Un día con mi amante

Relato real de uno de los encuentros de un hombre casado con su amante.

UN DIA CON MI AMANTE

Todo lo que aquí se relata ha ocurrido, y es completamente cierto, salvo quizás algún pequeño detalle de mera ornamentación literaria y los nombres, que por supuesto,  se han cambiado para proteger la identidad e intimidad de las personas.

Me llamo Miguel, tengo ya cierta edad, soy un hombre maduro, pero me conservo bien y se podría decir que me mantengo en forma. Estoy casado, y aunque quiero a mi mujer, las cosas no van como verdaderamente me gustaría o sería deseable que fueran, y no  de ahora, sino desde hace bastantes años. No por ello trato de justificar nada de lo que ocurre o haya ocurrido en mi vida, aunque pienso que algo tendrá que ver en ello también. Confieso que me gustan y mucho las mujeres, que me encanta el sexo, y que me considero un hombre romántico, sensual, y sobre todo muy, muy ardiente y apasionado. Me gusta entregarme por completo al sexo y al placer, en todas sus formas, sin mas limites para ello que los de nuestra propia imaginación, o los que nos pongamos mi pareja y yo en cada momento.

Hay una mujer actualmente en mi vida, con la que el sexo ha cogido una nueva dimensión. Un punto álgido, ardiente, lujurioso, apasionado, voluptuoso y excitante, a la vez que dulce, sensual y romántico, como pocas veces he llegado a sentir y experimentar. Llevamos viéndonos ya bastantes años, y aunque la situación no nos permite vernos con la frecuencia que verdaderamente desearíamos, el fuego intenso que nos abrasa continua vivo e intenso. Empatizamos, sintonizamos, nos acoplamos, nos entendemos, nos entregamos, y nos amamos y deseamos con todas nuestras fuerzas, por lo que cada uno de nuestros encuentros son absolutamente apasionados, placenteros y verdaderamente explosivos.  Ella se llama Ana, y es una  mujer madura con unos cuantos años menos que yo. Se conserva bien, y aunque empieza a tener algo de barriguita, para mi esta realmente buena. Es alta, con el pelo corto, una piel tremendamente tersa y suave, unas buenas piernas, y un culo maravilloso. Sus tetas no son muy grandes, pero están enhiestas, nada caídas, solo esa curvatura natural que a mi tanto me gusta, y terminadas en unos pezoncitos pequeños que aumentan su tamaño y endurecen  rápidamente con mis besos y caricias. Tiene un coñito depilado realmente precioso, muy caliente, suave, jugoso, juguetón, y tremendamente agradecido, capaz de correrse un sin fin de veces, teniendo un orgasmo tras otro, una y otra y otra vez, para su propio placer y para el mio también. No sabría decir que le gusta mas, si una buena boca, o una buena polla, aunque creo que lo que verdaderamente le gusta y le vuelve loca, es tener ambas cosas, una antes y la otra después. Ella también esta casada y tiene dos hijos, ya mayores de edad ambos. Y al igual que yo no anda demasiado bien en su relación de pareja, quizás fue eso lo que nos unió en un principio. Vivimos en ciudades distintas y lamentablemente distantes, lo que junto con otras circunstancias nos pone bastantes dificultades para poder vernos, haciendo que nuestras citas sean distantes en el tiempo, pero absolutamente explosivas,  y por la misma razón prácticamente dedicadas al sexo en exclusiva. Al principio de la relación, años atrás, cada cual mantenía relaciones intimas con su pareja respectiva en mayor o menor medida, pero la cosa fue cambiando poco a poco, y desde hace unos años, dejamos de follar con nuestras parejas, y solo lo hacemos el uno con el otro cuando nos vemos.

