Un desayuno, un masaje y una prima caliente
La prima de mi mujer necesitaba cariño y yo aproveché la coyuntura para darle todo el que le hacía falta
Hola amigos esta historia ocurrió a principios de este verano. Por causas de la vida este verano nos hemos encontrado con una casita en punta umbría ( Huelva ) esta casita es de una prima de mi mujer que al separarse de su marido pues le “tocó” en el lote, por lo visto ella no sabía ni de la existencia de esa casa, bueno pues cosas de la vida, el caso es que ésta prima en cuestión se lleva bastante bien con nosotros, y debido a la situación por la que atravesamos ( mi mujer y yo estamos en el paro) decimos pasar el verano allí con ella, con sus padres y con mis suegros ( que por cierto se apuntan a un entierro de tercera ) . Nos mudamos a finales de mayo, y comenzamos a ir a la playa, donde yo pillaba unos calentones de miedo, pues la prima tenía un cuerpo espectacular, unas tetas que parecían dos cantaros y un culazo que parecía estar sacado de un molde de una brasileña, y eso que tomaban el sol en biquini, aunque la prima comentó en varias ocasiones de quitárselo mi mujer nunca quiso y para ir las dos iguales pues la prima tampoco.
El transcurrir de los días hacía que pillase calentón tras calentón, la prima dormía con un corto camisón transparente y cada mañana pues se paseaba por toda la casa con dicha prenda.
Bien, pues a todo esto os diré que tengo 30 años y llevo 2 casado, aunque vivimos juntos 3 años antes de casarnos, y además comencé a salir con mi mujer cuando teníamos 14 años cada uno, me llevo muy bien con ella y estoy enamorado, aunque nuestra vida sexual no sea de las mejores que se puedan contar ya que ella es muy tradicional y no le gusta experimentar nada nuevo, todo lo contrario que yo que pienso en el sexo todo el día, esto me ha empujado a tener ocasionalmente sexo con prostitutas, pero no muy a menudo, la prima tiene 40 años y nos suele hacer confesiones íntimas sobre su vida, tales como que llevaba ya casi dos años sin practicar sexo, pues el tema de la separación venia ya de largo y además nos había hecho saber en alguna que otra ocasión que su ex era muy bruto y nada cariñoso con ella, sobre todo al descubrir que no podían tener hijos, situación que hizo que mi mujer comenzase a llorar, pues a nosotros nos pasa lo mismo, pero al contrario que el ex de la prima yo intento ser aún más cariñoso con mi mujer si cabe. Bueno os diré que mi mujer lleva varios meses con pequeños dolores de espalda y yo trato de subsanárselos dándole masajes, me compré un libro de masajes y aunque no soy masajista ella dice que le calman bastante mis masajes. El primer día que le apliqué el masaje a mi mujer allí en Punta Umbría la prima nos comentó que también sufría de dolores de espalda, como mi mujer no se puede callar ni debajo de agua le dijo a la prima que yo había aprendido con un libro hacer muy buenos masajes y que le calmaban mucho sus dolores, a lo que me vi obligado hacer doble sesión de masajes cada mañana, la cuestión era que masajear a la prima era todo un tormento para mí porque ella se tumbaba en la cama boca abajo sin nada más que sus braguitas y como tenía las tetas tan grandes se le salían por todos lados, evidentemente tenía que masturbarme cada vez que terminaba la sesión de masaje.
Bueno pues a mediados de Junio ocurrió algo que desencadenaría en lo que os voy a relatar. Mis suegros y los padres de la prima decidieron ir una semana a Barcelona a visitar a una hermana de mi suegra que era también hermana de la madre de la prima, ellos viajarían en avión desde Sevilla por lo tanto alguno de nosotros tendríamos que llevarlos al aeropuerto de Sevilla desde Punta Umbría y yo tenía todas las papeletas para llevarlos, pero como el destino ya estaba escrito pues llamó otra prima que vivía en Sevilla para venirse unos días con nosotros esta prima era gorda, fea y estúpida y además con dos hijos que son como dos diablillos que no se están quietos ni debajo de agua, ella no tiene carnet y su marido trabajaba y solo podía acercarla por la noche, pero la bocazas de mi mujer le dijo que ella llevaría a sus padres al aeropuerto y luego la recogería a ella con los niños, esa idea no me gustaba mucho, pero por otro lado mi mujer conduce mejor que yo y coge el coche bastante más que yo, por lo que tampoco me preocupó mucho, bien pues aquí viene lo bueno. Mis suegros salieron sobre las ocho de la mañana de casa con idea de desayunar por el camino, la prima y yo salimos fuera de la casa para despedirlos, allí había una vecina con la que se entretuvo hablando la prima, mientras tanto yo me dispuse a preparar el desayuno para la prima y para mí, cuando ella entró en la casa y vio el desayuno ya preparado lo agradeció bastante y comenzó a confesarme la suerte que tenía mi mujer conmigo, decía que yo era muy atento y cariñoso y que envidiaba tener un hombre así, además me confesó lo mal que lo había tratado su ex durante muchos años, no es que le pegara ni nada de eso tampoco se podría decir que maltrato psicológico pero por lo visto no era nada cariñoso con ella, poco detallista y no ayudaba nada en casa, en fin, yo me comencé a ruborizar tanto y a darme tanta vergüenza que me alagase tanto que decidí de salir fuera a dar una vuelta, pero, cuando le dije que me iba a cambiar para salir me dijo que si no le iba a dar hoy su masaje diario, que ya llevaba como dos semanas dándoselo, eso me cortó bastante pues como todos los días pues sabía que se casi desnudaría en la cama y en esta ocasión estaríamos los dos solos pues los días anteriores mi mujer no salía de la habitación hasta no acabar el masaje y además los padres no paraban de pasar todo el rato.
