Un dia caluroso
Penelope dejo de acariciarme con delicadeza y comenzó a tomar mi pene sobre el bóxer con fuerza, como si lo quisiera arrancar del bóxer para poder saborearlo, untaba su mano con fuerza sobre el haciendo que con la presión se pusiera mas duro de lo que ya estaba y dejo de acariciarlo. Ahora solo lo sujetaba con la mano y lo presionaba entre sus dedos hasta que sentía que mi miembro iba a estallar, luego lo soltaba y volvía a presionarlo entonces paro y lo detuvo por completo en su mano mientras que le acariciaba sobre su pantalón Tomaba sus nalgas y las presionaba con fuerza, recorría la parte intermedia como queriendo meter mis dedos por las costuras y sentir como se humedecía. Empecé a notar como cambiaba su color de piel y que cada vez mas cerraba los ojos y dejaba que la tomara con fuerza, en ese instante tomo mi pene aun sobre el bóxer y comenzó a masturbarlo, lo masturbaba fuerte y aun presionándolo podía sentir un poco de frio cuando mi glande se asomaba por el bóxer por unos segundos mientras lo jalaba hacia arriba y un ligero roce con la tela cuando lo jalaba hacia abajo.
Un día muy caluroso
Hola soy Pantro y esta vez les escribo para contarles algo que paso hace varios meses, un día que estaba descansando en un día muy caluroso.
Me desperté en el sillón, estaba viendo la televisión y me quede dormido, al despertar estaba el menú de un disco de video, el cual había puesto en la noche, me levante y fui a la cocina por agua, en el transcurso puse el disco con el que me había dormido.
Al regresar de la cocina tomando vaso de agua, me senté en el sillón y puse los pies sobre una mesa de centro, estaba semidesnudo, solo tenia el bóxer puesto pues hacía mucho calor al dirigir la mirada a la televisión me di cuenta de que era una película pornográfica al principio no lo parecía, pues aparecía solo una chica conversando en un centro comercial.
Al darme cuenta que era una película pornográfica, tome el control remoto, era una película en inglés y sin subtítulos, adelante las escenas hasta llegar a alguna que me gustara, y pude ver que me llamo la atención no era una escena sexual, pero en la pantalla salía una chica bailando con un Jean de mezclilla y con una blusa traslucida sin sostén, la chica bailaba suavemente y se tocaba los pechos sobre la blusa ante el calor que hacía y el hecho que me acababa de despertar, no pude evitar una ligera erección sobre el bóxer también colaboró que mientras estaba viendo la película, acariciaba mi pene encima de la ropa, me gustaba sentir como iba creciendo mientras mi corazón se aceleraba, tenia un bóxer de poliéster, liso, casi como la seda , lo que me permitía mover mis dedos y sentir la suavidad de la tela.
A los pocos minutos metí mi mano al bóxer y toque mi pene ya erecto, lo acaricie por encima, desde los testículos hasta la glande y sentía como dejaba rastros de liquido preseminal en mis dedos cerré los ojos y me imagine que una mano femenina mas suave hacía el trabajo pero en ese momento escuche que un coche se estacionaba, así que abrí los ojos y quite la película. Apenas había guardado el disco cuando llamaron a la puerta, me puse tras de ella para que no me vieran la erección desde la calle y abrí, era Penelope.
La deje pasar y giro el cuerpo para meter unas bolsas que traía del súper, entonces camine rápido hacia el cuarto, era un departamento pequeño, así que un cuarto estaba unido a la cocina, entre por la cocina y me tire sobre la cama con los brazos abiertos y mire al techo mientras escuchaba como me saludaba. Después seguí mirando al techo y suspiré, entonces escuche como bajaba las bolsas de plástico y cerraba la puerta entonces me dijo mientras caminaba, que había tardado por que no podía mover el coche.
Que traes en la bolsa
Helado ¿quieres?
No ahorita no
¿Quieres comer?
Luego
Entonces escuche como metía el recipiente al refrigerador y como caminaba con esos tacones de madera, era lo único que se escuchaba por la casa, me pregunto si traía el ventilador... pero como la respuesta era obvia, no le conteste y camino a la sala golpeando el suelo con los zapatos y arrastrando el ventilador que tenia en los sillones mientras veía la película.