Llevábamos varios meses sin vernos, y aunque hablábamos todos los días por teléfono, la necesidad que teníamos el uno  del otro era tremenda, y el deseo mas primario y animal nos consumía, por lo que estábamos verdaderamente hambrientos el uno del otro. Habíamos concretado el día, la hora y el lugar del encuentro, aunque no por ello teníamos la total seguridad de poder vernos. De hecho no sería la  primera vez que teníamos que suspender una cita por algún problema de última hora. Eran demasiadas cosas las que había que cuadrar para poder vernos...trabajo, familia, transporte etc. Por suerte aquel día, no hubo problema, y ella me llamo cuando se montó en el bus, diciéndome que me llamaría al llegar al hotel y coger la habitación. Mi estado era de un manojo de nervios, solo mirando el reloj y el teléfono continuamente. El tiempo no parecía correr, mas bien parecía detenerse o ralentizarse mucho mas de lo habitual, y los nervios me consumían. Por fin sonó el teléfono, era un mensaje, y el el me decía...Cariño, ya estoy aquí, habitación 223, por favor no tardes, estoy nerviosa, ansiosa y hambrienta de ti. Date prisa, te quiero. Nada mas leer el mensaje, mis nervios incrementaron, mi excitación también, y mi polla comenzó a crecer bajo el pantalón de forma automatica. Rápidamente salí para buscar la parada del bus, pero finalmente decidí coger un taxi para llegar lo antes posible. Había bastante trafico en la ciudad e esas horas, serían sobre las 11,30 h. y el taxi no dejaba de hacer continuas paradas, por los semáforos y rotondas con lo que mi nerviosismo aumentaba.  Por fin vi aparecer el hotel al final de la calle, y poco después el coche se detuvo en la puerta. Pague rápidamente, salí, subí las escaleras, entré, pasé por la recepción y como no había nadie, seguí hasta los ascensores. Había uno allí con la puerta abierta, subí y pulse el 2 rápidamente.  Mi corazón palpitaba con fuerza en mi pecho, y mi polla estaba dura y húmeda abultando ostensiblemente mi pantalón. Salí del ascensor y busque rápidamente la habitación. Toque en la puerta, y sentí unos tacones acercarse rápidamente, esta se abrió, y allí estaba ella, esplendida como siempre, con una sonrisa en los labios y el brillo del deseo en sus ojos. Llevaba un pantalón azul marino muy ajustado, unos zapatos negros de tacón y una camisa blanca con los botones desabrochados hasta la altura de sus tetas. Estaba realmente maravillosa.

Pase  inmediatamente cerrando la puerta sin mirar atrás, mis ojos solo estaban para ella, para aquella mujer que me había robado el corazón, y que con solo un roce de su delicada y suave piel, me hacia volar. Mis labios y mi boca se fueron inmediatamente hacia los suyos, y comencé a besarla ansiosa y apasionadamente, metiendo mi legua en su boca con desesperación, mientras atraía su cuerpo hacia mi, notando al instante la presión de sus tetas sobre mi pecho. Ella respondió introduciendo su lengua juguetona y revoltosa en mi boca, mientras con su mano, atraía con fuerza mi culo hacia ella, haciendo que mi abultada polla presionara sobre su coño. Mi mano derecha saco rápidamente su camisa  del pantalón, y metiendo la mano por debajo busque sus tetas. Primero las acaricie sobre el sujetador, pero rápidamente lo desabroche, y las busque nuevamente desesperado, acariciándolas nervioso, y pellizcando sus ya duros pezones. Los