Un día de pesca

Tres delincuentes comunes violan a Paula,una joven vegana en un día de pesca.

Aquel día de pesca era especial, Joaquín, Andrés y Tomás al fin se habían juntado después de que Tomás saliera de la cárcel pues los tres eran delincuentes comunes aficionados a lanzar a caña al agua de vez en cuando.

Paula, una joven de 18 años se dirigía en un furgón junto con cuatro jóvenes más a una manifestación contra una granja, pues había decidido hacerse vegana al conocer a Javier, un apuesto compañero de instituto.

Paula era alta, con buen pecho, los cuales todavía no habían terminado de crecer. El ginecólogo le había dicho que era normal que cada muchacha se desarrollaba a su ritmo. Hacia mucho ejercicio por lo que tenia un físico increíble, una cintura esbelta, un culo firme y unas piernas muy bien formadas. Tenia un pelo rizado moreno muy abundante y unos ojos verdes que acompañados por sus labios carnosos, provocaba en todos los hombres y en algunas mujeres deseos sexuales.

Javier era un joven progresista que militaba en diversos grupos y había captado a Paula en una reunión sobre feminismo. Paula no entendía como había llegado a meterse en un grupo de veganos pero como le gustaba Javier lo único que quería era caerle bien y ligarselo.

Cuando se dirigían a la manifestación el conductor, un joven gordo sin muchos amigos se metió por un camino presumiendo que se conocía la zona como la palma de su mano. Mentía pues irremediablemente se perdieron. Intentando encontrar el camino pasaron por delante de un pantano donde vieron a los tres amigos pescando.

-Mira esos de pesca -dijo Javier -no van a entender nunca que es una crueldad.

-Deberíamos decirles algo -propuso Héctor, otro de los ocupantes.

Paula asintió sin saber que decir pues al ser nueva en el grupo no se atrevía a dar su opinión.

Pararon y los observaron largo rato hasta que los pescadores se dieron cuenta de su presencia.

-Mira Joaquín -dijo Andrés al ver el vehículo -¿quienes serán esos?

-No sé -pero es raro que hallan dado con este lugar, esta muy apartado.

-Se habrán perdido -añadió Tomás.

Sin darle mucha importancia siguieron con la pesca y el furgón siguió su curso. Los manifestantes habían decidido seguir hasta la manifestación pero no encontraron el camino y Javier entro el cólera culpando al conductor.

-Es que eres tonto -tendríamos que estar ya allí.

-Vale tío un fallo lo tiene cualquiera -se defendió.

Paula quiso ganarse la simpatía de Javier así que tuvo una idea.

-Mira Javier ¿porque no vanos donde los pescadores y nos manifestamos allí hasta de se vayan?

Javier se sorprendió de la idea de Paula y le molesto un poco que no se le hubiera ocurrido a él.

-Me gusta tu idea. Así salvaremos algunos peces -respondió fingiendo pena al hablar de los peces.

Fueron allí y sorprendiendo a los pescadores descendieron del vehículo gritando consignas.

Se quedaron a unos metros sobre un terraplén de tierra, lo suficientemente cerca para que les oyeran gritar.

-¿Que cojones pasa? -dijo Tomás que era el más mayor y el más rudo.

-Son los de la furgoneta de antes -respondió Joaquín, algo más joven pero con muy mal genio.

Andrés, no dijo nada pero adivino lo que ocurría al escuchar sus proclamas.

-Son manifestantes, de esos que no comen animales -añadió sacando de dudas a sus amigos -la hija de la pava que me estoy follando ahora es de esas. Les meten ideas raras en el instituto.

Decidieron ignorarlos hasta que se fueran pero sus gritos fueron a peor.

-Sois unos asesinos.

-Hijos de puta.

-Los animales también sienten.

Tras varios minutos Andrés se cabreó y a modo de burla se puso a bailar como un indio al ritmo de sus cánticos. Aquello enfado mucho a los veganos.

-Será hijo de puta -exclamo Javier.

Empezaron a coger piedras y lanzarlas contra los pescadores que sorprendidos no tuvieron tiempo de cubrirse. Paula lanzó una que rodó y alcanzo en el pié a Andrés que se tiro al suelo retorciéndose de dolor.

Joaquín entró en cólera y agarró un cuchillo de la caja donde guardaba los aparejos de pesca. Salió corriendo hacia ellos y al verlo los veganos echaron a correr hacia el vehículo pero Paula resbaló y cayó por el terraplén.

-Ayudadme -grito.

