Un día de lluvia
Lo que mal empieza... no tiene por qué acabar mal.
Eran las 11 de una noche lluviosa y regresabas a casa de un viaje de negocios que haba resultado agotador. La constante lluvia y el oscilar del limpia-parabrisas te estn rematando, as que decides parar a tomar un caf en un rea de servicio que conocas de otros viajes y que era bastante acogedora. Te sientas en una mesa al fondo de la sala y pides un caf bien cargado mientras hojeas una revista. La lluvia sigue cayendo cada vez con ms intensidad. Da la impresin de que no va a parar nunca. Te sientes incomoda. Sientes como si alguien te estuviera espiando y levantas la vista. Has notado como unos ojos se desviaban rpidamente pero no ests segura de quien estaba detrs de ellos. Como no ests para bromas decides ir al servicio a ver si en lo que vuelves se han olvidado de ti. Ests lavndote la cara para refrescarte cuando entra otra mujer. "Hola" te dice y se dirige junto a otro lavabo. De nuevo tienes esa sensacin de que te estn desnudando con la mirada. Cuando al salir pasa por detrs de ti rozando levemente tu espalda ya no sabes que pensar. "Me estoy volviendo paranoica" piensas mientras sales detrs ella y la ves andar mecindose al ritmo de sus caderas. "Desde luego es una chica mona". Pagas el caf en la barra y en vista de que no cesa la lluvia decides continuar el viaje. Entras en el coche y enciendes la radio reanudando de nuevo la marcha. Al rato notas que algo va mal, el coche empieza a dar tirones hasta que por fin se para en medio de la oscura carretera y le diriges al arcn. La madre que ... Buscas el mvil en el bolso pero cuando lo coges descubres que no tiene cobertura. "Mierda, y que hago ahora?. La estacin de servicio est demasiado lejos para volver andando y no tienes idea de donde estar el pueblo ms cercano, y cualquiera se arriesga a parar a un coche en medio de la noche, si es que pasa alguno claro. Media hora despus ves unas luces a lo lejos y decides arriesgarte a pedir ayuda porque no vas a quedarte toda la noche en el coche. El coche se detiene detrs del tuyo. Es aquella mujer del rea de servicio. Sientes un gran alivio de que sea una mujer y la explicas la situacin. Dice que ella odia los mviles y que vive en un chalet 10 km ms adelante que lo mejor que puedes hacer es acompaarla a su casa y desde all avisar a la gra porque es peligroso que una mujer se quede sola aqu. "Tienes razn" dices y subes a su coche. Se llama Elena te dice. "Yo soy Sandra, muchas gracias por parar, la verdad es que se pasa muy mal en estas situaciones". Continuis una agradable charla mientras llegis a su casa. Una vez dentro llamas al taller ms cercano pero te dicen que ha habido un accidente y que tardar la menos una hora en llegar. "Que le vamos a hacer dice Elena. Estas empapada, deberas darte una ducha para entrar en calor y mientras secamos la ropa". Por supuesto tu no quieres al principio pero al final reconoces que es lo que realmente te hace falta. Te acompaa al cuarto de bao y te deja una bata para que te pongas despus de ducharte. "Despus me duchar yo que a m tambin me hace falta". Sales rpido de la ducha para no hacerla esperar y te quedas en la habitacin donde te ha preparado algo de ropa cmoda mientras entra en el bao y comienza a desnudarse con la puerta abierta. La conversacin del coche os ha hecho conectar de alguna manera y a ti se te escapa de vez en cuando la vista hacia el servicio. Cuando sale de la ducha se pone junto al espejo, donde tu puedes verla perfectamente y quitndose la toalla comienza a secarse lentamente, como si estuviera exhibindose delante de ti. Tu no sabes que te pasa pero no puedes apartar los ojos de ella. "Realmente tiene un cuerpo de escndalo" piensas mientras sigues el recorrido de la toalla por todo su cuerpo. Sus pezones estn tersos por el contraste de temperaturas y notas cierta excitacin en tu interior. Te