Mientras llegaba sentí ganas de estornudar, pues estaba saliendo de un catarro, pero me sentía mucho mejor.
Penelope entro al cuarto con el ventilador en la mano y lo puse en el suelo, después se acostó en la cama y me pregunto como seguía sin decirle nada, la abrace e inmediatamente me correspondió con un beso, no recuerdo que mas le dije, pues hablando entre besos casi no entendíamos, sin embargo seguimos besándonos mientras le acariciaba la espalda con la yema de mis dedos, tenia una blusa negra y un pantalón del mismo color, así que mientras la acariciaba, trataba de sentir su piel aunque tuviera la ropa.
Dejamos de hablar y continuamos besándonos, quizás paramos de platicar por que no nos entendíamos o por que no nos interesaba lo que estábamos diciendo pues mutuamente sabíamos que esos besos no son para saludarse, si no por que se esta de humor para hacer algo mas estaba acostado boca arriba aun, levante una de mis piernas a modo que mi pene pudiera verse sobre el bóxer, tome la mano de Penelope y la sujete fuerte, y mientras nos besábamos puse su mano sobre mi bóxer, empezó a acariciarlo como yo lo hacia, pero era distinto, ella lo tocaba por que lo quería gozar, y yo puse una de mis manos en sus hermosas nalgas por que también las quería para mi, empecé a besarle el cuello de forma apasionada mientras ambos recorríamos las partes que queríamos comernos.
Penelope dejo de acariciarme con delicadeza y comenzó a tomar mi pene sobre el bóxer con fuerza, como si lo quisiera arrancar del bóxer para poder saborearlo, untaba su mano con fuerza sobre el haciendo que con la presión se pusiera mas duro de lo que ya estaba y dejo de acariciarlo. Ahora solo lo sujetaba con la mano y lo presionaba entre sus dedos hasta que sentía que mi miembro iba a estallar, luego lo soltaba y volvía a presionarlo entonces paro y lo detuvo por completo en su mano mientras que le acariciaba sobre su pantalón
Tomaba sus nalgas y las presionaba con fuerza, recorría la parte intermedia como queriendo meter mis dedos por las costuras y sentir como se humedecía. Empecé a notar como cambiaba su color de piel y que cada vez mas cerraba los ojos y dejaba que la tomara con fuerza, en ese instante tomo mi pene aun sobre el bóxer y comenzó a masturbarlo, lo masturbaba fuerte y aun presionándolo podía sentir un poco de frio cuando mi glande se asomaba por el bóxer por unos segundos mientras lo jalaba hacia arriba y un ligero roce con la tela cuando lo jalaba hacia abajo.
Entonces metí mi lengua en su boca y fui correspondido, solo se escuchaba en el cuarto los sonidos producidos por nuestras bocas y los jadeos que hacíamos mientras nos tocábamos sobre las ropas, puse mi mano sobre sus nalgas y alcance su vagina sobre el pantalón, al poner mi mano sobre esa parte sentí un calor hermoso, era superior al de todo su cuerpo y sujetándola de ahí la jalaba hacia mi.
Penelope soltó mi bóxer y puso su mano alrededor de mi cuello, me beso con furia y no pudo evitar la necesidad de continuar tocando mi pene que estaba duro como una palo, puso su mano sobre la mitad de mi miembro que ya salía por el bóxer y lo masturbo mientras que ponía mis manos sobre su pantalón y con un dedo jugaba sobre el área tan caliente que había percibido hace unos instantes.
Penelope dejo de masturbarme y me como por el cuello, me beso me dejo el paso libre para poner ambas manos sobre su pantalón, e inmediatamente comencé a quitárselo, no podía mas mi curiosidad por saber como tenia el día de hoy la humedad en su vagina y comencé a bajárselo mientras nos besábamos, sin embargo sentía que me incomodaba su reloj y Penelope se levanto a quitárselo, lo puso sobre una mesa y volvió a la cama, antes de acostarse se quito los aretes y los arrojo a la mesa.
Tome mi pene y lo masturbe un poco mientras Penelope volvía a la cama, era grandioso sentir mi verga bien dura y aproveche para quitarme el bóxer antes de mancharlo, lo tire al piso sobre unas sabanas que estaban frente a la ventana, Penelope se quito la blusa y el pantalón quedando en ropa interior.