besos continuaban cada vez con mayor desesperación, mientras nuestros sexos se apretaban con fuerza y se escuchaban los primeros jadeos. Mi mano dejo sus tetas y busco inmediatamente el botón del pantalón, lo desabroche, baje la cremallera y metí mi mano nerviosa, y casi temblorosa, por dentro de sus braguitas, buscando su mas preciado tesoro. Mis dedos se mojaron nada mas llegar a su delicada rajita. Tenía el coño chorreando y mis dedos empezaron a acariciarlo, haciéndola suspirar de inmediato, a la vez que buscaba ansiosa mi pantalón para desabrocharlo igualmente, cosa que hizo con rápidez sin dejar de besarme con ansia. Metió su mano dentro de mi slip, y cogió mi polla dura, gorda y mojada, mientras me decía,...Diosssssssss como la tienes cariño, ummmmmmm que cosa mas rica. Entonces se separo de mi, y comenzó a desvestirse. Yo hice lo mismo. Nuestras ropas caían al suelo torpemente, y fueron quedando donde iban cayendo, hasta que finalmente ambos quedamos completamente desnudos. Nada mas desaparecer la última prenda de nuestros cuerpos, acudimos rápidamente el uno hacia el otro, buscando fundir nuestros cuerpos en uno, en un abrazo intenso mientras nuestras bocas se buscaban frenéticamente  de nuevo. Tras un largo beso, ella al sentir mi polla dura y mojada presionando en sus muslos, la cogió  con su mano, abrió ligeramente sus piernas, y fue a meterla en su coño. Yo la detuve, y le dije.., No, no la metas todavía mi amor, ponla entre los húmedos labios de tu coño solamente. Ella así lo hizo, y entonces yo comencé a moverla como si la estuviera follando. Su coño estaba chorreando y mi polla estaba igualmente muy mojada, así que se movía y desplazaba entre los suavísimos y cálidos labios de su coño, produciéndome un placer inmenso e inigualable. Yo me movía nervioso mientras la besaba y le acariciaba las tetas, y el placer  inundaba mi cuerpo por completo, haciendo que  mis piernas temblaran incapaces casi de sustentarme…. Diossssssssss que placer, ummmmmmmm como me gusta mi amor. Estaba hambriento de ti y de tu maravilloso coño. Joderrrrrrrrrrr que placer Ahhhhggghhhhh... Quiero esto todos los días Ana, tooooooodos los días, siiiiiiiiiii siiiiiiii, quiero este coño para miiiiii, siiiiiiii para miiiiiiii y solo para miiiiiiii, ahhhhggghhhh Diossssss que gusto me da. Y ella me decía…..Siiiiiii mi amor siiiii, y a mi también, dameeee, dameeeee mas, mas, siiiiiiii, asiiiiiii, asiiiiii. Yo estaba tan caliente y con tantas ganas y falta de hembra y de coño, que veía que me iba a correr  de inmediato, así que la saque de entre sus piernas…...Joderrrrrr si no paro que me corro mi amor. Y ella se reía al verme tan excitado  y me decía,... Pues correte mi amor, correte. No, aún no, le dije, no quiero  correrme tan pronto. Pasados unos instantes se me relajo un poco la cosa, me retire de ella y la mire de arriba a abajo diciendole… Pero que buenísima que estas Ana, joderrrrrr que pedazo de hembra, a lo que ella me sonrió nuevamente. Ven le dije, quiero verte por detrás, y la puse mirando a la cama, pidiéndole que se inclinara y apoyara con la manos en el colchón y abriera un poco las piernas. Yo me situé detrás de ella y me agache deleitandome con la visión de su precioso y ansiado coño entreabierto. Se lo abrí con los dedos ligeramente, y vi su mojadísimo interior con ese color delicadamente rosado que tiene, y no me pude aguantar las ganas de meter mi polla en el de inmediato. La cogí por la caderas, lleve mi polla hasta aquella dulce rajita y apenas toque sus entreabiertos labios, mi polla se introdujo sola, y tirando con mis manos de sus caderas le empuje hasta el fondo. Ella jadeo al sentir como mi polla la penetraba hasta los huevos, y se agarro a mi mano con fuerza.  