sientes rara porque eso no te haba ocurrido nunca. Finalmente se pone la bata y sals al saln donde os sentis en un silln a tomar un caf bien caliente. Mientras estis charlando ella hace un movimiento y la bata se desliza hacia un lado dejando al descubierto una de sus piernas y dejando entrever unas finas y transparentes braguitas blancas. La vista se te escapa sin querer hacia ellas y te ruborizas pensando que ella pueda darse cuenta peor por ms que intentas evitarlo no puedes. Con las prisas tu no te has secado bien y la camiseta se ha pegado a tus pechos. Estabas tan pendiente de que ella no notase tus miradas que no te has dado cuenta de que ella tiene fija la vista en tus pechos y no parece querer disimularlo lo ms mnimo. Cuando ella levanta su mirada para decirte algo, tu desvas rpidamente la tuya de sus piernas. Sabes que se ha dado cuenta y la sonrisa que se ha dibujado en su cara lo confirma. "Eres una chica muy guapa, Sandra" dice, mientras se gira an ms hacia ti y al hacerlo abre ms las piernas dejando completamente al descubierto sus braguitas transparentes. "ソEra esto lo que queras ver?" dice mientras te coge la mano y se la lleva a boca. Tu ests tan avergonzada que intentas retirar la mano, pero ella la sujeta con fuerza porque sabe que no puedes apartar la vista de esas braguitas que dejan adivinar su sexo, con una pequea mata de vello negro bien arreglado. Va bajando tu mano temblorosa lentamente por su cara, acariciando su cuello, y por debajo de la bata hasta sus pechos, momento en el cual tu ejerces una muy leve presin sobre ellos. Era la seal que estaba esperando, ahora sabe que ests a su merced. Se inclina hacia ti acariciando tu pelo, mientras acerca sus labios a los tuyos sin dejar de mirarte a os ojos. Sigue bajando tu mano por su vientre hasta llegar sobre sus braguitas transparentes. Justo en ese momento vuestros labios entran en contacto y a ella se le escapa un leve gemido "Aaahhh". Se mueve despacio, de la forma ms sensual y excitante que hayas visto nunca y eso est haciendo que tu te excites tambin. Mientras te besa, su lengua trata de abrirse camino entre tus labios y encontrar la tuya. Su mano ha bajado hasta tu camiseta y presiona suavemente tu pecho mientras pellizca levemente uno de tus pezones. "Aaahhh", ahora el gemido se te ha escapado a ti. Estas perdiendo el miedo a medida que aumenta tu libido y sin darte cuenta pasas la mano por debajo de sus braguitas e introduces un poco el dedo anular en su vajina. "Esta completamente mojada" piensas. Tus ojos se abren como platos y el termmetro de tu cuerpo sube enteros al notar como ella empuja tu mano hacia su pelvis y tu dedo se introduce con toda facilidad dentro de su sexo debido a su excitacin. Gime y mueve despacio la cintura adelante y atrs mientras sujeta firmemente tu mano y sostiene tu mirada con los ojos entrecerrados de puro placer. Todo en ella emana sensualidad. Suelta tu mano y notas un leve cosquilleo en tu pierna que va subiendo hasta la rodilla. Sus dedos estn recorriendo tu pierna con tal suavidad que parecen un pauelo de seda y sientes como ese cosquilleo va subiendo por tus muslos y acercndose a tu ingle por encima de esos shorts que te haba prestado tan intencionadamente. Sus manos se cuelan por debajo de la camiseta y aprietan con fuerza tus pechos. Te incorporas un poco mientras levanta la camiseta tapando tu cara y no puedes ver nada pero sientes un leve mordisco en la cadera seguido un beso de unos labios carnosos. El bello de tu cuerpo se eriza al sentir el contacto mientras sientes como su lengua de va deslizando poco a poco hasta tu ombligo que enseguida se llena de caliente saliva hasta que su experta lengua la recoge. Te quita la camiseta y al verla de nuevo compruebas que ya no lleva puesta la bata y se encuentra arrodillada frente a tus piernas abiertas con sus pechos a escasos centmetros de