Un desconocido me alegró el día (2)
Como pasé de ser Hetero a rogar por pollas.
El desconocido me alegró el día (II)
Así estuvimos por un largo rato, ensimismados en un maravilloso 69, algo tan nuevo como excitante para mí, me abandoné por completo al deseo huyendo de inhibiciones y tabúes, gozando del sexo como hasta ahora nunca lo había hecho.
Creo que mi amante ocasional logró introducirme hasta tres dedos sin producirme ningún tipo de rechazo, bastante experiencia debía de tener el ya.
Perdí la noción del tiempo, pero para mi no fue el suficiente. Se levantó y me dejo tumbado boca arriba y colocó su polla erecta, yo calculo que ante mi tendría unos 18 cms de carne, y me agarró la cabeza para llevarla hasta la boca.
"Sigue chupando"
Su voz sonó autoritaria, yo le obedecí sin dudarlo un segundo y la engullí hasta donde pude, pajeándole con mi boca.
"Siéntela toda dentro de tu boca tragona"
Me empujó la cabeza y de un golpe entró toda, me dieron arcadas y quise retirarme, pero el me lo impidió y comenzó a moverse, pensé que vomitaría, pero después de varias embestidas ya estaba yo como un poseso tragándomela, traspasando mi campanilla, y saboreándola. Para ser la primera vez que me follaban por la boca, lo disfrutaba como un loco. El también pareció volverse loco y comenzó a decir improperios que ejercían en mi sentimientos contradictorios, pero gozosos.
"Así es, cabrón, trágatela toda, sé que te gusta, lo haces muy bien, ¿a que te gusta mi polla? Que bien me la comes, eres un buen putón"
Como todo en esta noche, esto también era novedad para mi, e igualmente me sorprendía a mi mismo excitándome ante sus palabras, sintiéndome utilizado, siendo un putón como bien decía.
"Ahora que ya has aprendido como follar una buena polla con esa boca tragona y que me la has dejado babosa y bien lubricada es hora de pasar a la siguiente lección"
Se tumbó de costado tras de mi, mi espalda contra su pecho y se agarró su polla colocándola a la entrada de mi culo, empujó y me dolió, le pedí que parara. Por respuesta su mano tapó mi boca y embistió con su polla, logró que entrara algo no sé hasta donde pero yo moría del dolor, y si no llega a ser porque el me lo impedía, hubiera gritado, en su lugar mis ojos se aguaron. Paró, pero no sacó su polla, quitó la mano de mi boca y paso a meterme un dedo en ella, moviéndolo como si de una polla a la que pajear se tratara.
"¿A que te gusta sentir como te parten el culo? Eres mas puto de lo que imaginé, me gustas, seguro que esta noche vas a rogar por mi polla y me suplicaras que te folle una y mil veces, me gusta que seas tan maricón"
Su polla comenzó a moverse poco a poco dentro de mi, después la sacó prácticamente toda y la volvió a meter, comenzó un mete y saca suave, al tiempo que agarraba mi polla y me pajeaba al mismo ritmo que su polla me follaba.
Sin sacar su polla de mis adentros, colocó la almohada a la altura de mi pelvis, se movió quedando yo tumbado boca abajo, con mi penetrado culito en pompa gracias a la almohada y el sobre mi, levantó su pecho, se apoyó con las palmas de su mano en la cama:
"Desde aquí veo como tu culito se traga mi trabuco, veo tu cara de vicio y veo que estas gozando, pero tranquilo porque ahora viene el placer real"
Empurró mi cabeza en el colchón y de un golpe seco introdujo toda su polla dentro de mi, ¡hasta ahora sólo una pequeña parte me había penetrado!, un grito acallado por la cama salió de lo mas profundo de mi, el dolor se me hizo insoportable, instintivamente llevé mis manos mas abajo de sus caderas para evitar el dolor
"Tranquilo, relájate o te dolerá más, solo siente como mi polla te rompe por dentro, gózala, y hazme gozar a mi"
Comenzó un mete y saca brutal, el dolor era insoportable, le rogué que parara, que la sacara.
"¡Que te relajes joder! No pienso parar, y te terminará gustando la sacó casi por completo solo disfruta y arremetió sin piedad, consiguiendo que sus cojones rebotaran en mis nalgas - sieeeeeeentela cabrooooooooón, disfrútala.
Para mi eso era imposible, me estaban rompiendo el culo y realmente sentía mucho dolor, apreté mis labios, lagrimas brotaron de mis ojos, el comenzó a sacarla hasta dejar tan solo algo de su capullo dentro y a meterla de un golpe, cada vez mas rápido, con mas fuerza.
Llegó un momento en que mi ano se acostumbró a la polla de mi amante, y entonces comprobé que el tenía razón, mi culo comenzó a moverse sin yo quererlo, mi boca comenzó a pedir mas, mis manos fueron a sus nalgas para empujarlas hacia mi, quería sentirla
"Siii, fóllame, rómpeme, sigue así, no pares, mas, quiero maaaaas"
Mis palabras hacían que mi follador me penetrase con más fuerza aún, cada vez que sus bolas tocaban mis nalgas mas placer sentía yo.