Ummmmmmm que rica, como me gusta que me folles, siiiiiiiiiii metemela, metemela toda Miguel, asiiiiiiii, siiiiii, asiiiiiii, dame, dame fuerte asiiiiiiiiiii. Yo empece a follarla fuerte, y me moría de gusto al sentir aquel delicioso y caliente coño tragándose toda mi polla una y otra vez. Me detuve una vez mas cuando vi que me iba a correr…..Nooooo, no te pares, sigueeeee, sigue follandome mi amor, sigueeeeee, no la saques. Tranquila, le dije. Ven, tumbate en la cama, ponte la almohada bajo el culo, y abre bien las piernas. Ella obedeció sumisa, y rápidamente estaba en esa posición. Yo la mire embelesado. Aquel pedazo de mujer sobre la cama, con la zona pelvica elevada sobre el resto de su sensual cuerpo, sus piernas bien abiertas, mostrando y ofreciendo su maravilloso coño sonrosado, entreabierto, ardiente y jugoso, con un brillo especial en sus ojos y una sonrisa lujuriosa, apremiante e insinuante, me puso la polla al instante a punto de reventar, casi me dolía de lo dura que estaba. Tardé unos instantes  deleitándome  con aquella maravillosa y excitante visión, mientras ella se contoneaba, caliente como una perra,  a la vez que se tocaba ansiosa las tetas con una mano, y el coño con la otra. Me acerque a ella lentamente, y comencé a besarle los pies, muy suavemente, apenas rozando los labios en su piel, y fuí subiendo lentamente por sus piernas y sus muslos, acercándome a su coño caliente, pero sin llegar a tocarlo, para seguir subiendo hasta sus tetas, para lamérlas  y chupetear sus duros pezones. Ella jadeaba como un perra, presa de un calentón insoportable, y me pedía entre gemidos que la follara ya. Y aunque yo me moría por hacerlo  y llenarle el coño de leche, aguante mis impulsos y continué con el dulce castigo de mis caricias, rodeándole, besándole y lamiéndole todo el cuerpo lentamente varias veces, hasta que en una de ellas, y cuando menos lo esperaba, nerviosa, inquieta y desesperada, mi boca asalto su ardiente e hinchado coño, y comencé a comérselo y chupárselo con ansia, deseo y placer. Ella se tenso y arqueo con fuerza, elevando aún mas sus caderas, mientras se agarraba a las sabanas con sus dedos completamente crispados, como si quisiera romperlas mientras gemia con fuerza como un animal… Ahhhgghhhhhhhhhhhghhhh Diossssssssss mio…. Siiiiiiiiiiiiiiiiiii, siiiiiiiiiiiiii, siiiiiiiiiiiiii asiiiiiiiiii, ahhhghhhhggg, siiiiiiiii, asiiiiiiiiiiiiii, asiiiiiiiiiiii asiiiiiiiiiiiiiiii. Yo le comía el coño con hambre, ansia, deseo y desesperación, y ella tardo poco en regarme abundantemente con los fluidos de su primera e intensa corrida…. Ahhhghhhggg me corrooooooo, Siiiiiiiiii, siiiiiiiiiiiii, me corrroooooo, Diosssssssssss siiiiiiiiiiii, siiiiiiiiiiii, yaaaaaa yaaaaa, ahhghhhggggghhhhggggg…. Inundo con fuerza y a chorros mi boca y mi cara mientras se retorcía y chillaba como una loca, y yo seguía y seguía comiéndole el coño sin parar. Verla, oirla y sentirla en ese estado, me ponía a mil, y me hacia devorar literalmente, aún con