Un día con mi Amo

Despues de un tiempo sin verse, el Amo y su perra pasan un día interesante

Este relato no incluye descripciones de los personajes ni los lugares para que cada lector pueda adaptarlos a sus fantasías. Es el primero que escribo, espero que os guste

Kayra


Son las 8 y espero que mi Amo se conecte al chat como me había dicho en el email. Por motivos diversos motivos hacía casi un mes que no nos veíamos y días sin hablar así que tenia mono de él (y esperaba que él de mi también). A las 8'30 al fin apareció.

A-Hola perra

Y- Hola Amo, ¿qué tal el día?

A-Largo perra, es una lástima no tenerte aquí para poder relajarme en condiciones. Menos mal que lo vamos a solucionar pronto.

Y- ¿Ah sí Amo?

A- Si perra. Dentro de dos días te quiero en la puerta de mi casa a las 7 de la mañana, trae tus juguetes y ropa para un par de días, aunque aún no he decidido el tiempo que te quedarás.

Y- Amo a las 7? Es muy pronto tendré que salir de casa a las 6. ¿No puedo ir mas tarde?

A- Calla puta. Ya veo que este tiempo sin vernos te ha vuelto insolente. Acabas de ganarte un castigo para cuando te tenga delante y nada de correrse hasta nueva orden, a ver si aprendes de una vez. En cuanto a lo hora...ven cuando te dé la gana, pero te aviso que la puerta estará abierta de 7 a 7'05. Si no entras en ese espacio de tiempo tendrás que esperar en el rellano hasta que a mí me dé la gana. ¿Entendido zorra?

Y-Si Amo, allí estaré.

A- Muy bien perra, te espero dentro de dos días, hasta entonces no hablaremos más, tengo cosas que acabar para tener libres los próximos días. Descansa yo me voy ya.

Y-Descansa Amo, te veo en dos días :)

Después de esa conversación me fui a cenar pero se me había quitado el hambre. Me encontraba muy caliente pensando en que tendría mi Amo preparado para mí. Solamente quería tocarme, pero ya me había ganado un castigo y no quería que fuesen más, así que me día una ducha rápida y me metí en la cama.

Los dos días siguientes pasaron realmente despacio, parecía que el tiempo se reía de mí, mi cabeza no hacía más que imaginar posibilidades de cómo iba a ser usada y me moría de ganas de correrme. En más de una ocasión me había encontrado con la mano entre mis piernas al borde del orgasmo. Ya había perdido la cuenta de cuantos orgasmos me había negado a mi misma por satisfacer a mi Amo, pero si era lo que él quería seguiría haciéndolo.

Al fin llegó la mañana del día en que había quedado con él. Casi no pude dormir de las ganas y el calentón y haberme tenido que levantarme a las 4 de la mañana no había ayudado, sin embargo estaba de buen humor. A las 5 y media estaba montada en el coche, con mi bolsa de viaje con lo que mi Amo me había indicado. Había repasado 3 veces para no olvidar nada y salía media hora ates para estar a tiempo en su puerta. El viaje en coche se hizo relativamente corto, siempre me ha gustado conducir y mas a esas horas que vas sola en la carretera.

A las 7 menos cuarto estaba en una esquina frente a la puerta de mi Amo esperando a que diera la hora exacta.

A las 7 en punto entré en portal y subí hasta su piso y tal como me había dicho la puerta estaba abierta. Entré y cerré sin hacer ruido. Solo había encendida una lamparita en la entrada y junto a ella un sobre en el que ponía perra, el resto del piso se veía a oscuras. Me acerque y cogí la carta. Su contenido era escaso y claro. "quítate los zapatos y el abrigo, deja la bolsa y ven a comérmela"

Tal y como indicaba la nota me quite los zapatos y la chaqueta que había traído, aunque era verano a esas horas de la mañana hacia algo de frio, dejé la bolsa donde no molestase al pasar y me dirigí a su cuarto sin encender ninguna luz. Abrí la puerta con cuidado de no hacer ruido y me subí a la cama a tientas intentando molestar lo menos posible.

