir a comer afuera de la casa, pero aunque a veces le dejaba la puerta de la casa abierta y con comida adentro para que se metiera al patio a comer pero solo quedaba en la puerta y no entraba, tal vez se acordaba de cuando lo encerró i suegra y no lo dejaba salir, me imagino que esa era su desconfianza.
Así pasaron más meses y el perro pues ya más grande más maduro y vaya que se le notaba una buena y rica verga y eso que estaba en su funda, solo de pensar en ello me mojaba, lo raro que se me hacía es que a veces por las noches cuando mi familia estaba dormida me salía a escondidas a ver si lo veía en la calle hasta recorría de esquina a esquina de mi calle para encontrarlo pero nada, un día que estaba barriendo muy temprano la banqueta de la calle vi que una vecina abrió la puerta de su casa y dijo en voz alta mantequilla salte mantequilla salte y el perro del que les hablo salió, ahí me di cuenta que la vecina lo metía en las noches y lo sacaba por las mañanas, me pregunte si acaso la vecina cogerá con el perro, ya había escuchado que mi vecina era muy caritativa con los animales ya sean gatos o perros pero bueno no le di mucha importancia, bueno pues como escuche que así lo llamaba pues así también lo comencé a llamar “mantequilla”.
Pasaron otros meses y mantequilla ya me había tomado confianza, ya que se dejaba acariciar cada vez que le daba comida pero cuando le tocaba su pene se quitaba rápido y no se dejaba, un día que tuvimos una fiesta en casa nos salió mucha carne reciclada la cual en lugar de tirarla la guarde en el refrigerador y de ahí le iba dando de a pocos a mantequilla, llego un día en que como siempre mis hijos estaban en la noche con mi suegra viendo películas y ese día le tire a mantequilla un pedazo de carne muy pequeño y deje la puerta abierta del patio y adentro puse varios pedazos de carne y mantequilla con el hambre se metió a comerlos, y en lo que comía yo lo acariciaba y le hablaba con mucha ternura y cariño, el perro meneaba su cola muy contento así que muy despacio cerré la puerta del patio y también atranque la puerta que conecta de la casa de mis suegros al patio para que nadie pudiera sorprenderme con mantequilla.
Tenía puesta una falda algo amplia para poder levantarla sin problema y me saque mis calzones, mi panocha ya estaba súper mojada de lo excitada que estaba, mi cuerpo temblada de los nervios y ansias de querer que el perro me cogiera, así que me puse en cuatro y el ofrecí el culo a mantequilla, este me olfateo la concha y me empezó a lamer muy rico, huyyyyyyyyyyyy que ricoooooooooooooo aahhhhhhhhhhhhhh que delicioso se sentía ohhhhhhhhhh asi asi papi comete mi panocha le decía en voz baja. Y tan es así que me arranco dos orgasmos que tan solo de acordarme me mojo otra vez, después le tome sus patas y me lo intente subir a mis nalgas pero ahí si ya no se dejó, tres veces lo intente pero nada, oh que gran decepción nunca me había fallado este método que siempre aplicaba a todos los perros callejeros con los que ya me había cogido, que mala suerte me decía a mí misma y ya se imaginaran como tenía mi concha escurriendo de mis venidas y súper esponjaditá , el perro mantequilla se fue a echar a una esquina del patio y para calmarlo lo acaricie otra vez, lo besaba, le hablaba con mucho amor hasta que logre acariciarle su pene con toda la ternura y el cuidado posible para que no se fuera a levantar y creo que sintió muy rico porque levanto una pata quedando abierto de patas y sin perder el tiempo lo comencé a masturbar despacito muy despacito y como vi que no oponía resistencia acelere más la masturbada hasta lograr sacarle toda la verga con todo y bola y una vez a mi disposición se lo chupe sin perder tiempo y mmmmmmmmmm que deliciosa verga tenía el mantequilla que me arrojaba chorritos de su sabroso semen mmmmmmm así como iba saliéndole el semen me lo tragaba todo mmmmmmmmmm deliciosoooooooooooooooooooooooooo. Mientras le mamaba la verga al perro me metía mis dedos a mi panocha hasta sacarme otro orgasmo, después de tomarme hasta la última gota de semen me puse otra vez en cuatro para ver si me montaba, pero para nada, así que mejor me levante y sacudí mi falda, luego le puse agua la cual bebió de inmediato se me hace que tenía mucha sed, luego se lamio su pene hasta que se guardó en su funda, me le puse en cuatro para ver si me montaba pero no él ya se quería salir a la calle porque nomas estaba en la puerta del patio esperando a que le abriera y pues con todas las ganas que me había quedado de que me cogiera le tuve que abrir para que se fuera,
Me quede triste porque no pude lograr que me cogiera pero ni modos para otra ocasión será, total que diario viene a comer y soy muy aferrada que lo que quiero hacer casi siempre lo logro, la satisfacción que me quedaba es que por lo menos ya se dejó que le mamara la verga y a su vez el me hizo feliz lamiéndome mi panocha eso era ya una gran ventaja.