Bien, pues ella se metió en su habitación como todos los días y yo me fui al baño para coger un bote de aceite de coco o algo así que mi mujer compró para la ocasión. Entré en la habitación y allí estaba la prima, con su espalda totalmente descubierta y con unas braguitas que solo tapaban un trozo de sabana, me puse un poco nervioso al estar los dos solos pero enseguida comencé a masajear y me fui calmando, por supuesto este masaje no era como los anteriores, más que un masaje terapéutico este era un masaje tranquilo, suave con mimo, casi acariciándole la piel más que un masaje en sí, cosa que ella aprobaba, pues así me lo hacía entender con sus tímidos gemidos de afirmación, desde luego hay ya comprendí que allí seguramente pasaría algo que me iba a gustar y mucho, pues así fue.
En un momento dado del masaje ella se dio la vuelta y dejó al desnudo sus dos enormes pechos, eran grandes y hermosos con dos grandes y erectos pezones, su piel oscura dejaba ver la parte blanca donde no le daba el sol al ponerse el bikini, se me quedó mirando fijamente a los ojos, cosa que yo también trataba de hacer pero con esas dos enormes tetas apuntándome era difícil eso de mirarla precisamente a los ojos, cuando ella lo creyó oportuno comenzó a acariciarme la mejilla con sus manos, lo hacía despacio y con mimo, yo fui bajando paulatinamente mi cabeza buscando sus labios, cuando nuestros labios se rozaron empecé a besarla con mucho mimo y mucho cariño como si fuese el primer beso de dos adolescentes, yo me acordaba de lo mal que me dijo que la había tratado su ex, ella sacaba suavemente su lengua y me la pasaba por mis labios, yo le respondía de igual manera, después estuvimos varios minutos intercambiando saliva con nuestras lenguas cada una dentro de la del otro, poco a poco fui bajando los besos por su cuello, lo hacía despacio, al mismo tiempo que le besaba el cuello le iba pasando la lengua por donde pasaba y de forma sensual y susurrante le iba diciendo al oído lo bonita y guapa que estaba, eso le gustaba y me lo agradecía con tiernos gemidos de aprobación, una de mis manos comenzaron a acariciarle suavemente uno de sus senos, despacito pasándole el dedo por su pezón. Mis besos siguieron camino hacia sus pechos donde hice una larga parada, allí le pasaba mi lengua por sus pezones mientras con mis manos le acariciaba desde su pelo hasta sus pechos, ella se dejaba hacer y me acariciaba la cabeza mimosamente, seguí por su barriguita, mi lengua no se separaba ni por un segundo de su cuerpo. Al llegar a sus braguitas, jugueteé un poquito con la prenda y con mis manos comencé a bajarlas suavemente pasando mi lengua y mis labios por sus largas piernas hasta llegar a los pies, ella intentó de incorporarse pero no la dejé, cogí sus pies y comencé a darle pequeños mordisquitos en sus dedos, eso al mismo tiempo que le gustaba le hacía gracia y se reía, a continuación metí la cabeza entre sus piernas y comenzando por sus ingles hice un viaje con mi lengua hasta su afeitada vagina, mi lengua no descansaba, le besaba sus grandes labios vaginales, su clítoris, y por momentos le introducía la lengua unos centímetros, tantos como podía, esto duró unos 5 o 6 minutos o quizás 10 no sé, pero conseguí que se corriese dando un gran gemido de placer al mismo tiempo que su vientre y su parte genital daban varios espasmos. Sinceramente pensé que allí terminaba mi trabajo, pero nada de eso, yo que no me había quitado nada más que mi camisa seguía con mi corto pantalón del pijama, tenía una erección enorme y ella se incorporó para tocarme y bajarme el pantalón, comenzó a besarme el miembro a lamerlo y como si fuese una piruleta introdujo mi miembro en su boca, parecía tener poca practica y me arañó en un par de ocasiones con sus dientes, pero para evitar más roces se dedicó a lamerme desde casi el orificio de mi ano hasta la punta de mi glande, me invitó a tumbarme en la cama, se sentó encima de mi miembro con ayuda de sus manos empezó a introducírselo tan profundo que casi se mete hasta los huevos, ahora sus tetas caían y las veía bien en todo su esplendor, comenzó a cabalgar de manera lenta y suave, me miraba y su sonrisa ligada con su cara de placer era todo un poema, eso me ponía aún más cachondo, me cogió las manos y siguió con su lento cabalgar gimiendo y pidiéndome que esto durase mucho tiempo, después le puse mis manos en sus tetas y las magreé durante un rato, hasta que cogió uno de mis dedos y comenzó a metérselo en la boca lamiéndolo y chupándolo al mismo tiempo que aumentaba el ritmo de sus cabalgadas, en la