Suponía que Amo estaba despierto ya que había abierto la puerta poco antes, aun así no me dirigió la palabras para decirme nada y yo a él tampoco. Poco a poco me metí bajo las mantas buscando su polla. Agradecí que no estuviese durmiendo más que con los calzoncillos ya que eso facilitaba enormemente mi trabajo. Se los baje lo mas delicadamente que pude y empecé a besarle la polla. Aun no estaba dura del todo, pero empezaba a dar muestras de ello.

Con el tiempo que hacía que no había podido lamerla, por mucho que intenté ser suave mi parte de perra salida me pudo y empecé a lamérsela como si fuera el manjar más maravilloso del mundo y nunca la hubiese tenido delante. En cuanto tuvo una dureza considerable me la metí en la boca y empecé a subir y bajar la cabeza mientas paseaba mi lengua por toda ella Me habría encantado acariciarle también, pero sabía que sin su permiso no podía, así que me contuve y continúe con mi trabajo, cada vez más deprisa y con más ganas.

A- Parece que mi perra tenía hambre de verdad. Estate quieta puta y deja la boca bien abierta. Quiero follarte esa boca de puta que tienes y no quiero hacerme daño con tus dientes.

Abrí mi boca y me dejé hacer. Mi Amo me clavaba la polla hasta la garganta, cada vez con más ímpetu, hasta llegar al punto de darme arcadas, pero ni él paro no yo me queje. En un momento dado decidió metérmela hasta el final y dejarla ahí quieta. La verdad es que debajo de las sabanas con la polla clavada en mi garganta me costaba respirar y era una situación un tanto agobiante, pero aun así estaba empapada.

Mi Amo estuvo follando la boca un rato. A veces movía el sus caderas y en otras ocasiones me cogía del pelo y me movía la cabeza a su gusto. Cuando se cansó de tenerme así me agarró de nuevo del pelo y me saco de entre las mantas, me puso a 4 patas en la cama, bajo el pantalón y las bragas hasta medio muslo y sin miramientos me la clavo en el culo mientas aplastaba mi cabeza contra la cama. No tardó más de 5 embestidas en correrse en mi culo y dejar ahí toda su leche.

A- Que buen culo tienes para correrse en él perra, aunque me habría gustado correrme en esa boca. Lástima que seas incapaz de mantenerla cerrada y tenga que castigarte. Ahora desnúdate, las bragas te las dejas, no quiero me vayas manchando el suelo con tus jugos, y me preparas el desayuno, Solo para mi, esmérate. Cuando lo tengas me lo traes una bandeja.

Y-Amo estoy realmente caliente, no podría antes...

Sin poder acabar la frase mi Amo me dio una bofetada, no excesivamente fuerte pero lo suficiente para cortarme.

A-¿Que te he dicho de replicarme puta? si quiero que me hagas el desayuno, lo haces y punto. No vas a aprender nunca. Dame tus bragas.

Me desnudé lo más rápido que pude para darle mis bragas, comprobó lo mojadas que estaban y escupió un par de veces en ellas antes de metérmelas en la boca.

A- Vas a estar así hasta que a mí me apetezca, ni se te ocurra sacarlas, ahora lárgate.

Salí de la habitación con la cabeza agachada sabiendo que había enfadado a mi Amo. Bonita manera de empezar el día. Me esmeré con el desayuno a ver si así al menos conseguía apaciguarle un poco. Preparé su desayuno preferido mientras iba limpiando todo lo que manchaba, no quería otro castigo por ensuciar la casa de mi Amo.

Cuando lo tuve listo, lo puse en una bandeja y volví a su cuarto. Intente hacer algún sonido para que supiese que estaba allí, ya que con la boca llena no podía decir nada.

A- Dame la bandeja y levanta la persiana. Luego ponte a 4 patas encima de mí, vas a hacer de mesa puta.

Hice lo que me dijo y me puse en posición. En cuanto dejó la bandeja me arrepentí del desayuno preparado. Había intentado ponerle un poco de todo y pesaba lo suyo, eso sumado a que la bandeja estaba fría costaba estarse quieta.

La noche anterior casi no había cenado y esa mañana era demasiado temprano para desayunar así que el olor del desayuno empezó a hacer que me rugiese a tripa, tenía mucha hambre, sin embargo mi Amo no lo oyó o fingió no oírlo y se dedico a disfrutar de su desayuno tranquilamente, mientras en algún momento jugaba con sus dedos en mi coño.

