Un deseo

Esto es algo que quería escribir para ti; lo que más he deseado en este tiempo que he tenido la gran oportunidad de conocer a una exquisita, maravillosa, rica y excelente mujer que eres tú.

UN DESEO…  ALGUN DIA SE HARA REALIDAD

Esto es algo que quería escribir para ti; lo que más he deseado en este tiempo que he tenido la gran oportunidad de conocer a una exquisita, maravillosa, rica y excelente mujer que eres tú.

Un Deseo, se que un día se hará realidad, todo empieza con un beso; ese beso que hace que poco a poco uno comience a sentir ese deseo, esa efervescencia  en su cuerpo; ese cuerpo tan tuyo el cual me ha hecho soñar despierto no una sino varias veces y más cuando te veo todos los benditos días en el trabajo; ese cuerpo el cual hay ocasiones en que he admirado sin que tu te hayas dado cuenta; ver esas formas tuyas tan exquisitas; las cuales me he imaginado de varias formas, tamaños, colores y hasta olores. Quiero poder hacerte el amor, aunque sea una vez en mi vida; la cual espero sea una gran experiencia para mi; pero a la vez también me da mucho miedo que llegue ese día y en verdad no pueda complacerte en todos los aspectos; que no sepa en pocas palabras arrancarte aunque sea un orgasmo.

Deseo poder besar esos labios tan ricos y sensuales q tienes, ir poco a poco mordiéndolos, sentir tu lengua jugar con la mía, besarte hasta que me duelan los míos; abrazar esa figura pequeña e ir acariciando tu cuerpo; abrir de botón a botón tu blusa color azul que permita asomarse a cada instante ese par de senos los cuales están cubiertos de un brasier color negro, rozan con la yema de mis dedos la circunferencia de los mismos hasta sentir tu par de pezones como se van irguiendo listos como un par de soldados los cuales van al frente; mis brazos recorren tus par de piernas y poner mis manos en tus nalgas para levantarte del piso y colocarte en una pequeña mesa; seguir besando esos labios, recorrer poco a poco tu cuello, tus oídos, tus brazos, tus orejas y todo el contorno de tu cara; con una mano libre ir bajando el cierre de tu pantalón y quitar con maestría ese botón que me separa de la gloria.

Termino de quitar todos los botones de tu blusa la cual abro y me quedo observando ese par de senos los cuales siguen tapados con esa pequeña prenda; y me acerco a respirar ese olor que desprende de ellos, empiezo a tocarlos con la mayor sutileza ya que no quiero hacerles daño; te observo a los ojos los cuales permanecen medio abiertos esperando el siguiente paso y me resultas una mujer hermosa la cual quiero satisfacer en esos momentos; te levanto poco a poco de tu torso y desaparece tu blusa por arriba de tu cabeza y va a parar lejos de nosotros; con delicadeza empiezo a bajar los tirantes de tu brasier para al fin tener ese hermosa par los cuales creo son de un tamaño mas grande de mis manos y a la vez con un pezón color rosa y mas o menos de un tamaño de un centímetro con una aureola mas oscura los cuales de inmediato siente mi boca, absorbiendo, besando, mamando de uno a otro sin dejar se oír tus gemidos de aprobación; trato de meterme un seno en mi boca pero no me cabe y sigo besándolos primero uno luego otro, saco mi lengua y la poso en uno de tus pezones y empiezo a hacer cirulos en el; beso después la mitad de tu pecho en medio de ese par y sigo con el otro, a todo esto mi mano ha tratado de quitarte poco a poco ese pantalón y acaricio tus piernas.

Beso de nuevo esos labios los cuales me encantan besar y a todo esto tu has respondido con un beso cachondo, un beso que invita a la lujuria, te pregunto si te ha gustado lo que he hecho hasta el momento y me das un si largo y cargado de sensualidad; me coloco en tus pies listo para dejarte libre de esa prenda la cual me ha estorbado un tiempo hermoso, empiezo besando tus pantorrillas, y sigo poco a poco hasta quitar esas medias que traes puestas y me quedo observando esa figura en la mesa; con delicadeza voy separando tus piernas las cuales no me canso de besar ni de acariciar hasta llegar a esa tanga color negra la cual sobre ella aspiro un aroma agridulce y la cual me hipnotiza; sin pensarlo mas le doy un besos a tu sexo y tu respuesta es dar un pequeño grito el cual creo que es de gusto; se que te gusta que te hagan sexo oral y a mi en lo particular me agrada hacerlo; así que hago a un costado esa tela la cual me separa de ti; veo unos vellos color negro recién cortados y sin poder contenerme le doy un beso y poco a poco voy abriendo esos pliegues hasta encontrar la puerta la cual te llevara al cielo; siento tu clítoris en mi boca, la cual no para de mamar todo lo que se encuentra a su paso y tu cuerpo empieza a responder mas y mas; siento tu cuerpo como se arquea al recibir mi lengua en tu vagina; con mi dedo medio empiezo a separar esos labios y empiezas a lubricar de a poco a poco; vas sintiendo mi dedo el cual se va incrustando poco a poco mientras yo sigo mamando tu clítoris mientras mi dedo empieza a entrar y salir de esa cueva de la cual no me quiero despegar hasta que termines en mi boca; empiezo a hacer círculos con mi lengua dentro de ti y tú sigues gozando y me pides que no pare que siga un poco más; poco a poco te volteo boca a bajo y empiezo a besar tu espalda la cual se va erizando al contacto de mi lengua la cual llega por fin a ese par de nalgas las cuales beso con un adoración infinita; no resistiéndome a darles un pequeño mordisco, de nuevo abro tus piernas y sigo haciendo sexo oral y sin poderme contener empiezo a hacerte un beso negro y tu respuesta es inmediata empezando a girar tu cintura y moviendo de atrás hacia adelante y yo mientras sigo besando, mamando y absorbiendo tu clítoris, masajeo tus nalgas, las beso, llegó a morderlas incluso … así en unos minutos, estabas nuevamente boca arriba y con mi cara entre tus piernas. Apretabas mi cabeza con tus muslos, tus piernas estaban completamente abiertas mientras mi lengua recorría tu vagina, la penetraba y en ocasiones hacia un poco de succión. Sentía la necesidad de sentir que todo tu cuerpo me cubriera, empezaste a apretarte tus senos con fuerza, tus gemidos inundaban la habitación, tu primer orgasmo llegó el cual sentir un sabor en mi boca; había cumplido con mi cometido que terminaras primero en mi boca.