Penelope se sentó sobre mi pierna, quedando su jugoso sexo montado en mi, mientras que se abalanzaba para introducir su lengua en mi boca, la abrace y la tome por las nalgas, poniendo una mano sobre cada una y acariciándolas con fuerza dentro de su ropa interior, Penelope comenzó a moverse sobre mi pierna y podía sentir como me untaba sus jugos vaginales mientras lo hacía.
De repente se movió alejándose de mi cara, y aun sobre mis piernas tomo mi pene y sin ningún preámbulo se lo metió entero a la boca
Ay que rico se siente
Ay es que ahora esta mas grande que nunca
No pudimos contener un poco la risa, pero continuamos, efectivamente, Penelope no había probado mi verga en todo su esplendor, y fue hasta este día que pudo saber lo dura que podía estar, puse mis manos en la pared para sentirme un poco mas relajado pues la tenia muy dura y con la ricura de oral que hace Penelope podía venirme sin previo aviso sin embargo me interrumpió sacándose mi pene de su garganta.
-Esta muy grande, esta muy grande no me cabe hoy
Yo solo me reía, y Penelope volvió a meterse mi pene a la boca, hizo un movimiento de aviven con la cara y con el cuerpo, podía ver como movía sus caderas cuando me devoraba pero se lo saco de la boca para poder suspirar y tomar un poco de aire, entonces tome mi verga y se lo azoté contra sus pechos, era un sonido seco y agradable.
Penelope cerraba los ojos pero eso solo me ponía mas caliente, así que la tome con la palma de mi mano en su cabeza y la jale ligeramente hacia mi pene para que volviera a chuparme extendí mis manos en la cama y Penelope volvió a soltar mi pene, entonces lo tome con una mano por la base y rodeándola con dos dedos le dije que me lo hiciera así que me diera sexo oral mientras la sujetaba así seria menos el área que chaparía y dejaría de sacárselo de la boca pero volvió a soltarlo, tenia la ropa interior bien clavada en las nalgas, era blanca y lisa, la veía desde donde estaba, y como Penelope ya no tenia mi miembro en su boca, volví a azotarlo contra sus pechos, este momento lo aprovecho para desabotonarse el sostén y sentir los golpes directo contra sus pezones.
Tome el sostén y lo arroje al otro lado de la cama, Penelope introdujo mi pene en su boca y después de algunos segundos sonó un celular, no se si el mío o el de ella, parecía un mensaje, Penelope no hizo caso y sin querer logro meterse mi verga hasta el fondo de la boca toco con sus labios mis testículos y no pude evitar suspirar
-Hasta el fondo Penelope así ¿te cabe todo?
Entonces Penelope hizo un intento por metérselo hasta la garganta y lo logró, sin embargo no pudo evitar sentirse incomoda y se le irritaron un poco los ojos. Creí que me estaba bromeando pues anteriormente me había hecho sexo oral, pero nunca había manifestado queja
A poco no te cabe ¿en serio?
No jaja se me traba
Penelope dejo de chuparme y comenzó a lamerme, era mucho mas fácil acostaba mi pene en mi abdomen y ponía su lengua en mis testículos, recorría humedeciendo con saliva el tronco del miembro hasta la glande, ahí probaba el sabor de mis fluidos y los retenía en su lengua pero al probarlos sentía ganas de comerme otra vez, sujetándose con ambas manos del colchón se metió de golpe pero solo hasta la mitad aquello que le haría sentir placer en unos minutos.
Penelope se levanto y miro por la ventana, mientras tome mi pene y lo masturbe un poco más, la tenia muy dura y sin embargo la quería aun mas quería que Penelope sintiera hasta las venas que rodean el tronco de mi pene Penelope se paro a un lado de mi y se quito los calzones, justo cuando iba a la mitad, le tire una nalgada le gusto y después de bajárselos volvió a ponerse en esa posición, pero esta vez no le di la palmada, me acerque y lamí su nalga y la bese Penelope solo cerró los ojos y después subió a la cama de nuevo.
Penelope se paro sobre mi y bajo lentamente, antes de sentarse sobre mi pene lo tomo y con la yema de los dedos lo acomodo y lo introdujo a la su vagina, pude sentir como el grosor se abría paso por las entrañas calientes de Penelope y suspire de placer, pues Penelope se dejo caer sobre mi clavándoselo de golpe, solo vi como cerro sus ojos y cerré los míos.