Me notaba totalmente empapada y quería restregarme contra su mano. Cada vez que terminaba de jugar con mi coño se limpiaba en mi cuerpo, en mi espalda, en mi culo, en mi cara...donde mejor le viniera. Cuando el fin terminó de desayunar me dijo que era mi turno, pero que no me podía mover, él me iba a dar lo que creía que me correspondía.

Me sacó las bragas de la boca y las dejo a un lado.

A- ¿Tienes hambre perra?

Y- Si Amo, mucha.

A- A ver si es verdad.

Cogió un trozo de fruta que yo misma había partido antes y lo restregó por mi coño hasta que estuvo empapado de mí y me lo acercó a la boca. No me gusto la idea pero no me quería arriesgar, así que lo cogí con los dientes y me lo tragué sin más.

A- Muy mal puta. Tu Amo te da de comer de comida, de su propia mano y tu lo tragas con cara de asco. Probemos otra vez. Esta vez voy a darte otro trozo y vas a saborearlo hasta que te de permiso para tragar y luego me lo vas a agradecer.

Volvió a repetir la operación de restregar la fruta por mi coño y no solo sino que además la metió dentro para que se empapase mas y me lo dio. Estuve saboreándolo intentando no poner cara de asco.

Y- Gracias Amo por alimentar a su perra.

A- ¿Mucho mejor, ves como no era tan difícil putita?

Y así siguió hasta terminarse la fruta que quedaba. Yo habría seguido comiendo mas ya que realmente no fue mucha, pero mi Amo no lo vio necesario.

A- Ahora puta limpia todo esto y ven a la ducha conmigo, que tienes cara de cansada.

Y- SI Amo, ahora mismo.

Limpié todo lo más rápido posible, me apetecía un rato de relax en la ducha con mi Amo, me lo había ganado, o eso creía.

A- Entra conmigo puta y lávame, con cuidado

Y- Si Amo

La temperatura del agua era realmente agradable y poder enjabonar el cuerpo de mi Amo con mis propias manos era un placer. Cuando estuvo bien limpio creí que me devolvería el favor, pero cerró el agua y salió de la ducha. Iba a seguirle pero no me dejó.

A- Ponte de rodillas puta, que ahora te voy a duchar yo

Por un momento no entendí a que se refería hasta que vi como apuntaba si polla hacia mí y salía un liquido caliente y dorado.

A- Sé que esto no te gusta, pero tienes que acostumbrarte a que tu Amo te marque como la perra que eres. Por ser la primera vez del día seré bueno y solo voy a marcarte el cuerpo, pero te aviso que mientras estés aquí cada vez que quiera mear lo haré encima de ti puta, y cada vez más cerca de tu cara hasta que te lo tragues.

Y así lo hizo, me meó por todo el cuerpo pero sin subir del cuello. Cuando terminó me cogió un mechón de pelo y se limpio con él.

A- ¿Estás contenta de ser útil a tu Amo puta?

Y- Mucho Amo, estoy aquí para complacerle

A- Como debe ser. Ahora voy a hacer unas cosas que tengo pendientes y tu vas a quedarte ahí sin moverte hasta que venga a por ti.

Y sin decir nada más me dejó en el suelo de la ducha mojada y sucia, salió del baño y apagó la luz. Esperaba que no tardase mucho en volver, quería lavarme y moverme de esa postura ya que empezaban a dolerme las rodillas. Sola en el baño y sin otra cosa que poder hacer empecé a recordar como había ido el día. Mi Amo me estaba tratando duro, estaba acostumbrada a ello pero normalmente me daba alguna pequeña tregua pero hoy no y eso me tenía completamente excitada. Casi sin darme cuenta cambie de postura, me senté sobre el charco que había dejado mi Amo debajo de mi y empecé a acariciarme. Recorrí mi pecho con una mano mientras la otra la llevaba a mi coño. Las caricias cada vez eran menos suaves, ya no pasaba la mano por mi pecho estiraba de mi pezón, lo retorcía pensando en que eran las manos de mi amo las que lo hacían. En cierto momento lleve la mano de mi coño a mi boca y por un momento me sorprendió el sabor, no sabía solo a mi también a la orina de mi Amo. Sin pensarlo volví a bajar esa mano a mi coño para acariciarme con más fuerza y la mano que había estado en mi pecho la llevé a mi boca y la lamí. No sé el tiempo que estuve haciendo eso pero cuando mi Amo entró al baño de nuevo me encontró pasando una mano por mi cuerpo cada vez menos mojado y limpiándola con mi lengua sin poder parar de gemir.