Respiraste unos segundos y vi una pequeña sonrisa en tus labios, a la vez te dirigiste a tocar mi pene con tu mano mientras me dabas un beso; empezaste a subir y bajar tu mano enrollada en mi pene; poco a poco empezaste a descender hasta que tus labios tocaron la punta de mi verga y sentí tu lengua tocando el pequeño orificio de me pene; y de un solo paso pero lento te metiste mi verga a tu boca empezando a darme una gran mamada la cual ha sido la mas placentera; sentir tus labios pintados de color rojo recorrer lentamente mi verga; a la vez me dabas una pequeñísima mordidita en la punta mientras con tu mano masajeabas mis testículos y sopesabas su tamaño; fueron minutos de un placer inimaginable el que me diste haciendo sexo oral, de repente aumentabas el ritmo y sentía que acababa para después aminorar y así me hacías descansar un poco hasta que llego lo inevitable; pidiendo casi con un susurro donde poder terminar a lo cual me diste una mirada la cual sentí que yo podía escoger el lugar; así que sin más eyacule en tu boca y parte de tu cara y recorrió hasta caer un poco en tus senos.

Después de este placer mutuo que nos habíamos dado; te abrace y te acostaste a mi lado, estuvimos platicando da varias cosas saltando de un tema a otro; dándome tiempo de reponerme. Y llego el momento tan especial que te había solicitado, sin mas te abrace y empecé a besarte toda de nuevo; tu cuello, tus senos, tu estomago, tu sexo, en fin toda tu hasta que abrí tus piernas las cuales las puse en mis hombros y poco a poco pero con unas ganas intensas me fui adentrando en ti; y sentí tu cuerpo responder a ese estimulo, vi en tus ojos una satisfacción la cual me dio la pauta para empezar con un movimiento de entrada y salida lento  de mi verga; empezamos a tomar ritmo el cual se hacia cada vez mas intenso, posteriormente te hice sentarte en un banco alto y te vende tus ojos; en esa posición con tus piernas abiertas, sacando un poco tus nalgas dejándolas a mi disposición sin mas me puse de rodillas y te empecé a hacer un oral hasta que sentí que ya estabas lubricada y sin mas te empecé a hacer mi, mientras mis manos te tocaban tus senos los cuales respondían a mis caricias y te tomaba de tus caderas para marcar el ritmo; así hasta que te pedí que me dejaras hacerte sexo anal; y tu me respondiste que si pero con mucho cuidado; me alegre porque ese es uno de mis sueños; poco a poco empecé a colocar la punta de mi verga en tu orificio trasero y empecé a empujar un poco hasta que sentí que tu cuero reaccionaba y se empezaba a abrir; hay que recordar que te tenia sentada en un banco y con los ojos tapados; te preguntaba como te sentías y decías que era una experiencia nueva y muy placentera, entro mi verga en ti mientras te lamia tus oídos y tu espalda; empezaste a moverte con un ritmo fascinante atrás adelante y yo no me quede atrás y también empecé con ese movimiento atrayéndote de tu cintura; empezaron tus gemidos mas y mas altos; y me decías que te sentías contenta; eso como has de saber a mi en lo particular me hace sentir bien; estuvimos varios minutos en esa posición; hasta q te levante del banco y me acosté boca abajo y tu te colocaste encima mío y con tu mano dirigías mi verga hacia tu sexo y poco a poco empezaste a hacer movimientos circulares; tu en una ocasión me comentaste que esa posición te gustaba mucho ya que sentías que ejercías un mejor control; y déjame decirte que eres grandiosa; mientras yo seguía acariciando y mamando tus senos los cuales estas riquísimos; los movimientos que ejercías en tu cadera eras verdaderamente ricos; tuve muchas veces que  pensar en otra cosa para no terminar antes de tiempo. Posteriormente cambiamos de posición, te puse en la posición del perrito y yo me coloque atrás tuyo y empecé a meterte mi verga y mientras te daba de nalgadas no muy fuertes;  intercalaba haciéndote sexo anal con sexo vaginal; te colocaba tu cabeza en la almohada y mientras hacías movimientos circulares de tu cadera, y así estuvimos unos minutos más hasta que sentí tu venida en mi verga; yo no aguante más y en un minuto estaba terminando pero fuera de ti, y lo hacia en tus nalgas el cual a sido la mayor de mis fantasías.

Quedamos cansados y gustosos después de lo que habíamos hecho; nos miramos a los ojos y nos empezamos a reír no sabemos de que pero éramos como un par de niños que habían hecho una travesura.