Bueno pues pasaron las horas y Salí a la tienda a comprar pan, leche, jamón y huevos para hacer la cena, al llegar a la tienda la señora que despacha tenía un perro que acariciaba se veía que el perro era cruza de bóxer con un perro corriente y la señora me pregunto qué sino era mío el perro porque se había metido a su tienda a esconderse porque le querían pegar otros perros callejeros a lo cual le dije que no era mío y ella me dijo que no podía tenerlo ahí porque cerraría la tienda y se iría a su casa y no puede llevárselo y que si no podía darle posada al perro por lo menos esta noche en lo que aparece el dueño o llega ella al otro día, le dije que si que si lo podría tener por esta noche en mi casa, solo que yo le avisaría a qué hora me lo podrías llevar para que mientras le acondicionaba un espacio con alguna manta para que acostara el perro y me dio su número de cell y me fui a mi casa, cuando llegue a mi casa le di a mi familia de cenar y terminando cada quien se fue a sus habitaciones y espere un tiempo apropiado para que nadie se diera cuenta del perro cuando me lo trajeran, espere y cuando vi que ya era la hora perfecta le mande mensaje a la señora y ella me lo trajo, para entonces yo ya estaba lista en la puerta para que no tocara y le abriera rápido, llego la señora y le dije que me siguiera con el perro hasta la azotea de mis suegros y una vez ahí le pusimos alimento al perro y mientras comía la cerré la puerta para que no se bajara al patio y lo fueran a ver, volví a esperar un par de horas más y como eso de las doce de la noche cuando ya todos estaba bien dormidos me Salí al patio muy despacito y me subí a la azotea y ahí estaba el perro echadito sobre la manta, me le acerque y lo acaricie el perro era muy mansito y se dejó sin oponer resistencia luego baje mi mano a acariciarle su pene y el como si nada bien que se dejó huy que bien vamos le dije en voz baja, luego lo masturbe hasta que comenzó a hacer sus movimientos de coger y a arrojar chorritos de semen que me lleve a la boca, pero para que perder más el tiempo me dije, lo bueno que llevaba puesta una batita de dormir y no traía calzones asi que tome al perro por sus patas delanteras, me lo subí a la cintura con mi mano le tome su pene lo masturbe y cuando comenzó a hacer sus movimientos lo puse en mi pancha y sas me lo metió hasta adentro guauuuuuuuuuuuuuu vaya que tenía un gran tamaño de pene este lindo perro, me cogía con muchas ganas y claramente sentí como su pene y bola le iban ccreciendo en el interior de mi panocha ohhhhhhhhhhhhh que sensación tan extraordinaria ahhhhhhhhhhh rico rico rico, ganas me daban de gritarle cógeme soy tu perra, pero me contuve ya que la noche era muy tranquila y no quería que alguien escuchara y se diera cuenta, así que seguí disfrutando de tan rica cogía pero en silencio, luego de un ratito el perro jalo jalo y me la saco fácilmente, pero yo quería más, el perro se bajó y me lamio mi panocha, luego se me volvió a montar así con toda su verga salida, para ayudarlo le tome su pene y esta vez me lo metí en el culo y otra vez me comenzó a coger mmmmmmmmm grandioso, maravilloso, estupendo, fabuloso y me faltan palabras para describir lo rico que estaba sintiendo solo quienes lo practican me entenderán, cuando el perro paro de moverse se quedó muy quieto encima de mi esperando a que me llenara de su rica leche, mientras yo me movía para adelante y para atrás de manera que el pene del perro me entraba y salía del culo sin problema alguno mmmmm que rico lo estaba gozando y al parecer el perro también porque no hacia ni la más mínima intención de quitarse de encima, al perecer también lo estaba disfrutando al igual que yo, después de un buen rato de estarlo gozando mi amadísimo perro saco su pene y se bajó a lamerse la verga y luego se me acerco a lamerle la concha a su perra, porque ahora soy su perra, luego me acosté por debajo de el y también chupe y mame esa rica verga morada llena de venas, con mi lengua le recorría desde la base pasando por la bola hasta ir bajando a la punta del pene y luego desaparecerlo en mi boca hasta lo más profundo que se pudiera, luego se lo chupaba y succionaba hasta tragarme cada gota de semen que le salía.
Terminamos y me levante, le di un beso en la trompa y me fui cerrando la puerta, entre al cuarto me lave la boca, me tome un antibiótico para prevenir alguna infección, me lave muy bien la concha y me acosté a dormir, al otro día por la mañana mis familiares se dieron cuenta del perro que estaba en la azotea por el ruido que hacía, así les dije que la de la tienda me pidió de favor le diera posada por esa noche en lo que aparecía el dueño, y nadie dijo nada, pero alguien de la familia que subió a la azotea a ver al perro dejo la puerta abierta y cuando estaba barriendo la banqueta de la calle el perro se salió rápidamente y se fue hasta perderse de vista, por más que lo llame no regreso y como dice el dicho que lo que amas y se quiere ir, déjalo ir, si regresa es tuyo, sino regresa nunca lo fue.
Pues ese fue mi gran día de suerte, ya que logre que mantequilla se dejara mamar la verga y el a mí me lamiera la panocha aunque no me cogió, pero otro perro que no estaba previsto y que fue el que me cogió de una manera muy riquísima.
Bueno me despido, espero que les haya gustado, luego les relatare como logre que otro perro bóxer negro me cogiera y con este fue todavía aún más rico, besos bye.