A- ¡Para puta! ¿Qué narices te crees que estás haciendo?

Y- Amo yo...

A- Ni se te ocurra decir una sola palabra. Te digo que te estés quieta un rato y cuando vuelvo, que me encuentro. Que has cambiado de postura totalmente, que estas tocándote sin mi permiso y por lo mojada que estas incluso podrías haberte corrido y además estas lamiendo mi orina. ¿Cuántas veces me he tenido que contener porque eso era demasiado para ti, puta? ¿Y ahora lo haces a mis espaldas? Increíble

Se le notaba realmente enfadado y sabía a ciencia cierta que había sido eso último. Desde el primer día me negué en rotundo a que subiese de mi cara al marcarme y siempre lo había respetado. Nunca me había presionado ni había mostrado enfado aunque yo sabía que tenía ganas de hacerlo. Algunas veces me decía que algún día lo haría (como había hecho antes en la ducha), pero realmente nunca llegaba a hacerlo y ahora me encontraba así. Estaba tan avergonzada que no podía decir nada, simplemente miraba al suelo.

A- Callada puta.

Y- Lo siento Amo, estoy muy avergonzada. Haré lo que me pida para que me perdones. Puedes marcarme entera si lo deseas no protestaré nunca más, abriré la boca, tragaré...

A- Sabes lo que pasa puta, que me has ofendido y por ello no la mereces.

Y- ¿Ofendido Amo?

A- ¿no lo entiendes puta? Te lo he ofrecido en varias ocasiones y no has querido sin embargo lamerla de tu propio cuerpo fría si. Será que te gusta fría... eso puede arreglarse. Sal de la ducha, y ponte mirando hacia dentro...eso es...

Me agarro fuerte del pelo, me estaba tirando y sin muchos miramientos acerco mi cara al suelo de la ducha.

A- Para que veas que sigo siendo un Amo considerado puta, mantén la boca cerrada. ¿Creías que te iba a hacer lamer? No, no te lo mereces

Y dicho esto se dedico a restregar mi cara por el suelo de la ducha una y otra vez. Ya no estaba claro si quedaba algo en ese suelo pero él seguía haciéndolo. Me sentía humillada como pocas veces pero me dejaba hacer, me lo había ganado yo solita.

Cuando se cansó me dijo que me levantase y me metiese en la ducha y que me lavase bien, solo con agua fría ya que a mí me gustaban las cosas frías y que me lo tomase con calma, que disfrutase de esa ducha tan relajante.

El agua fría me hizo querer salir corriendo, pero en vez de eso enjaboné mi cuerpo con delicadeza, frote por todas partes intentando lavarme bien para mi Amo y ya que estaba darle un bonito espectáculo, Cuando creyó que ya estaba lo suficientemente limpia me dio permiso para salir y secarme y me dijo que me esperaba en el salón.

Seque mi cuerpo rápidamente e intente quitar toda la humedad que pude del pelo para no ir goteando, recogí el baño y me presenté en el salón.

A- Ven puta, de rodillas delante de mí. Aun no he acabado lo que estaba haciendo he ido a buscarte para que no estuvieses sola tanto tiempo y bueno... los dos sabemos lo que ha pasado. No te puedo dejar de vigilar ni un segundo al parecer así que vas a quedarte aquí conmigo mientras acabo. Y para que me seas útil quiero que lamas mis pies mientras trabajo.

Y- Si Amo

Me puse de rodillas y fui gateando hasta donde él se encontraba y me dispuse a lamerle los pies cuando me agarró del pelo y me lo impidió.

A- ¿Te habrás lavado la boca verdad puta? no pretenderás lamer los pies de tu mano con la lengua que has usado para limpiar tu cuerpo

Y- Perdón Amo, no lo había hecho, no se me había ocurrido....