Escuche como jadeaba y como subía y bajaba lentamente mientras la tomaba por la cintura para acoplarme a su ritmo, sentía sus nalgas caer en mi y la suavidad de su piel era exquisita a esa temperatura, también sentía como caían gotas de sudor de su cuerpo sobre el mío y como el ventilador era insuficiente para refrescarnos. Penelope subía y bajaba y solo escuchaba el ruido de sus nalgas despegándose de mis testículos, una succión producida por la cantidad de humedad que derramaba sobre mi pene mientras cogiamos.
Penelope lo hacia lento y se daba tiempo para bajar y besarme mientras caía de lleno sobre mi y mientras sentía que la punta de mi pene rozaba delicadamente las paredes de su vagina.
Penelope subió tanto para despegarse de mis testículos que mi pene se salio de ella y aproveche para tomarlo con una mano y golpear sus nalgas con el, embarrándolas de jugos brillantes y calientes, pero volví a meter lentamente mi pene en ella para que pudiera sentarse nuevamente, reinicio el movimiento de una forma mas acelerada, esta vez se apoyaba en sus rodillas para subir mas alto y ya no bajaba, solo se dejaba caer y estando abajo hacia un movimiento para empalmarse mas y que sentir una penetración mas profunda.
No paraba de jadear y seguir incrementando el ritmo, también hacia movimientos horizontales, podía sentir como sus nalgas se hacían hacia delante y hacia atrás cuando estaban abajo y como se abandonaba al momento de dejarse caer.
Gemía muy fuerte y para entonces ya tenia mis manos tomándola de las nalgas, y subí una a su espalda, la jale hacia mi y sentía mas profundos sus movimientos, aproveche para darle una nalgada que sonó por todo el cuarto, al hacer esto sintió placer así que le di otra y sentí como cerraba sus labios vaginales en mi pene, instintivamente levante mis rodillas, Penelope se bajo y se puso "a gatas", me levante y admire su bello par de nalgas mientras me acercaba para lamer un poco su sexo y probar aquellos jugos que había estado derramando en la cama, Penelope me pidió que continuara, así que me hinque y me puse tras de ella para penetrarla.
La tome de la cadera y la penetre bruscamente, pues ya estaba mas que lubricada, suspiro de placer y quizás un poco de dolor, pues tenia el pene bastante duro así que mejor le di embestidas fuertes pero no completas, solo le hacia llegar la mitad de mi miembro hasta que se acostumbrara
Se escuchaba el golpe contra sus nalgas por todo el cuarto, admito que me incomode un poco pues era tan fuerte el sonido que pudiera saberse que estábamos haciendo, pero deje de pensar en ello y levante una de mis piernas, tome su cintura con fuerza y la empuje hacia abajo, lo cual le dejo las nalgas mas paradas y podía sentirme de lleno sin ningún dolor en la espalda, además tenia mayor sensación de dominio de esa forma pero Penelope se sintió tan cómoda que comenzó a darse ella misma los llegues, se empujaba contra mi cuerpo y lo único que tuve que hacer fue sostenerme con fuerza y sujetarla bien, estaba tan humeada que se escuchaba mas el sonido de sus jugos haciendo succión, que los golpes que daban sus nalgas contra mi.
Gritaba y gemía, sin decir nada, me canse un poco de tener una pierna hincada y la otra en escuadra, así que hinque ambas, tome a Penelope de las nalgas y las abrí un poco, la tome con mucha fuerza para que no se me resbalara pues estábamos bañados en sudor, le metí ligeramente la verga hasta que encontré la posición adecuada para que entrara recta, y le di una embestida de golpe, a los pocos segundos le di otra, y así sucesivamente, hasta ir tomando el ritmo cuando me acostumbre pude darle una tras otra con la misma fuerza y solo veía su cabello moverle y gotear en el colchón pues ya las sabanas estaban en el suelo, escuchaba sus gemidos entrecortados por mis llegues, hasta que se desvaneció sobre el colchón y puso su cara contra el, extendiendo sus manos por lo cansada que estaba. No desaproveche, me puse como si estuviera sentado al aire sin sacarle el miembro de la vagina y eche mi cuerpo sin incomodarla sobre ella, poniendo mis manos sobre las suyas para que no se levantara, quedando ella sosteniéndose por las rodillas y el cuello y con el culo en el aire, mientras que yo estaba prácticamente encima de ella formando un arco, entonces me dejaba caer con fuerza, clavándole literalmente la verga en cada caída.