mas ganas, su coño,  a la vez que bebía gran parte de su enorme corrida. Cuando parecía que se le iba bajando, volvió a remontar de nuevo, y cogió mi cabeza con sus manos apretándola con fuerza contra su coño, volviendo a temblar y a chillar de nuevo… Ahgggghhghhhgg Diossssssssss, me corro otra vez, cabrón, me corro otra vez, aghhgggghhhhhh, siiiiiiiiiii, siiiiiiii, sigueeeee, sigueeeee, asiiiiiiiii, cabrón asiiiiiii, siiiiiiiii, asiiiiiiiii, no pares, no, no paressssss noooooooo, nooooooo, noooooo Ahhgghhhhhhhhh. Y volvió a inundar mi boca y mi cara con sus fluidos, mientras yo seguía y seguía comiéndole el coño sin parar. Continuaba jadeando y gimiendo como una perra, cuando me incorpore, me subí hacia ella, y metí mi polla en su coño chorreante hasta los huevos, y empece a follarla con fuerza, mientras le decia....Tomaaa, ahora un poquito de polla. Siiiiiiiiiiii dame polla, quiero polla, siiiiiiiiiiiiii, asiiiiii, damela, damela toda, asiiii, dame fuerte, asiiiiiiiiiiiiiiii, asiiiiiiiiii.  La volví a sacar y nuevamente me puse a comerle el coño, y al poco volvió a correrse de nuevo en mi boca, retorciéndose y gritando de nuevo sobre la cama como una posesa. Me matas cabrón, me matas Diossssssssss, pero no pares, no, no paressssss, nooooooo, sigueeee, sigueeeeee, sigueeeeeeee, siiiiiiii, asiiiiiiiii, asiiiiiiii,  asiiiiiiiiii, …...Ahghhhhhggg, me voy otra vez cabrón, siiiiiii, siiiiiiii me voy  otra vez, siiiiiii ya, ya, yaaaaaa... ahhhhgghhhhhhgghh.

Cuando termino de correrse por tercera vez, empujo mi cabeza, apartandola…. Paraaaaa, para ya por Diossss que me vas a matar, yaaaaaa, yaaaaa paraaaaaaa. Entonces me subí de nuevo hacia ella, me puse entre sus piernas y volví a meterle mi hambrienta y dura polla en su coño completamente inundado, y empece a follarla de nuevo. Toma polla, tomaaaaa, tomaaaaa, tomaaaaaa. ….Siiiiiiiiiii, siiiiiii, dame, dame fuerte, asiiiiiiii, asiiiiiii, asiiiiiiii, dame, dame, mas, mas, quiero mas, asiiiiiiii asiiiiiiiiiii, revientamelo, ahhhghhhhhgg, polla, quiero polla, siiiiiiii, dame, dame fuerte, no pares, no pares, sigueeeee,  sigueeee,  asiiiiiiiiii, asiiiiiiii. Estaba como loca, y a cada embestida mía se ponía mas guarrona y mas puta. No dejaba de decirme cosas que me ponían a tope, y no pude aguantar mas, notaba que me venia y me corría, y empece a jadear con fuerza mientras le empujaba aún mucho mas fuerte haciendo que se le moviera todo el cuerpo a cada embestida.  Ahhhhhggggggggg, me voy a correrrrrr puta, me voy a correr, no aguanto mas, te voy a llenar el coño de leche, siiiiiiiiii, me voy, me voy, siiiiiiiiiiiii, siiiiiiiiii, Ahghhhggggg tomaaaaaa puta, toma, toma, tomaaaaaaaa ahghhghgghhhh. Y empece a temblar y a gemir como un animal encelado, mientras mi polla empezaba a lanzar con fuerza chorros y chorros de leche, en lo mas profundo de su coño caliente. Ella al sentir mi corrida en su coño me decía….Siiiiiiiiiii asiiiiiiiiiiii correteeee, correteee en mi, en mi coño, asiiiiiiii, echamela, echamela toda, siiiiiiii la quiero toda, toda para mi, asíiiiiiiiii sigueeeeee, sigueeeee, sigueeeeee, no paressssss, no paresss, Ahgghhgggg me corroooooo, siiiiii me corrrooooo otra vez, ahhgghhggggggg. Tenia los ojos en blanco y temblaba como un animal herido, mientras mi polla tras las últimas embestidas, palpitaba con fuerza clavada en lo mas profundo de su coño.