tu boca. Moviendo un poco la cabeza hacia delante, tu lengua empieza a describir crculos alrededor de sus pezones, mientras ella desabrocha tus shorts y baja la cremallera, acaricindote la pelvis por encima de las braguitas. Ahora eres t la que te mueves sin parar, a un ritmo cada vez ms rpido entre jadeos y gemidos. Sus manos apartan las bragas y un dedo te abre la vajina. "Ests empapada", te susurra al odo y tu cuerpo se mueve a un ritmo frentico. "Espera, tranquila" te dice mientras se separa un poco de ti para poder quitarte los shorts y las braguitas y despus hace lo mismo con las suyas. Se arrodilla junto a ti separndote con una leve presin las piernas. Tu ya no ofreces ninguna resistencia, ests hiperexcitada y lo nico que quieres es gozar. Sus dedos abren al mximo tu vagina y su lengua humedece tu cltoris. Un soplo largo y constante acaricia tu hmeda vagina haciendo vibrar todo tu cuerpo y arrancndote un ahogado gemido. De nuevo su lengua vuelve a masajear tu cltoris ahora con ms fuerza, con pequeos mordisquitos. Notas como sube y baja por toda tu vagina y al final se deja caer hasta tu ano, provocndote una situacin desconocida hasta ahora, pero que con lo excitada que estabas te provoca un gran orgasmo casi al instante. Aprietas su cabeza contra tu ano, y tu cuerpo se convulsiona ante ella mientras tu gimes como una gata en celo. Cuando abres los ojos de nuevo, te asustas al ver una sombra en la ventana y rpidamente coges la bata intentando cubrir a las dos. "Hay alguien fuera". Ella mira hacia la ventana pero no parece importarle lo mas mnimo. "Tranquila, ser Pedro, el mecnico, no pasa nada es un buen amigo". Y olvidndose de la bata se dirige hacia la puerta completamente desnuda, ante tu mirada atnita. "Pasa, estaba jugando con una amiga. Se llama Sandra." le dice mientras te mira con una sonrisa cmplice. El se acerca hacia ti y te saluda sin dudarlo, mientras tu intentas tapar lo mejor posible tu cuerpo desnudo con la bata al levantarte. "Esta lleno de grasa, que tal si le lavamos un poco?" te dice Sandra guindote un ojo. T estas un poco avergonzada pero cuando los dos te dirigen hacia bao les sigues sin hablar. Cuando llegan al bao, Elena empieza a quitarle el mono como si no fuera la primera vez "Vamos a ver como sigue ese cuerpo". Deba medir algo ms de 1,80 m, era fuerte y musculoso y tenia un culo que daban ganas de azotar. Los dos entran en la baera de pies uno enfrente del otro y Sandra coge la ducha y comienza a mojar su cuerpo. El se vuelve y tendiendo su mano hacia ti pregunta "ソquieres frotarme la espalda?". Sin saber como estas en la baera detrs de l frotndole los hombros con las manos. Las distancias son cortas y aunque de momento procuras evitarlo es imposible que tus pechos no toquen su espalda en varias ocasiones y tus pezones se humedecen al contacto de su cuerpo mojado endurecindose cada vez ms. El agua resalta aun ms sus msculos y tus manos van recorriendo toda su espalda hasta llegar a sus nalgas, que recorres varias veces en todos los sentidos antes de seguir hacia abajo. "mmmmm, realmente est duro". En ese momento Elena suelta la ducha "pero Pedro, que te pasa?, te est excitando mi amiga, eh? pues voy a ayudarla un poco yo tambin". Con una mano comienza a acariciar sus testculos mientras con la otra descubre su glande y lo lame antes de metrselo en la boca. Tus manos bajan ahora hacia sus piernas, lo que obliga a flexionar las piernas mientras tus pechos, pegados a su espalda, se deslizan restregndose por su cuerpo hasta quedar por debajo de sus glteos y aprovechas para contemplar la escena. Su miembro se va haciendo cada vez ms grande mientras entra y sale de la boca de Elena, no parece demasiado grande pero s bastante grueso. El calor va invadiendo tu cuerpo y tu vagina comienza a segregar sus jugos. Estas completamente agachada con las piernas abiertas detras de l, cuando