posición de tumbado que yo estaba y ella sentada encima mía me incorporé un poco y sin sacar mi pene de su vagina seguimos follando pero ahora los dos sentados y abrazados, me lubriqué uno de mis dedos de mi mano derecha con su saliva y con la mía y se lo fui introduciendo poquito a poco en su ano, eso fue el delirio para ella, aumento considerablemente el ritmo de bombeo de nuestros miembros gritando fuertemente ¡ ME COOOOORRO, ME COOOOORRO ¡ cómo usamos preservativos ni nada yo le dije que también me iba a correr, que si me salía, ¡nooooo ¡ ni se te ocurra córrete dentro, córrete dentro,. Pues así lo hice, casi al unísono al mismo tiempo que le introduje tanta leche como pude ella volvió a correrse pero esta vez de manera más compulsiva y gritona. Sin sacar mi pene de ella estuvimos un rato largo abrazados los dos dándome las gracias de manera susurrante mientras me acariciaba la nuca en ese eterno abrazo. Cuando ya nos reincorporamos sus ojos estaban brillantes y llenos de felicidad, me dijo que en sus cuarenta años era la primera vez que un hombre aparte de placer le había dado tanto cariño haciendo el amor, cosa que me gustó que me agradeciera de esa forma. Cuando todo acabó nos fuimos desnudos al baño donde intentamos meternos los dos debajo de la ducha cosa que fue imposible debido al pequeño tamaño del plato de ducha rodeado de una mampara, pero aunque esté feo decirlo nos fumamos un cigarro cada uno y después nos duchamos, ella primero que todavía chorreaba leche entre sus piernas, a continuación me duché yo cosa que aprovechó para terminar haciéndome una mamada que terminó en una corta corrida sobre su cara, e hizo que se volviese a duchar, justo en ese momento y como si supiera esperar el momento justo mi mujer me llamaba por teléfono, para decirme que había llegado al aeropuerto y preguntar que donde estaba su prima, por supuesto le dije que yo no estaba en casa que había salido temprano a dar una vuelta, jeje, me dijo que me notaba la voz cansada que se me notaba que iba andando ligero, ya te digo y tan ligero.
Bueno pues después del baño si es verdad que salí a pensar todo lo que había ocurrido si debería sentirme mal o bien, pero sabiendo la vida que había llevado la prima y lo justito que era mi vida sexual con mi mujer decidí que como en otras anteriores infidelidades ésta aunque mas bonita no iba a ser diferente a las demás pues yo sigo profundamente enamorado de ella.
Después de aquello la prima y yo no volvimos a hablar del tema hasta 4 o 5 días más tarde donde me hizo prometer que jamás le contaríamos nada de lo ocurrido a mi mujer y que yo debería seguir queriéndola como hasta ahora, eso si, me propuso que debido a la falta de sexo tanto por parte de ella como de la mía deberíamos de seguir manteniendo relaciones sexuales, solo sexo sin mas compromiso, por supuesto que accedí, pero el problema era que iba a ser difícil volver a quedarnos solos y salir a un hostal los dos juntos era altamente peligroso y además sospechoso de ausentarnos los dos al mismo tiempo de la casa, pero ideé un plan cojonudo que por cierto os puede ayudar a daros alguna idea si queréis ocultar una infidelidad continua. Os diré : me invente unos amigos ficticios con los que me iba a jugar a futbol, cosa que en mi pueblo jugaba bastante con mis amigos, por lo tanto nada sospechoso, y ella simuló prepararse unas oposiciones de administrativo o algo así con lo que tenía que salir a menudo, bien pues solo falta el lugar, la cochera, ésta cochera que teníamos era comunitaria y solo cabían seis coches, la coches que había allí eran nuestros y de algunos vecinos que aparcaban allí el coche y no lo volvían a coger hasta que no regresaban de sus vacaciones, cada plaza de garaje tenía un trastero de 2m por 4m, justita pero lo suficiente para meter allí una colchoneta de estas inflables, además ella se ocupó de acondicionarlo un poco con toallas, sabanas y algunas cosas mas, nos hicimos de unas llaves cada uno y entrabamos solos cuidando a la hora de entrar y salir de no ser vistos por nadie, además una vez dentro del tratero si alguien abría la puerta de la cochera hacía mucho ruido y se encendían todas las luces, y como el trastero por dentro se cerraba con llaves ( y solo la teníamos la prima y yo ) no había peligro ninguno, pues os diré que ese trastero nos ha dado muchas mañanas de gloria, que ya contaré en próximo relatos, bueno espero os haya gustado, he intentado plasmar todo lo sucedido, quizás hay algún detalle que he dejado atrás pero no lo veía trascendental, un saludo y hasta la próxima.