Me mantuve  clavado en ella un rato, y cuando fuí a retirarme, ella me detuvo, tiro de mi hacia ella y me dijo con la voz aún alterada….Nooooo, no la saques mi amor, no te vayas, quedate ahí,  quiero sentirte ahí, clavado en mi, muy dentro de mi, quiero sentir mi coño lleno de ti, de tu polla y de tu leche. Y me abrazo con brazos y piernas, apresando mi cuerpo al de ella, ambos jadeantes, ambos con la respiración alterada, entrecortada y besándonos sin parar. No se cuanto tiempo permanecimos así, pero fue un buen rato.

Cuando me levante y saque mi polla goteando de su inundado coño, la lleve hasta su boca y le dije...Toma, chúpala, saboréala, esta llena de nuestros jugos, nuestras esencias, nuestras corridas. Ella la cogió, se la metió en la boca, y la chupo con deleite y placer regocijándose en ello, mientras me miraba lujuriosa. Cuando la saco de su boca completamente limpia y brillante, dijo...Mas, quiero mas, me gusta, dame mas, vuelve a meterla en mi coño y dame mas. Así lo hice dos o tres veces, y otras tantas me la chupo con ansia y deseo hasta dejármela limpia. Entonces yo hice lo mismo con ella, me fuí hacia su coño y empece a lamerlo y chuparlo. Su coño era como una fuente, y sus fluidos me chorreaban por los labios y la barbilla, ademas de los que yo me tragaba. Me incorpore de nuevo, me acerque a ella, y la bese intensa y profundamente, en un larguísimo y lujurioso beso, en el que se mezclaron todos nuestros fluidos en nuestras bocas, de las que emanaba un intenso olor a polla, a coño y a semen.

Ella se incorporo con la intención de ir al baño para lavarse un poco, y yo la detuve diciéndole,.. No, hoy no quiero  que te laves, quiero que te vayas a tu casa así, llena de mi y  oliendo a mi, quiero saber que esta noche cuando te acuestes con el, tendrás el coño lleno de mi, rezumando mi leche, y oliendo tu cuerpo, tu coño y tu boca a mi, a mi polla y a mi leche. Como tu quieras mi amor, me dijo ella, mientras se volvía a tumbar junto a mi. Y así nos acurrucamos el uno con el otro, y nos quedamos adormilados en un estado de total plenitud, relajación y felicidad.

Nos quedamos un rato dormidos, supongo que seria como una hora mas o menos. Fue ella la que se despertó primero, y de forma sigilosa, se incorporo y se acerco a mi polla, empezando a lamerla y chuparla muy suavemente. Sus caricias me hicieron despertar de la mas maravillosa de las formas posibles. Alce ligeramente mi cabeza y contemple con placer como me chupada dulce y delicadamente la polla mientras me miraba y sonreía pícaramente. Sentía crecer mi polla en su boca por momentos, y me encantaba y excitaba ver como me la chupaba, como la lamia lentamente con su lengua de arriba a abajo, como pasaba sus labios a lo largo de toda ella, y como la  metía en su boca caliente y se la tragaba lentamente toda entera hasta los huevos, para sacarla de nuevo poco a poco, y así una y otra vez, salía y entraba en su boca produciéndome un inmenso placer que me hacia retorcerme y jadear. Cuando estuvo un buen rato comiéndomela, y mi polla estaba en su máximo esplendor y dura como una piedra, la soltó y se puso a horcajadas sobre mi, sobre mi polla, y empezó a restregar su húmedo coño sobre mi dura polla, de tal forma que mi polla se deslizaba entre sus labios abiertos frotando con fuerza toda su rajita y el clitoris. Ella apretaba y se restregaba con fuerza, y empezó a gemir desde el primer momento…...Ummmmm como me gusta follarte así amor mio, Diossssssss que gusto me da, aghhgghhh. Y se restregaba cada vez con mas fuerza y rapidez….. Ahhghhhgggg como me gusta, siiiiiiiiiiii, siiiiiiiiiiiiii, siiiiiiiiiii. Cogeme las tetas cariño, apriétame los pezones, Siiiiiii asiiiiiii, asiiiiiiii ahhghhhgg que gusto.  