Un día de furia
Estaba super caliente, dispuesto a todo por sacar mi calentura que me estaba matando la cabeza.
Un Día de Furia
En el estado de excitación que me encontraba, no podía pensar más que en gozar a cualquier costo. Eran esos días que la esperma se me subía a la cabeza y parecía mezclarse con mi sangre y provocándome un estado de locura temporal. Sabia que solo podía terminar con ese estado teniendo un buen orgasmo, cada minuto que pasaba era peor.
Tome el teléfono y comencé a llamar alguna de mis cabronas amigas que estaban dispuestas ha tener sexo conmigo en cualquier momento, no había tiempo de conquista ni sermones. Muy mala suerte fue la mía ninguna de las tres se encontraban. La otra opción era entrar en Internet y buscar una escort, pero mi afrecho me impedía elegir alguna, esto se venia venir talvez una paja me saque del momento pero ya estaba arto de eso, decidí aguantarme las ganas de punetearme, en eso mi msm se enciendio. Ingreso una de las escort conocidas mías, Martina.
La pregunta fue instantánea, Estas libre ahora?, respondió afirmativamente y agrego, el gif es de 200 hoy porque estoy con una amiga. Mis ratones comenzaron a comer salvajemente mi torturado cerebro.
Rompí el chanchito y fui en búsqueda de las chicas. Ni se me ocurrió preguntar como era su amiga, pero a esta altura si tenia culo y tetas era suficiente.
Cuando llegue me abrió Martina estaba con un saco negro abierto y abajo completamente desnuda, ella es una Paraguayita, no es una belleza pero coje como ninguna, y ama su trabajo.
Me hizo pasar y en la sala principal estaba una rubia despampanante, no podía creer lo que veía unas piernas super largas un pelo rubio lacio hasta la cintura y unas tetas que estallaban, solo tenia puesta ropa interior y una pollera de cuero con unas largas botas negras, era todo un sueño para mi. Talvez demasiado producida para mi gusto y algo que contrastaba por completo con Martina que era una chica de cara lavada.
Yo le di el dinero a Martina y les dije vamos a los bifes, nos metimos en la pieza, luz tenue por demás, mi ropa fue arrancada de cuajo por las chicas y no deje escapar ese par de tetas de la rubia. Tire el corpiño para abajo y me hundí en ese mar de ubres, pase mi lengua por el medio de ambas como tanto me gusta y luego mordí suavemente los pezones, Martina se ocupaba de sacarme el bóxer, y pasar la lengua por mi colita recién lavadita. Ella es prostituta hace tiempo yo la conocí por internet y charlábamos seguido, es de tendencia bisexual, y varias veces que nos juntamos invito como si nada a sus juguetitos de sex shop para usarlos conmigo, yo soy de mentalidad abierta y como ella es una mujer siempre deje todo en sus manos.
Esta vez Martina no saco ningún juguete, talvez mas tarde lo hiciera o estaría pudorosa por la amiga, pero mi cabeza explotaba al sentir la lengua de Martina hundirse en mi agujerito. La rubia al sentir mi pene pegarle duramente en sus piernas, decidió agacharse y disfrutarlo un poco, en segundos enfundo un preservativo y mi pene que no es grande ni pequeño se hundió en su gruesa boca hasta el punto de chocar su nariz contra mi panza. Creí acabar en ese instante pero me contuve quería disfrutar cada segundo al máximo.
Martina se tiro en la cama, sacando cola y con ambas manos agarrada de los cachetes para mostrar bien su agujeró me dijo Hoy quiero coger solo por el culo, la rubia dejo de chuparme y me miro como para que yo ataque ese lugar, como si mi pene tuviera vida propia se dirigió a esa caverna infernal y entro sin ningún problema. Me tire encima de ella y comencé a morderle el cuello cosa que a ella la ponía loquísima, estábamos en un vaivén frenético cuando siento algo húmedo que toca mi ano, no le preste importancia talvez la rubia estuviera chupándome el culo pensé. En cuanto me descuide en un movimiento para atrás sentí que algo muy grueso me penetrado, mi pene se erecto al máximo al sentir tocado mi punto g, pensé la rubia estará jugando con los aparatos de Martina, pero al darme vuelta la vi a ella apoyándome. Crei que se trataría de un arnés con un gran consolador, pero la sonrisa cómplice de la rubia me lo dijo todo.