una mano se posa sobre tu vientre y se mueve por tu cuerpo hasta detenerse al borde de tu vagina. Sandra te mira fijamente a los ojos mientras sigue chupando ese grueso miembro, que a duras penas cabe ahora dentro de su boca. Su dedo acaricia tu sexo jugando al principio por fuera, pero poco a poco comienza a abrirse camino para llegar hasta tu cltoris. En el momento que consigue alcanzarlo, muerdes con fuerza el culo de Pedro soltando un gran gemido y apretando las uas contra sus muslos. Elena se incorpora y se sienta en el reborde de la baera apoyada contra la pared. Te hace una sea "ven, sintate de espaldas a m". Tu ya ests tan excitada que lo haces automticamente, recostando tu espalda contra sus pechos, mientras Pedro se arrodilla delante de ti separando tus piernas y mordindolas a la altura de las rodillas. Sientes como una de sus manos pasa por debajo de tu cuerpo, que ha quedado ligeramente por encima del de Elena, que resopla junto a tu oreja al sentir el contacto en su vagina. Pedro se desliza por tus muslos besndolos y mordindolos en ocasiones hasta quedarse justo delante de tu sexo, mientras tu temperatura sigue en aumento al sentir los jadeos de Sandra y el movimiento de su cuerpo debajo del tuyo. Las manos de Elena separan tus labios dejando tu cltoris a merced de Pedro. Su boca est tan cerca que puedes sentir como su respiracin fuerte y rpida acaricia lo ms ntimo de cuerpo. Todava no te ha tocado pero solo el sentir su presencia hace que tiemble todo tu cuerpo. Cuando su lengua toca por un solo instante ese punto de placer tu cuerpo sufre un espasmo y un leve susurro sale de tu garganta "ahhhhh". Al cabo de unos segundos que te parecen horas vuelve ha hacerlo, solo te roza durante un segundo con su lengua mientras las manos de Elena se esfuerzan en mantener tu sexo abierto para l. Va repitiendo lo mismo una y otra vez, cada vez ms rpido, le gusta ver como tu vagina va mojndose a medida que aumenta tu deseo. Al fin su lengua te penetra jugueteando por todas las cavidades de tu vagina, mientras que tu cuerpo se retuerce sobre el de ella. Elena est a punto de explotar, sientes sus jadeos y sus gemidos cada vez ms fuertes y largos junto a ti y uffff, esa lengua est haciendo maravillas. El ritmo de vuestros cuerpos se acompasa y se hace cada vez ms intenso, al tiempo que una ola de calor invade vuestro vientre y se va extendiendo por todo vuestro cuerpo buscando una salida. Ella se aferra a tu cuerpo y con una serie de bruscos movimientos de cintura, y entre gemidos de placer, alcanza ese maravilloso momento, justo en el mismo instante que tu comienzas a rogar a Pedro que te penetre "vamos, quiero sentirte en lo mas profundo de mis entraas". Pedro se levanta, el tambin est llegando al lmite, "cre que no me lo ibas a pedir nunca". Se sita entre tus piernas abiertas y hunde su pene dentro de ti, poco a poco. Nada ms sentir como entra un poco te das cuenta de que realmente es muy grueso. Elena humedece los dedos en tu boca y comienza a masajear tu cltoris en crculos con fuerza, mientras el te sigue penetrando hasta que logra estar completamente dentro de ti. Tu cuerpo se descontrola y tus gemidos se oyen por todas la casa "quieto !!! no te muevas de ah!!! me gustaaaahhhh!!!". Rodeas su culo con las manos y tu cintura se mueve como poseda sin separarse de su pelvis ni un solo instante. El grita "lo siento, no puedo mas!!!" y en ese momento notas como tu cuerpo se llena de un liquido caliente que te hace explotar a ti tambin. Tu espalda se arquea y tu cintura sube para intentar sentirlo an mas adentro, un escalofri recorre todo tu cuerpo y un largo gemido sale de tu garganta "aaaaaahhhhhhhhhhhhhhh". Ya de nuevo en el coche no puedes dejar de pensar en lo que ha pasado en esa casa y te sientes incluso un poco avergonzada, pero no arrepentida "¿Quien sabe las sensaciones que an me quedan por descubrir?"