Se giraron y la vieron tirada, el conductor volvió hacia ella pero Javier lo detuvo.

-Déjala -le ordenó -hay que irse.

Cuando se quiso dar cuenta las manos de Joaquín agarraron a Paula por las piernas, ésta empezó a patalear propinándole más de un puntapié.

-Estate quieta puta -le gritó.

Forcejearon y entonces llegó Tomás.

Ambos la sujetaron y la llevaron en volandas hacia donde estaban ellos.

-Mira, al final hemos pescado algo -rió Andrés mientras se masajeaba el pié herido.

-¿Está muy mal? -le pregunto Joaquín.

-Sobreviviré.

Cogieron cuerdas y ataron a Paula. Ella no dejaba de pedir perdón y llorar algo que no surtía efecto en sus captores acostumbrados a una vida de delincuencia y carcelaria.

-¿Que hacemos con ella? -pregunto Tomás.

Los tres la miraron de arriba a abajo.

Estaba vestida con un short muy corto dejando expuestas sus bonitas piernas, en la parte de arriba solamente llevaba una camiseta blanca que transparentaba un sujetador rojo. Paula empezó a gritar por lo que la amordazaron.

Se alejaron un poco y empezaron a hablar entre si.

-La verdad, está muy buena para ser vegana -bromearon.

-Se me ocurre una idea para hacerle pagar -dijo Andrés.

-Creo que yo tengo la misma idea -añadió Joaquín con picardía.

Los dos miraron a Tomás para ver si él pensaba igual.

-¿A que os referís? -pregunto confuso.

-Joder tío, pues a tirarnosla.

Tomás guardo silencio, si les pillaban acabaría otra vez en la cárcel y sabiendo lo que era aquello no quería arriesgarse.

-No estoy seguro -alegó -no quiero acabar enchironado otra vez.

-Venga tío -le insistió Andrés -mira que buena está, y nadie se enterará.

-De acuerdo follarosla mientra me lo pienso -accedió debido a la insistencia de los dos.

Que tuviera las manos atadas a la espalda y estuviera indefensa excitó todavía más a esos hombres.

Recogieron todo, para evitar distracciones y ocuparse solamente de disfrutar de Paula que lloraba apoyada en el suelo.

El primero en follarla sería Andrés por ser el que le dio la piedra. Mientras los otros dos vigilarían si viniera alguien. Avanzó hacia ella sonriendo, sabiendo que la venganza iba a ser muy dulce.

Se arrodillo a su lado y le quito la mordaza.

-Hola bonita -dijo acariciándole la cara. Paula se removió como un pez.

-No me haga daño -imploró.

Andrés hizo caso omiso y siguió acariciando su cuerpo.

-Mmmmm -exclamo con placer sintiendo como su pene iba aumentando bajo sus pantalones.

Paula quiso pedir ayuda pero una bofetada la detuvo.

-Si no quieres alimentar a los peces cállate -le ordeno Andrés.

Ella se asustó pues no sabía de lo que eran capaz esos hombres. En aquel momento maldijo a Javier y se lamento por haber sido tan tonta.

Sintió las manos llegar sus pechos, se quejó mientras eran manoseados y apretados. Ambas manos agarraron la camiseta y la rasgaron dejando al descubierto su sujetador. Su agresor lo contempló y sin dudarlo hundió su cara en su escote y empezó a besarlo.

Paula se extremeció.

Los tocamientos siguieron hasta llegar a su culo el cual fue estrujado con saña.

-Joder que culo ¿Te han follado ya por él? -le pregunto sádicamente Andrés sin obtener respuesta.

Entre los tres la levantaron en volandas, le desabrocharon los shorts y le desataron los pies para sacárselos. Al mismo tiempo le quitaron las zapatillas para que le fuera mas difícil correr sobre el terreno rocoso en caso de huida.

Se quedo en sujetador y en bragas. Andrés la observo pensando que no tendría muchos mas años que la hija de su actual novia. La cual también tenia una bonita figura.

Se levantó y se quedó desnudo de cintura para abajo. Miro a sus compañeros que vigilaban que no viniera nadie pero que tampoco se perdían detalle de aquella jovencita esperando ansiosamente su turno. Aunque Tomás aun no había decidido si tomar parte en aquello.

Agarro el sujetador y lo desabrochó dejando al descubierto unos pechos jóvenes de pezones carnosos aun en desarrollo.

Le bajo las bragas con delicadeza dejando al descubierto un coño depilado.