Después de un rato la sacó, le pedí que no la sacara, que quería seguir sintiéndome su puta, que me rompiera el culo, que hiciera de mi lo que quisiera pero que no la sacara. Me vi rogando por una polla, suplicando, pero el hizo caso omiso, la sacó volvió a colocarse de costado su pecho con mi espalda, su polla en mis nalgas, sus manos abriendo mis nalgas.
"Te dije que te gustaría, te gusta tanto el morbo como a mi, pero déjame descansar, tu culo me pone a cien y de seguir así me inundaré tu culo con mi leche"
Sentir esa polla tan cerca y sin entrar me ponía enfermo, quería que siguiera dentro de mi
"Siiii, llénamelo, córrete, quiero sentir tu polla escupir dentro de mi"
Bastaron esas palabras para que ,en segundos, tenerlo detrás de mi, y sus manos levantándome por las caderas para dejarme como un perro a cuatro patas y yo abriendo las piernas con desespero por recibir su polla, que no tardó en entrar, de dos golpes ya la tenía toda dentro de nuevo, bajé mi cara hasta la almohada, y mi culo quedó aún mas en pompa, y el tuvo que estirar mas las piernas y apoyarse en mi espalda para que sus 18 cms pudieran entrar por completo dentro de mi culito tragón. Volvió a follarme salvajemente, sacando su polla y metiéndola de nuevo de un solo golpe.
Yo pidiendo más, sintiéndome una puta y gozando de ello.
Pero en una de estas embestidas, paró, la dejo toda dentro, con sus huevos colgantes y pegados a ese hilo que une el ano con mis huevos.
"¿Sabes ya por qué paro? porque estoy a punto de correrme y no quiero. No voy a manchar tu culo hambriento, te dije que ibas a experimentar nuevas sensaciones, y sabiendo lo puta que eres esta será otra de las que te harán tocar el cielo"
A medida que decía esto sacaba lentamente la polla de mi ano, yo quería seguir sintiéndome follado, pero no volví a rogar, supongo que la curiosidad de ese siguiente paso.
Se levantó y se colocó de pié al borde de la cama, desde mi posición veía la polla que me había estado partiendo mi primerizo culo, tiesa, apuntando al techo, sin pensarlo dos veces me senté al borde de la cama y comencé a pasar mi lengua por el capullo, luego la recorría toda, hasta lamer sus huevos, mi lengua volvía otra vez al capullo y fue ahora que me empurró, como ya hiciera antes, toda su polla dentro de mi boca y cual si se tratara de mi culo comenzó a embestirla igualmente.
"Ahora vas a saber a qué sabe la leche de macho, puta, te va a gustar"
Fue decir eso, y paró sus movimientos dejando su polla a mitad de camino dentro de mi boca y sus manos aun agarrando mi cabeza. Su leche comenzó a brotar, sentía como los chorros tocaban en el cielo de mi boca, en mi lengua, contra mis dientes, toda mi boca estaba llena de su corrida.
"Trágatela, saborea la leche de la polla que te ha partido el culo, chúpala bien, se que lo deseas puta"
Tragué lo que pude, y realmente me gustó su sabor, parte comenzó a salir por la comisura de mis labios, mientras el seguía obligándome con sus manos a no sacarla de mi boca. Llevé mi mano a mi polla y comencé a pajearme, bastaron dos o tres movimientos para que mi polla comenzara a soltar toda la leche que desde hace rato yo trataba de retener, los chorros salpicaron mi vientre, y sus muslos. Quedé extasiado, saqué su polla de mi boca y el reteniendo mi cabeza y agarrando su polla que aun estaba tiesa la restregó por mi cara, aun soltaba algún que otro chorro, que fue a dar a mis ojos y mejilla:
"¿No me la querrás dejar así? Déjamela bien limpia, lámela hasta que reluzca putita mía"
Como hasta ahora también esta vez le obedecí y la lamí hasta que su polla quedó colgando, chocando con sus huevos, que también lamí.
"Aun te queda leche que limpiar"
Llevó una mano a mi vientre y recogió la leche de mi polla había soltado, y me la llevó a la boca, metiéndome los dedos dentro, dedos llenos de mi propia leche, después me hizo lamerle la palma de la mano, y terminó por ordenarme que le limpiara también la leche con la que había manchado su muslo.
Terminamos tumbados otra vez su pecho contra mi espalda, estaríamos así diez minutos, el tiempo para yo plantearme lo que había pasado y sentirme sucio y vil. Intenté encontrar una explicación al porqué había gozado tanto de su polla, de su follada, el cómo había sido capaz de tragar su leche y hasta la mía propia, quería salir huyendo, pero pareció que otra vez mas me leyó el pensamiento, se volvió hacia mi, y quedando yo tumbado boca arriba se sentó sobre mis muslos, me agarró la polla y llevó mi mano hasta la suya.
"Es hora de que vuelvas a tener mas polla, caliéntamela y lubrícala para que te pueda romper el culito con ella"
Bastaron esas palabras para que olvidara todos los sentimientos anteriores y comenzará a pajear esa polla en espera de que se empalmara para que me empalara.
Así fue cuatro veces mas sentí su polla dentro esa noche, su leche en mi cara, o en mi culo, o en mi pecho, daba igual, al final ya me preocupaba yo de limpiarla.