Un día

Al salir de mi trabajo, me encontré con una de mis viejas y mejores amigas de la universidad.

UN DIA

Al salir de mi trabajo, me encontré con una de mis viejas y mejores amigas de la universidad, su nombre…no importa por respeto a ella ya que es casada, basta decirles que a partir de esa tarde nuestras vidas cambiaron totalmente para el gusto de las dos, ya que en la época de estudiantes tuvimos incontables escenas eróticas, ardientes encuentros amorosos en la propia escuela en su casa en la mía en fin en muchas partes.

Después de saludarnos, nos fuimos a un café en esos que abundan en la colonia condesa, pedimos algunos cafés y recordamos nuestras aventuras de colegialas, al recordar nuestras locuras ambas nos humedecimos, nos tomamos de las manos y después de un buen rato acordamos de ir a un lugar mas intimo, cómodo y sobre todo discreto.

Así pues nos refugiamos en un pequeño hotel a la salida de la ciudad, donde inmediato comenzamos el juego amoroso, dueña de una sensualidad natural me llevo a la cama nos acostamos ella encima de mi con su boca semejante a un volcán me beso y me beso, con solo sentir el rose de sus labios, me encendí y eso hizo que mis pezones se endurecieran y se pusieran al rojo vivo, tras una larga y candente sesión de besos por todo mi cuerpo, su mano tomo mi panochita hizo a un lado mis labios vaginales y comenzó acariciar en una forma mas que incitante, para luego con su lengua lamer y lamer hasta ponérmela totalmente húmeda, con su otra mano no dejaba de tocarme de acariciarme de manosearme y pellizcarme mis tetas, era lo mas hermoso que he sentido a lo largo de todos estos años que dejamos de vernos.

Luego le di la vuelta y le chupé sus pezones los cuales se endurecieron al instante y se sentían calientes es mas nuestros cuerpos los sentíamos calientes eso fue que nos pusiéramos mas calientes de lo que estábamos, entonces succioné con mas fuerza sus pezones que podía sentir sus senos que tapaban mi nariz haciendo que dejara de succionar para poder respirar.

Luego las dos decidimos hacer un 69 nuestra posición favorita, al hacerlo las dos hicimos el mismo comentario "guao, como a cambiado tu conchita", al oírnos las dos nos reímos, al colocarnos cada una le abrió las piernas a la otra para que le lamiera o hiciera lo que quisiera con la panochita que tenia enfrente, ambas podíamos sentir y oler aquel sexo tan humedecido que susurraba y decía me vengo…si…me vengo.

Segundos después se paro ella me miro tiernamente y me dijo que me pusiera boca abajo, tomo una almohada y la puso bajo mi vientre haciendo que mi culito quedara paradito, con sus manos delicadamente tomo mis nalgas y las abrió, dejando mi agujerito al aire libre y a su merced, ella solo dijo que hermoso esta tu agujerito, húmedo, palpitante y empezó a trabajarlo dándole una serie de masajes con su índice, y cada vez que lo escupía con su lengua lo lamía, hasta lograr meter uno a uno sus cincos dedos, puño hasta llegar a meter totalmente su mano yo no dejaba de chillar del placer que sentía.

Pasado el momento me tocaba a mi de devolverle lo rico y el mismo placer que yo sentí, axial que con mis dedos acaricie su vagina la cual la tenia bastante peludita con mis dos brazos extendidos la tenia agarrada de sus tetas y que además podía sentir sus pezones en las palmas de mis manos, con mi lengua roce su clítoris, no dejaba de temblar y de gemir lo cual sus gemidos me seducían, y en mi oído resonaba su voz apasionada "toma el consolador y penétrame de una vez por todas", en vez de eso alargué la estimulación, con mis lamidas, mis chupadas su respiración agitada me advertía que estaba lista para el gran momento, en eso emitió un gemido ahogado, seguido de dos o tres mas fue que me puse en posición para recibir y no dejar ninguno de sus jugos se desperdiciaran y al hacerlo se vino gusto en mi boca y como se sacudía con pasión y gran excitación me baño toda.

Frenéticamente se levanto me tomo y me arrojo sobre el suelo se lanzo sobre de mi para recorrer mis tetas los besos los mordió dejándolos totalmente bañados en saliva y fue bajando pasando por mi vientre hasta llegar a mi vagina donde metió su boca golosa y la estimulo de tal forma que hizo que me empezara a temblar gemía de placer el placer que sentía en esos momentos eran muy grande que hasta lograr que me jalara de los cabellos tan fuerte que me dolía mi cabeza, ¡mas! ¡mas! Le decía tomándola de su cabeza la cual aprisionaba contra mi vagina, sentía mis dedos que se enredaban en sus cabellos, jugo axial por varios minutos hasta que sentí que me iba a venir, ella sin dejar de succionar paladeaba con gusto mi panochita hasta que logro sacarme mi liquido valioso el cual se bebió.

Las dos ahí en el suelo nos tomamos y nos abrazamos logrando que nuestros cuerpos se acoplaran uno a l otro, quedamos frente a frente, con nuestros sexos frotándose uno al otro, ella levanto su pierna haciendo que su sexo caliente y todavía húmedo rozara el mío. Con ayuda de sus movimientos, hacia delante hacia atrás nuestras vaginas chocaban una y otra vez haciendo que nuestros clítoris se estimularan una vez mas, mismo ocurrió con nuestros senos al sentirse y frotarse unos con otros, una vez mas nos besamos nuestras bocas se abrieron nuestras lenguas se buscaron y al encontrase comenzaron a jugar, sin dejar la posición que teníamos las dos gritamos de dolor una vez mas y ahí abrazadas las dos tan fuerte convulsionando tuvimos nuestros orgasmos inmensos, al final nos dimos un beso y nos dormimos abrazadas con la promesa de repetirlo cuantas veces queramos.