-¡Huf! -bufó Andrés al ver aquello -eres una zorrita ¿Eres virgen? -le pregunto sin dejar de tocarla.

Paula giró la cabeza indignada.

Al ver que se negaba a contestar introdujo un dedo en su coño.

-¡Haaay! -grito sobresaltada.

-Vaya, creo que sí -rió Andrés.

Miro a sus amigos que lo miraban con envidia esperando su turno -chicos resulta que está sin estrenar -les dijo en tono jocoso.

-Joder que suerte tío, aprovecha que eso no se ve todos los días -le respondieron entre risas.

Se tumbó sobre ella y coloco el pene en la entrada de su coño.

-Esto por tirarme la piedra puta -y de un empujón se la clavó.

Un gesto de dolor intenso, la boca abierta para coger aire, las piernas estiradas en el aire intentando somatizar el dolor, esa era Paula al sentir un pene rompiéndola.

Se mantuvo un poco dentro, contemplando con morboso disfrute los ojos desorbitados de Paula, para después empezar los movimientos de la follada profiriendo gemidos de placer.

Paula empezó a llorar de dolor e impotencia mientras notaba como aquel nardo la taladraba.

Andrés empezó a besar sus pezones y acariciar todo su cuerpo.

Sus sensibles pezones empezaron a ponerse duros lo que Andrés interpreto como que le gustaba.

Intento decirle alguna guarrada como hacia con su novia pero estaba tan excitado que no pudo abrir la boca. Apretaba los dientes y follaba a aquella ricura que sin quererlo se había cruzado en su camino.

Cuando notó que se corría endureció las envestidas a la que Paula empezó a gritar con cada una de ellas.

-Ha, ha, ha.

Andrés grito al sentirse eyacular.

-Harrrgg.

Se quedo sobre ella escurriendo su última gota de semen, agarro su cara y le obligo a besarle. Se levanto satisfecho y dejo el sitio libre para sus amigos.

Paula miró a su alrededor dolorida y vio acercarse a Joaquín hacia ella, estaba desnudo y calzaba un pene muy grueso. Asustada intento correr pero Joaquín fue mas rápido. La agarró y la hizo caer de boca. En su espalda se podía ver arañazos causados por los roces de las piedras en su espalda.

-¿Donde vas? Ahora me toca a mi -dijo Joaquín cogiéndola por la cintura.

La agarró por su cabeza y la hizo agacharse quedando su culo arriba.

Paula a pesar de su inexperiencia sabía que esa postura solo quería decir que quería penetrarla analmente. Su culo siempre había sido de sus mejores rasgos. Los novios que había tenido, aunque no había follado con ninguno, siempre se habían recreado en aquel culo, tocándolo, acariciándolo y manoseándolo. Más de un dedo curioso había explorado aquel ano, pero ella siempre había detenido el avance. Y no habían sido pocas las propuestas de follar por él, de ese modo podía mantener la virginidad de su coño intacta. Pero ella siempre se había negado.

Hoy no podía hacerlo.

Las dos manos de su agresor apretaban sus pechos antes de proseguir con su tarea inicial. Besos de Joaquín descendieron por su espalda hasta llegar a su culo que no fue menos, recorriendo con sus labios las dos nalgas. Con curiosidad lasciva Joaquín abrió aquellas nalgas para observar el ano y escupiendo en él procedió a meter un dedo.

Paula al sentirlo se retorcía llena de miedo, cuando el dedo entro mas mal que bien se quejo e intentó negociar.

-No, no, por favor, me duele, por ahí no, haré lo que queráis pero por ahí no.

Fue como si le hablara a una pared. Pues el dedo prosiguió su camino y entro un poco más.

-Haaaay, noooo -grito Paula.

Sintió algo de alivio al sacar Joaquín su dedo que lo volvió a introducir simulando el acto sexual.

Mientras Tomás no perdía detalle y su voluntad de no participar se estaba debilitando al sentir su pene duro bajo su pantalón. Andrés observaba tranquilamente mientras se tomaba una cerveza sacada de la fría nevera portátil.

Cuando Joaquín lo vio conveniente procedió a follarle el culo, así que sujeto con fuerza la cabeza y colocando su gorda polla a la entrada de esa cueva empezó a profanarla.

Con dificultad introdujo la punta rosada y mojada de su miembro. Paula apretó los dientes y se sintió desmayar del dolor.