Cada vez me apretaba mas y mas, casi me hacia daño, y jadeaba como una loca  mientras yo le manoseaba las tetas y pellizcaba sus pezones. Y se corrió rápidamente…. Siiiiiiiiiiiiii, siiiiii siiiiiiiiiii, siiiiiiiii, ahghhggghhh que gusto, ahghhgghhh Me corrooooooooo, Diossssssssss como me corroooooooooooooo, ahhghhgghhhhhhhhh siiii, siiiiiii ahghhhgghhg. Me puso completamente chorreando, tuvo una corrida tremenda y se  quedo sentada sobre mi, con su carita ligeramente enrojecida y con una sonrisa de inmensa satisfacción. Vaya despertar que me has dado, le dije. ¿No te ha gustado?. me respondió ella. Y a quien no le iba a gustar, le dije yo. Lo puedes hacer cada vez que quieras, joderrrrrrrrr me ha encantado. La empuje hacia atrás, cayendo de espaldas entre mis piernas. Yo me incorpore  y comencé a tocar su mojadísimo coño con mis dedos mientras lo miraba y le decía. Ummmmmm que glotón y revoltoso tienes el coñito hoy, me encanta, pero parece que aún sigue con  hambre ¿no?. Es que lleva demasiado tiempo pasando necesidad y sin tener una buena polla que lo remedie. Bueno, pues eso ahora  tiene solución. Y diciéndole esto me puse sin mas a comérselo de nuevo como yo se, y a ella le vuelve loca, y de echo, y aunque acababa de tener una buena corrida, comenzó a jadear de nuevo apenas mi boca  empezó a lamer y chupar su delicioso y jugosísimo coño. Yo no me cansaba de comerle el coño, y no solo porque me encantaba hacerlo, porque me encantaba su olor, su sabor, su textura y su ardiente suavidad, sino también y mucho, porque me ponía a mil ver, oír y sentir lo que mis caricias provocaban en ella, como jadeaba, como gemía, como gritaba y se retorcía sin parar, como me hablaba de forma obscena y me pedía mas y mas y mas, y como era capaz de correrse una y otra y otra y otra vez. Y todo ello producía en mi una satisfacción, una excitación y un placer inmensos.

Se corrió varias veces mas, jadeando y gimiendo como una perra, y cuando ya su cuerpo temblaba desparramado y con los ojos prácticamente en blanco, le dije, que se diera la vuelta y se pusiera a cuatro patas, que quería follarla y darle una buena dosis de polla. Le ayude a ponerse en esa posición, abrí ligeramente sus piernas, me coloque detrás de ella, y lleve hasta su coño mi polla, que estaba que casi me dolía, por lo dura que estaba y por la necesidad y ganas que tenia de coño. Apenas la encauce entre su labios, entro sola. Lo tenia ardiendo y tremendamente mojado, le chorreaban los fluidos tras tantas corridas. Empuje y entro hasta el fondo con fuerza, y ella gimió de nuevo… Ahghhgghhhhhghhh. La cogí entonces por las caderas, y empece a moverme dentro de ella, embistiéndola lenta pero firmemente y hasta el fondo. Yo le daba fuerte, y a cada embestida, su cuerpo se movía hacia adelante, haciendo que sus tetas bambolearan rítmicamente. Su coño me encantaba, estaba cachondo perdido y llevaba demasiado tiempo sin que lo follaran. Mi ritmo iba aumentando lentamente en velocidad y en fuerza, me sentía como un animal en pleno celo, y ella notaba mi fuerza y mi vigor en las panetraciones….Siiiiiiiiiiiiiii, asiiiiiiiiiiiii, dame polla, siiiiiiiiiii quiero polla, dame, dame, dame fuerte asiiiiiiiiiiiiii, siiiiiiiiiiiiii, ahghhhggggg dame, dame mas, mas, quiero mas, mas siiiiiiiiiiiiii asiiiiiiiiiiiiii, asiiii, fuerte, mas fuerte ahhghhgghghgghgh. Yo jadeaba y bufaba como un animal con la respiración alterada, y apretaba sus caderas con mis dedos con fuerza, tirando de ella hacia mi a la vez que yo le empujaba y embestía cada vez con mas fuerza, y a cada empujón ella chillaba y me pedía mas, … Dame, dame, dame fuerte, asiiiiiiiiiiii, asiiiiiiii, mas fuerte, no pares cabrón, no pares, métemela toda, todaaaaaa, todaaaa, asiiiiiii asiiiiii revientame siiiiiiiiii reviéntame ahhghgghhgggg.

