Un dia de compras con mi hija (y 3)

Tras un intenso día de compras y regreso a casa un tanto movido...estamos en casa...

De fondo se oía el agua caer sobre el suelo de la bañera, mi mujer había empezado a llenarla. Seguramente pondría sales, espuma para posteriormente accionar el mando que hiciese burbujas. En ocasiones se llega a dormir dentro. Mientras en ese baño se respiraba relajación, en el salón de mi casa se perfumaba un ambiente de pura tensión. Mi hija, Jimena, quería acabar el trabajo insaciable de ese día. Llegar hasta el final.

Empezó a besarme en el cuello, de modo muy lento, pausado. Notaba como salivaba su lengua, como de vez en cuando emitía un cierto y sigiloso gemido, el cual no hacía otra cosa que ponerme mas a tono.

Yo era incapaz de moverme, estaba absolutamente paralizado. Mi esposa a tan solo10 metros, a  dos puertas de distancia y mi hija caldeando el ambiente mas si cabe. Yo ya tenía puesto el pijama, sin bata, realmente nunca la uso. Mi hija llevaba una diminuta bata verde que le regalamos en su último cumpleaños. Debía llevar un pijama muy corto, pues podía ver sus piernas sin ningún tipo de problemas. La tele seguía encendida, pero obviamente nadie le hacía caso.

-          ¿Te gusta…? – me preguntó

-          Si… - no podía mentir – pero sabes que esto no está bien…

Apenas podía hablar, la excitación era máxima. Ella seguía, no parecía quererme escuchar. Me desabrochó un botón de la camisa del pijama y metió su mano por ese espacio. Estuvo tocándome el pezón, me ponía cada vez mas caliente…sacó su mano y bajó hasta posarse encima de mi pantalón, donde un bulto claramente visible deseaba ser liberado. Empezó a manejar lentamente por encima de la ropa…

-          No llevo nada debajo – me susurró al oído

Fue un momento de debilidad, tuve que coger su mano y hacerla parar…estaba al correrme y a cada situación que se sucedía hacía que mi excitación subiera y por tanto mas cercano a echar toda la leche de modo inesperado y precoz.

Ella entendió el motivo de apartar su mano. Yo suspiré, ella me besó nuevamente en la mejilla. Hubo un momento de respiro, pareció que todo regresaba a una temperatura normal…

-          Quiero que me mires y disfrutes –dijo esto Jimena a la par que se levantaba lentamente.

Se colocó delante de mi, entre el televisor, que seguía su emisión, y su propio padre que observaba incrédulo aquella situación. Lentamente empezó a quitarse el cinturón de la bata, tan lento..que en momento parecía que apenas se movía. Los extremos del cinturón daban paso a un hueco, en le cual se intuía el cuerpo de mi hija…estaba desnuda. Podía ver las formas de sus pechos, podía observar su más que dilatado y brillante por la húmedo de su coño. Se mordía el labio, tras lo cual lo humedecía con la lengua. Poco a poco empezó a despojarse de la bata…dejando desnudos sus hombros…brazos…pechos…sus mayores intimidades quedaron expuestas ante mi…

Mi hija era realmente bella, increíblemente hermosa y tremendamente sensual. No le importaba estar desnuda delante de mi, sabiendo que en cualquier momento podría salir su madre. Comenzó pasando los dedos por sus labios, los salivaba con su lengua…bajaba lentamente y se tocaba los pezones, en ocasiones los apretaba y con ellos a sus pechos. Pezones duros, pequeños y una aureolas rosadas, con un color distintivo de su juventud. Me miraba fijamente…y yo a ella.

Se acercó un paso hacia mi…siguió bajando sus manos y empezó a acariciarse su clítoris, abría la boca y dejaba escapar tímidos gemidos. Cada vez apretaba con mas fuerza, sus dedos se inundaban de sus múltiples líquidos…se acerco un paso mas.

Yo podía sentir el burbujeo de la bañera donde estaba mi mujer, de momento no corríamos peligro, pero sabía que todo esto era un riesgo enorme… En un momento perdí la conciencia…Bajé mis manos hasta mi entrepierna…y empecé a sobarme…a tocarme…y apretar mi polla, la cual no perdía un ápice de dureza..era imposible ante tal exhibición, ante tal bacanal de sensualidad y sexualidad. No podía mas, necesitaba tener mi polla entre mis manos…me bajé el pantalón dejando al descubierto mi miembro. Mi hija sonrió y se metió de un golpe dos dedos dentro de su coño, no tuvo muchos problemas debido a la gran lubricación que ya tenía. Yo empecé a masturbarme.. de modo pausado, sin quitar los ojos del espectáculo que me estaba brindando mi niña.

-          ¿ Te gusto papa? – me preguntó mientras daba un último paso hacia mi

-          Mucho – le respondí sin dudar.

Nada mas responderle se agachó, poniéndose a 4 patas y dándome la espalda, con lo que tenía una vista privilegiada de su espectacular culo…Una mano de ella emergió entre las dos piernas…y mientras se acariciaba el ano me preguntó:

-          No me has dicho si te gusta mi culito…

-          Es precioso – me estaba poniendo cada vez mas nervioso

-          ¿ Te gustaría probarlo?

Diciendo esto, se acercó mas a mi…quedando su culo pegado contra mis rodillas, solté mi polla y mis manos agarraron con suavidad su culo…ella gimió. Acerqué mis dedos a su ano…pero me paré…momento de conciencia?

