Un cuento o la realidad...? (3)
Como un acto, puede cambiar tanto la vida de una persona...
Andrea escuchaba que alguien le hablaba, pero las palabras no salían por su boca, no entendía que le estaba pasando, pero se había quedado de repente sin palabras, sin poder decir que estaba bien, solo podía mirar al desconocido que estaba encima de una moto, se había perdido en sus ojos.
Desconocido: perdona, estas bien? Volvió a decir, algo preocupado por lo que había pasado
Andrea consiguió volver a la realidad, y con una sonrisa en la cara, sin saber el porque.
Andrea: si, no se preocupe, me siento bien, con alguna magulladura, pero no me he roto nada.
Desconocido: perdóname, no te he visto, es mi culpa, si me quieres denunciar estas en tu derecho, pero de verdad, quieres que te lleve al hospital o algo?
Andrea: no, no te preocupes, estoy bien, solo que no me di cuenta cuando cruzaba que venias.
Desconocido: de verdad, lo siento mucho, es que llevo hoy la cabeza como en las nubes y ya me lo dice todo el mundo que tengo que poner los pies en el suelo.
Andrea: que curioso? Eso es lo que me dicen todos a mí. Bueno, no te preocupes me encuentro bien, no tengo nada, así que puedes seguir tu camino, pero eso si, aunque suene paradójico que lo diga, seria conveniente que cuando conduces tengas la cabeza aquí y no en las nubes, lo digo por los demás
Desconocido: gracias, la verdad es que llevas razón, pero me suele ser difícil. Pero de nuevo, necesitas que te acerque a algún sitio o que te lleve a que te curen?
Andrea: no hace falta, de verdad estoy bien y ahora me tengo que ir que seguro que están preocupados por mí. Hasta luego y de nuevo siento que hayas tenido este disgusto.
Desconocido: no, para nada. Más siento yo lo que ha pasado. Aunque no sabia el porque, pero no lo sentía para nada, era lo mejor que le había pasado en todo el día. Perdóname, y por cierto, como es tu nombre?? Esto último lo dijo casi en un susurro.
Andrea: lo siento me tengo que ir y gracias por preocuparte, chao.
Andrea salió a correr, porque sus padres seguro que estaban preocupados por ella, ya que les había dicho que no tardaría y habían pasado ya un par de horas. Cuando llego a casa, al verla sus padres se quedaron atónitos, porque su rodilla chorreaba sangre.
Padre: hija, que te ha pasado?
Andrea: papa, que una moto me ha hecho volver a ser yo, es que como siempre me decís, tengo que tener los pies mas en la tierra.
Padre: pero hija, vamos al hospital que te vean, te has roto algo? De verdad te encuentras bien?
Andrea: si, papa, estoy mas que bien, y esto es solo un rasguño que me curo ahora y ya.
Padre: parece que en vez de que te han atropellado, ha pasado algo genial.
Andrea: pues no se como explicártelo, pero la verdad es que si que ha estado bien, jaja.
Con esa risa, se termino la conversación, ella se fue a curarse, comió y se tiro un rato en la cama. No podía parar de pensar en el motorista, en su mente, solo aparecía él, su sonrisa, sus ojos de preocupación, y vaya que ojos tiene. A ver, Andrea, deja de pensar en ese muchacho se decía, pero la imagen volvía a su cabeza y la verdad que le volvió la imaginación, comenzó a dejar volar su mente como hacia años que no lo hacia, pero siempre aparecía la imagen de ese muchacho, al cabo de un rato, se comenzó a plantear porque salía ese muchacho en sus sueños en sus cuentos y en su imaginación, pero no daba con la respuesta. Además, pensó, bueno si no lo voy a volver a ver, puede seguir en mi imaginación que eso no hace daño a nadie.
De repente sonó el teléfono.
Andrea: si, quien es?
María: petarda, se supone que vas a venir a la fiesta, no?