Penelope comenzó a gritar y se aferraba al colchón con ambas manos, pues la sensación era increíble, comencé a acelerar y a hacerlo tan fuerte que pude escuchar la succión mas fuerte de los fluidos Penelope tenía una forma especial de venirse, dejaba caer un líquido blanco transparente y retenía en su vagina uno más espeso y blanco.
Mientras pensaba en eso Penelope me dijo que se iba a venir, lo dijo varias veces, obviamente quería venirse mientras me la cogia así y por eso no quería que me levantara, pero hice algo mejor, de estar en posición de sentadillas, me puse recto.
Mis piernas estaban alineadas con mi espalda y solo mis manos que eran mas largas que las de Penelope me sostenían sobre ella, subía y bajaba mi cintura para darle completamente el peso de mi cuerpo, los llegues eran tan fuertes que parecía que la estuviera nalgueando.
Penelope seguía diciéndome que se iba a venir, comencé a subir mas alto y a caer con mas fuerza para clavar mi verga contra su vagina en esa posición hasta que Penelope no pudo hablar y solo gritaba, en ese momento sentí como un liquido recorría mi pene y caía sobre el colchón era tan caliente que sentí placer, como si yo me hubiera venido también pero no lo hice todavía.
A incorporarme Penelope continuo acostada y con las nalgas al aire, y pude ver bajo ella el colchón mojado por su sudor marcando la figura donde estaba y un charco de fluido vaginal además de un hilo que caía de ella, era espeso y transparente, era hermosa la escena pude hacer que se viniera en esa posición tan rara y tan fuerte, no creo que ninguna chica frágil se animara a hacer algo así, eso solo lo haces cuando tienes ganas de mas, de coger, de sentirse poseídas por la persona que quieren para ellas solas.
Me acosté y Penelope cayo a un lado mío, se recargo en mi brazo y se puso de lado mientras acariciaba mi pene empapado de sus jugos, pero un poco flácido por el esfuerzo, estaba algo cansado, Penelope me masturbaba mientras me besaba el cuello, sabia que es una de las cosa que me gustaban y lo hacia, mientras tanto yo veía el techo y descansaba un poco, note que Penelope quería continuar y yo también, solo que ya no en esa posición en la que le había dado tanto placer, le di un beso en la boca en el que chupo mis labios y yo los suyos
¡¡ Cómetela
Penelope inmediatamente se levanto y se acomodo en el espacio que generaban mis piernas al abrirse mientras estaba acostado, la tome de la cabeza y comencé a peinarla, entonces le quite las manos al notar que aceleraba y las cruce tras mi nuca me hacía un oral bellísimo y muy rápido, se lo metía hasta el fondo y al sacárselo mostraba una cara de placer y sonriéndome volvía a metérselo, se lo comía entero esta vez, jadeaba y gemía al mismo tiempo, solo pausando cuando no podía por razones obvias.
Tomo mi pene y comenzó a masturbarlo mientras lo chupaba, era tan fuerte la sensación que ahora el que gemía era yo, lo hacia rico pero se detuvo y volvió a hacerlo despacio y hasta el fondo como me gusta. Penelope interrumpió y se agacho hacia el suelo, tomo la sabana que estaba en el piso y se limpio el sudor que tenia, era tanto que no la dejaba ver al incorporarse se acostó totalmente dejando sus pechos en mis piernas y chapándome los testículos lentamente, los llenaba de saliva y después se los metía a la boca, después se levanto y me lamió todo el miembro, la glande principalmente, era tan buena en ello que me lo puso como roca otra vez.
Se incorporo y me beso el cuello, mientras la tomaba por las nalgas y ponía una de mis piernas en su vagina, ella me correspondió haciendo fricción con mi pierna, le gusto tanto que comenzó a morderme y a besarme al mismo tiempo, estaba poseída, me quería solo para ella entre tanto ya tenia la pierna lubricada por sus jugos y eso hacia mas fácil que se balanceara sobre ella me mordía el cuello y el pecho y bajo entonces besándome el abdomen, y volvió a subir, me seguía besando muy fuerte e incluso comencé a masturbarme otra vez mientras lo hacia se levanto otra vez y se acomodo el pene con la yema de los dedos para que entrara, tardo un poco mas que la primera vez pues este se resbalaba con sus mismos jugos hacia atrás o hacia delante, hasta que logro introducirlo con éxito.