A-Tengo que estar en todo contigo puta, ve y lávatela.

Y-Si Amo

Me lavé la boca lo mejor que pude y volví a los pies de mi Amo.

A- Puedes empezar puta

Y- Amo...se ha puesto zapatos...

A- Si perra, no tengo claro si puedo fiarme de que esa lengua sea lo suficientemente digna de mi piel, empieza por ahí vamos

Nunca lo había hecho antes, pero siempre había querido probar así que deslice suavemente la lengua por la piel del zapato. Era un sabor curioso, no puedo decir que me desagradase así que continúe pasando mi lengua una y otra vez por todas partes, incluso apoyé la cabeza en el suelo para lamer el lateral de la suela, momento que mi Amo aprovechó para poner el otro pie sobre mi cabeza, sin hacer presión, simplemente descansándolo ahí. No podía moverme así que era él quien movía el zapato para que lamiese donde pudiese. Le oí reír en algún momento cuando apartaba el zapato de mí y me dejaba en el suelo, con la cara bajo su suela y la lengua fuera intentando lamer aun sabiendo que no llegaba.

A- Quítamelos puta

Levanto el pie para dejarme movilidad y se los quite.

A- No lo has hecho mal del todo, al final va a resultar que te gusta jugar sucio. Mira como te restriegas contra el aire, estas ardiendo puta. Sigue lamiendo, ahora los calcetines, si lo haces bien te dejaré mis pies.

Al oír eso me lance a por sus pies, ya no me dedicaba solo a lamer, me los metía en la boca, intentaba succionar cada dedo a través del calcetín como si no los llevase realmente. Era verdad que estaba caliente, necesitaba sentir su piel, daba igual de que parte, necesitaba desesperadamente el contacto con mi Amo. No tardo mucho en ordenarme que le quitara los calcetines con la boca. Lo hice con todo el cuidado que pude para no hacerle daño y esperé su orden para empezar a lamer de nuevo. En cuanto la tuve no lo dudé ni un segundo. Lamí sus pies como había hecho momentos antes pero sin ningún tipo de restricción ahora. Pasaba mi lengua por todos los recovecos, succionaba, mordía ligeramente. Cuando mi Amo puso su pie desnudo sobre mi cara como antes había hecho con el zapato creí correrme de gusto. Estaba a sus pies, bajo sus pies, como debía ser, donde debe estar la perra de un Amo.

A- Parece que hoy tienes mucha hambre puta y yo también. Ve a la cocina y haz algo rápido para comer. Ah, y pon la mesa.

Y- Si Amo

fui a la cocina y la verdad es que no había mucho donde elegir, así que fui a lo sencillo, Macarrones, no tardarían mas de 20 minutos. Mientras se cocían preparé la mesa y la salsa de tomate. En el tiempo esperado estaban listos.

Y- La comida está hecha Amo.

A- Muy bien puta. ¿Por qué te sientas? No perra, vas a estar aquí de pie por si necesito que me traigas algo. Ahora sírveme.

Y-Si Amo.

Estaba que me moría de hambre, entre el minúsculo desayuno de esta mañana y todo lo que había pasado necesitaba comer. Serví a mi Amo y estuve pendiente de lo que necesitaba durante la comida. Le serví agua, le cambiaba la tele, incluso le di un rápido masaje en la espalda, hasta que termino.

A- ¿Tienes hambre perra?

Y- Mucha Amo.

A- Muy bien, ahora es tu turno de comer.

En su mismo plato donde aún quedaban sobras de lo que él no había querido comer echo mas pasta y dejo el plato en el suelo.

A- A comer perra, ya sabes sin usar las manos.

Si se me hubiese ocurrido que iba a comer así desde luego habría preparado otra cosa, iba a ponerme perdida. Intente ir cogiendo cada macarrón con la boca para no mancharme mucho.

A- Levanta el culo puta, mas...mas...mas... así

Ya no estaba a 4 patas sobre mis rodillas, para levantar el culo hasta donde él quería me había tenido que poner sobre los pies, Era una postura infinitamente más incómoda para comer y cansaba mucho más. Tenía la sensación de que iba a caer sobre el plato de un momento a otro, sin embargo mi Amo se puso detrás y me sujetó de las caderas.