Andrea: si, iré, aunque ando un poco dolorida, porque hoy me atropellaron
María: como? Y lo dices así, con esa tranquilidad, pero estas bien??? Que cojo ahora mismo y voy para tu casa.
Andrea: si estoy bien, solo has sido unos rasguños y me duele el cuerpo, pero no tengo nada roto y por lo demás estoy genial, lo dijo con un ímpetu que sorprendía
María: vaya! Parece que en vez de que te hayan atropellado, te hayan dado la vida, por como me lo estas contando.
Andrea: déjate de tonterías y dime a que hora me vas a recoger para ir a la dichosa fiesta a conocer al supuesto amigo de Mario, esto ultimo lo dijo con desgana
María: te recogeré sobre las diez, pero no lo digas con desgana que el amigo de Mario es muy simpático, además te va a caer bien, estoy segura.
Andrea: que sepas que por esto me debes una, pero no te preocupes que intentare ser simpática. Bueno, pues luego nos vemos que tengo que arreglarme para mi futuro novio, jaja
María: si tu ríete, que nunca se sabe. Bueno, luego nos vemos, chao.
Colgó el teléfono y entonces se dio cuenta de lo que María le había dicho, como que nunca se sabe, yo lo se, no habrá nada con ese muchacho, y otra vez apareció en su cabeza el motorista
Pero que me ocurre, porque aparece otra vez, bueno, estará bien conocer al amigo de Mario, para que se me olvide un poco el motorista, joder, que ganas tengo de volver a verlo, pero como si ni su teléfono me dio, pero tampoco se lo pedí. Andrea!!! Se dijo a si misma, céntrate ya y déjate de motoristas y vete a la ducha.
Ya eran casi las diez y Andrea estaba lista para salir, se volvió a mirar en el espejo, se sentía muy guapa, los pantalones que se había puesto y esa camisetilla, le sentaban de lujo. Le dieron un toque al móvil y salió de casa, despidiéndose de sus padres.
Cuando se monto en el coche, sus amigas alabaron lo guapa que iba y que se veía como con un brillo especial en la cara.
Lorena: oye amiga, que te ha pasado, es como si no fueras la misma, bueno mas bien tengo que decir que es como si fueras la que eras, la que tanto echábamos de menos.
Andrea: no seas pava, no me ha pasado nada, solo que me han hecho darme cuenta de que estaba siendo subnormal y eso me ha hecho cambiar. Más bien, volver a ser yo.
Todas: cuanto nos alegramos de tu regreso, hay que celebrarlo!!! Hoy vamos a disfrutar en la fiesta.
María: Andrea, me tienes que contar lo que ha pasado hoy, porque te noto diferente y la verdad es que me agrada.
Andrea: nada, no me ha pasado nada, solo que la persona que me atropello me tiene un poco desconcertada, pero nada mas eso.
María: pero quien es? Como se llama?? Es mono??
Andrea: demasiadas preguntas amigui y con pocas respuestas. No se quien es, solo se que tiene una moto espectacular, su nombre, imbécil de mi, se me olvido preguntárselo y si me preguntas si es mono, tengo que ser sincera, si
María: como que no le preguntaste el nombre? Pedirle el teléfono o algo?? Que ha pasado con mi amiga, esa tan lanzada que no se cortaba con los hombres?? Lo decía con una ironía que mareaba. Además, tienes que describirlo un poco no me vale con que si es mono.
Andrea: ya estamos llegando, si quieres que entren todas y yo te lo cuento más detenidamente.
María: si, espera que se lo digo y me cuentas. Chicas, ahora entramos que tengo que hablar con Andrea, vale?
Todas: si, pero que no se raje para entrar que le tienen que presentar a Javier.
María: vale, intentare que no huya, ahora nos vemos.
María: ya estoy aquí, tengo casi toda la noche, así que cuéntame.