Seguimos en un vaivén frenético de a tres hasta que un griterío infernal marco la llegada de mi tan esperado orgasmo. Sentí llenarse mi cuerpo de paz y relajación, mientras bombeaba mi semen al recto de Martina. Pero algo me hacia sentir incomodo, entre en razón cuando sentí que unas fuertes manos me agarraban de mi cintura y comenzaron a moverme de atrás para adelante , ahí el dolor de mi ano se hizo presente en el preciso instante que mi conciencia comenzó a funcionar y a decirme que algo a mi me estaba cojiendo, era la rubia que no era tan ella, Martina se safo de abajo mío y se acomodo a un costado observando la situación y solo me dijo - Te gusta putito , realmente te gusta y a mi me encanta verte asi. Yo no respondí a nada solo me quede como un cachorro indefenso hasta que la rubia que tanto silencio había tenido hasta el momento largo un gran gemido. A la ves que sentía algo caliente en mi cola, dejo pasar unos minutos y comenzó a sacar su miembro de mi recto, parecía que me estaba destripando realmente, sentía que parte de mi cuerpo se salía. Martina se asomo a mi cola y me comento lo grande que había quedado mi agujero. La rubia se saco el forro y me mostró la cantidad increíble de leche caliente que tenia el mismo.
Yo me que de acostado muy avergonzado del suceso. Martina al darce cuenta me dijo- No te pongas mal papito a mi me encanto lo que hicistes de ahora en mas no te cobraremos mas por venir a disfrutar los 3 juntos.
Abriendo los ojos a la realidad, vi a la rubia de rodillas en la cama con su miembro flácido que le colgaba. Verlo me causo mucha impresión, por que nunca estuve en una situación así y por el tamaño considerable que tenia. Martina con su vocecita de paraguayita mientras acercaba su boca a ese pene me dijo No queres darle un besito o una chupadita . Yo puse cara de asco en ese momento y ella comenzó a pasarle la lengua a la cabeza del miembro que aún tenia restos de semen. El pene de la rubia comenzó poco a poco a revivir y a tomar forma, eso me dio una sensación extraña, mientras martina lo agarraba y besaba mas y mas, siempre mirándome a los ojos , como dejándome la invitación pendiente.
No me aguante mas y me dije si había llegado tan lejos porque no dar un paso mas. Me acerque gateando hasta la boca de Martina y se la bese pudiendo sentir el olor a pija, ella chupaba y me besaba, luego me apoyo el pene en mi boca y lo volvía a besar luego apoyaba la lengua por la cabeza y me pedía mi lengua así fue poco a poco hasta que en un momento comenzamos los dos a besarlo. Me encontré besando el miembro que ya a esta altura estaba súper venoso y duro. Lo comencé a chupar en demasía, parecía que me lo quería comer, la rubia comenzó a gemir como loca Martina se quedo a un costado y yo no perdía un centímetro de nada por chupar. Sin darme cuenta en un estado de trance total la rubia grito un fuerte si y sentí como mi boca se llenaba de un fuerte liquido salado y espeso que provenía del pene. Fue una sensación increíble y estaba tan caliente que no me importo tragármelo.
Martina en ese momento me estaba masturbando y sacándome el pene de la boca me comió la misma de un fuerte beso de lengua compartiendo así el fruto del placer.
Así termine mi día de calentura descontrolada que me llevo a hacer mucho mas de lo que me podía imaginar.