Joaquín la dejo dentro un rato y cogía aire como si se tratara de una carrera. Haciendo un esfuerzo y de un empujón introdujo el resto. Paula abrió la boca pero solo emitió un grito seco, los ojos se le quedaron en blanco y se dejo caer sobre la tierra como si estuviera muerta para sólo emitir un gemido cada vez que el pene se abría paso.

Joaquín vio acercarse a Tomás que ya había tomado una decisión pues estaba con la polla de fuera.

Se coloco frente a Paula y cogiéndole la cabeza le metió la polla en la boca. La joven al sentirla pareció espabilarse y abrió los ojos con sorpresa.

-Si muerdes, mueres -le gritó Tomas.

Pero para Paula eso no era nuevo. Pues el sexo oral era una práctica corriente con sus novios.

Sintió el glande deslizarse por su lengua y llegar hasta el fondo de su boca sintiendo arcadas.

-Mmmmm -pudo emitir penosamente.

Casi a ciegas pues solo veía frente a ella el pubis velludo de Tomás, levanto sus manos y las apoyo en sus caderas.

Vencida por las circunstancias empezó a mamarla como ella sabía.

-Ho tios! -exclamo éste -que bien lo hace.

Andrés contemplaba esa escena mientras notaba que su pene volvía a querer más.

Paula se encontraba entre Joaquín y Tomás, el primero le follaba el culo con ganas, chocando contra ella y el otro acariciaba su cabeza mientras ella le hacia una mamada.

Se corrieron casi al unísono. Joaquín llenado su culo de semen y Tomás le sujetó la cabeza para que ninguna gota de su caliente leche cayera fuera.

Paula intento gritar mientras se ahogaba con litros de semen que soltó Tomás dejando sorprendidos a sus compañeros.

-¡Que animal! -pensó -este hombre llevara años sin follar.

Cuando se hubieron cansado la dejaron caer sobre la tierra. Paula estaba hundida moral y físicamente, tenia el ano roto y el estómago y su matriz llenos de semen, volvió un poco en sí y vomitó al sentir el amargor del semen residual en su boca.

Mientras los pescadores sin vestirse aún bebían cerveza y reían comentando la jugada.

Tras unos minutos que a paula le parecieron horas, Andrés dijo: -Pues yo tengo ganas otra vez

Los otros dos se encogieron de hombros.

-Pues hay la tienes, sírvete.

-Puag! No, esta hecha un asco -respondió.

Paula recordó cuando conoció a Javier y maldijo la hora en que le invito a ir a aquella manifestación. Maldijo incluso la hora en que empezó el instituto y le metieron en la cabeza esas ideas absurdas. Ahora había perdido su virginidad de la forma mas cruel que se le podía imaginar.

De repente un escalofrío recorrió su cuerpo. Sus atacantes le habían tirado un cubo de agua encima para limpiarla y sin darle tiempo a recuperarse unas manos la levantaron en el aire. Ella pataleó temiéndose lo peor, que la iban a degollar y dar de comer a los peces, pero nada podía hacer contra tres fuertes hombres.

Sujetándola le pusieron los shorts que estaban mojados y sucios y le ataron las manos a la espalda. Como si fuera un cuerpo muerto fue llevada sobre los hombros de Andrés hasta donde tenían el coche y la sentaron atrás entre dos de ellos. Tomás conducía.

Arrancaron.

-¿Que vais ha hacer conmigo? -Se atrevió a preguntar rompiendo el silencio latente.

-Vamos a una finca que conocemos, allí te podrás lavar -le respondió Joaquín.

-Pero tendrás que portarte bien -añadió Andrés sentado al lado contrario y que empezó a tocarle los pechos.

Paula ya sabia que quería decir con eso, que abusarían de ella y la violarían todavía más hasta que decidieran dejarla libre.

-Mientras tanto puedes empezar a comernos la polla -y sin oponer resistencia se introdujo el pene de Andrés en la boca y empezó a mamarla.

Su cabeza subía arriba y abajo mientras Tomás conducía y Joaquín manoseaba su cuerpo.

Cuando paula sintió el semen salir de la polla separo su cara y chorros chocaron contra ella sorprendida al ver como después de follarla aun les quedaba semen. Al verla los hombre rieron y bromearon sobre lo puta que era.

Ella se echo a llorar mientras se limpiaba con lo que podía.

Las manos de Joaquín pellizcaban sus pezones doloridos.

-Date prisa en llegar -apremió a Tomas.

Llegaron a la finca. Una casa blanca con un salón grande y una cocina, todo en la misma sala. En un extremo una chimenea que encendieron, pues la noche era fría y en un pequeño cuarto cerrado estaba el baño.