Andrea: pues lo que paso es que me quede sin reaccionar, no me salían las palabras, solo quería huir de ese sitio, no se porque, pero era como miedo, nerviosismo, como si me cogieran la boca del estomago y la apretaran con tanta fuerza que me cortaba la respiración y bueno, ante esa sensación pues solo decidir salir lo mas rápido de allí
María: bueno, es normal sentir cosas extrañas después de un atropello, pero eso no es que sea muy normal. Y como era?
Andrea: pues te lo puedo describir perfectamente, porque desde esta mañana no se me quita de mi cabecita. El motorista era alto, con el pelo castaño, y sobretodo con unos ojazos. Los ojazos son los que no me dejan vivir, eran grandes, color miel, pero tirando a gris, ufff!! Y esa mirada que me dio, tierna, preocupada, a la vez cálida, con una sinceridad que no puedo expresar y en general su cara de preocupación por lo que había pasado. Pero no hay que olvidar la sonrisa que me echo cuando vio que estaba bien. Esa dentadura perfecta, esos labios carnosos que entraban unas ganas enormes de besarlos, ufff!!! Como será saborearlos?? Eso último lo dijo en un susurro.
María: que es lo ultimo que has dicho??
Andrea: nada, que es un motorista muy lindo
María: vamos, que como te conozco me doy cuenta que parece que te has enamorado de él. Y eso es un problema, porque todos nosotros queríamos que acabaras con Javier, el amigo de Mario que es muy buena gente, pero que no es el motorista. Aunque todavía hay esperanzas porque el motorista no sabes donde encontrarlo y Javier esta en la fiesta
Andrea: es decir, que mi mejor amiga y demás están haciéndome una encerrona, para que me enamore de alguien porque a vosotros os cae bien??
María: bueno, si lo dices así, queda un poco feo, pero es que como estabas como estabas, decidimos que conocieras a alguien para darte un empujón a los sentimientos.
Andrea: se que lo hacéis por mi bien, pero la verdad es que no me apetece nada conocer a nadie. Así que creo que me voy a ir, porque tengo la cabeza en lo de esta mañana y no quiero sentirme mal ni hacer sentir mal a esa persona que no tiene culpa ninguna.
María: amiga, no puedes hacer eso, él ya sabe que estas aquí, porque todos se lo habrán dicho y creo que seria muy feo que te fueras. Además, te puedes imaginar como se puede sentir él.
Andrea: bueno, voy a entrar, saludo, me lo presentáis y luego me voy, vale?
María: vale? Pero se que al final te quedaras toda la noche, no me preguntes porque pero lo siento.
Andrea: jajaja, eres un caso. Vamos para adentro antes de que me arrepienta.
Las dos se cogieron del brazo y comenzaron su entrada triunfal en la fiesta, todos los que estaban allí se quedaron mirando a la puerta, alucinaban de lo bellas que andaban ambas y ellas iban subidas en su propio ego. Fueron hasta donde Mario se encontraba para felicitarlo y después de los besos, los tirones de orejas y las típicas parafernalias de las felicitaciones de cumpleaños, todos los amigos hicieron como un círculo alrededor de María, Mario y Andrea, la cual dijo en plan irónico, que soy el mono de feria para la fiesta. Todos sus amigos se rieron y comenzaron a disimular.
De repente, vio que Mario llamaba al tal Javier, y cuando se dio la vuelta y Andrea lo vio, no se lo podía creer. Que estaba pasando, era el destino quien estaba jugando con ella, o que tanto imagino que al final se hicieron las cosas realidad. Como estaba pasando esto???
CONTINUARÁ----------------------------------------
Bueno, espero que os guste esta parte, le he intentado hacer mas larga, espero que os guste
gracias a todos lo que me lees, si cualquier cosa, me lo decis, porque siempre las cosas se pueden mejorar
Gracias a la persona que me dio el empujoncito, en el fondo se lo agradezco y solo tengo que decirle que ME DE UN GRITO (subrayado y en negrita) si no le gusta o si le gusta que me lo de mas fuerte,jaja.