Penelope se sujetó de la pared y se balanceaba sobre mi, sentía sus nalgas contra mis testículos, esta vez estaba mas abajo y mas húmeda, trato de sostenerse de mi pecho pero se resbalo con el sudor y me enterró las uñas, inmediatamente las quito y se quedo sentada y balanceándose en mi pene mientras ponía las manos al aire, levante mis manos hacia ella y entrelazo sus dedos, de tal forma que podía apoyarse en mi para menearse con vigor, empezó el vaivén desesperadamente, me quería hacer pedazos, gemía mientras subía y bajaba y mis testículos se pegaban a sus nalgas y se despegaban nuevamente, aun con los dedos entrelazados llevo mis manos a sus nalgas y gimió mas fuerte aunque bajo el ritmo un poco.
Continuó subiendo y bajando por no menos de diez minutos
- Cielo me estoy viniendo
Escuchaba el sonido de los resortes de la cama, aunque ya no lo hacíamos muy rápido, Penelope comenzó a gritar un poco, a jadear y a gotear sobre mi hasta que sentí correr nuevamente un liquido muy caliente que se deslizo por mi pene, y bajo hasta mis nalgas por entre las piernas.
Penelope se había venido sobre mi sin embargo se detuvo parcialmente y sentada sobre mi, aunque dándose algunos sentones cuando creía conveniente, pues estaba sensible.
Penelope se bajo y yo me levante, se limpio el rostro y parte del cuerpo con lo que quedaba de sabanas en la cama le pedí que se acostara y lo hizo, se tendió boca arriba con las piernas bien abiertas, sosteniéndolas con las palmas de sus manos por detrás de las rodillas y balanceándolas al aire, me acosté al pie de ella y comencé a besar sus piernas, me acomode de lado y empecé a lamer sus labios vaginales mientras me masturbaba con una mano, puse la otra en la parte superior de su vagina y separe la piel para ver el clítoris, estaba erecto y era como un botón rosa, no lo toque, continué jugando alrededor de el con mi lengua mientras que Penelope sostenía sus piernas y trataba de mirarme, estaba algo incomodo así que me reacomode, me acosté totalmente boca abajo y con ambas manos sostuve su vagina, para poder lamerla completamente.
Pasaba mi lengua por la punta de sus labios, los probaba, eran delicioso, bastante dulces y muy empapados, me mojaba la cara tan solo acercarme movía la lengua hacia arriba y hacia debajo de forma muy lenta, entrando algunas veces con la punta por su túnel para probar ahí dentro también, Penelope movía la cara de un lado hacia otro y trataba de continuar mirándome, cerro unos segundos sus pies para acariciarme el cabello con ellos, después enderezo las piernas y las abrió bien para dejarme pasar mientras que ponía duros los dedos y los encorvaba.
Penelope se sujetaba de sus nalgas y comenzó a sentir varios espasmos, yo trataba de continuar lamiendo cerca de su clítoris, pauso un poco y puso sus pies en mis hombros mientras acariciaba mi cabello
- Ay mi vida que rico se ve
Empezó a mover los pies, no sabia donde ponerlos , de hecho los movía tanto que me costaba trabajo concentrarme, pero era tan rico el aroma y el sabor que continuaba haciéndolo, accidentalmente me dio una pequeña patada en uno de sus espasmos, así que tome sus piernas y las enderece pegándolas a sus pechos, Penelope las tomo con sus manos y así estuve mas cómodo de nuevo, no duro mucho, pues como me acerque mas al clítoris, Penelope las soltó y aunque seguían al aire, las movía de un lado a otro, comencé a aumentar el ritmo, paseaba mi lengua cerca de su clítoris y lo rodeaba, nunca lo toque por encima, solo por el tronco, estaba tan duro que se veía a simple vista y podía sentirlo con la lengua, su forma y su tamaño ante la sensación Penelope se tomo fuertemente de las rodillas y empezó a gritar Penelope gritaba y se convulsionaba, se puso completamente roja y trataba de mirarme pero no podía, siguió jadeando cada vez mas fuerte hasta que de tajo no hizo ningún ruido pero continuo temblando, ya no podía gritar, sentía que se venia, tenia los dientes cerrados y me miraba con desesperación, segundos después abrió la boca y gemía fuerte y en pausas, hasta que se puso completamente rígida y sentí en su vagina un calor acariciar mi cara, lamí entonces su clítoris por encima con todo lo largo de mi lengua hasta que sentí como llenaba mis labios con sus jugos vaginales, calientes y transparentes, casi como el agua, se había venido en mi boca y no pudo siquiera gritar, estaba tensa y ante cualquier movimiento, incluso mi respiración, temblaba.