Paula fue conducida por Joaquín hasta el sofá y la sentó encima de él. Éste empezó a tocarla y desabrochó sus pantalones que fue deslizando hasta el suelo.

Ella contemplaba el fuego rendida a las manos de aquel hombre.

Tomás y Andrés charlaban en un rincón si prestar atención.

Joaquín se levanto y ordeno que Paula se tumbara en el sofá. Se desnudo y se tumbo sobre ella.

-Vamos, besame -le dio mirándola a los ojos.

Paula accedió abriendo tímidamente su boca y la lengua de aquel hombre se introdujo robandole un beso prolongado. Ella colaboro rendida y sus lenguas jugaron.

Acto seguido la besó por el cuello mientras el pene la profanaba sin previo aviso por su ya dolorido coño.

-Haaayyy -gimió sorprendida.

Empezó a follarla despacio, disfrutando de aquella hembra joven, mordía sus pezones con delicadeza y la acariciaba despacio,se podría decir que incluso con cariño, explorando cada rincón,introduciendo sus dedos por debajo de sus muslos para jugar con ellos en su ano y la zona del perineo.

Paula comenzó a sentirse traicionada por su cuerpo y emitía gemidos de placer. Sabia que eso podía ocurrir pues durante una charla feminista de su instituto le dijeron que las mujeres violadas podían tener orgasmos, pero que no era culpa de ellas sino una reacción normal de su cuerpo.

De repente Joaquín la abrazo y se giró para que quedara ella encima. Paula sintió que con esa postura el pene se introducía en su cuerpo de una forma diferente a cuando la follaban con ella debajo, tocando un punto en su interior que la hacia extremecerse. Disfrutaba muy a su pesar y era incapaz de parar, tenia la boca abierta de placer y gemía como una loca.

Los otros dos amigos al verla se sorprendieron -Mira tío, ella se lo está follando a él.

-Joder que puta, me la esta poniendo dura de nuevo.

Paula empezó a gemir sintiendo un nuevo orgasmo, sus tetas no eran muy grandes pero si lo suficiente para moverse al compás de sus movimientos Andrés la miro y tras varios minutos así se corrió llenándola de su semen caliente.

Ella caída sobre el pecho de Joaquín jadeaba satisfecha, sintiendo su coño mojado y caliente y se odiaba a sí misma por aquello.

Se separaron y se quedó tumbada sobre el sofá.

Tomás también quería un segundo round con ella, ya desnudo, la levanto y la puso contra el respaldo del sofá. Sin mediar palabra ya antes de que Paula pudiera reaccionar puso la polla a la entrada del culo y empujo.

-Harrrf -gruño Tomás.

Esta vez Paula profirió un grito de extremo dolor.

La follada fue brutal. Fuertes embestidas perforaban su dolorido culo que provocaban que el sofá se moviera por el suelo a cada golpe de pelvis. Este violador era más animal, llevandose llevar por su instinto más primario de placer sin importarle si la hacia disfrutar o no.

-Me corro puta -exclamo Tomás soltando saliva y bufando como un animal.

Y le llenó el culo de semen.

Paula se encogió sobre el sofá llena de vergüenza y se echó a llorar.

Los tres tipos se sentaron junto al fuego y como si nada se pusieron a hablar de temas sin importancia.

Tras unas horas sacaron botellas de wisky y ron y empezaron a beber obligando también a beber a paula que intento negarse sin éxito.

Pasaron las horas entre botellas y manoseos a Paula, que de nuevo era obligada a mamar aquellas pollas, esta vez sin que ninguna llegar a correrse debido al alcohol y el ajetreo diario.

Llego la noche y Todos se quedaron durmiendo bajo los influjos del alcohol.

Cuando Paula despertó se encontró entre ellos tumbados en el suelo y sus manos sobre su cuerpo. Se levantó lo más despacio que pudo pensando en escapar. Miró a su alrededor y solamente encontró la ropa de sus violadores, así que agarro unos pantalones que se puso con asco al sentir el olor de esos hombres sobre ella. Le estaban grandes al igual que una camisa con la que se cubrió.

Llego a la puerta rezando para que no estuviera cerrada, así era, la abrió despacio dejando escapar un leve suspiro de esperanza y salió corriendo como alma que lleva el diablo.

Estuvo corriendo horas, deteniéndose levemente para recuperar el aliento hasta que encontró una carretera que la siguió hasta el pueblo más cercano. Una vez allí fue directa al cuartel de la Guardia Civil para denunciar los hechos.