Estuve un buen rato dándole fuerte, el sudor cubría mi cuerpo y mis gemidos resonaban con fuerza en la habitación, sentía que me correría de un momento a otro, y cuando empece a correrme, exhale con fuerza un gemido casi animal, a la vez que le daba una enorme embestida, y mi polla empezaba a soltarle la leche a chorros. Y cuando ella sintió mis gemidos, mis temblores y los calientes chorros de leche llenando su coño, con voz alterada y entrecortada me dijo…..Siiiiiiiiii, siiiiii, asiiiiiiii, dame, dame fuerte, mas fuerte, asiiiiiiiiii, asiiiiii echamela, echamela toda, todaaaa, llename el coño de leche Siiiiiiiiiiiiiiii, asiiiiiiiii,  ummmmmmmm que gusto me das, mas, quiero mas, dame mas, mas, mas, asiiiiiiiii, asiiiiiiiiiii, siiiiiiiiiiiiii. Ahhhghhhhhhhh me corro, cabrón me corro contigo otra vez, siiiiiiiiiii otra vez Diossssssssssss, dame, dame, dame, asiiiiii, fuerte, mas, mas fuerte asiiiiiiii, asiiiiiii, asiiiiiii siiiiiii siiiiiii, siiiiii no pares, no pares, no pares no paresssssssssss  ahghgghhhhhhhhhh. Y se volvíó a correr la muy puta, mientras yo seguía y seguía aguantando y dándole polla, aunque ya completamente exhausto. Finalmente me quede clavado en ella, jadeando,  con el cuerpo tembloroso y cubierto de sudor, y con mi polla palpitando dentro de su coño completamente inundado de leche. Ella se quedo en la misma postura que estaba, a cuatro patas, pero  con la cabeza y los brazos caídos y apoyados en la  cama, jadeando y temblando también. Nos mantuvimos así un rato, hasta recuperar un poco la respiración y el aliento. Entonces ella saco mi polla de su interior, se giro y nuevamente me la chupo recogiendo y tragando con lujuria los abundantes fluidos que la impregnaban, al terminar, se relamió, llevo su mano a su coño, recogió una buena parte de la leche que de el se derramaba, la llevo hasta sus tetas y se la restregó bien por ellas, para lamer finalmente la que quedaba en sus dedos. Todo esto sin dejar de mirarme con la lujuria brillando en sus ojos, lo que a mi me puso de nuevo cachondo. Se acerco a mi y me beso profunda e intensamente, sintiendo yo al instante el olor y el sabor de mi propia leche y de los fluidos de su delicioso coño. Cuando se separo de aquel beso, me miro y me dijo,….¿No querías que oliera a ti, cuando me fuera a mi casa?, pues ahora voy a oler por todos sitios, y mi coño seguirá dejando rastros de tu semen, en mis muslos, en mis braguitas, y en mis sabanas durante bastantes horas, puede incluso que hasta él mismo esta noche se manche con tu leche sin saberlo, pero ten por seguro mi amor, que nadie mas que tu follaras y llenaras mi coño de leche. Es eso lo que querías ¿no?. Me quede sin habla y sin palabras, sin saber que decir. Me encantaba cuando se ponía así de guarra y así de puta, me excitaba su morbo y me ponía como una moto, y al final solo supe decir...Siiiiiii, eso es lo que quería mi amor, eso mismo.