La admire por unos minutos, estaba pasmada, no se movía ni hablaba, solo se mantenía quieta entonces empezó a hablar, pero estaba tan débil que no entendí nada, me acerque para escuchar que decía y le pedí que me lo repitiera, entonces me dijo que quería hacerlo en la mesa, que quería acostarse en la mesa y me la cogiera ahí eso fue lo que dijo, o al menos lo poco que escuche esperamos unos minutos y se levanto, mientras lo hacia le di una nalgada y vi como en la cama había dejado otra marca de fluido vaginal en forma de charco, no espeso pero si visible, la cama ya no serviría para dormir ahí hasta que no se lavara el colchón, pero no me importaba mucho.
Penelope caí se cae, no vi por que, estaba de espaldas pero quizás era por el sudor que tenía en todo el cuerpo o por que estaba tan débil que no podía caminar.
Penelope puso una manta en la mesa y se acostó sobre de ella, empujo una silla para que me sentara y estuviera cómodo, se acostó con las piernas bien abiertas metí mi cara entre sus piernas, continué donde estaba, empecé a lamer hacia arriba y hacia abajo, lo hacia lento y podía sentir como Penelope escurría sus fluidos a través de sus piernas, empecé a comérmela, era como un gato que tomaba su leche, Penelope gritaba no importándole que los vecinos pudieran oírla, pues desde la mesa incluso podía verse la calle, aunque había cortinas abrí sus labios vaginales y comencé a lamer sus paredes, y con la mano derecha la empecé a penetrar, le metía dos dedos lentamente y aceleraba mientras que con la izquierda me masturbaba el pene, a Penelope le encantaba y sus piernas temblaban sobre mis hombros
+Metemela metemela metemela metemela
Repetía esto hasta el cansancio, yo seguía haciendo lo mío hasta que su voz cambio paulatinamente de tono, parecía que iba a llorar, así que me levante y arroje la silla con los pies, y de lleno le metí la verga dura por su lubricada vagina
+Que rico se siente mi amor que delicioso mi vida
Se lo encajaba con fuerza, desde atrás hacia delante y empujando hacia arriba, haciendo fricción con la parte interna de su vagina que correspondía al clítoris, se lo hice muy fuerte y después sentí como el semen recorría desde mis testículos hasta mi glande y acelere.
Llo hice cada vez mas fuerte mientras ella gritaba con fuerza, le encantaba sentirlo dentro y le advertí que me vendría se lo metí con fuerza, quería reventarle la vagina para que ya no me pidiera mas y aumentamos nuestro ritmo, pero Penelope estaba completamente fuera de si, había llegado al punto en que solo se puede disfrutar y eso hizo mientras que me esforzaba por cogermela hasta el cansancio, escuchaba su jadeo cortado aumentar con fuerza e hice el ultimo esfuerzo para incrementar el ritmo, le daba unas embestidas brutales que se escuchaban por toda al casa mientras gritábamos juntos, hasta que nos venimos, sentí el calor de sus fluidos esta vez espesos mezclarse con mi semen, y gotear en la mesa y licuarse haciéndose espuma al continuar fornicando disminuí la velocidad hasta detenerme y me senté mientras que Penelope descansaba.
Después limpiamos la mesa muy bien y con mucho jabón, pusimos un mantel y servimos la comida, platicamos un rato y continuamos fornicando otra vez solo que fue algo mas perverso la amarre de las manos y me la cogí como si fuera mi esclava ella me tiro boca abajo en la cama y lamió mis nalgas me dijo que fue lo que mas le excitaba de mi pero eso es otra historia que es aun mas larga que la que acabas de leer.