A- Sigue comiendo. Estas realmente empapada puta, pocas veces te he visto. Te excita que te use para mi placer, como, cuando y cuanto quiera verdad, no respondas, sigue comiendo.

Seguí con mi tarea cuando noté que se movía detrás de mí y sin previo aviso me clavó su polla hasta el final de un solo golpe. Toda la mañana conmigo y decidía que ahora era un buen momento para follarme. Con su polla en mi coño me olvide de mancharme y empecé a moverme pero me ordeno estarme quieta y seguir o me quitaría la comida y realmente la necesitaba así que continúe. Fue el que empezó a moverse, suave al principio para acabar follándome con ganas. A cada embestida mi cara se hundía en el plato manchándose pero me daba igual, lo único en lo que podía pensar ahora mismo era en el placer que sentía con mi Amo follándome el coño. Cuando estaba a punto de correrme le pedí permiso pero me lo negó, salió de mi coño y me ordeno ponerme de rodillas otra vez.

A- Hora del postre puta, toma leche

Según dijo eso hundió su polla en mi boca y se corrió dentro de ella. Trague su leche disfrutando de ello y le limpie la polla con mi lengua.

A- Te has portado muy bien puta, recoge esto anda y lávate la cara. Te espero en la cama para una siesta, que estarás cansada.

Y- Si Amo, gracias

recogí, me lave y me metí a la cama con mi Amo dispuesta a dormir todo lo que me dejara.

A- Ábrete de piernas puta, vamos a hacer la tarde más interesante. Voy a meterte este vibrador en el coño y lo vas a tener encendido mientras yo duermo, para que evites las tentaciones de moverlo y follarte con el voy a esposarte las manos a la espalda.

Me puso el vibrador y lo encendió, después de varios días sin correrme y con lo caliente que estaba eso era una tortura. Me puso unas bragas para que no se saliera, me esposo las manos a la espalda y me dejó tumbada boca abajo a su lado.

A- No voy a amordazarte porque no quiero llenes la cama de babas perra, pero más te vale no despertarme. Descansa, si es que puedes.

Y según dijo eso se dio la vuelta y me dejó ahí, inmóvil en silencio a su lado. Cuanto más tiempo pasaba mas necesitaba bajar una mano a mi coño, estaba desesperada por conseguir mi orgasmo pero con la velocidad que había puesto mi Amo en el vibrador era imposible, solo me torturaba hasta estar a punto pero le faltaba el último empujón. No hace falta decir que no pude pegar ojo en ningún momento y que me costaba horrores mantenerme quieta y no despertarle. Quería gritarle que necesitaba correrme, que necesitaba que me follase de nuevo, a estas alturas me conformaba simplemente con que moviese un poco el vibrador para que pudiese llegar...pero no lo hice, aguanté.

A la hora más o menos mi Amo me empezó a despertar, se giro y me vio caliente, excitada, desesperada. La habitación entera olía a mi coño y ya no podía evitar gemir suavemente. Eso le puso caliente a él también ya que vi que su polla empezaba a crecer.

A-¿Buenas tardes perra, has descansado?

Y- Mucho Amo, ¿no ve lo relajada y despierta que estoy?

A- tendré que aprovecharlo

Se situó detrás de mí sin moverme y se pegó mucho a mí.

A- Voy a follarte el culo tal y como estás perra. Vas a sentirte llena por dos de tus agujeros. Te avisó que no voy a tener piedad, voy a desfogarme en tu culo de perra, pero a cambio si puedes...córrete.

Y según dijo esa frase me la clavó de un golpe. Debería haberme dolido pero en vez de eso me causo un placer enorme. Cuanto más bombeaba el más me rozaba yo contra la cama y el vibrador seguía haciendo su trabajo, así que en nada me corrí. Me corrí inmovilizada debajo de mi Amo, aplastada contra la cama, llena a más no poder, sintiendo todo su cuerpo...Y momentos después él se corrió dentro de mí.

Y- Gracias Amo

A- Ha estado bien perra, hacía tiempo que necesitaba levantarme así de la siesta.

Cuando pudo moverse me saco el vibrador, y me esposo y se tumbo a mi lado a seguir descansando un rato mas.

Esta vez sí que me dormí.