-          Méteme el dedo Papi… - me lo pedía como cuando me pedía una chuche hace años.

Me quedé en blanco y sin pensar, metí mi dedo corazón por el ano de mi hija, lento, pero sin pausa…Ella gimió, le era imposible mantenerse callada…llegué hasta donde me dejaba el dedo…

-          Aprieta papa….aprieta

Al oir eso, apreté con todas mis fuerzas, y empecé un movimiento de mete y saca, de modo lento, pero con acelerones, a cada acelerón ella se movía con energía y soltaba gemidos y palabras inconexas, imposibles de traducir. Su éxtasis era máximo.

-          me corro…no pares…me corro – jadeaba

Seguí hasta que ella apretó contra mi, signo de que había llegado al orgasmo mas intenso…Por un momento ella paró, como descansando del momento de éxtasis. Se dio la vuelta, siempre a 4 patas…ahora tenía su linda cara delante de mi…a la altura de mis rodillas…me puso cara de niña buena…sacó su lengua…

-          ¿Puedo? – preguntó de modo inocente

Yo asentí, no podía hablar y ella no perdió el tiempo…Se acercó un poco mas, quedando a escasos centímetros mi polla de su boca…la abrió lentamente…se acercó un poco mas…y poco a poco empezó a engullirla…lento…la saliva salía por los bordes…lo hacía con dedicación…con cariño…subió una de sus manos hacía mis huevos, los cuales empezó a masajear… De repente noté un dedo acercándose a mi ano…

-          Confía en mi… - me dijo-

Yo no podía hacer otra cosa…poco a poco y mientras ella seguía mamando con suavidad, empezó a meterme un dedo por mi culo…al principio me notaba un poco incómodo…pero empecé a notar placer, placer como nunca lo había sentido…

-          No quiero que te corras,e? – ella quería más…

Sacó su dedo de mi culo…dejó de chuparme la polla y se puso en pie…Se subió al sofá, quedando su coño delante de mi cara…saqué mi lengua y empecé a lamer sus labios, su clítoris, notaba como me inundaba mi cara de líquidos y como sus manos apretaban mi cara contra su coño. Mi lengua quería entrar dentro de ella…yo apretaba y ella me ayudaba, note varios orgasmos, a cada cual mas delicioso a mi paladar…

Ella empezó a bajar…sus pechos pasaron por delante de mis ojos…de mi lengua…los saboreé lo mas que pude…y al seguir bajando noté en la punta de mi polla la entrada gloriosa a su coño, había llegado el momento que ella esperaba…

-          Te quiero Papa – me dijo sonriente

Y dándome un beso apasionado en la boca, acabo de bajar,  penetrando hasta el fondo de su interior, rompiendo todas las barreras. No dejábamos de besarnos. Sabía tan deliciosa su lengua, su aliento…toda ella. Empezó un movimiento de vaivén al cual yo ayudaba con mis manos en su culo…arriba y abajo…lento y rápido, no había un movimiento único. Ambos jadeábamos, estábamos en el éxtasis total. Yo apretaba contra mi su culo para poder penetrarla lo mas fuerte y lo mas adentro posible.

-          ¿ Quieres cambiar…? – ella me preguntó.

Yo afirmé con la cabeza, pensaba que cambiaríamos la posición…subió un poco saliendo mi polla embriagada en líquidos, pero no se movió de encima mía. Cogió mi Polla…y la puso a la entrada de su ano…el cual estaba absolutamente lubricado de los líquidos que fluían desde su coño…Comenzó a bajar…notaba como ese agujero que oponía no mucha resistencia, dejaba poco a poco el paso necesario…hasta que entró del todo.

-          ¿Te gusta mi culito papa? – preguntó con la mayor de las intenciones

Recordé las veces que me lo había preguntado en este día. Asentí y empezamos otro movimiento de vaivén…los jadeos ya no eran disimulados…ya no podíamos y creo que no queríamos disimularlos…

Los movimientos eran mas rápidos, yo notaba que estaba apunto de explotar…ella gritó…era su enésimo orgasmo…

-          Me corro hija…

-          Dentro papa…no te salgas… - me imploraba…

Un mar de semen salió hasta lo más fondo de su culo, ella seguía moviéndose y al sentir que la estaba inundando se paró poco a poco.

Una vez absolutamente quietos y yo con mi polla, ya no tan dura, dentro de ella, nos miramos sonriendo.

-          Te quiero hija

-          Te quiero papa.

Ella se levantó, poco a poco, se puso la bata y me dio un enorme beso en la boca. Se fue sonriendo a su cuarto. Yo me recompuse un poco, me puse los pantalones del pijama. Me levanté y apagué la televisión. Me fui a la cocina, pues tenía hambre.

10 minutos después mi mujer salió del baño. Me dijo que estaba muy relajada, que sentía haber estado tanto tiempo en el baño, pero que lo había disfrutado. Obviamente yo también.

Mi hija se ha marchado a estudiar algo lejos de aquí, de Erasmus al extranjero. Las veces que nos hemos visto no hemos hablado del tema, ni tan siquiera nos hemos vuelto a encontrar en esa situación. Incluso hemos vuelto a ir de compras juntos, pero no surgió nada. ¿ Qué sucedió aquel día? ¿ Era yo un sueño sexual de ella?

Sea lo que sea, yo lo disfruté y ella también

  • FIN-